𑁍┊Cᴀᴘɪ́ᴛᴜʟᴏ ʟxɪɪ

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▗ ▘➤ "Una velada con el vampiro". 💗🧛🏼‍♂️
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"Narra (T/N)"

Desde que ocurrió mi ruptura con Shiba, he estado eludiendo asistir a clases. Este tiempo ha sido extremadamente difícil para mí; emocionalmente, me sentía completamente devastada. La partida de Shiba significó la pérdida no solo de una relación, sino también de uno de mis compañeros más cercanos, dejándome con el corazón hecho trizas y un profundo desconsuelo. A pesar de que mis amigos intentaban visitarme y ofrecerme apoyo, yo me negaba a verlos. Prefería recluirme en mi propia tristeza, alejada de la compañía de aquellos que solían estar cerca. Sin embargo, todo cambió durante el fin de semana cuando Ray, decidido a no dejarme caer en el aislamiento, irrumpió en mi habitación de una manera abrupta, rompiendo la puerta. Su acción sorprendió y a la vez desató una mezcla de emociones en mí.

— ¡¿Que mierda?! -Grito molesta-

— Ya basta de encerrarte y llorar por ese bastardo. -Reparo la puerta y cerró la habitación, mientras se paraba frente a mi cama-

— Déjame sola... -Lo miro molesta-

— Si no te levantas te daré razones para no poder caminar. -Advirtio Ray-

Comprendí perfectamente a qué se estaba refiriendo, y sentí cómo el calor subía a mis mejillas, tiñéndolas de un ligero rubor. En un acto de prisa, me ajusté el camisón con ambas manos, asegurándome de que todo estuviera en su lugar, y con rapidez, me reincorporé, tratando de recuperar la compostura.

— E-Esta bien, tu ganas... -Suspiró fastidiada-

— Ponte esto... -Me entrega un hermoso vestido-

— ¿Por que? -Lo miro seria-

— Tendremos una cita en la Ciudad, te ayudare a olvidar temporalmente a ese inutil perro. -Me observa con una expresión muy obvia-

Suspiré y me dirigí al baño. Decidí darme una ducha rápida para sentirme fresca. Al salir, envolví mi cuerpo con una toalla y me sequé con cuidado. Luego, elegí un hermoso vestido que resaltaba mi figura. Me maquillé con delicadeza, aplicando el rubor, el delineador y un poco de labial. Después, peiné mi cabello suelto, dejándolo caer en ondulaciones suaves sobre mis hombros, tal como me gusta llevarlo.

Al salir, me di cuenta de que había algo en el ambiente. Observé cómo sus mejillas se teñían de un leve rubor, un color que me hizo sonreír al notar el efecto que tenía en él. Se acercaba a mi rostro con una expresión que me causaba escalofríos, como si estuviera a punto de revelarme un secreto guardado o compartir un momento especial. La tensión entre nosotros era palpable, y su mirada me atrapó, haciendo que mi corazón latiera más rápido.

— Te ves tan hermosa que te haría el amor toda la noche~ -Susurro burlon y beso mis labio con cariño- Pero hoy saldremos y tendremos una cita.

— ¿Crees que me veo bien? -preguntó desanimada-

— Eres la mujer más hermosa que he conocido, no solo por tu belleza o sangre... Si no por como eres como persona y siendo tu misma me hace volverme loco por ti. -Sonrio y acaricio mi cabello- Te haré un peinado.

Me quedo completamente asombrado al escuchar sus palabras y lo miro fijamente, incapaz de creer que realmente sea capaz de peinarme. Él parece darse cuenta de mi incredulidad, así que se quita los guantes con un gesto decidido. Luego, me obliga suavemente a sentarme, y empieza a acariciar mi cabello húmedo. Con destreza, comienza a peinarlo, logrando que cada mechón se acomode a la perfección. Para finalizar su trabajo, adorna mi cabello con una hermosa pieza que resalta su belleza, dejándome maravillado por el resultado.

— He terminado. -Sonrio cálidamente el rubio-

Decido colocarme frente al espejo y observarme detenidamente. Al mirar mi reflejo, me doy cuenta del hermoso peinado que llevo, lo cual me hace sentir un leve sonrojo en las mejillas, provocado por la amabilidad que me rodea. Impulsada por la curiosidad, decido preguntar cómo es que alguien tiene la habilidad de peinar tan bien.

— ¿Cómo es que sabes peinar tan bien? Acaso quieres ser estilista o algo asi? -Sonrio burlonamente-

— Jajaja -Rie con molestia y me acordaba contra el espejo- Bueno debería darte una buena lección de modales señorita.

— ¡Oh vamos! Solo es una pregunta que puedes contestar con facilidad. -Sonrio suavemente y me aferro a su cuello rodeándolo con mis brazos- ¿Quieres que te dé un beso para responder con sinceridad?

Era consciente de que enfrentarlo con la misma táctica lo dejaría completamente descolocado, y efectivamente, quedó mudo ante la sorpresa, incapaz de articular palabra. Se sonrojó visiblemente y, con una actitud algo incómoda, me lanzó una mirada, moviéndose un poco para alejarse de mi cercanía.

— Solo un beso en la mejilla. -Dijo, señalando su propio cachete con un gesto travieso-

— Está bien, picarón... -Respondí, accediendo con una sonrisa mientras le daba un suave beso en la mejilla- Ahora, tendrás que explicarme cómo es que un chico de tu clase sabe peinarse como un experto estilista.

— Solo he tenido que ayudar a mi hermana menor a peinarse en algunas ocasiones. -Responde con calma- Era algo que solía hacer cuando aún vivía con mi familia.

— Ah, ya lo recuerdo, ellos estuvieron presentes en mi cumpleaños número 100 hace un tiempo. -Río suavemente, recordando aquellos momentos- Sin duda, era una niña encantadora.

— Sí, así es. -Sonríe y me da un beso en la frente, Ray- Será mejor que nos pongamos en marcha, o se nos hará tarde. He hecho una reservación en un restaurante elegante.

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· •「 ░╎❝. Narradora . ❞╎░ 」• ·
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Ray y (T/N) decidieron visitar un restaurante de renombre, conocido por ser frecuentado por la alta sociedad. Al cruzar las puertas del establecimiento, no pasó desapercibido el impacto que causaron; todos los comensales se giraron para observar a la pareja. Era evidente que reconocieron a la famosa nieta de la corporación farmacéutica más grande del mundo oscuro, un nombre que generaba tanto admiración como controversia, y al mismo tiempo, al heredero del Ducado Ray, cuya presencia imponía respeto.

La murmullante curiosidad de los presentes se transformó rápidamente en especulaciones sobre la naturaleza de la relación entre ambos. Sin embargo, fue solo gracias a la intensa y, en ocasiones, escalofriante mirada de Ray que la atención general se desvió de ellos. Con un solo gesto, logró que los demás comensales apartaran la vista, regresando a sus propias conversaciones y distracciones, de manera que pronto dejaron de ser el foco de interés.

La atmósfera en el restaurante volvió a la normalidad, aunque el aire seguía impregnado de rumores y conmoción por la inesperada aparición de aquella célebre pareja. Ray y (T/N), ahora más tranquilos, comenzaron a disfrutar de su velada, ajenos a las habladurías que todavía resonaban en la mente de muchos.

— Parece que la mayoría ya me conoce. -Dijo con un leve sonrojo-

— Sin duda, los rumores no tardarán en llegar a oídos de mis padres. -Exhalé con frustración- Ya he manifestado mi rechazo al matrimonio con Olivia; no tengo intención de casarme con ella.

— ¿Debería preocuparme? -Le miré con seriedad-

— Puede que sí... Sin embargo, si debo renunciar a mi título por ti, lo haré sin dudarlo -Suspiré y tomé su mano-

La joven se encontraba inquieta por su pareja y, para distraerlo, preparó una comida deliciosa y se sentaron a charlar sobre una variedad de temas interesantes.

— ¿Puedes contarme cómo fue tu infancia? -Le preguntó con interés, mientras lo miraba con curiosidad, su cabello rosa brillando ligeramente bajo la luz-

— Bueno, después de mi nacimiento... No me faltó nada en cuanto a comodidades, ya que mis padres eran duques. -Sonreí levemente al recordar- Cuando llegué a la edad adecuada, me presentaron a Olivia y se formalizó nuestro compromiso. Recuerdo que solía detestarla porque ella siempre tomaba todo lo que deseaba y, al crecer, fui educado para someterme a la voluntad de mi familia, cumpliendo con mis obligaciones como heredero y todo lo que eso conlleva... Pasé gran parte de mi vida sintiéndome reprimido, pero he decidido que ya no permitiré que eso suceda de nuevo.

— Es una historia verdaderamente conmovedora. -Sonríe suavemente- Contrariamente a lo que podría pensarse, tuve una infancia saludable y llena de amor junto a nuestra madre hasta cierta edad, dado que, como sabes, ella fue asesinada por una sirena. -La mano de Ray se aferra a la suya con firmeza- En ese momento, éramos solo unos niños indefensos y mi padre sufrió una profunda depresión, lo que lo llevó a adoptar un comportamiento controlador en aras de nuestra seguridad. Nos crió de manera estricta en casa, bajo reglas que resultaban absurdas. Entiendo su punto de vista; tras el fallecimiento de mi madre, se mostró generoso al considerarnos, pero no estoy dispuesto a asumir ese riesgo.

— Sin lugar a dudas, tu historia es lamentable. -El rubio le dedicó una sonrisa melancólica-

Sin que lo anticiparan, la comida llegó a la mesa de la pareja, y comenzaron a disfrutar de su platillo. Mientras saboreaban cada bocado, conversaban animadamente, riendo y compartiendo anécdotas. No obstante, lo que ignoraban era que los murmullos sobre ellos no tardarían en expandirse, alcanzando eventualmente los oídos del padre de Ray Iván.

Tras finalizar la cena romántica, la pareja se dirigió de nuevo hacia las habitaciones de la academia. En un gesto lleno de complicidad, se deslizaron hacia la habitación de Ray, asegurándose de que nadie los viera. Una vez allí, se cambiaron de ropa, buscando comodidad para poder descansar. Cuando finalmente se tumbaron en la cama, Ray no pudo contener su deseo de estar cerca de su amada; la abrazó con ternura y, con cariño, besó delicadamente su cuello, en una muestra de afecto que simbolizaba su conexión profunda.

— Sé que te sientes desanimada por lo que sucedió con Ray. -Mordió suavemente su cuello, bebiendo de su sangre, y logró controlar sus impulsos mientras lamía y sanaba la herida con su saliva curativa- Pero quiero que intentes olvidar esto, al menos hasta que ya no esté así. -Beso delicadamente su cuello-

— No resulta sencillo superarlo, Ray. -Suspiró- No estoy segura de cuánto tiempo le llevará salir de este estado... -Suspiró nuevamente mientras acariciaba su cabeza- solo espero que, con el tiempo, logre regresar a la normalidad y recupere su esencia como el shiba que conocía. -Suspiró y lo miró de reojo- Tomémonos un descanso por hoy...

El vampiro mostró una gran empatía y, con ternura, se acomodó a su lado. La rodeó con sus brazos, brindándole calor y seguridad para poder descansar en un ambiente tranquilo. Poco a poco, ambos fueron cediendo al sueño, y así se quedaron dormidos juntos, envueltos en un abrazo que simbolizaba confianza y conexión entre ellos.

— Continuará.

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