capítulo veintiocho
golpes de diciembre

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EN LAS CALLES DE SEÚL SE SENTÍA el frío que emanaba diciembre, las festividades que ya empezaban devolvían esa sensación cálida que el invierno robaba.

Cada casa estaba decorada en sus interiores con un hermoso árbol y luces de navidad que traían el espíritu.

Wonyoung pasaba por el vecindario, frotando sus manos para buscar calor y frustrándose por no llevar guantes con ella. Pero, últimamente traía la mente hecha un desastre, por cierta persona.

Desde ese día, desde esa última vez que lo vio en la compañía, no supo más de Sunghoon. No respondía los mensajes que ella le dejaba y sentía que la ignoraba, no era para menos.

Ella sabía que era la culpable, de nuevo era la que arruinaba las cosas. Y se sentía tan cansada de destruir todo aquello que le daba seguridad y amor en su vida, solo por su poca confianza.

Y esa sasaeng.

No había parado. Wonyoung pasó de recibir notas cada semana a tener una todos los días esperando a las afueras de su departamento. No le había dicho a Sunghoon que seguían amenazandola, no quería agregar más peso en eso. Pero le temblaba el mundo y se le helaba la sangre al saber que esa persona tenía la dirección de su casa.

Ese diciembre se sentía vacío, melancólico y roto para ella. No tuvo el permiso para pasar navidad y año nuevo con su familia, la compañía no les cumplió todas las promesas que les había hecho ese año y su corazón estaba más destrozado que nunca.

No negaría que extrañaba a Sunghoon. Dios mío, Wonyoung anhelaba volver a tenerlo. Echaba de menos su sonrisa, la manera en que la miraba, tocaba, cuidaba, y trataba. Extrañaba todo lo que era Park Sunghoon. Pero, tal vez él en ese momento no quería saber nada de ella y eso Wonyoung lo respetaba completamente.

—Bienvenida, Wony— Exclamó el chico en cuanto abrió la puerta.

Wonyoung sonrió, entrando al apartamento cálido de su mejor amigo.

Una ventaja de tener a Kai era que podía pasar la mayoría de festividades con él cuando no podía ir a casa.

Ese año, su mejor amigo había planeado una pequeña reunión donde la mayoría de asistentes eran amigos de Wonyoung.

—Lo siento si llegué tarde, tuve un problema— Se excusó.

Kai asintió entendiendo, notando como la cara de su amiga se veía un poco cansada y no traía esa sonrisa y actitud alegre que la caracterizaba.

—Solo faltabas tu, Wony— Le avisó, mientras ella se quitaba el gorro y su gran abrigo para el frío— Fue extraño que no hayas llegado con Sunghoon.

Wonyoung dejó de moverse en cuanto escuchó el nombre que había evitado por tantos días.

Kai por supuesto notó ese cambio de actitud, así que alzó una ceja, dándole señal a Wonyoung para que le dijese de una vez que había pasado. Su amiga soltó un suspiro, sabiendo que sería casi imposible ocultar algo a Kai.

—Tuvimos una pelea— Dijo simplemente, con la mirada gacha— Creo que debería irme— Susurró.

Pensar que lo vería otra vez era como tener que enfrentarse a su momento más vulnerable y lo detestaba, detestaba que Sunghoon la hiciera sentir de esa manera, detestaba que la pusiera en una posición donde sus sentimientos le podían más que la lógica y la mente.

—No, claro que no— Se negó— Ahora entiendo por qué Sunghoon ha estado tan miserable. No sé qué pasó entre ustedes dos, Wony. Pero se ven demasiado mal sin tener al otro y lo saben. Es hora de que dejen el orgullo de un lado y se recuerden lo importante que son para el otro.

Wonyoung sabía que Kai tenía razón. Pero, ella no tenía ni la menor idea de cómo acercarse a Sunghoon. Todos estos días estuvo enviándole mensajes, pero sabía que lo roto no se podía arreglar de la noche a la mañana.

Podía volver a unirse, pero no sería lo mismo. El daño deja una marca que sigue ardiendo e intentando sanar.

Wonyoung caminó detrás de Kai. Una sonrisa se esbozó en su cara cuando vio a Chaewon, así que fue inevitable no correr hasta ella.

—Ahora está completa la parejita— Exclamó Jake.

Wonyoung, que estaba ahora al lado de Yuna, recorrió la habitación buscando a Sunghoon. Sintió que se le atoró la saliva cuando al dar con él, notó que ya la estaba mirando. Pero no con esa expresión cálida y suave, sino con una fría y que mostraba su enojo e indiferencia.

—Pensamos que Wony te había abandonado hoy, Sunghoon— Añadió esta vez Yuna.

Sunghoon seguía callado demasiado serio y el ambiente se volvía incómodo cada vez más.

Wonyoung se dejó caer al lado de Chaewon, estando muy lejos de Sunghoon. Todos empezaron a hablar, pero ella se sentía muy mal como para hacerlo. Su cabeza no dejaba de pensar y analizar diversos escenarios, ¿Debería acercarse? A la salida podría hablarle, aunque se arriesgaría a ser ignorada frente a todos, pero tal vez él no lo haría, debían pretender que eran una pareja todavía, así que no la dejaría de lado ¿Verdad?

—¿Estás bien?— Le preguntó Chaewon en voz baja, solo para que las dos pudieran escuchar— Te ves muy agobiada. Sabes que puedes confiar en mi.

Después de Kai, la segunda persona que se enteró de que su relación con Sunghoon era falsa, fue Chaewon. Primero porque ella sabía que Wonyoung no estaba buscando una relación y que la noticia saliera de un momento a otro, le pareció sospechoso.

Al principio fue difícil para ellas ya que estaba Isa, pero debía entender la posición de Wonyoung.

—Peleé con Sunghoon— Dijo— Y fue muy fuerte, Chae. Siento que él ya no quiere hablar más conmigo o tenerme cerca. Me está evitando. Lo he llamado, enviado mensajes y parece actuar como si no existiera.

Chaewon se acomodó bien en su lugar, sabiendo que era un tema complicado y que le estaba afectando mucho a Wonyoung.

—¿Qué sucedió?

—Sunghoon me dijo que mi mánager me está estafando y yo le dije que no era cierto. Es como si le hubiera dicho indirectamente que no confío en él.

—¿Tu mánager? Esas son palabras mayores— Exclamó sorprendida y aún procesando la información— Él no iría por la vida diciendo esas cosas si no fuera ciertas, Wony. Lo sabes.

Wonyoung miró hacia Sunghoon, que participaba en la conversación manteniendo su actitud seria .

No podía soportar que actuara como si no estuviera, como si no existiera. No entraba en su mente como hace un mes la trataba con tanto amor y ella lo arruinó en minutos. Lo rompió en cuestión de minutos.

—No puedo estar aquí— Susurró mirando a Chaewon.

No sabía cómo salir sin armar una escena, así que busco desesperadamente la mirada de Kai, para que entendiera que en verdad ya debía irse.

Cuando su amigo coincidió con ella, Wonyoung le dio un pequeño asentimiento hacia la puerta que no pasó desapercibido por Kai.

—Chicos, Wonyoung se siente un poco mal— Comenzó, mientras Wonyoung se despedía de Chaewon.

—Lo siento, chicos— Se disculpó.

—Te veremos en año nuevo, ¿cierto?— Preguntó Yuna.

—Claro que sí.

Dio unas cuantas reverencias y se dirigió a la puerta. Agarró su gorro y abrigo.

—¿Quieres que te lleve?

—No, mi mánager vendrá por mí— Mintió— Disfruta por mi— Exclamó con una voz aguda, sacando una sonrisa de Kai.

—No dudes en llamar si pasa algo, ¿Está bien?— Wonyoung asintió— Te llamaré mañana, no dejaré que andes por la vida sintiéndote así de miserable cuando un posible cambio esté en mis manos.

La chica volvió a asentir, sabiendo que mañana tendría la conversación con Kai.

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WONYOUNG POV

Maldito invierno, maldito mánager que nunca apareció y maldita mi decisión de no presentarme a las clases para obtener mi licencia de conducir.

Combinaba por el vecindario de Kai, buscando un lugar donde pudieses pedir un taxi para que me recogiera. Tuve que aceptar la propuesta de mi amiga.

Giré a la derecha y de reojo ví extrañada como una mujer, mucho más alta y con músculo venía detrás de mi. Desde que salí de la casa de Kai, ha estado caminando detrás mío.

No quise pensar mucho en ello, tal vez va hacia la misma dirección. Solté un suspiro y me sentí temblar. Había un poco de nieve en el suelo ya que estuvo nevando los últimos días, debería estar disfrutando esto.

Mi mente estaba demasiado enfocada en cómo la muchacha desconocida seguía detrás de mí. Quise comprobar algo así que di un giro inesperado y mi corazoncito latió con fuerza cuando ella también giró con rapidez, sin molestarse en disimularlo.

Cuando iba a salir corriendo, me encontré con un callejón sin salida. El giro inesperado que había dado me había llevado a un callejón sin salida, mientras una mujer tres veces más grande que yo, me seguía.

Me quedé quieta en mi lugar y pude escuchar una risa escalofriante. Se estaba burlando de mí.

—Al parecer no salió bien tu prueba— Exclamó fuerte. Su voz era gruesa y demandante— Date la vuelta.

Me quedé de espaldas, siendo dominada por el miedo en la situación e imaginando la cantidad de cosas que esta persona podría hacerme.

—¡Dije que te des la vuelta!

Lo próximo que sentí fue como tomó mi cabello con su mano y lo envolvió en su puño, haciendo que mi cabeza se girara y por instinto mi cuerpo.

Sentí un fuerte tirón y después un dolor constante en la cabeza. Me mantuvo en esa posición unos segundos, para después tirarme al piso con facilidad.

Desde abajo la pude ver. Tría una cola de caballo larga, vestía de negro y azul y utilizaba un tapabocas negro, en sus manos habían anillos considerablemente grandes y que parecían ser caros.

—¿Qué quieres de mí?— Pregunté asustada.

—¿Qué quiero de ti?— Dijo en un tono que me asustó aún más— Quiero que te alejes de mi Sunghoon. Pensé que ya te había quedado claro.

Me quedé en silencio, sentía que si decía algo sería provocarle y era lo que menos quería en ese momento.

—Llevo semanas enviándote notas y tu pareces ignorarlas. No me gusta cuando la gente ignora lo que digo, lo detesto. Más si se trata del amor de mi vida.

Fruncí el ceño, estaba loca.

—L-Lo que estás diciendo no fue así. Entiendo que te guste Sunghoon, pero él es una persona, un ser humano, tiene derecho a enamorarse y tener una relación con alguien más.

—Él no puede hacer eso— Respondió con rabia— Él es solo de nosotras ¿Cómo puede estar con alguien más? Encima tú— Soltó con asco.

¿Qué hay mal conmigo?

—Quiero que te alejes de él.

—No lo haré, Sunghoon y yo estamos juntos. No dejaré que una fanática obsesiva termine con nuestro amor. Porque él me ama sinceramente, es un amor de verdad y aunque no les guste, soy yo quien lo hace feliz.

Y esto al parecer desató su furia, porque lo ultimo que sentí fue dolor.

Mi espalda impactó contra una pared y los pequeños crujidos que escuché me alarmaron. Sentí sus manos en mi cuello y los anillos grandes tallarme.

Decía algo cerca de mi cara, que me salpicaban algunas gotas de saliva, pero no podía escucharla bien, era como si estuviera bajo el agua. Tenía la mente nublada y el llanto me inundó por completo.

Lleve las manos hasta las suyas, intentando terminar con su agarre en mi cuello, pero ella apretaba cada vez más y yo me sentía cada vez más ida.

La ansiedad me empezó a ganar cuando fue difícil llevar aire a mis pulmones.

En un último aliento, alcé mi rodilla e impacté lo que sea que encontré en el camino. Escuché como soltó un quejido, pero no aflojó su agarre en mi cuello. Entre miradas borrosas noté como su rostro se ponía rojo y había una expresión de dolor en este.

—¡Maldita perra!— Exclamó, empujando mi cuerpo a la pared, solté un quejido al sentir el dolor en mi espalda.

Cuando menos lo pensé, un gran puño se impactó en mi mejilla. Quedé muy atontada ya que sus anillos me habían provocado un dolor que combinado con que casi me ahorca, no daba un buen resultado.

Tomé profundas respiraciones cuando caí al suelo, llevando de vuelta el aire que faltaba en mis pulmones.

—Eso no se termina aquí, Wonyoung— Exclamó.

Cuando pensé que terminaría, sentí un gran impacto en mi cara. Me había dado una patada en la cara con una fuerza que me dejó casi inconsciente.

Intenté alzar la cabeza, pero escuché un pitido en mi oído izquierdo. Me dolía la espalda y sentía la cabeza estallar, noté algunas gotitas de sangre bajar por mi mejilla y supe que era del puñetazo que me había dado con sus anillos.

Solté sollozos, el solo hecho de respirar, mejor dicho, de estar viva me dolía a morir.

"No dudes en llamar si pasa algo, ¿Está bien?"

Kai.

Abrí los ojos de inmediato antes de dormirme. Toqué los bolsillos de mi abrigo y sentí un alivio cuando encontré mi teléfono.

Mientras apretaba las teclas con mis manos temblorosas del miedo, sentí mis ojos derramar incesantemente lágrimas, recordando lo que había pasado y cómo.

Sollocé como una bebé mientras esperaba que respondiera mi llamada.

¿Por qué justo a mi? Yo no le había hecho nada a esa muchacha. Y aún así, me había dejado en un callejón, en pleno invierno y golpeada.

No lo merecía.

—Por favor, ayúdame— Fue lo primero que dije cuando contestó.

Y esa noche, sentí como si me hubieran terminado de romper.

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no tengo la más mínima idea
de cómo crear personajes
intimidantes, lo siento mucho
😿