|Narra Olivia|

Un gran peso se situaba sobre mi estómago desnudo, haciéndome difícil la tarea de moverme de mi sitio. Respiraciones calientes cosquilleaban sobre mi piel en un ciclo ininterrumpido. Los rayos mañaneros indicaban la terminación de la jornada nocturna, alumbrando de forma débil y amarillenta aquel cuarto de hotel.

Con los ojos aún entornados observé mis alrededores. La realización me golpeó sin escrúpulo alguno. Aquel par de brazos fornidos envolvían mi cuerpo, y su cabeza descansaba sobre mi torso plácidamente, haciendo que su cabello oscuro y enmarañado produjera unas pequeñas cosquillas con el roce generado por nuestros cuerpos cansados.

El remordimiento no era lo que precisamente recorría mi mente, sino un repentino arrebato de incertidumbre.

¿Qué acontecería luego de que Jeon decidiera levantarse?

¿Qué significaba esto que había pasado entre ambos?

¿Fue únicamente un calentón para él? Porque si de algo estaba segura es que para mí había trascendido ese plano superficial, dejándome completamente anonadada independientemente de que ya hubiese aceptado parcialmente mis sentimientos por este energúmeno.

Como si le hubiese invocado, sus orbes negras observaron las mías expectantes, como si a él le recorrieran las mismas preguntas. Permaneció en aquella posición, observándome desde abajo con sus grandes ojos inquisitivos. Ninguno dijo nada, permanecimos en silencio, mirándonos el uno al otro. Su tenso agarre se mantuvo, y para ser sincera no pretendía que se separara de mí en lo más mínimo. Algunos pájaros y el bullicio del tránsito resonaban.

–Buen día....-Pronunció de forma ronca. Se separó suavemente, sentándose sobre el colchón mas no alejándose de mi cuerpo. – ¿Cómo dormiste?

–Bien...-Murmuré con los colores invadiendo mis mejillas ante su curiosa mirada sobre cada parte de mi piel. Él asintió, sin moverse en lo más mínimo, detallando cada sección de mi cuerpo yaciente. Tragué saliva, debíamos hablar de aquello. –Jungkook, escucha...-Comencé ganándome su atención aún más. –Lo que pasó anoche... bueno...-Me removí de aquella posición, colocándome las sábanas alrededor del torso mientras me sentaba para enfrentarlo. –Creo que deberíamos hablar de eso, ¿No crees?

Separó su mirada de la mía por unos segundos, relamió sus labios de forma nerviosa. – ¿De qué quieres hablar?

Arqueé mi ceja sarcásticamente. – ¿De qué crees?- Bufé. –Del clima...

Sonrió ladeadamente soltando una risa silenciosa, volviendo su oscura mirada sobre la mía. – Pues, ¿A ti te parece que ha estado mal el clima? ¿O te ha parecido disfrutable?- Preguntó con ironía y pura lascivia, mientras se impulsaba fuera de la cama.

No llevaba nada de ropa, al igual que yo, lo cual no era en lo más mínimo un aspecto que favoreciera a la seriedad que pretendía desarrollar en aquella conversación.

Rodé los ojos haciendo caso omiso de su insinuación. –Jungkook...-Le llamé, este giró su rostro en mi dirección mientras cogía una sudadera. – ¿Para ti que ha sido lo de anoche?

Se colocó la sudadera de un sopetón, dándome la espalda. Se encogió de hombros. –No lo sé.- Aquello no me tranquilizó en lo más mínimo, provocando que un sentimiento de malestar se instaurara en lo más profundo de mi mente. –Supongo que algo que ambos queríamos hacer, ¿No?- Tomó unos bóxers que yacían sobre su valija ahora abierta. Se adentró en los mismos con rapidez, girándose a verme. –Escucha Olivia....- Recargó todo su peso sobre una de sus piernas, mirándome con precaución. Se cruzó de brazos de forma algo seria. –Mira, tú sabes de quién estoy enamorado, ¿No?- Buscó confirmar. Le observé dándole un asentimiento de cabeza.

Era una ridícula.

¿Qué me esperaba que contestara a ello?

"Oh Olivia, luego de una noche de pasión me has engatusado"

Aquello era muy poco realista, y de hecho me sorprendía de mi propia ingenuidad al haber pensado en algo como eso.

Su expresión se tornó algo preocupada aunque no se movió de su sitio. Me escaneó con su mirada curiosa. –Entonces si sabes eso, debes imaginarte pues que esto... no cambiará nada entre ambos, ¿No?- Continuó con una de sus cejas arqueadas, uno de sus mechones desordenados cubrió su ojo izquierdo temporalmente. Apreté mis labios en una fina línea bajando la mirada hacia la alfombra lujosa. Volví a asentir, como si me estuviese tratando de una niñata regañada. –Bien... me alegro que estemos en la misma página...-Murmuró aún en un tono inseguro e incierto, posiblemente no creyendo mi confirmación.

Deseaba salir de aquella habitación. Mi malestar incrementaba con el correr de los segundos, sintiéndome asfixiada por su sola presencia. Me puse de pie, haciendo caso omiso a mi desnudez y a su enigmática mirada. Tomé algo de ropa interior de mi valija, junto a un vestido floral, para luego dirigirme al baño en suite.

–¿Estás enojada?- Le escuché tímido, a unos metros de distancia mientras cerraba la puerta detrás de mí.

–No, pero debes irte.-Le hablé escuetamente intentando amortiguar mis arremolinados sentimientos. –Tienes uno de tus eventos ahora, es a las 10.- Recalqué escuchando sus respiraciones pesadas del otro lado de la delgada madera de la puerta. Se mantuvo en silencio por unos segundos, por un momento pensé que se había ido.

Me vestí rápidamente. Luego apliqué algo de maquillaje sobre mi estresado rostro y cepillé la maraña sobre mi cabeza.

–Sí, tengo el evento...-Confirmó en voz casi inaudible, como si de verdad la idea no le emocionara en lo absoluto. Le escuché suspirar y revolver dentro de su valija algunas cosas. –Espero que no estés enojada conmigo, yo desde el principio te dije de lo que esta alianza se trataba.

Asentí aún sabiendo que él no podía verme. Tenía razón, en ningún momento me ha engañado en cuanto a sus motivos detrás de ello.

Sus dedos en mi piel, aún parecían quemar. Sería una larga travesía la que me llevaría a finalmente olvidarle.

Si es que aquello era posible.

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Uf..... 

No estén sorprendidas, ya sabíamos que algo como esto iba a pasar tarde o temprano...

Mañana o pasado actualizo ⁂