𑁍┊Cᴀᴘɪ́ᴛᴜʟᴏ xxxɪɪɪ
︿ ︿ ︿ ﹀ ﹀ ﹀
▗ ▘➤ "Perdida de una persona preciada"; La pérdida de una persona a la que se estima profundamente es una experiencia dolorosa que puede dejar una marca imborrable en el corazón y la mente de quienes quedan.
--------------------------------┊⁀➷
Al día siguiente, los mellizos se encontraban en plena clase, concentrados en la lección que su profesor estaba impartiendo. De repente, el vicedirector del colegio entró en el salón, interrumpiendo la actividad habitual. Con una expresión seria en su rostro, llamó a ambos hermanos y les pidió que lo acompañaran a un lugar más privado para conversar. Los mellizos, intrigados y algo inquietos, lo siguieron con la mente llena de preguntas.
Una vez fuera del aula, el vicedirector les informó sobre la grave situación de uno de sus abuelos, cuyo estado de salud se había deteriorado considerablemente. Esta noticia cayó como un balde de agua fría sobre los dos hermanos, quienes, visiblemente preocupados, comprendieron la urgencia del asunto.
Sin dudarlo, decidieron dejar la academia y dirigirse rápidamente al hospital que se encontraba en la capital. Con el corazón en un puño y la mente centrada en la salud de su abuelo, los mellizos partieron en busca de respuestas y, sobre todo, de la esperanza de poder estar a su lado en esos momentos tan difíciles.
Unos minutos después...
Al llegar al hospital, fueron recibidos por una enfermera que los guió hacia la habitación donde se encontraban sus abuelos. A medida que entraban, se dieron cuenta de que Cordelia, estaba sentada al lado de su esposo. Ella sostenía con ternura la mano de su marido, mostrando un gesto de cariño y apoyo. A pesar de la cercanía, se notaba claramente que Cordelia aún llevaba vendajes en algunas partes de su cuerpo, signo de las heridas que había sufrido. La escena transmitía una mezcla de amor y preocupación en un ambiente que, aunque hospitalario, estaba marcado por la incerteza de la situación.
- ¡Abuela! ¡Abuelo! -Exclamaron al unísono los mellizos al entrar-
- Acyn... (T/N)... -Respondió Robin con tristeza-
- ¿Qué está sucediendo con el abuelo? -Preguntó preocupada la melliza de cabello rosa-
- Se encuentra en sus últimos momentos... -Respondió Robin, con pesar-
- Papá, dínos que no es verdad... -Suplicó Acyn-
- Niños... no es mentira -Susurró Cordelia, suspirando mientras los miraba con tristeza- Acérquense...
Los nietos se acercaron a su abuela y, al mirarla, notaron que Natair tenía una expresión de tristeza en su rostro, a pesar de la sonrisa que asomaba en sus labios. Esa mezcla de alegría y melancolía les causó una profunda tristeza, ya que comprendieron que su abuela estaba comunicando, de manera silenciosa, que pronto emprendería un viaje hacia un lugar mejor. Este entendimiento los dejó desolados, impactando tanto a su esposa como a los niños, quienes se sintieron con el corazón hecho trizas ante la inminente despedida.
- Abuelo... -Las lágrimas comenzaron a brotar de sus ojos, reflejando su dolor y preocupación de (T/N)-
- Mi pequeña alquimista... -Él sonrió con melancolía, mientras acariciaba suavemente la mejilla de su nieta, como si buscara consolarla en medio de la tristeza que compartían- Te pareces tanto a ella... Sé que pronto la volveré a ver. Solo deseo que te hagas cargo de la preparación de los medicamentos y que te asegures de que nada sea alterado, que todo esté en perfecto estado.
- Abuelo, por favor, no digas esas cosas... -Respondió su nieta, su voz temblando entre la preocupación y la esperanza, intentando desviar la conversación de ese sombrío destino que él parecía anticipar-
- Debo hacerlo... -Dijo con una sonrisa llena de alegría- Sé que serás tan fuerte como lo fue tu madre. Podrás lograr grandes cosas y alcanzar el éxito junto a Acyn. -Dirigió su mirada hacia su nieto con cariño y orgullo-
- Abuelo... -Respondió el joven, tratando de mantener la compostura y evitar que las lágrimas brotaran de sus ojos- Prometo que cuidaré de mi hermana.
- Mi querido nieto... -Sonrió afectuosamente- Espero de corazón que hayas encontrado el amor al lado de esa encantadora joven.
- Lo encontré, abuelo... -Dijo ella, sonriendo melancólicamente mientras entrelazaba sus dedos con los de su abuelo, sintiendo la calidez de su mano-
- Tú y tu hermana heredarán el negocio familiar, y es fundamental que trabajen codo a codo -Respondió él, esbozando una sonrisa que escondía una profunda tristeza- Les pido que, por ningún motivo, se separen... Si logran construir un lazo fuerte y unido, podrán mantenerse firmes ante cualquier adversidad y enfrentar a sus enemigos con valentía.
Cordelia no pudo evitar que las lágrimas fluyeran con intensidad por su rostro, y su llanto atrajo la atención de su esposo. A pesar de estar en sus últimos momentos, él mostraba una preocupación palpable por ella. Con un gesto lleno de amor, ella tomó su mano suavemente, mientras sus ojos se posaban en su marido, que yacía en el umbral de la muerte.
- Lamento tener que dejarte atrás... -Susurró, con un nudo en la garganta-
- Esto no es tu culpa. -Respondió él, esbozando una triste sonrisa- A medida que hablaba, sintió la calidez de su mano, que él utilizó para secar las lágrimas que caían de sus ojos-
- Lo sé... aun así, odio tener que irme ahora... -Dijo mientras sonreía-
- Me reuniré contigo... solo tengo que esperar a que llegue mi momento. -Respondió, con una sonrisa melancólica en su rostro-
Después de mantener una breve conversación con su esposa, continuó hablando un poco más con su familia. Sin embargo, de forma inevitable, su corazón se detuvo, señalando que había fallecido. Esta trágica noticia dejó a sus seres queridos devastados, sumidos en una profunda tristeza ante la irreparable pérdida.
Una vez que se despidieron de Natahir, los amigos de la academia hicieron su aparición de manera inesperada, sorprendiendo a los hermanos. Estos últimos parecían profundamente conmovidos por la llegada de Cloe, Erica, Nagi y Shiba; sin embargo, Natsume y Ray se destacaron como la excepción, aunque a pesar de ello mantuvieron una actitud cordial dadas las circunstancias difíciles que estaba atravesando su querida.
- Gracias por haber venido. -Dijo, con un tono de tristeza evidente en su voz-
- No tienes por qué agradecernos; ten en cuenta que siempre estaremos aquí para apoyarte a ti y a Acyn. -Comentó Shiba con una expresión de confianza y amistad-
- Eres un amigo increíble. -Respondió Acyn con una sonrisa radiante, mientras lo abrazaba de manera fraternal, transmitiendo un cálido sentimiento de camaradería-
- Siento mucho tu pérdida. -Intervino Ray de manera abrupta, su voz cargada de empatía y pesar-
- Esperemos que todo mejore pronto -Expresó Erica con un semblante preocupado, mientras le daba una palmadita en el hombro a la joven de ojos celestes, tratando de ofrecerle un pequeño consuelo en medio de la adversidad-
- Puedo imaginar lo complicado que debe ser... -Dijo Cloe con un tono de tristeza mientras dirigía su mirada hacia Acyn-
- Agradezco tus condolencias, Cloe y Erica -Respondió Acyn con una sonrisa melancólica, sus ojos de un color celeste reflejando su dolor-
- Este es un pequeño regalo para ti -Anunció Nagi, su rostro mostrando una expresión de pesar- Sé lo que se siente perder a un ser querido. -Sonrió con tristeza, tratando de ofrecer consuelo-
- Oh, Nagi... -Los ojos de Acyn se llenaron de lágrimas mientras recogía las flores que le había dado, y se dio cuenta de que había una carta escondida entre el ramo- ¿Una carta?
- Léela cuando estés sola y te sientas un poco mejor. -Dijo Nagi con una sonrisa amable, intentando suavizar el momento difícil que estaban atravesando-
- De acuerdo. -Sonrió con un ligero rubor en las mejillas y metió la carta en el interior de su chaqueta-
Natsume, Ray y Shiba observaron con desconfianza al hombre invisible, quien había logrado captar la atención de la chica por la que ambos sentían un profundo amor. A pesar de sus celos y reservas, decidieron mantenerse neutrales ante el gesto del albino, sobre todo porque el triste evento que había ocurrido, la muerte del familiar de los hermanos, había marcado un momento de profunda tristeza en sus vidas.
Con el paso del tiempo, los asistentes comenzaron a marcharse, y la familia se ocupó de realizar la velación de Natahir. Este fue un instante especialmente difícil para los cuatro, ya que la situación había dejado a Cordelia en un estado de vulnerabilidad emocional. La pérdida de su amado esposo la afectó profundamente, y fue aquí donde sus nietos jugaron un papel crucial, brindándole el apoyo y el consuelo que tanto necesitaba para poder sobrellevar su pena.
- Continuará.
VOTEN-COMENTEN-SIGANME
Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top