Ⓒrush ♧ 1.5
¿Podría esta mujer ser aún más condescendiente conmigo?
Viró sus ojos desde la pantalla de su laptop a mis ojos, analizándome de una forma enfermiza. Intenté no verme afectada ante su desaprobatorio escrutinio, acomodé mis gafas sobre el puente de mi nariz enderezando la espalda. Mascó su chicle sonoramente con su boca totalmente abierta, agudizó su mirada en mi dirección.
-Veo que ha tenido en cuenta nuestra recomendación de la vestimenta.- Contempló mi falda ceñida y camisa de algodón blanco, lo más formal que pude conseguir dentro de mi carenciado armario. - Usted será testeada durante un período de tiempo, y como aún sigue siendo totalmente una novata en el campo de la aeronáutica prescindiremos de sus servicios en los vuelos comerciales.
Froté mis palmas nerviosamente. Mordisqueé mi labio obviando el hecho de que posiblemente mi lápiz labial dejaría tintado de rojo mis dientes. - ¿Entonces dónde me desempeñaría?
Sonrió socarronamente, tecleó algunas cosas en su computadora rompiendo nuestro contacto visual. -Puede que las aerolíneas comerciales no la contraten, pero definitivamente podríamos usar sus servicios en vuelos y jets privados para empresas sin muchos fondos, tenemos varias en lista al decir verdad. Te enviaremos toda la información por correo.
Asentí por poco ahogándome en mi propia bola de saliva. Me puse de pie con un pequeño asentimiento de cabeza. Por algo siempre debe empezarse, no importa que pequeño ese algo sea, ¿No?
La mujer, en un gesto totalmente elegante, se puso de pie tomando una caja de madera entre sus manos, la abrió dejando ver un pequeño pañuelo de cuello color azul brillante debajo de aquella luz cegadora de la oficina central del aeropuerto. Lo tendió de forma desdeñosa, lo cogí confundida.
-Le enviaremos el resto de su uniforme en unas horas, mientras tanto...-Dejó caer un inmenso manual sobre su escritorio. Sonrió con sorna. -Le recomendaría que se aprendiese alguna que otra cosita de este librito.
"Librito"
Menudo librito me llevaría a casa ahora, eh.
Doblándome sobre la mesa de madera lustrada, tomé el manual ente mis brazos, temiendo que si mi torpeza optara por hacerme una mala jugada terminaría con un pie roto en segundos. Me encogí de hombros al notar que su sonrisa irónica permanecía en el mismo sitio, apoyó todo su peso en el pie izquierdo poniendo sus brazos en jarra. -Yo que tú comenzaría ahora, ¿No crees?
Lo más interesante de su trabajo además de apoyar el trasero en esa silla todo el día posiblemente sea jactarse de la miseria ajena. - Es en las dificultades donde las oportunidades se esconden, ¿No cree?
Acomodé el libro más fuertemente entre mis brazos, descuidadamente adentrando el pañuelo sedoso en mi morral. Sin esperar respuesta salí del ostentoso despacho tambaleándome sobre aquellos lujosos zapatos arrendados desde hace una semana.
Bufé para mis adentros, si tan solo me dieran una moneda por cada vez que debo lidiar con individuos intelectualmente inferiores no estaría obligada a alquilar mi calzado.
Me desplacé con cero sentido de la elegancia, luchando a cuatro manos por no dejar caer aquella guía ni a mi debilucho cuerpo en la mitad de un -ahora- poco concurrido aeropuerto. Miré a mis alrededores algo desorientada, unas pocas personas de la tripulación avanzaban por un pasaje repleto de ventanas frente a mí; reían y caminaban en cámara lenta, dos chicas con los labios colorados y un grandote vestido todo de blanco.
Cruzándome de brazos, avancé suavemente, estirando las piernas y cuello como si fuera un híbrido de garza y pavo real, practicando para aquel día donde me vería obligada a transitar por aquel pasillo de cristal y risas. Avancé -a mi parecer- en cámara lenta, posiblemente viéndome como un ser sin muchas luces en su cabeza. Me distraje al seguir con la mirada a aquellas tres personas sin dejar mi ondulante andar.
Pum.
Todo voló por el aire; mi morral, celular, pañuelo de seda, el manual, y por supuesto, yo.
Sin mucho sentido espacial y con las piernas por cualquier lado, miré entre mis cabellos a aquella silueta que en algún momento me fue cercana. Su cabello ahora más largo me dificultó procesar quién era aquel muchacho, pero sus ojos azules y enfermizos le delataron de inmediato.
"¿Recuerdas lo que te obligue a hacerme aquella noche en el hotel? Te haré algo mucho peor si se te ocurre acusarme, perrita."
Sentí sus manos en mi cuerpo, por todos lados, podía sentir su voz áspera y perversa, mi espalda siendo presionada tan fuerte contra la cama haciéndome sentir las maderas del armazón. El tiempo pareció detenerse en el instante que una sonrisa ladina se dibujaba en sus labios.
Comencé a temblar, con un deje de desesperación creciente comencé a recolectar todas mis cosas. Sin levantar la mirada del piso, vi sus lustrosos zapatos negros debajo de mis ojos, podía sentir sus ojos quemándome la frente, tragué saliva. Mi garganta ardía, estaba a segundos de desarmarme en llanto.
Con los labios temblorosos, le miré desde abajo para encontrármelo con el pañuelo entre los dedos, lo dejó caer. Parecieron horas lo que le tomó a aquel insignificante trozo de tela el tocar el suelo marmolado. Mi corazón se aceleraba como si fuera a salírseme del pecho.
Le miré a los ojos cobardemente. Se hincó lentamente sobre sus pies aún pudiéndome sacar una cabeza en altura, sus dedos envolvieron la mano con la que temerosamente tomé el pañuelo. Ladeó su sonrisa exhibiendo los mismos dientes blancos con los que conseguía a muchas de sus víctimas. -No pudiste esconderte por mucho tiempo, ¿No, ángel?
Intenté inútilmente soltarme de su agarre, lo intensificó. Sus dedos helados me inmovilizaban en aquel suelo brillante. Miré esperanzada a mis alrededores, nadie estaba allí para ayudarme. -Déjame ir, ahora.
Chasqueó su lengua con pura sorna. -Esa mirada desafiante no es lo tuyo, ángel.
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"Entre las dificultades se esconde la oportunidad." - Albert Einstein
PSHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHH!!!!!!!
PLZ DON'T HATE ME...
Como muchas habrán notado, comencé las clases☹ Por lo tanto no he estado actualizando como me hubiese gustado actualizar, no solo esta fic sino todas las demás. Desde el fondo del alma, les pido perdón, realmente quiero que me vaya excelente este año ya que es el último antes de comenzar la universidad.
En cuanto a esta historia, hay muchas cosas por venir, con misterios, amor, pashion(?, y másssssss
Saben que las adoro, haré cualquier cosa para actualizar en los momentos que tenga libre.
Les deseo unas felices Pascuas aunque yo no sea creyente, pasen hermoso! Si siguen interesadas en esta historia me gustaría saberlo ya que honestamente ni sé si la siguen leyendo xD
BESHOSSSS EN LA COLA <3<3<3
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