✰ITᗩᗪOᖇI YᑌᒍI✰


—Sukuna I'm fine now stop being so dramatic.

And you stop being such a fool.

—¿El abuelo está bien?

Si ya tomó su medicina. —contestó.

—Todo está tan cambiado~ hace mucho no venía a Japón. —exclamó emocionado viendo todo a su alrededor.

Deja de ser tan despistado o vas a perderte y no estoy ahí para salvar tu trasero.

—¡Ya no me molestes! —hizo un puchero.

Por favor Yuji ten cuidado. —habló con una seriedad que pocas veces poseía su hermano mayor.

—Lo tendré tranquilo —sonrió—. Oye Sukuna...

¿Hmm?

—¿Por qué luego del accidente no volvimos a Japón?

Un pequeño silencio se creó al otro lado de la línea, Itadori se encontraba en medio del aeropuerto esperando aquella respuesta que hacía unos minutos rondaba en su cabeza. No, en realidad hace mucho años que estaba allí pero nunca se atrevió a decir.

Porque no había nada allí para nosotros. —respondió.

—Claro que si, papá y mamá.

No Yuji, ya nada nos ataba a Japón.

El pelirosa hubiera seguido la discusión pero una cabellera rubia llamó su atención por lo que prefirió dejar esa conversación para otro momento.

—Ya debo irme, te aviso cuando llegue a mi nueva casa.

Ten cuidado y no hables con nadie extraño ¿entendiste?

—Si, si bye brother~

Yuji corrió hacía donde estaba su manager el cual se encontraba con cara de pocos amigos sosteniendo un cartel con su nombre. Además algunos guardias venían con él, después de todo su fama, a pesar de ser reciente, era la suficiente para que sus fans estuvieran fuera del aeropuerto.

—Al fin llegas.

—¡También es bueno verlo Nanami-san!

—Claro niño ya tenemos que irnos.

Itadori sonrió y siguió al rubio en compañía de sus guardaespaldas, subieron a aquel auto gris oscuro camino al hotel donde se hospedaria unos días hasta obtener un pequeño departamento.
Mientras ojeaba sus redes sociales múltiples mensajes comenzaron a llegar los cuales ignoró por completo con el ceño fruncido cosa que no pasó desapercibida para Kento.

—Idiot. —murmuró enfadado el pelirosa.

—¿Todo está bien?

—Y-Yes! Todo está bien...

—Si necesitas hablar al respecto podemos hacerlo, no quiero que nada te distraiga de mañana.

—Y nada lo hará, tranquilo Nanami-san.

El mayor no muy convencido prefirió no decir más al respecto, gracias al abuelo del menor y los reclamos de Sukuna es que sabía la delicada situación de Yuji. Hasta el momento prefirió no tocar ese tema ya que el concierto era algo importante al cual le habían dedicado mucho tiempo y aún así el menor parecía llevarlo bien.

Llegaron sin más inconvenientes al hotel el cual se encontraba con una pequeña multitud en espera del joven cantante, Itadori a pesar de sus cortos 18 años era alguien muy famoso y popular entre los adolescentes, por lo que no era extraña este tipo de reacción. El pelirosa aceptó tomarse algunas fotos y firmar algunos autógrafos pero lo que más deseaba era descansar con paz y silencio luego de un largo viaje, y así lo hizo tan solo ver lo cómoda que se veía aquella cama.

—Mañana temprano son los ensayos así que más te vale descansar. Sin excusas.

—Está bien~

—Y deja tú teléfono en silencio.

—Claro, lo siento.

Nanami se retiró por el momento para dejarlo a solas, Yuji suspiró y estaba dispuesto a dormir algunas horas antes de cenar pero el constante sonido de su teléfono acabó con su paciencia y justo al tomarlo una llamada entró.

Baby por fin respondes ¿dónde estás?, ¿es verdad que fuiste a Japón? Creí que hablamos sobre eso, era una decisión de ambos.

—¿Quién eres para decidir sobre mi carrera y lo que hago con ella?

Yo-

—Exacto, nada, eso eres. Nada.

Yuji hablemos por favor.

—Llamaré a la policía y te acusaré de acoso, déjame en paz.

El pelirosa cortó la llamada y apagó el aparato al menos por unas horas, necesitaba meditar todo con la cabeza en frío. Venir a Japón había sido una decisión apurada y la cual no pensó demasiado pero no sé arrepentia, era una gran oportunidad para su carrera después de todo, y era lo suficientemente lejos de aquel tipo, lejos de esos sentimientos y lejos de la vida que creyó perfecta.
Comenzaba algo nuevo, algo desconocido pero él no se caracterizaba por ser alguien temeroso en realidad le encantaba la aventura y está parecía ser una muy grande.

—Sukuna ¿puedes dejar de gritar? Son las 8 a.m.

No permitas que ese idiota se acerque a mi hermano ¿entiendes Kento?

—¿De qué hablas? —preguntó con seriedad.

El imbécil está volando a Japón, sus fans no son muy discretas por suerte.

—¿Y crees que viene por Yuji?

—¡Estoy seguro que es así, aumenta la seguridad, contrata a militares si es necesario pero no lo quiero cerca de Yuji!

—No le hará nada.

Me preocupas más lo que Yuji pueda llegar a hacer, él puede llegar a ser más fuerte que yo si está enojado y sinceramente es muy joven para la prisión.

—¿Tan grave fue? —suspiró cansado.

Lo fue para mí hermano y es lo único que importa. Haz lo que sea necesario para mantenerlos alejados.

El pelirosa mayor cortó la llamada antes de que Nanami pudiera responder, ese par de hermanos era su jaqueca constante, y justo ahora debía controlar a uno de ellos.

—¡Buenos días Nanami-san! —debía admitir que estaba sorprendido por ver al menor despierto.

—¿Ya estás listo?

—¡Más que nunca! —sonrió feliz emprendiendo camino hacía el auto primero.

El rubio sintió uns pequeña calma, a pesar de lo mal que podía estar todo Yuji siempre era muy positivo por lo que le costaba imaginar que fue aquello que le dolió tanto al pelirosa para que decidiera dejar Estados Unidos por un tiempo.

Itadori se encontraba emocionado por su primer concierto fuera del país que por tantos años lo vio crecer. Por fin regresaría al lugar donde nació, sentía que esa noche no solo cantaría para sus fans sino que sus padres lo verían donde fuera que estuviesen y se sentirían orgullosos.

✰✰✰✰✰✰✰✰✰✰✰✰✰

—Bien vuelve a decirme por qué te hice caso y vine aquí.

—Porque eres mi mejor amigo y nunca dejarías que una chica tan frágil como yo viniera sola a un concierto. —contestó con un aire de inocencia la castaña.

—Tu delicadeza es tan inexistente como mi buen humor.

—¡Grosero!

—Me debes un gran favor por esto.

—Si, si lo que digas. Ahora deja de quejarte y vamos a nuestro lugar.

—Dime que no gastaste todos tus ahorros en lugares cercanos al escenario.

—Megumi ¿por quién me tomas? —contestó la chica—. Claro que lo hubiera hecho pero no tenía suficiente, no podremos estar tan cerca como quisiera. —lloró dramática.

—Nobara eres un desastre con el dinero. —bufó el azabache.

—Agradeceme que te saque de tu oscuro cuarto depresivo.

—Soy feliz en ese cuarto oscuro y depresivo.

—Pudiste huir de tu padre unas horas...

—Bien eso es verdad.

—¡Todo resuelto! Ahora cállate que está a punto de comenzar. —sonrió entusiasmada.

Al otro lado del escenario un pelirosa era preparado por sus maquillistas y vestuaristas en los últimos detalles. Los gritos de emoción ya se podían oír y eso le daba más energías a Itadori.

—Suerte niño. —sonrió suavemente el rubio.

—¡Gracias!

Entre gritos de sus fans Yuji salió al escenario con una gran sonrisa saludando con sus manos a todo el mundo allí. No solo eso sino que el show sería transmitido por la plataforma especial que la agencia tenía así que su abuelo y hermano estaban también viendolo.

—Hi! How is everyone?! —saludó alegre—. Ah lo lamento aún no me acostumbro al japonés del todo. —rió apenado sacando una carcajada al público.

—¡Te amamos Yuji-kun!

—Gracias —sonrió encantadoramente—. Es mi primer concierto fuera de Estados Unidos y agradezco mucho que sea en el país donde nací, y también muchas gracias por estar presentes así que...¡disfruten de esta noche!

La batería dio sus primeros golpes y la guitarra sus primeros acordes, la música del pelirosa se caracterizaba por una mezcla de pop-rock el cual llegaba a ser muy pegadiza. Todos cantaban a todo pulmón, saltaban y bailaban, menos Megumi que a pesar de estar disfrutando las canciones su emoción no era la suficiente como la de su amiga la cual se encontraba igual o peor a los demás.

De entre todo el público Yuji no esperó encontrarlo pero prefirió fingir no hacerlo y disfrutar de su show, ya vendría el momento exacto para dejar en claro como estaban las cosas.
Las canciones siguieron pasando e Itadori disfrutaba cada minuto que estaba arriba de ese escenario, cantaba como si fuera la última vez. Y así el final de la presentación llegó.

—Estamos pasándola muy bien pero ya debemos acabar —habló haciendo un puchero—. Aún así quiero irme con algo muy especial...

El pelirrosa preparó su micrófono mientras que el público lo veía con curiosidad y no eran los únicos ya que Nanami tampoco tenía idea de lo que estaba sucediendo.

—Esta canción salió de la nada, es muy personal y si alguien aquí se siente identificado en serio...lo lamento mucho.

Sukuna tenía un mal presentimiento y deseaba con todas sus ganas que fuera eso nada más, un presentimiento, pero el rostro triste de su pequeño hermano no daba buenas señales. Aquella persona tan llamativa en el público sintió su corazón volverse pequeñito de repente y no entendía exactamente el por qué.

Despertar por las
mañanas es difícil
Te extraño, aunque
no tenga sentido

Me duele el pecho al respirar
Cuando todo lo que veo
Son historias de nuestro
amor tan intenso...

Pero aún así no fue suficiente

Había comenzado con una paz que era intranquila, no solos los que estaban allí veían cada movimiento y esperaban la siguiente estrofa, sino que la familia del pelirosa también estaba espectante a lo que estaba por suceder.
Y el escribillo con mayor significado llegó.

Dime...
Dime...
¿Desde cuándo empezaste
a amar a alguien más?

¿Te importó cuando rompiste
mi corazón en pedazos en
la cama de alguien más?

Por qué no solo lo tomas
y te vas al infierno

La banda tocaba y Yuji veía por momentos al suelo y otros al responsable de su dolor. Ya no aguantaba más, necesitada dejar todo y seguir adelante. Necesitaba olvidar el dolor de una vez por todas.

Está es mi última
despedida amor
Espero que ambos
se pudran en el infierno

Ya no había calma, la paz se esfumó por completo, solo quedaba un joven roto y con un gran dolor que poco a poco abandonaba su cuerpo a través de una canción.
Megumi escuchaba impresionado al pelirosa, no sólo por su voz sino por lo mucho que transmitía.

La música se volvió más suave, al igual que la voz de Itadori, pero solo era la calma antes de la tormenta.

Dime...
Dime...
¿Desde cuándo empezaste
a amar a alguien más?

¿Te importó cuando rompiste
mi corazón en pedazos en
la cama de alguien más?

Por qué no solo lo tomas
y te vas al infierno

La última estrofa acabó sin la banda, tan solo con un tono desgarrador por parte de Yuji y luego silencio. Había visto directamente a esos ojos azul cielo y dicho todo lo que esas semanas atormentaba su mente.

"Vete al infierno Satoru"

Los aplausos hicieron presencia en el lugar e Itadori no hizo más que agradecer desde el fondo de su corazón para luego bajar del escenario siendo recibido por un golpe en su cabeza.

—No me dijiste nada de esto.

—Era una sorpresa Nanami-san. —rió nervioso por el aura amenazante del rubio.

—Que sea la última vez —le regañó—. Estuviste muy bien hoy, buen trabajo.

—¡Gracias!

Una llamada interrumpió la conversación, el pelirosa contestó con su tópico tono feliz escuchando atentamente lo que decías al otro lado de la línea.

—¿Era tu hermano?

—No, la agencia. Quieren verme mañana para una reunión.

—Debes dormir temprano entonces, vamos.

—¿Eh?~ ¡¿no vamos a festejar mi gran noche?!

—Bien, solo un poco.

Yuji festejó feliz junto a todo el equipo que había estado involucrado en el gran show olvidando así por unos momentos de aquel albino desgraciado.
Aún así las cosas no serían fáciles a partir de ahora.

✰✰✰✰✰✰✰✰✰✰✰✰✰✰✰✰

Ya en el próximo se encontrarán!!

Espero este capítulo haya sido de su agrado, nos leemos pronto bye~

Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top