TaeHyun acercó su miembro al rostro del menor, este abrió la boca y aceptó gustoso. Empezó atrapando la longitud del otro entre sus manos, dándole leves masajes y lamiendo el glande.

El mayor arqueó la espalda y jaló a HueningKai del cabello para empujar su cabeza contra su pelvis.

—E-Espera, déjame sentarme en el sillón.—Dijo el pelirrojo. Kai asintió y se limpió los labios al soltar el miembro de TaeHyun.

El pelirrojo se acomodó en el sillón más grande y HueningKai se arrodilló nuevamente, tomando su miembro con una mano y con la otra sostuvo sus testículos.

Acercó sus labios y pasó la lengua por todo el cuerpo del miembro de TaeHyun sin dejar de jugar con ambas esferas.

Empezó a masturbarle con ambas manos mientras seguía lamiendo, y cuando llegó el momento en el que TaeHyun iba a correrse, cubrió el orificio del glande con su dedo índice para hacerle sufrir un rato.

—Kai... Suelta, maldición.—Aferró sus manos a los cojines del sillón, llevando su cabeza hacia atrás.

—Si me das un besito luego de esto, dejo que liberes todo.

—Como quieras, p-pero... Mierda.

HueningKai quitó su dedo y tiras de semen salieron volando, acercó su rostro a una distancia prudente y abrió la boca para recibir cada gota de la esencia del mayor.

Mientras el pelirrojo se recuperaba del pequeño orgasmo, HueningKai limpió su boca con la manga de su suéter.

—Dame mi beso.

TaeHyun tratando de respirar normalmente, se subió la ropa interior y el pantalón, y cuando se recuperó y por fin reguló su respiración, jaló al menor de un brazo logrando que cayera en su regazo, y con algo de brusquedad le plantó un beso en los labios.

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