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▗ ▘➤ "Reconocimiento de una conexión"
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En el salón de baile estaba decorado con una elegancia victoriana que dejaba sin aliento. Los candelabros de cristal colgaban del techo, proyectando una luz cálida y dorada que se reflejaba en las cortinas de terciopelo rojo y en los espejos antiguos que adornaban las paredes. La música suave de un cuarteto de cuerdas llenaba el aire, creando una atmósfera mágica y sofisticada que envolvía a todos los presentes.

Ray, con su traje negro impecable y su cabello perfectamente peinado, no podía apartar la vista de (T/N). Su vestido de seda azul celeste resaltaba su belleza natural, y su sonrisa iluminaba la sala. Sarah, con su vestido rosa pálido, se veía igualmente encantadora y radiante, como una flor en plena primavera.

— ¡¡... (T/N) y Acyn!! -Saludó Ray con alegría, acercándose rápidamente a ellos junto a su hermana menor, Sarah-

— Qué bueno es verlos a ambos. -Sonrió alegremente- ¡Ambos se ven hermosos!

— (T/N), te ves hermosa con ese vestido. -Añadió Ray, sin poder ocultar su admiración-

— Gracias, Ray. -Respondió (T/N) sonrojada — También te ves hermosa, Sarah-

— Jejejeje. Me alegra oír eso. -Sonrió Sarah alegremente-

— Es hermoso el lugar, también gracias por invitarnos. -Dijo Acyn, observando el esplendor del salón-

— Si bien esta es una fiesta de vampiros, ustedes solo diviértanse. -Animó Sarah- Es un honor tenerlos aquí. La fiesta de hoy está dirigida a vampiros jóvenes, por lo que no es muy estricta. Incluso podrán ver a algunas personas vistiendo informalmente.

Después de un rato, Sarah se disculpó y se marchó para continuar con las cortesías. Acyn también se marchó para ganarse pequeñas influencias en el mundo social y poder hacer crecer los negocios de la familia.

Ray y (T/N) se quedaron juntos, disfrutando de la compañía mutua. Ray tomó la mano de (T/N) y la miró con ternura.

— Es muy joven, pero actúa como toda una dama de la alta sociedad -Sonrió cálidamente Ray, refiriéndose a Sarah- ¿Crees que si tenemos una hija será así?

— Sí, la han estado educando para esto desde que nació. -Respondió (T/N) maravillada- Puede ser, pero preferiría que tenga tu encanto. Además, yo también haré un recorrido de cortesía y saludar a algunas personas. ¿Quieres venir?

— Me encantaría. -Contestó animada (T/N)-

Juntos, Ray y (T/N) se unieron a la multitud, saludando a conocidos y haciendo nuevas amistades. La noche prometía ser inolvidable, llena de risas, conversaciones interesantes y momentos especiales compartidos entre amigos y seres queridos.

Mientras caminaban por el salón, Ray y (T/N) se encontraron con varios personajes interesantes. Un grupo de vampiros jóvenes discutía apasionadamente sobre las últimas innovaciones en la tecnología de la época, mientras que en otra esquina, un par de vampiros mayores compartían historias de tiempos pasados, llenas de aventuras y misterios.

Ray presentó a (T/N) a algunos de sus conocidos, incluyendo a un vampiro llamado Lucien, que era famoso por su habilidad para negociar tratados de paz entre clanes rivales. Lucien, con su porte elegante y su mirada penetrante, saludó a (T/N) con una reverencia.

— Es un placer conocerte, (T/N). -Dijo Lucien con una sonrisa- He oído mucho sobre tus logros en la empresa farmacéutica de tu familia. Es admirable lo que has conseguido.

— Gracias, Lucien. -Respondió (T/N) modestamente- Ha sido un trabajo duro, pero gratificante.

La conversación continuó, y (T/N) se sintió cada vez más cómoda en el ambiente. Ray, siempre atento, se aseguraba de que (T/N) estuviera disfrutando de la noche. La música cambió a un vals, y Ray aprovechó la oportunidad para invitar a (T/N) a bailar.

— ¿Me concederías este baile? -Preguntó Ray, extendiendo su mano-

— Por supuesto. -Respondió (T/N) con una sonrisa-

Mientras bailaban, Ray y (T/N) se movían con gracia por la pista, sus movimientos perfectamente sincronizados. La conexión entre ellos era palpable, y ambos se perdieron en el momento, olvidando todo lo demás a su alrededor.

La noche continuó con más bailes, risas y conversaciones. Acyn, por su parte, estaba haciendo buenos contactos y fortaleciendo las relaciones comerciales de la familia. Sarah, siempre la perfecta anfitriona, se aseguraba de que todos los invitados se sintieran bienvenidos y atendidos.

La noche había sido mágica, y el aire fresco del balcón ofrecía un respiro bienvenido del bullicio del salón de baile. La luna llena brillaba intensamente en el cielo, bañando el jardín en una luz plateada que hacía que todo pareciera sacado de un sueño.

Ray y (T/N) se apoyaron en la barandilla del balcón, disfrutando de la vista y de la tranquilidad del momento. Ray tomó la mano de (T/N) y la acarició suavemente con su pulgar, creando un contacto cálido y reconfortante.

— Esta noche ha sido maravillosa. -Dijo Ray en voz baja, rompiendo el silencio- Estoy muy feliz de haberla compartido contigo.

(T/N) sonrió y se giró para mirarlo a los ojos. La conexión entre ellos era palpable, y ambos sentían que el tiempo se detenía cuando estaban juntos.

— Yo también, Ray. -Respondió (T/N)- Esta noche ha sido perfecta.

Ray se acercó un poco más, sus ojos reflejando la luz de la luna. Con una ternura infinita, levantó la mano de (T/N) y la llevó a sus labios, depositando un beso suave en sus dedos.

— (T/N), desde el momento en que te vi esta noche, no he podido dejar de pensar en lo afortunado que soy de tenerte a mi lado. -Dijo Ray, su voz llena de emoción- Eres la persona más increíble que he conocido, y cada día me haces sentir más completo.

(T/N) sintió cómo su corazón se aceleraba ante las palabras de Ray. Conmovida, se acercó aún más a él, hasta que sus cuerpos casi se tocaban.

— Ray, tú también eres muy especial para mí. -Dijo (T/N) con sinceridad- Cada momento que paso contigo es un regalo, y no puedo imaginar mi vida sin ti.

Ray sonrió y, sin decir una palabra más, inclinó la cabeza y besó a (T/N) con suavidad. El beso fue tierno y lleno de amor, un reflejo de los sentimientos profundos que ambos compartían. La brisa nocturna acariciaba sus rostros, y el mundo a su alrededor parecía desvanecerse, dejándolos solos en su burbuja de felicidad.

Cuando se separaron, Ray apoyó su frente contra la de (T/N), sus ojos cerrados mientras disfrutaba del momento.

— Prométeme que siempre estaremos juntos, pase lo que pase. -Susurró Ray-

— Te lo prometo, Ray. -Respondió (T/N) con firmeza- Siempre estaremos juntos-

Se quedaron así, abrazados bajo la luz de la luna, sintiendo que nada podría separarlos. La noche continuó, pero para Ray y (T/N), ese momento en el balcón sería un recuerdo que atesorarían para siempre, un símbolo de su amor eterno.

— Continuará.

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