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▗ ▘➤ "Reflexiones bajo la luz dela luna"
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La fiesta del Día de los Muertos había llegado a su fin. Los estudiantes de la Academia Alderic se retiraban lentamente, aún comentando sobre los eventos de la noche. Las luces del salón se atenuaban, y la música se desvanecía en un suave murmullo. Amanda, visiblemente cansada pero satisfecha, se preparaba para marcharse cuando vio a los mellizos, (T/N) y Acyn, conversando cerca del escenario.

Decidió acercarse a ellos, una mezcla de nostalgia y afecto en su mirada.

— (T/N), Acyn, ¿Puedo hablar con ustedes un momento antes de irme? -Preguntó Amanda con una sonrisa-

Los mellizos asintieron, curiosos por lo que Amanda quería decirles.

— Claro, Amanda. ¿De qué se trata? -Preguntó (T/N)-

Amanda suspiró, sus ojos brillando con recuerdos del pasado.

— Quería hablarles sobre su madre, Aysel. Ella fue mi mejor amiga, y esta noche me recordó mucho a ella. -Dijo Amanda, su voz suave y llena de cariño-

Acyn y (T/N) intercambiaron una mirada, sorprendidos pero interesados en escuchar más.

— Aysel era una persona increíble. Siempre tenía una sonrisa en el rostro y una palabra amable para todos. Recuerdo cómo solíamos pasar horas hablando sobre nuestros sueños y planes para el futuro. -Amanda hizo una pausa, sus ojos perdiéndose en los recuerdos- Ella siempre hablaba de ustedes dos con tanto amor y orgullo, incluso antes de que nacieran.

(T/N) sonrió, sintiendo una calidez en su corazón al escuchar las palabras de Amanda.

— Mamá siempre nos hablaba de ti también, Amanda. Decía que eras como una hermana para ella. -Dijo (T/N)-

Amanda asintió, sus ojos llenándose de lágrimas.

— Sí, así es como me sentía. Aysel y yo compartimos muchos momentos felices y también algunos difíciles. Pero siempre estábamos ahí la una para la otra. -Amanda miró a los mellizos con ternura- Verlos a ustedes me recuerda lo fuerte y valiente que era su madre. Ella estaría muy orgullosa de ustedes dos.

Acyn, conmovido por las palabras de Amanda, dio un paso adelante.

— Gracias, Amanda. Significa mucho para nosotros escuchar esto. Siempre hemos querido saber más sobre mamá y sus amigos. -Dijo Acyn-

Amanda sonrió, secándose una lágrima.

— Siempre estaré aquí para contarles más sobre ella. Aysel era una luz en la oscuridad, y ustedes dos han heredado esa luz. -Amanda se inclinó hacia ellos, abrazándolos con cariño- Nunca olviden lo especiales que son y el legado que llevan consigo.

Los mellizos devolvieron el abrazo, sintiendo una conexión más profunda con su madre y con Amanda. La noche había terminado, pero los recuerdos y las historias compartidas permanecerían con ellos, fortaleciendo sus lazos y su determinación de seguir adelante.

Amanda se despidió de ellos con una sonrisa, sabiendo que Aysel estaría orgullosa de los hijos que había dejado atrás. Mientras se alejaba, los mellizos se quedaron juntos, sintiendo el amor y la fuerza de su madre en cada paso que daban.

Amanda, antes de salir del salón, se detuvo un momento y miró hacia atrás, observando a los mellizos. Recordó una noche similar, muchos años atrás, cuando ella y Aysel habían hecho un pacto de amistad eterna bajo la luz de la luna. Aysel había sido una inspiración para ella, y ahora veía esa misma chispa en (T/N) y Acyn.

— Hay algo más que quiero compartir con ustedes. -Dijo Amanda, volviendo a acercarse- Su madre y yo solíamos soñar con un mundo donde todas las razas pudieran vivir en armonía. Trabajamos juntas en muchos proyectos para hacer de ese sueño una realidad. Y aunque ella ya no está aquí, su legado vive en ustedes.

(T/N) y Acyn escucharon atentamente, sintiendo el peso de las palabras de Amanda.

— Quiero que sepan que siempre estaré aquí para apoyarlos en cualquier cosa que necesiten. -Continuó Amanda- Aysel me enseñó que la verdadera fuerza viene del amor y la unidad. Ustedes tienen ese poder dentro de ustedes, y sé que harán grandes cosas.

Acyn asintió, conmovido por la sinceridad de Amanda.

— Gracias, Amanda. Prometemos honrar la memoria de mamá y trabajar por un mundo mejor. -Dijo Acyn-

— Sí, haremos todo lo posible para continuar su legado y hacer realidad sus sueños. -Dijo (T/N)-

Amanda sonrió, sintiendo una profunda conexión con los mellizos.

— Estoy segura de que lo harán. -Dijo Amanda- Y recuerden, no están solos. Tienen a sus amigos, a su familia y a mí. Juntos, podemos lograr cualquier cosa.

Amanda se despidió de los mellizos y salió del salón, dejando atrás una sensación de esperanza y determinación. Los mellizos se quedaron un momento en silencio, reflexionando sobre todo lo que habían escuchado. Sabían que tenían una gran responsabilidad, pero también sentían el apoyo y el amor de aquellos que los rodeaban.

Mientras caminaban hacia sus habitaciones, (T/N) y Acyn se prometieron a sí mismos que harían todo lo posible para honrar la memoria de su madre y trabajar por un futuro mejor para todas las razas. La noche había terminado, pero su misión apenas comenzaba.

En ese momento, Natsume apareció, buscando a (T/N). Al verla, una sonrisa se dibujó en su rostro.

— (T/N), ¿Puedo hablar contigo un momento? -Preguntó Natsume, acercándose-

— Claro, Natsume. ¿Qué sucede? -Respondió (T/N), curiosa-

— Quería asegurarme de que estás bien después de todo lo que pasó esta noche. -Dijo Natsume, con preocupación en su voz- Fue una noche intensa.

(T/N) asintió, sintiendo el apoyo de Natsume.

— Sí, lo fue. Pero estoy bien, gracias a ti y a todos los que me apoyaron. -Dijo (T/N) con una sonrisa-

Natsume tomó la mano de (T/N) con suavidad.

— Me alegra escuchar eso. ¿Te gustaría que pasáramos un rato juntos? Podemos ir a tu habitación y hablar un poco más tranquilos. -Sugirió Natsume-

(T/N) asintió, agradecida por la compañía.

— Me encantaría, Natsume. Vamos. -Dijo (T/N)-

Ambos se dirigieron a la habitación de (T/N), donde se sentaron cómodamente en el sofá. La habitación estaba iluminada por la suave luz de una lámpara, creando un ambiente acogedor y tranquilo. Comenzaron a hablar sobre los eventos de la noche, sus sueños y sus miedos. La conversación fluyó con naturalidad, y ambos se sintieron más cercanos que nunca.

— Sabes, (T/N), admiro mucho tu valentía. -Dijo Natsume, mirándola a los ojos- Siempre estás dispuesta a luchar por lo que crees, y eso es algo que me inspira.

(T/N) sonrió, sintiendo una calidez en su corazón.

— Gracias, Natsume. Tú también eres una gran inspiración para mí. No sé qué haría sin ti. -Respondió (T/N)-

Natsume se acercó un poco más, tomando ambas manos de (T/N) entre las suyas.

— (T/N), desde que te conocí, has sido una luz en mi vida. Tu fuerza, tu bondad, y tu determinación me han mostrado lo que significa realmente ser valiente. -Dijo Natsume con voz suave- Quiero que sepas que siempre estaré aquí para ti, en los buenos y malos momentos.

(T/N) sintió sus ojos llenarse de lágrimas de emoción. La sinceridad en las palabras de Natsume tocó su corazón profundamente.

— Natsume, tú también has sido mi apoyo en todo momento. No sé cómo agradecerte por todo lo que has hecho por mí. -Dijo (T/N), su voz temblando ligeramente-

Natsume sonrió y, con ternura, acarició la mejilla de (T/N).

— No necesitas agradecerme. Estar contigo es lo que más deseo. -Dijo Natsume-

Se quedaron en silencio por un momento, simplemente disfrutando de la presencia del otro. La conexión entre ellos se sentía más fuerte que nunca. Finalmente, Natsume rompió el silencio.

— (T/N), ¿Te gustaría que nos quedáramos aquí esta noche? Solo nosotros, hablando y disfrutando de este momento. -Preguntó Natsume-

(T/N) asintió, sintiendo una paz y felicidad inmensas.

(Imagínense que son (T/N) y Natsume)

— Me encantaría, Natsume. -Respondió (T/N)-

Pasaron la noche juntos en la habitación, hablando de sus sueños, sus esperanzas y su futuro.

— Fin

Espero que hayan podido concluir con este hermoso libro que les dejaré, así que les mando un saludito a todas las personas que han estado atentos a mis actualizaciones... Gracias 💫.

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