capítulo veintisiete
temor y confianza

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WONYOUNG POV

Temor, duda, presión.

Sentía tantas cosas en este momento que me costaba respirar.

Justo habíamos terminado nuestra presentación, donde pude pretender que todo estaba bien conmigo, que minutos atrás no había recibido una nota de amenaza por parte de quién sabe qué.

Mi mente me pedía que resolviera este tema por mi misma, pero mi corazón me rogaba que le contara a Sunghoon, que le hiciera saber lo que estaba pasando y me permitiera recibir su apoyo en este momento.

—Por dios... —Dije nerviosa y frustrada mientras caminaba.

Le había dicho a las chicas que iría al baño, pero me encontraba yendo de nuevo al camerino de los chicos.

Quería que las cosas con Sunghoon estuvieran bien y sabía que si se enteraba por otra persona, me detestaría. Además, esto es algo que lo incluye a él también, así que tiene todo el derecho de saberlo y yo no puedo ocultar algo tan grande como esto.

Apreté el pedazo de papel en mi mano y cerré los ojos fuertemente, cuando los abrí, ya había tocado la puerta tres veces.

Miré hacia ambos lados del pasillo, no había casi personas y las que estaban presentes, parecían estar en su propio mundo, eso esperaba yo.

Esta vez tuve más suerte y quien abrió la puerta, fue Sunghoon. Me sonrió abiertamente y antes de que pudiera decir algo, yo tomé su mano y lo llevé conmigo.

—¿Wony? ¿A dónde vamos?— Pude escucharlo preguntar, pero yo solo recorría los mismos pasillos de antes.

Cuando la brisa me voló el pelo de nuevo , quise cerrar los ojos por un segundo. Solté la mano de Sunghoon, pero él se apresuró a tomarla de nuevo, dejando pequeñas caricias con su pulgar que me tranquilizaban en ese instante.

—¿Pasa algo?— Preguntó, como si pudiera sentir mi preocupación con todo este asunto.

Solté un suspiro y abrí la mano donde traía la nota, que estaba un poco arrugada pero seguía siendo visible. Se la entregué.

—Fui a buscar algo en nuestro camerino y ahí estaba, Hoonie— Dije bajito— Alguien sabe que nuestra relación es falsa y quiere revelarlo, ¿Qué vamos a hacer?— Pregunté desesperada.

Ni siquiera tuve tiempo de procesar la información, justo cuando recibí esa nota tuve que darle la cara a todos, con el miedo de que la persona que escribió eso, estuviera presente.

—Esto no puede ser... —Susurró él, incrédulo.

Sunghoon leía una y otra vez la nota, como si no pudiera comprender lo que había ahí, como si no quisiera aceptar que ahora nos habíamos metido en un laberinto sin final alguno.

—¿Qué se supone que vamos a hacer?— Cuestioné otra vez— Esta vez mantenerlo en secreto no es una opción, Sunghoon.

Hablábamos de algo serio, una amenaza.

—Está persona quiere que me aleje de ti, Hoon. Me quiere lejos— Agregué— Debe ser una fanática, pero no sabes hasta qué punto va a llegar y me asusta.

Él se quedó en silencio, tenía la mirada clavada en el papel y le temblaban las manos.

—Sunghoon... —Le llamé suavemente, porque en verdad se veía muy estresado.

—Tenemos que decirle a alguien— Susurró.

—Sunghoon— Advertí.

—Aunque sea a tu mánager— Pidió.

—¿Y qué se supone que debemos decirle? No le importará, hasta que no termine el contrato ellos no nos querrán separados. Esta persona quiere que nuestra relación termine, en privado y ante el publico.

—Pero si nos quedamos con esto no podremos hacer nada, está fuera de nuestras manos, Wonyo. No es cómo si pudiéramos descubrir quién lo hizo. Además, te amenazaron. A ti. Si hubiese sido dirigido a mi no me importaría, pero se trata de ti. No puedo permitir que algo te pase.

Lo miré fijamente, buscando un poco de duda en sus palabras, pero él se veía seguro y decidido. En verdad le importaba, en verdad necesitábamos ayuda de alguien.

Solté un suspiro. Él tenía razón, como siempre.

—Está bien— Accedí— Pero tú le dirás— Lo señalé.

—¿Yo?— Cuestionó mientras se señalaba con una sonrisa.

—Sí, me pone nerviosa— Confesé.

—Está bien, yo le diré. Justo después de que terminen los premios, le diré. Lo prometo— Dijo— Ahora dame un besito.

Solté una risa y sentí de todo a la vez después de escucharlo.

—¿Un besito?

—Varios besitos en realidad— Pidió.

—Te daré todos los besitos que quieras.

Me puse un poco de puntitas y junté nuestros labios, disfrutando de la paz que él me daba antes de que todo se fuese al carajo.

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SUNGHOON POV

—Me pondré en contacto con el ceo— Dijo simplemente.

Alcé una ceja, esperando que diga algo más, pero solo volvió su vista al teléfono.

Estábamos en Starship entertainment, en una de las oficinas, intentando hablar con el mánager de Wonyoung que parecía demasiado desinteresado; le acabo de decir que está siendo amenazada y parece simplemente no importarle.

—¿Eso es lo único que hará?— Cuestioné.

—¿Qué más quieres? Terminar no es una opción, firmaron un papel.

—Esto es algo serio, puede tratarse de una sasaeng ¿Se quedará de brazos cruzados?— Exclamé.

—Sunghoon... —Escuché a Wonyoung.

Y sabía que estaba exaltado, sabía que debía parar porque me estaba dejando llevar por mis emociones. Pero, él no hacía nada, no veía la gravedad del asunto.

El mánager de Wonyoung nos miró a ambos y esbozó una sonrisa.

—Ustedes dos siguen juntos ¿Verdad?— Susurró, pero ambos lo escuchamos claramente y fue inevitable no ponernos tensos— Ustedes se pasaron nuestra orden por el culo ¿No es cierto?— Dijo esta vez más alto.

—No estamos aquí para hablar de eso–

—Pero sigue siendo igual de importante. Les dimos una orden y a ustedes no les importó, le informaré al ceo de esto.

—Pues yo también le informaré de esto al ceo. Le diré como a usted le ha importado mierda lo que sucede con Wonyoung— Grité sin que me importara ni un poquito dejar el respeto de lado.

Gritar mil cosas al aire era lo único que podía calmarme para ese momento.

—Salga de aquí, Park— Pidió— Salga de aquí antes de que diga algo de lo que me pueda arrepentir y usted haga algo, que arruine su imagen.

Y cuánto lo detestaba, lo detestaba demasiado.

—Vamos, Hoon— Escuché la voz suave de Wonyoung a mi lado. La sentí tomar mi antebrazo, pero yo solo tenía la mirada en su mánager— Por favor— Susurró.

Solté un suspiro, dándome por vencido, pero sintiendo que aquello no había terminado.

Le di una ultima mirada al hombre y me fui con Wonyoung.

Caminamos en silencio hasta que llegamos a los ascensores, me di la vuelta, para ver cómo tenía la mirada perdida, como parecía no estar allí y me pregunté cómo se sentiría ella al ver que su mánager que la había acompañado por tanto tiempo, no se interesaba por su seguridad.

—¿Cómo puedes estar bien con esto, Wony?— Pregunté, sacándola de su cabeza.

Wonyoung me miró y sonrió con un aire de nostalgia.

—Cuando eres joven, no esperas importarles mucho. En realidad, pertenecer a esta empresa es básicamente ser invisible, Hoonie— Dijo bajito— Solo notan tus sentimientos una vez al año porque después de eso solo pasas a ser solo un relleno más.

Me quedé estupefacto y justo en ese momento, las puertas del ascensor se abrieron.

No, eso no estaba bien. No podía quedarme de brazos cruzados, no podía ser cómo ellos, no cuando en mis manos está hacer algo más, no cuando sé que puedo hacer algo más.

—Hoon— Me llamó Wonyoung, adentro del ascensor— Entra— Me hizo un ademán apurándome.

Tengo que hacer algo, debo hacer algo.

—Wonyo, creo que dejé mi celular adentro. Vuelvo en unos minutos, espérame abajo.

—¿Tu celular?

Y antes de que pudiera decir algo más, yo ya había corrido hacia la oficina, de nuevo. Porque no podía permitir que Wonyoung siguiera pasando por eso, porque no iba a permitir que Wonyoung fuera pisoteada por ellos. Porque era Wonyoung, mi Wonyoung y yo debía protegerla.

Estaba a mitad de pasillo cuando vi a un hombre hablando por teléfono de espaldas. Se trataba de él y no se veía para nada feliz. Para nada.

Preguntándome a mí mismo qué demonios hacía, me apoyé en la pared e intenté escuchar mejor.

Me sentía como un maldito entrometido, pero ese hombre no esperaba confianza en mí.

—Claro que tendré dinero para nuestra próxima reunión de juegos.

Fruncí el ceño, ¿Juegos?

—No le pido el dinero a Wonyoung. Lo tomo prestado, solo es eso.

¿Dinero? ¿Wonyoung?

—Ella no lo sabe. Es una pequeña suma, si no se estera mucho mejor.

Me separé de la pared, incrédulo por lo que escuchaba. Él prácticamente trataba a Wonyoung de esta manera porque solo significa un saco de dinero ante sus ojos.

Él ve a Wonyoung solo como si fuese dinero.

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WONYOUNG POV

—Eso no es cierto— Me negué.

—Wonyoung, yo mismo lo escuché.

—Básicamente estás diciendo que mi mánager, de tantos años, me está robando, Sunghoon— Exclamé— Sé que las personas de aquí pueden ser una porquería, pero él no me haría eso, él no caería tan bajo.

—Tu misma lo dijiste, ellos las ignoran, le dan lo peor, ¿Qué les hace pensar que no las roban? Lo escuché, Wonyoung. Tienes que confiar en mí.

Sunghoon estaba alterado y enojado con mi mánager, tal vez solo quería tener más razones para permitirse detestarlo.

—Él no me haría algo así, lo conozco desde antes de nuestro debut. Él no me haría algo así, Hoon.

Me negaba a creerlo, lo conocía desde hace mucho y había estado en cada etapa hasta que llegué a ser idol. Él no me engañaría de esta manera.

—Tú no me crees— Exclamó incrédulo.

—No se trata de eso... —Intenté pararlo.

—Sí se trata de esto, Wonyoung. No lo crees aunque te haya dicho que yo mismo lo escuché. No estoy inventando esto, estoy intentando que abras los ojos y entiendas que ese hombre no es bueno.

—Tú solo quieres razones para pelear.

No debería juzgarme, no es fácil creer que alguien a quien le diste tu confianza, puede engañar de esta manera.

Prefiero seguir diciéndome que no lo hizo, antes de enfrentarme a esto.

—No importa cuánto lo repita, no me creerás, ¿Cierto?

—Sunghoon— Susurré.

—Ese hombre te está robando, Wonyoung. Te quitará todo y no pienso estar aquí cuando eso suceda.

—¿A qué te refieres?

Sunghoon se quedó mirando fijamente por un par de segundos, segundos que se sintieron como el mismísimo infierno porque por primera vez no supe descifrar lo que había en su mirada, no supe saber lo que sentía y si había algo malo en él.

—No confías en mí, ¿Qué se supone que hago en un lugar donde no confían en mí?

Antes de que pudiera decir algo, se dio media vuelta y se marchó sin más. Dejándome a las afueras del ascensor, donde lo había esperado y donde él vino corriendo para decirme esto.

Donde yo le dije indirectamente que no confiaba en él.

Donde yo terminé con todo otra vez.