Ⓔmbarrassed X2 ☹ 4.0

Hiperventilando, con la suerte de alguien con un pésimo karma, me adentré en la cabina de asistentes de vuelo. La rubia me indagó con la mirada. Sus brazos estaban cruzados al igual que sus piernas mientras se retorcía incómodamente sobre su asiento. Me observaba, de a momentos desviando los ojos a la vitrina de copas y platos costosos.

Relamió sus labios. -¿Y bien?-Expulsó bruscamente aire por su nariz, mirándome desde abajo y esperando pacientemente a que me dignara a contestar. Enarcó una ceja cambiando de posición sus piernas. -Mira, no es que me importe, pero es imposible de ignorar el ridículo que acabas de hacer.

Me exalté.

¿Ridículo?

Por todos los cielos, dime que no.

Mis rodillas comenzaron a temblar, la sangre me palpitaba en los oídos. -¿Hi-hice el r-ridí-culo...?

Esbozó una lenta y amplia sonrisa. -Vacilaste en cada palabra, tus piernas parecían estar sobre una de esas plataformas vibradoras del gimnasio, y para colmo cuando esos dos chicos entraron enmudecieron; no en el buen sentido, todos lo notaron.

Apreté mis puños conteniendo el coraje por aquella injusta situación. - Primeramente, Anne...-La chica se inclinó hacia adelante, prestando suma atención. -Sería iluso pensar que no estaría nerviosa en mi primer día...-Rodó los ojos girando sobre el asiento para volver a quedar enfrentada al respaldar del asiento delantero. La escuché resoplar tal y como una niña pequeña. -Segundo, sobre esos chicos... hubo un pequeño incidente antes de abordar el avión.- Y como si de un giroscopio se tratara, la rubia volteó todo su cuerpo en mi dirección de inmediato. Inclinó su rostro unos grados al costado, apoyando su mentón sobre su propia mano. -Los atrapé fotografiando el trasero de una chica que usaba falda, en las escaleras.

Sus labios automáticamente se pusieron en forma de "O", sus ojos anhelantes de que continuara con mi relato. Hizo un pequeño además con la mano que no utilizaba para apoyar su rostro.

Tomé una gran bocanada de aire, lo detallé mejor. La rubia aún con sus ojos inmensamente abiertos, ahora lucía una despampanante sonrisa de oreja a oreja. -Entonces dices que a esos niños les vaya lo pervertido, ¿A que sí...?-Meneó sus cejas sugestivamente. Me removí incómoda sobre mis pies cruzándome de brazos. -Quién lo diría... Los chicos Bangtan tan aparentemente inocentes...

-¿Chicos Bangtan?-Murmuré confundida. Unas cuantas luces se prendieron en mi cabeza. -¿Ellos son la banda esa que viene casi siempre a Estados Unidos entonces? ¿De los que tantas niñatas prepubertas escriben en Wattpad...?

Rodó sus ojos como si hubiese dicho algo idiótico. - ¿Es que no escuchaste absolutamente nada cuando se presentaron?

-Yo no elijo lo que mis nervios deciden privarme de escuchar...-Mordí mi uña. Recién comenzaba el trabajo y ya me estaba comportando de forma incompetente. -Además no es como si fuera la gran cosa, no veo que le ven a esos sujetos.

Bufó silenciosamente. -Todas dicen lo mismo...

Una puerta se abrió de sopetón dejando ver a otra asistente de vuelo, pelirroja y relativamente baja. Fruncí el entrecejo, era la primera vez que la veía.

Anne se puso incómoda en su sitio, bajando la mirada e ignorando a aquella muchacha que tan simpáticamente se acercaba a nosotras. Me extendió la mano, la cogí gustosamente. -Soy Kat, espero que podamos llevarnos bien.

Sacudí su mano. -Olivia... eso espero yo también.

De un momento a otro, su sonrisa se ensancho un poco más, achinando sus pequeños ojos azules. Devolvió su mano al bolsillo de su chaqueta de raso azul. -Como parte de tu entrenamiento, estaré supervisando la forma en la que expones el protocolo de seguridad a los pasajeros del tercer bloque. Me podrás ver hacerlo en el primero, y en el segundo a Anne.

El tercero era el de...

Tragué saliva asintiendo nerviosamente. Me cogió del antebrazo. -Perfecto, ven conmigo.

Y sin tiempo de siquiera digerirlo, las tres nos abrimos paso hacia el primer sector de pasajeros, conformado por las personas del STAFF.

Kat tomó una máscara de oxígeno y un chaleco salvavidas, dirigiéndose hacia el centro del pasillo. Por mi parte, me quede junto a Anne observando la escena. Supuse que la relación entre ambas no prosperaba debido a la forma en la que la rubia la aniquilaba con la mirada cada vez que tenía la oportunidad.

La pelirroja se colocó la máscara, explicando paso por paso su uso y funcionamiento. Algunos escuchaban, otros aún estaban concentrados en sus celulares. Tomó el chaleco salvavidas de forma muy femenina, presumiendo una envidiable sonrisa a todos los tripulantes. Les demostró cómo usar e inflar manualmente el chaleco en casos de emergencia. Finalmente, mostró las salidas de emergencia y puso especial énfasis en retirar los teléfonos celulares y ponerlos en modo avión.

Era el turno de Anne. Nos desplazamos al siguiente sector, pasando por una pequeña puerta de vidrio. Absolutamente nadie escuchaba; algunos dormían, otros comían golosinas que sacaban infraganti de sus trajes costosos.

Pude notar como, a pesar del complicado temperamento de Anne, mantenía la compostura. Repitió de la misma forma que Kat todo el procedimiento, antes de cerrar con una cínica sonrisa por lo frustrada que se encontraba.

Mi corazón martillaba en el pecho. Me miré en el reflejo de un gran espejo a la salida del sector. Respiré hondo, estaba comenzando a hiperventilar. Anne lucía fastidiada, Kat divertida, esta me codeó juguetonamente dándome un guiño, exhortándome a esforzarme. Le sonreí tímidamente.

Aún en la división de los baños, la cual se encontraba entre cada uno de los sectores, me agarré de las paredes, intenté desacelerar mi pulso.

La puerta se abrió de golpe, o más bien, Anne la abrió desde un costado, víctima de su poca paciencia. La miré a punto de matarla, pero no había tiempo para eso...no cuando absolutamente cada par de ojos estaba sobre mi temblorosa persona. Sonreí funesta, sintiendo todo mi cuerpo sacudirse lateralmente a medida que me posicionaba frente a todo el mundo.

Dejé el chaleco salvavidas sobre una mesita auxiliar junto a la puerta, y repetí todas las frases en mi cabeza que había absorbido al leer el manual y al escuchar a mis compañeras. Tomé la máscara.

Sonreí penosa. -Toda la tripulación está más que complacida de trabajar con BigHit, esperamos que vuelemos....digo...que volemos por mucho tiempo más.-Imité el guiño que Kat había hecho al final de esa frase, pero al juzgar por alguna sutil risotada yo e parecía más a alguien con la mitad de la cara dormida. De soslayo vi a Anne pellizcándose el puente de la nariz.

Apreté la máscara de oxígeno entre mis manos, relamiendo los labios con anticipación. Mis rodillas temblaron...allí estaban los dos, mirando cada uno de mis movimientos, uno de ellos con pura sorna, el otro con curiosidad. Apreté mis labios en una fina línea.

-En caso de turbulencias, o por casos personales en los que se necesite respiración artificial....em....asistida....unas máscaras de oxígeno estarán a su disposición sobre sus narices.-Tal como un mimo en una caja, representé a una persona sacando la máscara por encima de su cabeza. Me la coloqué, o por lo menos procuré hacerlo. Escuché unas risitas en el momento que el elástico de la máscara quedó atravesado por la mitad de mi ojo, me giré a mirar la fuente de esa risa como si fuera una avestruz, pero de inmediato recobré la compostura. -Sta...mascra.........-Intenté hablar sin mucho éxito al tener la vía oral totalmente obstruída. -Se...encuntra...sobre cda a...asiento....

Algunos me miraban con pena, otros entretenidos.

Iba a explotar en llanto en cualquier momento, esto era tan humillante.

Me quité violentamente la máscara, el cabello me cayó sobre el rostro ante un evidente rodete desarmado. Mis ojos ardían, respiré fuertemente. Aventé la máscara en dirección a los baños, observé a Anne, me miraba a través de sus dedos, Kat sonreía incómodamente. Me acomodé el cabello con la mano izquierda, tomando el chaleco salvavidas con la otra. La transpiración me caía por los costados del rostro de forma efervescente.

Oh no.

-El chaleco salvavidas, ante un caso de emergencia, se retirará de debajo de sus asientos...

-Si sigues sudando así estaremos necesitando uno de esos pronto...

Miré enervada la fuente de esa voz, frunciendo la nariz, y unísonamente colocándome el chaleco. Un muchacho con cara amargada y pálida susurró en frente a mí, en el asiento consecutivo a mi cuerpo. Hice oídos sordos a aquel comentario, ya veré cuántos laxantes ponerle a su bebida.

Continué mi discurso, palabra tras palabra, cerciorándome de no trabarme para ahorrarme aún más el ridículo. Una vez terminado, desaparecí tras la puerta de vidrio caminando como si la vida se me fuera en ello. Atravesé todas las secciones a toda velocidad, perseguida por mis compañeras de vuelo. Llegué al baño de personal, me encerré en su interior, encapsulándome y añorando perderme allí por siempre.

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Los dos mayores tiranos del mundo: la casualidad y el tiempo. -Johann Herder

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Hola hermoshas....qué desean que ocurra a corto o largo plazo? qué es lo que más les exaspera de la protagonista?

Cuándo este capitulito tenga 10 votitos subo el próximo

beshossss ♥♥♥♥♥♥♥♥♥♥♥♥♥♥♥♥♥♥♥♥♥♥

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