𑁍┊Cᴀᴘɪ́ᴛᴜʟᴏ ʟxx

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▗ ▘➤ "La búsqueda de las lágrimas del Dragón". 🐉
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Con la recuperación total de (T/N), la vida en la academia comenzó a retomar su curso normal. Sin embargo, una nueva misión se cernía sobre el grupo. Las lágrimas de dragón, unas gemas legendarias con poderes curativos y protectores, habían sido mencionadas en antiguos textos mágicos. Se decía que quien las poseyera tendría el poder de proteger a sus seres queridos de cualquier mal. Decididos a encontrar estas gemas, (T/N), Shiba, Ray, Nagi, Natsume y Acyn se embarcaron en una nueva aventura.

La primera pista los llevó a las Montañas de Fuego, un lugar inhóspito y peligroso. Según los textos, la primera lágrima de dragón estaba escondida en una cueva protegida por un antiguo dragón de fuego. El viaje hasta las montañas fue arduo, pero el grupo estaba decidido a enfrentar cualquier desafío.

— ¿Están todos listos? -Preguntó Natsume, mirando a sus compañeros-

— Listos. -Respondieron al unísono, con determinación en sus ojos-

La cueva era oscura y caliente, con ríos de lava fluyendo a su alrededor. Avanzaron con cautela, sabiendo que cualquier paso en falso podría ser fatal. De repente, un rugido ensordecedor resonó en la cueva. El dragón de fuego apareció ante ellos, pero en lugar de atacar, se transformó en un anciano gruñón y desconfiado.

— ¿Qué hacen aquí, intrusos? -Gruñó el anciano, mirándolos con desconfianza- Nadie puede tomar la lágrima de dragón.

— No venimos a robar. -Dijo (T/N), dando un paso adelante- Necesitamos la lágrima para proteger a nuestros seres queridos. Por favor, permítenos tomarla.

El anciano los observó con ojos penetrantes, evaluando sus intenciones. Finalmente, su mirada se posó en (T/N) y Acyn, y sus ojos se entrecerraron.

— Ustedes... -Murmuró- Hay algo familiar en ustedes dos.

— Somos descendientes de la sacerdotisa Aíne -Explicó Acyn- Ella es nuestra antepasada.

El anciano pareció suavizarse un poco al escuchar esto.

— Aíne... -Dijo, con un tono más amable- Recuerdo escuchar historias sobre ella cuando era niño. Si son sus descendientes, quizás no sean tan malos después de todo.

El anciano los condujo más adentro de la cueva, que resultó ser sorprendentemente cómoda. Había una casa bien equipada con muebles antiguos pero bien cuidados. Los invitó a sentarse y les ofreció té.

— Mi nombre es Ignatius. -Dijo el anciano- He estado protegiendo esta lágrima de dragón durante siglos. Si realmente son descendientes de Aíne, entonces confío en ustedes.

— Gracias, Ignatius. -Dijo (T/N), agradecida- Prometemos usar la lágrima con sabiduría.

Ignatius asintió y se levantó, caminando hacia una estantería donde sacó un frasco y lo abrió.

— Las lágrimas de dragón son muy poderosas. -Dijo Ignatius, con la voz quebrada- No solo curan y protegen, sino que también contienen la esencia de nuestras emociones más profundas. Cada lágrima es un fragmento de nuestra alma.

Ignatius dejó que sus lágrimas cayeran en un pequeño frasco, que luego entregó a (T/N).

— Tomen estas lágrimas. -Dijo, entregándoles el frasco- Úsenlas con sabiduría y solo en momentos de verdadera necesidad. Recuerden que cada lágrima lleva consigo una parte de mí y de todos los dragones que han existido.

Conmovidos por la sinceridad y el sacrificio de Ignatius, el grupo aceptó el frasco con reverencia.

— Gracias, Ignatius. -Dijo Natsume- Prometemos honrar este regalo y usarlo solo para el bien.

(T/N) sostuvo el frasco con las lágrimas de dragón con cuidado, sintiendo el peso de la responsabilidad que ahora llevaban. Miró a sus compañeros, quienes asintieron en señal de apoyo. Con una profunda respiración, (T/N) extendió su mano libre y comenzó a abrir un portal.

Un resplandor azul comenzó a formarse en el aire frente a ellos, creciendo y girando hasta convertirse en un portal brillante. El calor de la cueva fue reemplazado por una brisa fresca que emanaba del portal, ofreciendo un alivio bienvenido.

— ¡Vamos! -Dijo (T/N), dando el primer paso hacia el portal-

Uno a uno, sus amigos la siguieron, cruzando el umbral hacia la seguridad de la academia. Al otro lado, fueron recibidos por el familiar paisaje de Alderic, con sus torres majestuosas y jardines bien cuidados. El portal se cerró detrás de ellos con un suave zumbido, dejando atrás las Montañas de Fuego y el peligro que habían enfrentado.

— Lo logramos. -Dijo Ray, dejando escapar un suspiro de alivio-

— Sí... -Respondió Nagi, mirando el frasco en manos de (T/N)- Aún tenemos más desafíos por delante.

— Y lo haremos juntos. -Dijo Acyn, colocando una mano en el hombro de su hermana melliza-

Natsume, Shiba, Ray y Nagi se acercaron a (T/N), cada uno mostrando su apoyo y cariño de diferentes maneras. Natsume le dio un suave beso en la frente, Nagi le tomó la mano con firmeza y Ray le dedicó una sonrisa tranquilizadora.

— Estamos contigo, (T/N). -Dijo Natsume- Siempre.

Después de unas horas minutos...

Shiba se animó a acompañar a la joven a su cuarto y como está lo invito a dormir, este no pudo negarse, ya que quería aprovechar su oportunidad y pasa tiempo con su amada. Después de todo lo que habían pasado, no quería separarse de su lado ni un momento más. Con un movimiento decidido, se acercó a ella y, con un suave gruñido de aprobación, aceptó su invitación para acompañarla a su cuarto.

Al llegar a la habitación, (T/N) cerró la puerta detrás de ellos, creando un espacio íntimo y seguro. Shiba, con su pelaje suave y cálido, se acomodó junto a ella en la cama. La intención inicial era descansar, pero la cercanía y el amor que compartían encendieron una chispa entre ellos.

(T/N) acarició la cabeza de Shiba, sintiendo la conexión profunda que los unía. Shiba, respondiendo a su toque, se acercó más, sus ojos reflejando el amor y la devoción que sentía por ella. Lo que comenzó como una noche de descanso se transformó en un momento de intimidad y cariño, donde ambos se entregaron al amor que los unía, fortaleciendo aún más su vínculo.

La noche avanzó, y en la tranquilidad de la habitación, (T/N) y Shiba encontraron consuelo y felicidad en los brazos del otro, sabiendo que, sin importar los desafíos que vinieran, siempre estarían juntos.

— Continuará.

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