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—Hoy es tu cumpleaños, ¿hay algo que quieras en especial?—HueningKai abrazaba a su dulce novio por la cintura mientras caminaban por la calle.
HueningKai alfa rubio de 20 años sostenía a unadorable omega de nombre SooBin que estaba cumpliendo 17 ese mismo día, llevaban ya año y medio como pareja y sí, había algo que SooBin estaba deseando desde algún tiempo.
—¿Sabes?... Mis padres no estarán hasta mañana en la noche... ¿Quieres ir un rato?—El omega hablaba con timidez, realmente quería tener... "Eso" con su alfa, le daba mucha pena decirlo siquiera en su mente.
—Claro, ¿quieres que compremos alguna película para ver?—HueningKai siempre respetó mucho las decisiones de SooBin, cuando decía que paren algún beso, lo hacía.
—Si... Veamos una película.—Estaba muy nervioso, ¿cómo decirle aquello que estaba anhelando hace ya un tiempo?
Acababan de terminar de ver una película romántica, "bajo la misma estrella" fue algo emotiva, lo suficiente para poner los sentimientos del omega a flote, pequeñas lágrimas se asomaban por sus ojos zorrunos.
—Oh, mi lindo omega.—Kai tomó el rostro de SooBin en sus manos y lentamente retiró las lágrimas mientras acariciaba aquellas mejillas en las cuales se posaban leves pecas.
—¿Puedes darme un beso?—SooBin preguntó mientras se pegaba al cuerpo contrario.
—Claro que sí.—Colocó aquella película en pausa aunque ya estaba en los créditos y se recostaron levemente en la cama, sonrió viendo los ojos de SooBin y procedió a unir sus labios.—Te amo.
Los besos eran controlados al principio, a un ritmo nada acelerado o desesperado, pero, después de unos tres minutos en medio de esos besos, el autocontrol de HueningKai se desbordaba, el aroma de SooBin se estaba haciendo un poco más fuerte, pues el omega estaba liberando feromonas sin querer, era algo instintivo.
Los besos ya no eran controlados, la temperatura de la habitación subía poco a poco al igual que las caricias, sus respiraciones agitadas, las piernas de SooBin se enredaron en la cadera contaria buscando más contacto.
Las caricias de HueningKai pasaron a la piel de la cintura de SooBin, aquella suave y blanca piel, tan delicada que podía marcarse con cualquier toque, de un momento a otro, sin que ambos se dieran cuenta, ya no traían la parte superior de sus ropas y ahí fue cuando HueningKai paró.
—Espera... ¿Estás seguro de esto?—Sería la primera vez de ambos y aunque estaba casi en su límite, tenía que saber que SooBin también quería proseguir.
—Sí... Por favor.—Sus ojos suplicaban aquello, lo estuvo esperando por ya casi tres meses y por fin podría unirse a su alfa.
—Te amo.
Y con esas palabras procedieron a toda una noche con descontroladas feromonas y bastantes caricias, ninguno estaba informado sobre probabilidades de embarazo lejos de algún celo, era la primera vez de ambos, tan solo unos adolescentes que disfrutaban su juventud.
—Ya verás, es tan solo una intoxicación.—La hermana de SooBin hablaba.
Ahora estaban en el médico, esperando su turno, hace ya 3 semanas y media que había pasado esa noche con Kai, su hermana beta de 22 años lo había llevado al doctor porque SooBin seguía con síntomas extraños.
—Debe ser...—Temía lo peor, pero antes de alarmarse completamente debía asegurarse de lo que tenía.
—Siguiente.—Habló la enfermera dejándolos pasar al consultorio del doctor.
—Buen día.—Saludó SooBin a la doctora omega de aparentemente 63 años en frente suyo.
—Buen día, Joven.... Choi de 17 años.—Leyó su apellido en la hoja donde estaba su historial médico.—Bien, según dijiste, tienes mareos en las mañanas y sientes como tu estómago está revolviéndose además de que tus feromonas cambiaron un poco y ahora son más dulces.—Leyó el pequeño informe que SooBin le dio a su enfermera ayudante de la doctora.
—Así es.
—Necesito que seas completamente sincero cuando respondas las preguntas que te haré.—Dejó a un lado aquellas notas y miró al joven omega sentado frente a ella.
—Lo haré.
—¿Ya empezaste tu vida sexual?
Y aunque le dio algo de pena admitirlo frente a su hermana que estaba a su lado, terminó asintiendo.
—Sí... Hace aproximadamente 4 semanas.—Habló ante la mirada incrédula de la beta a su lado.
—Bien, ¿Usaste protección?
—No lo hicimos.—Se olvidaron de ello.
—¿Tu alfa es dominante, promedio o recesivo?
—Dominante.
—Oh...—Anotó eso en una libreta junto a los síntomas de SooBin, aquel omega era uno promedio, osea que su tasa de embarazo era de un 65% y con un alfa dominante aumentaba a un 79%
Hubo un pequeño silencio donde SooBin se puso cada segundo más ansioso.
—Te voy a dar estas pruebas de embarazo y sea cual sea el resultado, en tres horas ven con tu alfa y esas pruebas de embarazo ¿si?—De una gaveta sacó 3 pruebas de embarazo y se las entregó a un muy nervioso SooBin.
Después de eso, hermano y hermana salieron del consultorio.
—¿Por qué no me lo dijiste?—Su hermana estaba algo ofendida y enojada, su pequeño hermano se puso de irresponsable esos dos días que no estuvieron en casa con sus padres.—¿Por qué lo hiciste?
—Lo siento...—Se sentía tan culpable, de alguna manera sabía que su hermana no lo apoyaría en eso, no hasta que tenga más de 26 años.
—La abuela está en casa, ve de una vez y reza al cielo porque esas pruebas den negativo.—Y se marchó a su universidad.
En el camino a su casa, SooBin vacilaba sobre si decirle ahora a Kai o después de las pruebas.
—Abuela... Ya estoy en casa.—SooBin entraba a aquella casa con una sonrisa algo forzada en el rostro
—Oh, ya llegaste, mira que traje este bonito sweater para ti.—Su abuela tenía 76 años, le acababa de traer un suéter unas dos tallas más grandes a la de él, justo como le gustaba.
—Gracias, ahora... Tengo que ir al baño un momento.—Y se retiró de la sala después de darle un abrazo a su abuela.
Con todo el nerviosismo del mundo se hizo aquellas pruebas como decían las instrucciones.
Esperó 20 minutos como decía en el papel y al cabo se fijó en las tres pruebas de embarazo, las cuales todas tenían dos rayitas de un color vino, ahí fue cuando su mundo se desmoronó, ¿qué haría ahora?
—¿Hijo? ¿todo está bien?—Su nieto estaba tardando demasiado en el baño.
SooBin tenía que decírselo, sentía que debía hacerlo, abrió la puerta con las pruebas de embarazo en mano.
—Estoy en cinta.—No pasaron ni cinco segundos y se echó a llorar, no sabía si era felicidad, tristeza o miedo.
—¿Lo estás? ¿Cómo sucedió?—Su voz era calmada como si lo hubiera sabido desde que entró a la casa.
—Mi novio y yo... La noche de mi cumpleaños.—Su corazón estaba latiendo desesperadamente, como si esperara otro rechazo.
—¿Ese alfa del que me hablaste? ¿El alto, rubio y bonita sonrisa?—Lo abrazó mientras caminaban a la sala.
—Sí... Él.
—¿Lo amas?
—Demasiado, si no lo amara, no hubiera querido siquiera que me tocara.—Se sentó en el sofá con las pruebas de embarazo en mano.—¿Qué dirán papá y mamá? ¿Qué dirá Kai?
—No creo que tus padres te rechacen ¿sabes? Son tus padres, pero si en la mínima posibilidad de que eso pase, lo hacen, yo estoy aquí para apoyarte, no soy demasiado, sí, soy una anciana que te ayudará en esto todo lo posible.
Y SooBin la abrazó tan cálidamente como pudo, su abuela fue un regalo del cielo, aquella mujer era quien lo crió una gran parte de su vida, pues sus padres siempre estaban en el trabajo y su hermana en la universidad.
En medio de ese abrazo, llegó su hermana, aparentemente de la universidad.
—¿Y?—Preguntó refiriéndose a las pruebas de embarazo, una simple mirada y expresión de SooBin para saber la verdad.—Mierda, SooBin, ¿Sabes cómo afectará en tu vida?
—Créeme que todo fue un ac--
—Aborta, aún es tiempo, aborta.—Sacó una tarjeta de su mochila, era una clínica de abortos.—Aborta antes de que todo esto empeore.
—¿Qué?...—No podía hacerlo, él no quería matar a ese pequeño ser vivo dentro de él.—No, no quiero hacerlo, quiero... Quiero tenerlo.
—SooBin, esto no es ningún juego, aborta de una vez, créeme, que cuando te digo que mamá y papá te echarán de casa cuando se enteren.
—Tengo a mi alfa.—Kai vivía en un departamento en casi el centro de la ciudad.
—Vamos, sólo estaba jugando contigo, cuando se entere, igual te abandonará, sé inteligente y aborta.
Antes de que SooBin pueda responder, alguien se asomó por la puerta principal.
—¿Abortar?—Su madre acababa de llegar y aparentemente escuchó algo de la conversación.
—Mamá...
La historia no es mía solo la estoy adaptando, créditos a CamiKim31, gracias por permitirme adaptarla.
A D V E R T E N C I A
Los temas tocados serán temas realistas de nuestro mundo actual, (pero no hay covid) embarazo adolescente, rechazo paterno y acoso, si alguno de estos temas es demasiado fuerte para ti o no es de tu agrado, puedes retirarte, gracias.
¡Gracias por leer!
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