ᝰTrigésimo cuarto Acto
JungKook era como un pajarito traumado. Había pasado toda su vida en una jaula, deseoso por salir y volar; por gozar de la vida y todo lo que provee la libertad. Pero apenas asomar la cabeza una sombra se cernió a la salida de la jaula y le dejó congelado en su interior; desesperado por la seguridad imaginaria de las rejas a su alrededor, suplicante por la protección de aquel que quiere el bien sincero del pajarito.
Y ese alguien incondicional era TaeHyung.
-Tae... Tenemos que hablar, por favor déjame abrir la puerta.
Tal vez no había sido lo más lógico pero la reacción de TaeHyung fue usar su fuerza para mantener a JungKook dentro de la habitación.
-Por favor, entiendo lo que dices Tata, lo siento mucho; no debí usar esa carta para obligarte hacer lo que quería... No me dejes ahora, por favor, abre la puerta.
La voz de JungKook estaba más calmada, sin dudas. Claro, lejos de ser normal, pero calmada al fin.
TaeHyung abrió lento la puerta y lo miró lleno de desconfianza.
-Lo siento, Tata.
Con un suspiro devolvió el abrazo.
-Solo ten claro lo que te dije, no serías feliz aquí.
JungKook asintió rozando el pecho del mayor.
-Tengo miedo de irme, soy más débil de lo que pensaba, TaeHyung. Cuando él... Yo hice todo lo que pedía, m-me puse en todas las posiciones que él quiso; todo porque estaba aterrado ante la posibilidad de que me tocase, sabía que no podría soportar eso...
-Eso está bien, amor. No todas las personas son así, no debes vivir con miedo...
-¿En serio me dices eso? Con JiMin lo intentaron, a YoonGi se lo hicieron tres, Tae, tres personas llenas de maldad concentradas e-en un solo lugar. El mundo está infestado de todo eso.
-Este lugar no es seguro, ninguno lo es -susurró Tae acariciando el cabello largo-. Pero debes vivir con eso y vivir bien.
-¿Cómo puedes pedirme eso? -. La voz se le rompió y sintió con más fuerza que nunca el agarre del mayor a su alrededor.
-Solo quiero que seas feliz-. Murmuró TaeHyung mientras continuaba regando caricias en la espalda de Kook.
De eso se trataba.
«Tal vez pueda usarte una última ocasión» resonó a modo de eco en la cabeza de JungKook.
Cuando alzó la mirada, TaeHyung no sabía qué pensar. Ojos apagados, mejillas rojas y húmedas.
-Te necesito.
-¿Otra vez con eso?
-Te necesito aquí, te necesito ahora -apretó el agarre en la camisa de TaeHyung-. Una última vez, una última cosa por mí, Tata; por favor.
Solo podía pensar en sí mismo, ¿cómo se sentiría TaeHyung al respecto? No tenía fuerzas para preocuparse por aquel que lo miraba. Desde un inicio hizo con el antes rubio lo que quiso, aún a esas alturas podría seguirlo hacerlo.
No era el único con miedo.
-¿Qué quieres? -se limitó a susurrar.
«I know that you are using me, i just keep it for myself. Cause I know if I don't then you just will use somebody else»
JungKook se puso de puntillas y alcanzó los labios de TaeHyung, le tiró de la camisa y con fuerza dejó que cayesen al colchón. Esbozó una mueca de dolor cuando el peso del mayor lo aplastó sin remedio.
-¿Recuerdas eso del dolor, de que lo disfrutaba?
-Mhm...
-¿Recuerdas mi límite? La línea entre el placer y el terror -con el asentimiento de TaeHyung acarició la mejilla del mayor con un pulgar-. Crúzala, destrózala.
-¿Hacerte daño? -frunció el entrecejo y pregunta cuando JungKook afirmó la sospecha-. ¿Por qué?
-La sumisión entre esas paredes a oscuras no es algo que pueda superar con el tiempo, Tata, no podré encontrar mi camino solo... No quiero gastar ni años ni esfuerzos en psicólogos cuando sé que lo que necesito es estar seguro de que podría con ese "y si" Si alguien me tocase, si alguien destruyera mi cuerpo; quiero saber si puedo soportarlo, no quiero el miedo de no saber qué va a suceder. Por eso necesito que me ayudes, que me hagas sentir que puedo soportarlo.
-Yo no puedo hacer eso... ¿Es-? -parpardeó confuso-. ¿Es una violación lo que me estás pidiendo? Si piensas que con dolor es esto lo que tenía en mente estás horriblemente equivocado. ¡No puedo-
-Sí puedes, no quieres pero sé que puedes -se aferró a los brazos del mayor que parecía a punto de escapar-. Solo tú puedes hacerlo, por favor. Quiero comprobar que puedo aguantar, que puedo resistir hasta el final, solo así podré ser yo de nuevo... TaeHyung...
-No.
-¡¿Es que no me ves?! ¿Crees que voy a poder cruzar fronteras cuando apenas puedo cruzar la calle sin preguntarme qué sucederá cuando llegue a otro lado? ¡No puedo vivir así!
-Yoongi pudo, tú lo harás también.
-Pero yo estoy solo, no es justo. No tengo tiempo, mi sueño está al final de la semana pero no podré cumplirlo con este terror atrapado en mi garganta. No seré feliz aquí, tú mismo lo dijiste. Por favor ayúdame...
Las lágrimas se perdían por su cuello y la sábana era un desastre entre sus puños. Ya Kim estaba de pie así que al menor solo le quedaba el colchón para aferrarse.
Así sería siempre y eso está bien.
Solo necesita ahora.
«Necesito, necesito, necesito, TE NECESITO TAEHYUNG»
-Ve al baño y prepárate -parpadeó con las lágrimas aún corriendo y el flequillo azabache le impedía ver los ojos del contrario-. Si no te preparas puede que queden fisuras irreparables así que ve a hacerlo.
Lentamente se puso de pie y con un asentimiento se dirigió a cumplir la orden.
El suspiro de TaeHyung resonó en la estancia vacía, sus puños temblaban, todo en él lo hacía, incluso lo que no tenía forma física.
Su... Su esencia, su seguridad, todo que era él y todo lo que quería parecía estar en una balanza. Del otro lado de la balanza, estaba Jungkook, todo lo que quería Jungkook y todo lo que era.
TaeHyung pensó en aquella conversación que tuvo con Sucrush.
-¿Qué debería escoger entre ser yo y dejarlo ser él?
-Ser tú, siempre ser tú.
«Al parecer no podré cumplir eso»
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