𑁍┊Cᴀᴘɪ́ᴛᴜʟᴏ ⅡⅨ
︿ ︿ ︿ ﹀ ﹀ ﹀
▗ ▘➤ "Disputa para ser el más digno"; Conflicto para demostrar quién es el más honorable y digno de estar al lado de una dama.
--------------------------------┊⁀➷
Ya habían transcurrido varios días desde el incidente, y durante ese tiempo, los hermanos habían tenido la oportunidad de aclarar a los demás, en ausencia de Natsume, la razón por la cual él había proclamado a (T/N) como su compañera predestinada. Este anuncio no causó un gran revuelo ni alteró las dinámicas del grupo, ya que tanto Nagi como Ray, Shiba y Natsume continuaron mostrando cercanía y apoyo hacia ella, sin distanciarse en lo más mínimo.
Después de ese incidente, solía pasar tiempo con sus amigos más cercanos, quienes estaban tratando de evitar que se volviera a reunir con Natsume, a pesar de que Shiba y (T/N) aún se mantenían distantes.
En ese momento, Nagi y la joven de pelo rosado se encontraban en la biblioteca, ya que ella necesitaba alejarse de las miradas hostiles de las admiradoras de Ray. Esto se debía a que el rubio buscaba su compañía de manera constante, algo que antes no solía hacer debido a su orgullo como miembro de una familia de alta sociedad, pero que ahora parecía no importarle tanto.
— ¡Hola, Nagi! -Llamé su atención- Mira esto... -Señalé la estantería y tomé un libro-
— ¿De qué trata el libro? -Preguntó con curiosidad mientras leía el título- 100 métodos para vencer a los monstruos... ¿verdad?
— ¿No te parece interesante? -Reí levemente- Espero que realmente valga la pena leerlo.
— Ya entiendo... -Respondió- Es un libro de la sección sobre el mundo humano, ¿No?
— Ya me daba una idea. -Río levemente- Encontré algunos libros más escritos por los seres humanos. -Explicó- A veces me sorprende la fragilidad de su existencia.
— Nunca he leído ninguno de ellos, pero sé que pueden servir como referencia.
— Bueno, entonces... ¿Qué te parece si leemos este juntos? -Sonrió emocionada-
— Me parece bien. -Sonrió levemente, algo sonrojado-
La joven acarició cuidadosamente las páginas del libro y descubrió un pequeño subtítulo titulado "Cómo derrotar a un hombre invisible". Intrigada, lo mencionó y se lo mostró a Nagi.
— Jajaja... ¿Pretendes derrotarme? -Preguntó él, divertido-
— No, simplemente quiero verificar si el método es correcto. -Respondió ella mientras comenzaba a leer- “Los hombres invisibles odian a los perros. Huirán de inmediato si ven uno, incluso si es bonito.” -Lo miró- ¿Es eso cierto? -Indagó-
— Hmm... en absoluto. De hecho, me encantan los perros. -Contestó él-
— En ese caso, este libro presenta serias inconsistencias.
— En efecto, los seres humanos son los que elaboran estos textos, llenándolos de sus propias imaginaciones.
— Además, considera esto. -Continuó leyendo- “Por más que haya desaparecido, un hombre invisible siempre se refleja en los espejos.”
— Pero si pueden vernos, entonces no hemos desaparecido. Eso es precisamente lo que implica el concepto de desaparecer...
— Este libro está repleto de disparates. -Se quejó la joven-
Continuó pasando las páginas del libro con atención y, de repente, se topó con un título que capturó su interés de inmediato. Intrigado por lo que podía contener, decidió leerlo en voz alta, permitiendo que las palabras cobraran vida en un tono claro y expresivo.
— ¡Oh! -Suspiró- “Las debilidades de un vampiro”.
— Mmm... ¿Cuál sería la debilidad de un vampiro?
— (Si supieras su verdadera debilidad, creo que tendrías una razón para temer por tu vida) -Pensó-
— ¿Qué dice? -Inquirió Nagi-
— “Los vampiros son vulnerables al ajo. Si se encuentran con un diente de ajo, huirán.” -Leyó con detenimiento- Creo que leí sobre eso en uno de los libros de la estantería de mi madre.
— ¿Eso existe en el mundo humano? Nunca había oído hablar de eso... -Comenté, con curiosidad-
— Según lo que indica el libro, el ajo es un vegetal. -Expliqué- Es una especie que pertenece a la familia Liliaceae y es originaria de Asia central.
— Vaya... Suena realmente interesante.
— Sí, pero nunca podremos determinar si es verdadero o no. -Explicó con calma mientras revisaba el libro- No obstante, la lista de debilidades de los vampiros es amplia: cruces, agua bendita, objetos de plata, la luz del sol, ríos y arroyos, el fuego, estacas...
— Son... muchas... -Reflexionó-
— ... Cuántas absurdidades.
La voz de Ray resonó detrás de (T/N), provocando que ambos se sorprendieran por igual. Sin pensarlo, volcaron su mirada hacia él, quien se encontraba de pie con su característica cabellera rubia, iluminando el entorno con su presencia.
— Me preguntaba dónde te habías ausentado después de desaparecer con Nagi, así que supuse que estarías en la biblioteca. -Habla con tranquilidad- Y, además, con estas distracciones.
— Ah... Eres tú. -Su expresión se tornó seria- ¿Cuánto tiempo llevas aquí? -Pasó directamente al grano-
— Apenas unos minutos. -Respondió-
— Bien, si ya me has encontrado, puedes irte. -Siguió leyendo el libro junto a Nagi-
— ¿Qué ocurre? -Se sorprendió ante su actitud y le quitó el libro de las manos- ¿Qué estás leyendo?
— ¡Oye! -Lo miró con el ceño fruncido-
— No era necesario ser tan brusco -Intervino Nagi con seriedad-
— Son unos idiotas... Casi todo lo que hay en esa lista son simples rumores. No deberían prestar atención a este tipo de cosas -Se quejó, cerrando el libro y dejándolo sobre la mesa frente a ellos-
— Supongo que debería verificar casi todo en la lista para comprobar su veracidad. -Sonrió con desdén-
Ray se dio cuenta de su equivocación y, tras tragar en seco, logró regresar a su estado habitual. Tosió levemente mientras mantenía la mirada fija en su interlocutora, recuperando así la compostura.
— ¡No es necesario que hagas nada de eso...! -Exclamó-
La mano del vampiro se acercó con cautela a la cabeza de la estudiante y, con delicadeza, comenzó a entrelazar sus dedos en el suave cabello de la más baja. Este gesto inesperado dejó tanto a ella como a Nagi boquiabiertos, sorprendidos por la reacción tan íntima y sorprendente del vampiro.
— ¡Deja de molestar, por favor! -Apartó la mano de Ray de su cabello y lo miró con desdén-
— Ja... Jajajajajaja -Nagi no pudo contener la risa ante la reacción de su oponente-
— ¿Por qué... por qué te estás riendo? -Inquirió el rubio, confuso-
— Es extraño verte comportarte así, considerando que eres un vampiro tan orgulloso. -Mostró una sonrisa burlona- Pensé que eras un tipo fuerte y serio, pero actúas de manera muy diferente cuando se trata de (T/N).
— Vaya... -Pareció sonreír con cierta incomodidad- No puedo creer que hayas cambiado tanto, ya que no te consideraba capaz de decir tales cosas.
— Eh... chicos... -Intervino la joven, un poco nerviosa-
— Bueno, en algún momento todos cambiamos. -Mantuvo la calma y sonrió- ¿Qué opinas tú? Pareces molesto por lo que acabo de decir.
— No te equivoques, solo me comporto así por ella. -Dirigió su mirada hacia la joven de ojos celestes-
— Ray, ¿podrías hacer silencio, por favor? -Advirtió la muchacha-
— ¿A qué te refieres? -Indagó Nagi-
— (T/N) es una de las personas más extraordinarias que he conocido, y no tengo intención de distanciarme de ella, ya que deseo que sea mi esposa.
— Hmm... -Respiró profundamente, intentando disimular su sonrojo-
— Ray... ¿Hablas en serio? -Lo miró con seriedad-
— ¿Eh? ¿Qué implica esa mirada tan amenazante? -Sonrió- Es un gesto poco común en alguien que suele evitar conflictos como tú. Normalmente, no me prestarías atención, ¿verdad?
— Eres tú quien se comporta de manera inusual. Nunca antes habías expresado ideas como estas y ahora interrumpes para decir tales disparates.
— Estoy dispuesto a hacer lo que sea necesario para obtener lo que deseo, incluso si eso implica deshacerme de obstáculos como Natsume, Shiba o tú, Nagi. —Parecía estar decidido a acabar con él.
— Mmm... Podrías optar tranquilamente por otra persona. -Suspira- Hay tantas chicas afuera que desearían estar contigo, pero te vuelves un verdadero necio cuando se trata de la única que no siente lo mismo que tú.
— Oh, ¿Quién era el que actuaba de manera extraña? De todos modos... La única que puede tomar una decisión es esta chica... Oye. -Dirigiéndose a la joven el vampiro- ¿Me escogerías a mí?
— ¿Por qué debería elegirte? -Lo miro con una ceja levantada- No puedo confiar en ti y solo deseo un momento de tranquilidad, así que te agradecería que dejaras de molestarme.
— ¿Cómo? -Su expresión se tornó melancólica-
— ¡(T/N)! -Sonrió con entusiasmo Nagi-
— Aléjate de aquí o no dudaré en emplear alguno de estos métodos contigo.
Ray murmuró quejas en voz baja, descontento con la situación, y luego se dio la vuelta, marchándose de la biblioteca. Al hacerlo, dejó atrás a sus compañeros, quienes lo observaban en silencio, sintiendo una mezcla de sorpresa y curiosidad por su repentina partida.
— Me siento algo aliviado... -Sonreí con un ligero toque de satisfacción-
— ¿Por qué es eso? -Preguntó, mostrando curiosidad por lo que iba a decir-
— No sé qué haría si Ray decidiera que eres suya. -Su expresión se tornó triste- Si eso sucediera... Creo que pasaría el resto de mi vida sumido en la depresión.
— Oh, Nagi... -La joven sonrió, visiblemente emocionada-
— (T/N)... yo... -No pude terminar la frase, ya que fui interrumpido por el sonido de unos pasos-
Los ecos de los pasos resonaban en el corredor, y sus sonidos se acercaban cada vez más. De repente, la puerta se abrió de manera brusca, revelando la entrada del vice director, quien estaba acompañado por Acyn y su padre, el doctor Robin. La irrupción de los tres hombres tomó por sorpresa a los dos jóvenes que estaban allí, ya que la familia de la joven mujer lucía visiblemente demacrada y agotada.
— ¡... (T/N)!
— ¿Qué ocurre, Vice-director? -Parecía preocupada-
— ¿Vice-director? -Se mostró sorprendido al notar la inquietud de Acyn y Robin-
— ¡Qué bueno que finalmente la encontramos! -Exclamó con entusiasmo-
— Hija... -La miró con tristeza- Ha sucedido algo muy grave.
— Acyn... papá... ¿qué ha pasado? -Preguntó alarmada-
— Necesito que escuches un momento. -Dijo, sosteniéndole los hombros con firmeza-
— Dímelo... -hablo preocupada-
— Hija, nos acaban de informar que los abuelos han sufrido un accidente grave de carruaje y se encuentran en el hospital.
— ¿¡Qué!? -Exclamó, sorprendida-
Los ojos de (T/N) se humedecieron con lágrimas, y su hermano, con mucha ternura, la abrazó con cuidado. Mientras la consolaba, ella comenzó a calmarse poco a poco. Una vez que logró recuperar la compostura, Robin y Acyn se acercaron a ella para explicarle sobre su próxima visita. En ese momento, Nagi, con gentileza, se ofreció a acompañarlos, a lo que Acyn y Robin aceptaron de inmediato. Hacían todo lo posible por animar a la peli-rosa, intentando sacarle una sonrisa en medio de la tristeza.
Sin mucho intercambio de palabras, el grupo se dirigió hacia la salida del instituto. Allí, se subieron a un carruaje que los llevaría al hospital que se encontraba en la capital, listos para afrontar lo que les esperaba.
— Continuará.
VOTEN-COMENTEN-SIGANME
Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top