capítulo diez
beso

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WONYOUNG POV

Sentía que el corazón se podía fácilmente salir de mi pecho. No sé descifrar en qué momento terminé en un taxi con Sunghoon inconsciente y sin saber hacia dónde ir. Estar en esta situación no era más que incomodo y confuso.

Tuve que escaparme del dormitorio, porque nunca en la vida nuestro mánager o la seguridad del edificio me hubiesen dejado salir como si nada. Así que llevar a Sunghoon ahí, no estaba en mi lista de opciones.

Después, estaba su dormitorio. Lugar que también quedaba tachado de la lista, ¿Cómo iba a entrar? Además, estoy segura de que también tiene seguridad y no quiero quedar en video junto a este chico.

—Señor, por favor lléveme al hotel más cercano que encuentre— Le pedí sin mirarlo. No sé qué pensará al ver a una chica junto a este borracho dormido.

Sunghoon estaba más allá, que aquí. Balbuceaba incoherencias y se reía de a momentos. Yo sólo me limitaba a no dejar que su cabeza se estampara contra la ventana del auto o que su cuerpo se deslizara por el asiento como si se tratara de un fideo.

—¿Quién eres tú?

Dirigí mi mirada hacia él.

Estaba mirándome con los ojos entre cerrados y el ceño fruncido en confusión. Su dedo índice me señalaba de manera perezosa y casi burlona.

Todo lo que venía de Sunghoon parecía ser burlón para este punto de la vida.

—¿Cómo que quién soy?— Cuestioné ofendida— La que está lidiando con tu trasero ebrio— Respondí rápidamente.

Sunghoon ladeó la cabeza, en un movimiento que lo hizo ver como un cachorrito adorable. Lentamente se incorporó y se sentó de manera correcta en su asiento. Miró hacia la ventana confuso y llevó las manos hasta su rostro, en un intento de despertarse un poco más rápido.

Justo ahora que estaba mucho más derecho y tal vez más en sus sentidos, me tomé el atrevimiento de mirarlo detalladamente.

Traía puesta una camisa blanca que tenía los tres primeros botones sueltos, dejando ver un poco su pecho blanco y suave a la vista. Sus muslos gruesos y ejercitados estaban envueltos en un pantalón negro que se amoldaba muy bien en él. Su cabello que estaba empezando a crecer un poco, por primera vez en mucho tiempo no estaba con aquel flequillo, ahora se mantenía hacia atrás y eso le daba un aire más maduro. Era muy guapo.

—Sé que soy guapo, pero no te pases— Dijo arrastrando las palabras y sin mirarme.

Sentí una vergüenza indescriptible y dejé de mirarlo, enfocando mi mirada en la ventana del auto otra vez.

—Veo que no estás tan borracho— Dije con el corazón latiendo a mil— Puedes irte solo a tu dormitorio— Sentencié, sintiéndome como la mayor de las idiotas.

—Claro que no. Estoy ebrio— Me recordó— Como buena novia que eres, tienes que acompañarme y cuidarme hasta que se me pase, corazón.

Quise vomitar cuando escuché ese cursi apodo. Me contuve de decirle algo y miré de reojo al señor que conducía el taxi. Espero que no sepa quiénes somos nosotros o estaremos en graves problemas si llega a filtrar esto.

—Te acompañaré hasta que estés en tu habitación, pero después me iré— Aclaré, esta vez mis ojos clavados en él.

El resto del viaje fue silencioso, ambos mirábamos a través de nuestras ventanas e ignorábamos la presencia del otro. Yo intentaba con mi vida que los nervios que me llenaban, no se notaran tanto. Principalmente porque no tenía razones para sentirme así por sólo acompañarlo a su habitación.

—Creo que los chicos están durmiendo. Es de madrugada— Me avisó cuando salimos del taxi.

Sunghoon aún estaba ebrio, pero ese pequeño momento en el taxi donde pareció quedar inconsciente, le ayudó a volver un poco más en sus sentidos. Por lo menos ahora caminaba solo, sin necesidad de que otros deban soportar el peso de su cuerpo.

—Creo que debo irme ya— Dije cuando lo vi acercándose a la puerta— Puedes entrar solo— Susurré lentamente.

—Claro que no, eres mi novia y tienes que estar conmigo— Negó rápidamente y tomó mi mano, llevándome a rastras con él.

—Eso es en el contrato— Le recordé.

Él paró de caminar , provocando que mi rostro chocara contra su espalda dura.

—¡Sunghoon!— Me quejé, tocando mi nariz con la mano que estaba suelta.

Sunghoon volteó a verme, su rostro un poco rojo por el alcohol y mandíbula apretada.

—Eres mi novia— Dijo en un tono ronco y bajo— Así que no digas eso otra vez— Soltó como si se tratara de una orden.

¿Qué acaba de decir?

Miré hacia todos lados cuando Sunghoon me hizo entrar a su dormitorio. Su tamaño era igual al de IVE, aunque sus colores eran un poco más grises y sólidos.

Él me guió hasta su habitación, donde me quedé parada en el arco de la puerta, dudando si debía entrar o simplemente insistir con que debía irme.

—¿Qué esperas? Entra.

A paso lento, me alejé de la puerta, entrando con duda a la habitación no tan pequeña de Sunghoon. Olía a su colonia que era suave, pero varonil. Un olor muy sutil y de mi gusto.

¿Qué importa si es de tu gusto o no? Sal de ahí antes de que Sunghoon se haga ideas que no deben ser.

—Veo que no te sientes tan mal. Estás sano y salvo, deberías irte a dormir y yo a mi casa.

Antes de que pudiera darme la vuelta y desaparecer de ese lugar lo más rápido posible, sentí la mano de Sunghoon tomar la mía y con un movimiento rápido, me hizo caer encima de él.

Abrí los ojos de par en par y sentí el corazón latir fuerte contra mi pecho. Era una sensación que parecía no querer marcharse y noté que la presencia de Sunghoon me ponía más nerviosa de lo que quería aceptar.

—Hueles bien— Susurró sin dejar de mirarme.

Quería responderle algo, pero mi mente estaba demasiado ocupada analizando la situación en que nos encontrábamos.

—Sunghoon... —Susurré nerviosa, al notar que él parecía inclinar su rostro más hacia mí. Era como si buscara más cercanía o que ocurriera algo más allá que estar simplemente encima de él y con nuestros rostros a centímetros de distancia.

—No sé si es el alcohol, Wonyoung— Comenzó y lamió sus labios lentamente— Pero tengo unas ganas de besarte, que no sé si podré controlarlas.

Decir que mi existencia entera no tembló ante sus palabras, sería la mentira más grande de mi día. El corazón me estaba latiendo tan rápido, que tuve miedo de que él pudiera escucharlo. Sentí la respiración temblorosa y evité mirarlo a los ojos, porque me ponía muy nerviosa.

Definitivamente pensar y decir que él no provocaba nada en mí, sería la mentira más grande.

No olvides la mentira del contrato.

Claro, esa también. Pero eso no es igual a lo que siento ahora mismo, cuando Sunghoon mira mis labios con un anhelo y deseo que me desbarata.

Y aunque una parte de mí quiere separarlo y recordarle que estamos en un contrato, otra parte de mí reconoce que muy en el fondo también quiero esto; que deseo saber a qué saben sus labios y que no me importa que esté ebrio, sólo quiero sentir ese contacto.

Así que me dejé llevar cuando Sunghoon chocó sus labios contra los míos. Sintiendo como sus manos se envolvían en mi nuca y cabello, haciéndome vivir todo en ese beso. Era suave y tierno, me sujetaba con tanta delicadeza que podía derretirme en sus brazos.

Y nunca me imaginé lo bien que se sentiría estar así con él, hasta que pasó.  La adrenalina que sentía me podía y sólo quería saborear más de su boca.

Su beso me robaba el aliento, me hacía temblar y aferrarme a la camisa que llevaba puesta.

Nuestro beso marcaría un antes y después en el contrato.

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aby aquí ^^
bueño

hasta aquí llega el maratón,
pensé repetidas veces en
hacerlo quizá un poquitito
más largo, quizá al menos
unos 7 o 10 capítulos más,
pero aunque esté de vacaciones,
desafortunadamente no
tengo tanto tiempo libre 😿

así q este es el mini maratón
q pude lograr elaborar, espero
mucho q les guste 💕

sin más, me despido, nos
leemos este viernes próximo,
les amo<33 🫶💗