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– Pokey, uhm...

El estudiante de primer año de la Universidad T de la Facultad de Economía frunció el ceño cuando se dio cuenta de que los bocadillos que quería comprar estaban agotados.

Esa era la tercera tienda que visitaba en su búsqueda.

Tae Hyung no era particularmente aficionado a esos bocadillos, pero los mayores de su club culinario enviaron un mensaje a LINE pidiéndole que comprara algunos de estos bocadillos para decorar el postre ordenado por los clientes.

Pero Kim ni siquiera podía imaginar que ese bocadillo se agotaría tan rápido.

El chico entró en la tienda y se dirigió al estante, tomó dos cajas de pretzels con maíz, el sabor original y fue a la caja para pagar.

– Bueno, puedo hacerlo fácilmente yo mismo...

Ese día Tae no tenía clases durante el día.

Por lo tanto, fue inmediatamente al club y desempacó los pretzels con sal.

Luego abrió el refrigerador, sacó chocolate negro y claro, lo rompió, los puso en un tazón y luego procedió a derretir.

El chico probó cuidadosamente un poco, agregó un poco más de chocolate negro y lo mezcló.

Tae Hyung lo retiró rápidamente del fuego cuando la textura se volvió bastante espesa, antes de que el chocolate fuera digerido.

Luego tomó los pretzels y vertió chocolate derretido sobre ellos, dejándolos congelar.

A pesar de que Kim no era fuerte en los bocadillos de estilo occidental, haciendo pan o chocolate, todavía trató de cocinarlos, no queriendo detenerse a la mitad.

Cubrió el pokey con chocolate oscuro y claro, algunos de ellos parecían realmente interesantes.

– Mmm, huele delicioso.

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Los mayores abrieron la puerta de la oficina del club y entraron con los demás.

Llegó bastante a tiempo, porque todo el chocolate estaba completamente congelado.

– ¿Qué? Después de todo, usted escribió en LINE que no había pokey en la tienda. Entonces ¿que es esto?

– ¡Hermoso, es bonito, muy bonito!

Uno de los mayores se acercó lentamente y eligió uno de los pretzels que preparó Tae Hyung.

– Bueno, compré pretzels y yo mismo los cubrí con chocolate derretido. Fue muy divertido.

– Genial, entonces, podemos preparar Parfait* para clientes. Podrían estar decepcionados con nosotros solo por un pedido. ¡Muchas gracias, Tae Hyung!

*Parfait es una palabra francesa que significa literalmente "perfecto" y viene a denominar a un tipo de postre helado inventado en 1894. El postre es similar a la bomba helada y a menudo se elabora en el mismo molde*

Tae Hyung solo negó con la cabeza, sonriendo a los demás miembros del club, luego se puso el delantal y se puso a trabajar en el parfait.

Colocó copos de maíz en el centro de un tazón limpio, en el fondo, luego los cubrió con crema fresca, chocolate espeso, mousse de café, lo decoró con frutas en rodajas y lo colocó sobre los bocadillos recién preparados.

Quizás debería probar algo similar con los postres tailandeses.

El chico parecía lo suficientemente serio cuando se desplazó por muchas opciones de postres en su cabeza. 

Continuó pensando y no se dio cuenta de que eran las seis de la tarde.

Aún quedaban pokey's por lo que el mayor del club decidió compartirlos con todos los miembros presentes. 

Kim trató de rechazar cortésmente, pero al final todavía eligió un pokey de color oscuro con un patrón claro, y luego se dirigió rápidamente a casa.

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El cielo ya se había oscurecido porque ha llegado la estación fría.

La luz de la universidad iluminaba el camino del chico.

Agitó el pokey en su mano y silbó en silencio.

Ding...~♪

Tan pronto como llegó al estacionamiento, el silencio se rompió por el fuerte sonido de notificación en LINE.

Tae Hyung levantó el teléfono para echar un vistazo.

Tae alzó las cejas.

¿JungKook se burlaba de él nuevamente enviándole la etiqueta del "lunes", o realmente preguntó en serio?

No se le ocurrió nada más, por lo que el chico respondió directamente.

Tae Hyung reflexionó mientras se dirigía hacia su auto.

Cuando llegó, se metió un bocadillo en la boca para sacar las llaves del auto de su bolsillo.

Tae estaba masticando su bocadillo crujiente, sin saber de dónde su novio sacó esa pregunta.

Día tras día, a Koo le gustaba cada vez más burlarse de él.

Tae Hyung asintió y presionó el llavero para abrir las puertas del auto, y se paró al lado del baúl, con la intención de poner sus pertenencias allí.

– ¿Entonces debes saber qué día es el 11 de noviembre?

Alguien empujó y cerró la puerta del baúl (cajuela).

Tae casi logró asustarse, pero el olor familiar y la profunda voz del hombre que le había dicho eso en su oído borraron el miedo.

Kim se giró lentamente para mirar al bromista.

No sabia cuánto tiempo lo había estado siguiendo.

– JungKook hyung...

Tae Hyung quería decir algo, pero su boca estaba ocupada con bocadillos.

Quería empujar a Yeun, pero el contrario presionó ambas manos contra la puerta del auto.

– Eres tan desatento, cariño... Hyung te llamó, pero no escuchaste, en lugar de eso tarareaste por lo bajo. Entonces te observé en el camino hacia el auto.

El más alto regañó a su pareja, y las mejillas del segundo parpadearon de vergüenza.

¿Él lo miró desde que comenzó a tararear?

¡Esto significa que Koo vio todo lo que hizo!

– En cuanto a mi pregunta... ¿Sabes que hoy es un día inusual?

El chico sacudió la cabeza vigorosamente, no sabía nada de eso.

Jung chasqueó la lengua y sonrió.

– Hoy es el día en que los amantes comparten una varita para dos.

– ¿Qué?

Tae no había escuchado nada igual desde que nació.

– De boca en boca...

Los hermosos ojos de enfrente se oscurecieron, pero aun así parpadearon, lo que asustó a Kim.

Tae Hyung bajó la mirada por la incomodidad, agarrando sus libros con fuerza en sus manos.

– Kim Tae Hyung...

JungKook susurró con confianza en su oído.

Los labios calientes de su novio provocaron unas mejillas sonrojadas, haciendo que el chico opuesto se congelara.

– ¿Puedes compartir con hyung, eh, bebé?...

Yeun dijo mientras sus ojos estaban clavados en el bocadillo en la boca de Tae Hyung, de los cuales solo quedaba la mitad.

Kim vaciló un poco, después de todo, todo estará en orden si simplemente alimenta a su pareja.

Todavía con la mitad de la mitad del bocadillo.

Los ojos cristalinos se veían de manera diferente, y Tae Hyung asintió.

Se acercó a la cara de JungKook, temeroso de moverse, y permitió que el más alto mordiera, terminando la "ceremonia".

Pero la verdad es que nuevamente fue engañado...

Tae se sorprendió cuando Koo se inclinó, mordió la punta del bocadillo, y se acercó a los labios.

Sus ojos se encontraron tan de cerca que hizo que el corazón de Kim latiera más rápido.

Sintió que el calor se extendía por toda su cara.

Un temblor apareció en todo el cuerpo al mismo tiempo que el bocadillo se hizo más pequeño. 

Tae Hyung apretó más los libros.

JungKook se acercó...

Hasta que Tae sintió su aliento caliente.

Y finalmente, Tae Hyung sintió que los labios suaves y húmedos tocaban los suyos...

– ¡Ahhh! Mmh...

JungKook abrió la puerta del auto y empujó a Tae adentro, sentándose, y luego cayó de nuevo a sus labios.

Una lengua cálida y húmeda empujó hacia adentro hasta que Yeun probó el sabor del chocolate en su boca.

Los libros cayeron al suelo y Tae Hyung levantó la mano para agarrarse del hombro de su mayor.

Abrió la boca para responder un beso apasionado instintivamente tocando su cuerpo con el de JungKook.

La dulzura del chocolate los intoxicaba...

Kim respiraba con dificultad cuando el más alto se apartó.

Koo volvió a tocar varias veces con un beso los labios enrojecidos y frotó cuidadosamente las mejillas de Tae Hyung para que se recuperara.

El joven parecía abrumado por las emociones.

Jung se aprovechó secretamente de la situación, pero Tae, por supuesto, no lo sabía.

El niño frunció los labios, todavía sintiéndose emocionado, y su corazón latía con fuerza.

Condujo a JungKook de regreso al estacionamiento, al lado del edificio administrativo.

Koo le dio unas palmaditas en la cabeza a su pareja un par de veces antes de irse a casa.

¿Buenas noches verdad?

Tae Hyung frunció el ceño, pensando en ello.

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Cuando llegó al departamento, arrojó su bolso y levantó el teléfono para llamar a su mejor amigo.

– Minnie, quiero preguntarte algo. ¿Conoces el día pokey?

[Por supuesto]

Se echó a reír a través del altavoz.

[Sabes que eso es hoy, ¿verdad?]

– Entonces... Sabes sobre...

Tae Hyung suspiró, reprimiendo la vergüenza que amenazaba con matarlo.

– ¿Deja... Un beso?... Ah, el juego es así, ¿verdad?

[A los japoneses les gusta jugarlo. Tete, ¿no lo sabías? Compiten, mordiendo pokey de dos lados cada uno. El que se detiene primero pierde. Si ambos siguen comiendo el bocadillo hasta el final, eventualmente se besarán. La persona que roba más larga es declarada la ganadora]

Explicó el chico, riendo.

[¿Por qué preguntas?]

La cara de Tae se puso roja, sin mencionar sus labios cuando recordó que JungKook usó su lengua para robar todas las piezas restantes de su boca.

– Escuché sobre esto de los miembros del club. ¡Gracias, Jiminnie!

Kim continuó la conversación durante un par de minutos antes de desconectarse.

...¡JungKook hyung! ¡Me engañaste!

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– Oh, ¿qué bocadillo comes hoy, oppa?

JiWoo miró a su hermano mayor, que estaba mirando televisión, sentado en el sofá y en su regazo yacía una conocida bolsa roja con bocadillos adentro.

JungKook masticó crujientes palitos de chocolate.

No respondió a su hermana menor, sino que sonrió levemente.

Eso la confundió bastante.

El bromista tomó la siguiente merienda y mordió con una sonrisa.

– Que tengas un buen día.

Murmuró suavemente.

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Se supone que esto sería un Extra, pero debido al choque de fechas preferí hacerlo un Especial de Febrero.
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Atte. ⚜☦ Ðҽʋιℓ Ɱιɳ ☽⋆