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▗ ▘➤ "Interés depredador".
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Al día siguiente, las clases se desarrollaron de manera habitual. Olivia, motivada por su curiosidad, decidió solicitar la ayuda de su guía para investigar algunos lugares específicos de la academia que capturaban su atención. La joven, siempre dispuesta a colaborar, no dudó en ofrecerle su asistencia una vez finalizadas las clases. Sin embargo, como era de costumbre, Ray sintió la necesidad de acompañarlas. Su preocupación por el creciente interés de Olivia hacia la pelirrosa lo llevó a actuar de esta manera, ya que conocía a la chica y quería prevenir cualquier posible incidente que pudiera surgir entre ellas.

Como es habitual, Ray y Olivia discutían frente a su compañera, quien intentaba suavizar las tensiones entre ellos.

— Si no logran llevarse bien, su matrimonio será infeliz. -Suspiró-

— No hay manera de que me case con ella, -Respondió él, visiblemente molesto- Que estemos comprometidos no implica que me vaya a casar con ella.

— Me pregunto por qué no deseas casarte... ¿Acaso tienes a alguien más de quien te has enamorado?

— ¡Sí! -La miró con intensidad el vampiro-

— ¿Quién es? -Parecía sorprendida y curiosa-

— Es ella. -Al señalar a la joven de cabello rosa, esta quedó en estado de shock- Ella es la única a quien quiero como esposa, y no me importa si debo renunciar a todo lo demás.

— ¡Ray! -Dijo la joven mientras le daba un golpe en el hombro- No debes ser tan directo con Olivia, además, ya te he rechazado. -Lo miró con molestia-

— No te preocupes... ya me lo esperaba de ti. -Sonrió suavemente- Por eso te elegí como mi guía.

— ¿Eh? -Se mostró sorprendida- Créeme, no sabía que estabas comprometido.

— No te preocupes, anticipaba que no dirías nada. -Sonrío- Sin embargo, al observarte de cerca... -Inspecciono mi rostro- Puedo comprender, en cierta medida, por qué se enamoró de una dama tan encantadora como tú.

— Bueno, no merezco sus elogios.

La joven se dio cuenta de que los ojos de Olivia resplandecían con una intensidad cautivadora, como los de una cazadora lista para lanzarse sobre su presa y absorber su esencia, un rasgo distintivo de los vampiros. Justo en el momento en que pensaba en avanzar hacia la joven, Ray se interpuso en su camino, bloqueando su vista. La miró con desdén, mostrando su descontento, mientras se dedicaba a proteger a su amada con determinación.

— ¡Atención, Olivia! Te aconsejo que tengas cuidado y no te acerques demasiado a (T/N). -Advirtió Ray, mostrando desconfianza-

— No te preocupes. -La sirena le lanzó una mirada rápida y evasiva- No tengo intención de hacerle daño.

— ¡Por supuesto que no...! Pero si llegas a hacerlo, te juro que las consecuencias serán graves. -Amenazó Ray-

— Es como una adicción. -Comentó la joven, mostrando admiración-

— ¿Qué? -La joven se sonrojó y retrocedió un paso-

— Tienes un aroma encantador. Imagino que tu sangre debe ser tan dulce como tu fragancia.

La joven se dio cuenta de que los ojos de Olivia resplandecían con una intensidad similar a la de una cazadora lista para abalanzarse sobre su presa y devorarla, una característica que era típica de los vampiros. Justo cuando estaba a punto de acercarse a la joven, Ray se interpuso en su camino, bloqueando su vista. La miró con desagrado, manteniendo una postura de firmeza mientras se aseguraba de proteger a su amada de cualquier amenaza.

— Deberías controlar tus instintos. -Frunció el ceño Ray- Estuviste a punto de atacarla.

— Lo siento, no era mi intención... -Suspiré y mantuve la distancia-

— No comprendo lo que está sucediendo... -Preguntó la chica de cabello rosa-

— No te atrevas a acercarte a mi novia... -Suspiré- y, no es que sea asunto tuyo, pero su sangre, en realidad, no tiene un buen sabor. -Mentí sobre su sangre-

— Pero es una cambiaformas. -Parecía extrañada-

— En términos generales, los cambiaformas no presentan una buena circulación debido a sus constantes transformaciones, lo cual podría compararse con la sangre en mal estado.

— ¡Ray! -La joven se quejó, pero recibió una mirada amenazante de Ray, lo que la llevó a mantenerse en silencio-

— Creo que me estás mintiendo... -Lo miró con seriedad, Olivia-

— Estoy diciendo la verdad... -Se mostró serio- He probado la sangre de muchas mujeres cambia formas, y no son nada exquisiteces. De hecho, la sangre de cerdo tiene un sabor mucho mejor.

La peli-rosado mostraba a Olivia visiblemente molesta por las mentiras infundadas que su compañero había estado diciendo. A pesar de su enfado, ella era consciente de que Ray, en realidad, la estaba rescatando de una situación comprometida y peligrosa. Luego de reflexionar sobre las palabras de Ray, decidió aceptar su perspectiva. Aun así, se sintió avergonzada por su reacción emocional y, en un gesto de humildad, se disculpó. Sin embargo, a pesar de su disculpa, optó por mantener cierta distancia de su guía, sintiéndose conflictuada por la situación.

— Sigo sin comprender cómo es posible que te emocione. -La miro con seriedad-

— Verás, en realidad no soy una sirena pura. Mi sangre es una mezcla. Mi madre es una sirena y mi padre es un vampiro. -Sonríe suavemente-

— Eres una mestiza. -Los ojos de la pelirosa brillan de interés- Nunca he conocido a una mestiza.

— Así es... ¿Conoces el concepto de dominio oscuro? -Pregunta la peli-marrón-

— ¡Por supuesto! -Sonrió emocionada la joven de ojos celestes- Soy una entusiasta de las ciencias y tengo una gran curiosidad por temas de genética y alquimia. -Explicó-

— Eso justifica tu entusiasmo. -Parecía encantada con su personalidad-

— Por lo general, los bebés de ascendencia mixta suelen presentar las características de solo una de las razas de sus progenitores -Explicó con entusiasmo- Existe un 90% de probabilidad de que el bebé herede las características de la raza más poderosa de las dos. -Suspiró- Sin embargo, también hay una posibilidad del 10% de que adquiera rasgos de la raza de menor rango.

— Así es. -Sonrió- Yo soy uno de esos bebés que exhibe características de ambas razas.

— Es fascinante -Respondió, sonriendo alegremente la oji-celeste-

— Puedo influir en las personas a través de mis canciones, pero al mismo tiempo, disfruto de su esencia. -Sonríe Olivia- Mis padres y los de Ray son muy buenos amigos, por lo que nos conocemos desde hace tiempo y compartimos muchos gustos.

— Así es, aunque esto ocurra completamente en contra de mi voluntad. -Comenta Shiba, visiblemente molesto-

— Eso aclara las circunstancias de su compromiso, ¿Verdad? -Se muestra comprensivo ante la situación de ambos-

— Si esta mujer y yo parecemos cercanos, es únicamente porque nos conocemos desde hace mucho tiempo. -Explicó el rubio- La razón por la que no puedo tratarla bien es porque, en realidad, la odio.

— Oh, siempre has sido demasiado dramático -Respondió con irritación Olivia-

— ¿Dramático? ¿Cuál es realmente el motivo de tu presencia en esta escuela? -Interrogó el vampiro-

— Quería ver a mi querido Ray. -Sonrio con falsedad-

— Olivia... ¿Qué es lo que pretendes? -Dijo Ray, mostrándose serio-

— ¿Cuál es mi objetivo? Para ti, todo lo que hago resulta ser indecente. -Parecía desanimada la de ojos celestes- Solo pensé que nos divertiríamos mucho al asistir a la misma escuela. De hecho, me divertí bastante... -sonrió con suavidad-

Ray interrumpió la conversación, y Olivia, al darse cuenta de que había quedado en silencio, decidió no seguir adelante con lo que iba a decir. Esta reacción dejó a (T/N) con la curiosidad de querer saber más, ya que había estado escuchando todo lo que se decía. Fue en ese momento cuando Olivia, tomando la iniciativa, optó por cambiar de tema para desviar la atención de la situación incómoda que se había creado.

— (T/N), ¿Te gustaría disfrutar de un té conmigo? –Preguntó la sirena– Podemos invitar a Erika y Cloe. Será divertido.

— No lo permitiré. –Intervino Ray-

— Oh, ¿Tienes miedo? ¿Temes que te la quite? -Sonrió de manera burlona-

— ¿Eh? ¿Te atraen las mujeres? -Preguntó la de ojos celestes, desconcertada-

Esto sorprendió a ambos, dejándolos con la boca abierta. La sirena, por su parte, mostró una clara expresión de desánimo, su semblante reflejaba una profunda decepción. Mientras tanto, Ray comenzó a reírse a carcajadas, su alegría era contagiosa y resonaba en el aire, lo que solo incrementó la sorpresa de la joven que los observaba. Su reacción la tomó por sorpresa, y no pudo evitar quedarse asombrada ante la situación.

— No pensaba que fueras tan cruel. -Se mostró triste- Es humillante que preguntes eso.

— Pero no está mal que te guste. -Dijo sin comprender la situación-

— Eres insensible ante lo que está sucediendo. -Ray soltó una risa irónica-

— ¡Oye! -Lo miró con seriedad- Dejando esto de lado... me disculpo por ser tan directa en mi pregunta. -Se disculpó la estudiante- Sobre ese tema, podríamos abordarlo otro día. -Aceptó su propuesta-

— ¿Qué? –Ray se sorprendió–

El vampiro experimentaba una profunda irritación. Con un agarre firme en la muñeca de su amada, la separó bruscamente mientras ambos se dirigían hacia la habitación de la joven reconocida por su cabello rosa. Al llegar, Ray, el vampiro, tomó la iniciativa y la condujo a cruzar la puerta junto a él, forzando su entrada. Una vez dentro, la acorraló contra la puerta, claramente molesto. Con sus fuertes brazos envolviendo a la joven, la mantenía inmovilizada y sin posibilidad de escapar, utilizando su altura y fuerza para garantizar que permaneciera a su lado.

— Nunca debes quedar a solas con Olivia -Dijo, visiblemente molesto-

— Sé que no confías en ella, pero no me hará daño... Estoy convencido de que no es responsable de la destrucción de mi proyecto de ciencias.

— ¿Proyecto destruido? -Parecía desconcertado y su preocupación aumentó aún más-

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· •「 ░╎❝. Narra (T/N) . ❞╎░ 」• ·
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Era consciente de que hacer referencia al proyecto que había sido destruido generaría preocupación en Ray, así que decidí no abordar ese asunto en este momento.

— No te pienso escuchar. -La miré con seriedad- Olivia no es una mala persona.

— A ella no le importa lo que tú seas. -El rubio suspiró con frustración- Haría lo que fuera necesario para quitarme lo que me pertenece.

— ¿Perdona? -Lo miré con firmeza- Yo no te pertenezco...

— No te acerques a ella. -Me observó con intensidad- Eso es todo.

Decidí quedarme en silencio para evitar seguir discutiendo con alguien tan obtuso como Ray. Me negué a aceptar sus argumentos de manera obstinada.

— ¿Acaso no has escuchado lo que te he dicho? -Preguntó, claramente irritado-

— Sí, pero no me has ofrecido razones convincentes para mantenerme alejada -Respondí con seriedad- No seas ingenua. No tienes ni idea de cuán poderosa puede ser una sirena.

El rubio expresó su preocupación al decir esto, y continuó:

— Su belleza les permite manipular a los demás, al igual que pueden hacerlo con el canto.

— Ray, estoy al tanto de todo lo relacionado con las sirenas. Sé que te preocupa mi situación, pero te pido que me permitas resolver esto por mi cuenta y tomar mis propias decisiones respecto a Olivia.

Él se quedó en silencio, dejando escapar un suspiro profundo y pesado. Antes de que pudiera asimilar lo que estaba sucediendo, se acercó a mi rostro y me besó con intensidad. Al principio, me quedé completamente sorprendida, pero rápidamente cerré los ojos y correspondí a su beso, acariciando delicadamente su mejilla. En un instante, la escena cambió, y pasamos de estar de pie a encontrarnos recostados en mi cama. Nos separamos suavemente, él quedando encima de mí, mientras sostenía con firmeza mis caderas, asegurándose de que no pudiera escapar de su abrazo.

— R-Ray, esto es demasiado. -Se sonrojó, una profunda intensidad iluminando su rostro, como si una ola de emoción lo hubiera abrazado de repenteh

— Sabes que te amo. No me rendiré contigo, y no permitiré que nadie más te aleje de mí. –Dijo con determinación, mientras retiraba los guantes de sus manos con los dientes, una acción inesperada que me dejó atónito.

Nunca antes lo había visto hacer algo así, y el momento en que arrojó ambos guantes a una esquina de la habitación fue, sin duda, un giro inesperado que provocó que mi rostro se llenara de color.

— Me vuelves loco cada vez que te alejas… -Admitió, su apariencia desordenada y suplicante me sorprendió completamente, haciendo que mi corazón latiera con más fuerza-

— Ray... -Lo llamé suavemente, con un tono que intentaba transmitirle calma-

— No me alejes, por favor... -Su voz temblaba, y era evidente la desesperación en su mirada-

Pude sentir la intensidad de sus emociones, una mezcla de anhelo y miedo que me atravesaba. No pude evitarlo; seguí luchando contra la distancia que nos separaba. Entonces, en un instante que pareció detenerse, ambos nos fundimos en un beso cargado de amor y desesperación. Era como si el mundo a nuestro alrededor desapareciera, y solo quedáramos nosotros dos, atrapados en esa conexión. En el calor de ese momento, comprendí de verdad lo que su corazón me anhelaba.

— Continuará.

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