𑁍┊Cᴀᴘɪ́ᴛᴜʟᴏ xᴠɪɪɪ

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▗ ▘➤ "Discusión"; En el ámbito de las relaciones interpersonales, tanto amistosas como amorosas, es común que surjan pequeñas diferencias de opinión o desacuerdos. La forma más adecuada de abordar estos conflictos es mediante la comunicación abierta y directa.
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Durante aquella semana, las lecciones transcurrieron con normalidad. (T/N) y Acyn, adquirieron nuevos conocimientos, reavivando su pasión por el aprendizaje. Cuando disponían de tiempo libre, acudían a visitar a su padre, Robin.

Sin embargo, en un momento determinado, el mellizo mayor tuvo que quedarse a limpiar el salón. A pesar de que su hermana intentó persuadirlo para que permaneciera con él, se negó y se marchó a su habitación.

Al regresar a su cuarto, la joven notó un grupo de estudiantes apiñados en un rincón al final del pasillo. Intentó pasar inadvertida, pero una mano se apoderó bruscamente de su brazo.

— ¡Disculpa! ¿No eres acaso... la metamorfa de la que se rumorea?

— ¿¡Qué diablos...?! -La peli-rosa dirigió una mirada irritada a su contrincante-

— Tienes un rostro encantador. Yo creía que los cambia formas tenían un aspecto ordinario y pasaban desapercibidos. -Dijo la segunda chica-

— Resulta difícil acercarse a ti. Siempre estás con Erica, Natsume o Shiba... -Añadió la tercera chica- Pero al verte de cerca... tu belleza resulta abrumadora.

— ¡Oigan! Estamos intrigadas contigo. ¿Por qué no te unes a nosotras y charlamos un poco? -Propuso la primera chica-

— No deseo hacerlo. -Se liberó del agarre y las observó con indiferencia-

— ¿Acaso te urge algún asunto? Tus preferencias carecen de importancia. -Expresó el Individuo 1-

— Imagino que ya has sido informada de que los metamórficos ocupan un estrato inferior. ¿No consideras que desobedecernos sería un acto insensato que podría poner en riesgo tu integridad?

— No creo que sea un problema. -Su mirada se tornó más severa- Dentro de esta academia existen normas que deben ser cumplidas estrictamente... una de ellas es la prohibición de discriminación y ustedes la están infringiendo.

— ¡No hay pruebas contra nosotros! -Replicó el chico 3-

— Por el contrario... -Exhibió una grabadora y sonrió irónicamente- Tengo pruebas para acusarlos de insubordinación.

El grupo de estudiantes estaba asustado y comenzaron una disputa contra ella para arrebatarle el dispositivo y deshacerse de la prueba, pero fue imposible atrapar a Aysel, ya que uso algunos brebajes con la finalidad de defenderse de los matones.

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· •「 ░╎❝. Narra (T/N) . ❞╎░ 」• ·
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En un desesperado intento de defensa, recurrí a mis escasas pociones. No obstante, mi resistencia menguaba y uno de los estudiantes logró inmovilizarme en contra de mi voluntad. Resignada a mi suerte, cerré los ojos y esperé mi fatídico desenlace.

De repente, un estruendoso grito del joven perforó el silencio, seguido de un intenso olor a humo que se apoderó de mis fosas nasales. Con los ojos aún cerrados, sentí un calor abrasador en mi cuerpo.

Cuando me atreví a abrirlos, observé con asombro cómo el brazo que había intentado controlarme estaba envuelto en llamas carmesí. Miraba con incredulidad al matón, que se retorcía de dolor ante el espectáculo aterrador que se desarrollaba ante mis ojos.

— Dios mío... -Murmuro-

— Eh... -Una voz conocida resonó cerca-

Una mano suave se apoderó de la mía, y supe instantáneamente que era Nagi. Salimos corriendo de la escena del incidente y nos dirigimos a mi habitación, encerrándonos dentro y tratando de recuperar el aliento de manera entrecortada.

— ¡Haaaa... ¿Te encuentras bien, Aysel? -Aparece de la nada- ¿Te han hecho daño?

— Sí, estoy bien... -Suspiro aliviada y lo miro con una sonrisa- No te preocupes...

— Es bueno oírlo. -Sonrió aliviado-

— Menos mal que llegaste, Nagi...

Los ojos de Nagi aún reflejaban una angustia silenciosa que perforaba mi corazón. Sin poder contenerme, lo envolví en un abrazo apretado, un gesto de profunda gratitud por su presencia reconfortante.

— Ahora estás a salvo. -Sonrió-

— Estoy segura, gracias a ti... -Me separé-

— Debí haberme quedado contigo. -Se puso serio- Conozco mejor que nadie los peligros a los que está expuesta una miembro de una raza inferior... Lo siento, Aysel... -Sus ojos se llenaron de lágrimas-

— ¡No! -Negué varias veces y sequé los párpados de Nagi- Fue mi culpa... Debí haber estado más atenta. -Me entristecí- Me has salvado la vida, Nagi... Así que no te culpes.

— De acuerdo... -Sonrió nuevamente-

— Eso fue sorprendente. Tú provocaste el incendio del niño, ¿No? -Preguntó con curiosidad- ¿Es una habilidad de los hombres invisibles?

— No, ¡por supuesto que no! -respondió- Al ser invisible, simplemente pude verterle un poco de aceite en la cabeza. Luego encendí el aceite con un encendedor.

— Fuiste muy valiente al enfrentarte a ellos -Se rio ligeramente-

— Cuando supe que podrías resultar herida... no pude evitar hacer algo.

— ¡Dios mío! -Sonrió contenta- Pero... ¿Estarás bien? ¿Qué ocurrirá cuando descubran que has sido tú?

Le preocupaba la situación de Nagi.

— No se preocupe, el aceite y el mechero les pertenecían a ellos. Solo los tomé prestados, respondió con entusiasmo. No dejé ninguna pista, por lo que dudo encontrarán pruebas que los lleven a buscar venganza. No obstante, agradezco su preocupación.

Pude percibir que la dulce sonrisa de Nagi escondía un trasfondo y no pude evitar inquietarme, por lo que reuní el valor para indagar sobre el motivo que la impulsaba a intervenir.

— ¿Cómo es que llegaste a intervenir en mi defensa?

— ¿Qué? -Pregunté, desconcertado-

— Cuando te atacan, nunca reaccionas. Incluso cuando Acyn y yo intentamos ayudarte, nos pediste que no lo hiciéramos nunca más...

— Oh...

— Todavía no puedo entenderlo...

— Bueno... No podía soportar la idea de que te pasara algo malo.

— Eh... -Mi corazón comenzó a latir con fuerza e intenté calmarme-

— Me da igual si algo me ocurre a mí -Comentó con normalidad- Pero no quiero que te hagan daño.

— Nagi...

A pesar de mi entusiasmo, sus palabras me inquietaron y me vi inmersa en una profunda reflexión.

— Por favor, evita afirmar que no te importa resultar herido.

— ¿Qué? -Sus ojos se abrieron con sorpresa-

— Tampoco deseo que te perjudiquen. -Confesé con cierto pudor-

— (T/N)... -Su semblante se tornó serio de forma abrupta- No te preocupes, estaré bien -Suspiró y una tenue sonrisa se dibujó en sus labios- No hay nada que pueda hacer ante las acciones de los demás.

— ¿Cuál es tu razonamiento para esa afirmación? -Pregunté con la mirada fija en él, buscando una respuesta fundamentada- ¿Consideras que tu raza es el motivo?

— Ante cualquier eventualidad que pudiera sufrir por parte de alguien, no tendría justificación alguna para calificarla de injusta.

El intercambio de ideas desembocó en un acalorado debate, que concluyó con su gesto de alejamiento y mi retirada hacia la puerta de mi habitación.

— Mis disculpas... He hablado demasiado.

— ¡Espera... Nagi! -Intentó detenerlo la joven-

— Volveré a mi habitación... Descansa. -Se retiró-

Observé la puerta y me sequé un par de lágrimas que habían brotado, por lo que decidí descansar por ese día.

— Continuará.

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