– ¡Padre!

La palabra pronunciada inmediatamente sumergió la habitación en silencio.

Jae Hyun miró sospechosamente a su padre y al chico que estaba abrazando a su sobrino en medio de la habitación.

Cuando se dio cuenta de que Tae Hyung fue encontrado, se sintió aliviado de sentarse en el suelo.

Su padre lo miró como si supiera dónde buscarlos.

Al principio, nadie creía, todos pensaban que el hombre comenzó a alucinar.

Pero, cuando Jae vio la mirada confiada de su padre, se dio por vencido y condujo el automóvil para llevar a todos a este departamento.

En el camino, NamJoon contó cómo estaba buscando información sobre Tae Yung y Joong Guk.

Era una tontería, pero lo que sucedía entre los dos era la respuesta a todas las preguntas.

El joven alto y moreno era definitivamente el hermano mayor de Jae Hyun...

– Joong Guk hyung...

– ¡No quiero!

La voz de Tae Hyung dejó en claro a todos acerca de sus sentimientos.

Todo el cuerpo del chico estaba temblando.

Las imágenes del pasado y el presente que aparecían en su cabeza eran confusas.

Miró con los ojos muy abiertos al hombre de cara pálida en silla de ruedas.

– ¡Asqueroso! ¡Eres un tonto! ¡No quiero! ¡Fuera! ¡Vete!

– ¡Tae!

Koo intentó mantener el cuerpo de su novio, pero continuó resistiéndose.

– TaeTae, hyung está aquí. ¡Mírame, cariño!

Los ojos enrojecidos y cansados de Jung temblaron, mirando a su novio.

El menor sacudió la cabeza y siguió llorando y temblando por el frío y la ira.

– Este hombre... Tenía una pistola... Te dije que no quiero esto. No quiero volver a ver esto. Sangre roja, cuerpo insensible... No quiero volver a verlo.

– Suficiente...

Yeun abrazó a su amado con más fuerza, incluso amenazando con lastimarse.

Incluso si sangra.

No le importaba.

Temía que si soltaba la mano de su bebé esta vez, nunca volvería.

– No volverás a ver esto.

JungKook besó a su novio en la frente.

– Ni armas, ni nada más. Cálmate, todo está bien.

Trató de calmar a su niño, acariciando su espalda.

Pero, en lugar de recuperarse, Kim empujó a su pareja con fuerza.

– ¡No te acerques a mí!

Después de alejar a su novio, el menor comenzó a retirarse a la pared.

Su respiración se volvió pesada, Tae Hyung estaba tan mal como si se estuviera muriendo.

Miró el sofá frente a él y de repente vio imágenes del pasado.

Un chico alto que yacía allí, cubierto de sangre.

– ¡No!

– ¡Joong Guk hyung! ¡No me dejes, hyung!

Tae se agarró la cabeza y siguió gritando en voz alta, y luego cayó al suelo.

Incluso cuando su amante se apresuró a abrazarlo, continuó agitando las manos sin levantar la cabeza.

– ¡Tae!

Su madre recientemente se bajó del avión para ver a su hijo, y en cambio estaba extremadamente sorprendida.

Ella escuchó la historia de Joon y no podía creerla.

Pero los síntomas de su hijo eran claramente anormales.

Se secó las lágrimas, tratando de abrazar a su hijo.

¿Desde cuándo Tae Hyung vio esas cosas?

¿Cuánto tiempo sufrió esto?

Pero antes de que pudiera correr hacia su hijo, fue agarrada por la mano.

– ¿jae Hyun?

– Tae Yung...

Jae Hyun se acercó a los chicos, pero se detuvo a medio camino porque ambos lo miraron con horror.

– Nadie quiere separarlos de nuevo.

Se puso en cuclillas y miró a su sobrino.

– Mi padre estaba muy triste, ¿entiendes?

Continuó, cuando se dio cuenta de que los chicos se congelaron y lo escucharon.

– Esta habitación... No, él compró todo el edificio.

Un hombre de cincuenta años sonrió tiernamente a ambos muchachos.

– La habitación fue ordenada todos los días. Todas las cosas fueron reparadas, y durante treinta años se ha mantenido intacta.

Señaló con el dedo alrededor.

Por el momento, Jae habló en nombre de su padre.

Relató lo que hizo que su padre sufriera tanto.

– Esas cosas que están en una caja de metal. Fue mi padre quien los mantuvo allí.

Dijo, mirando al chico con un extraño color de ojos:

Verde-gris.

– Ese día, padre tomó la llave de esta habitación. La sostuvo en sus manos y con lágrimas en los ojos examinó el nombre de su hijo, grabado en el llavero de estas llaves. Padre... Te ama. Todo este tiempo realmente te extrañó, Joong Guk hyung...

Lágrimas cálidas fluyeron de las comisuras de los ojos.

Su hermano menor pronunció un discurso cálido y modesto, como si tratara de decir algo que no tuvo tiempo en el pasado.

Koo miró al viejo en una silla de ruedas.

Su corazón dio un salto mortal cuando notó lágrimas en su rostro.

– Padre se puso tan flaco. Él ha hecho mucho.

El padre, que era tan arrogante, ahora se ha vuelto tan débil.

– Tae Yung...

Esta vez, Jae Hyun miró a su sobrino.

El miedo era claramente visible en los ojos de Tae Hyung.

– Tu padre también estaba triste.

El niño continuó sollozando, arrugó la camisa de su novio en un puño.

La palabra "padre" hizo que su corazón latiera más rápido.

–Tu padre lloró mucho...

Jae  recordó el pasado distante.

Siempre lo recordará y nunca lo olvidará.

Después de que le explicaron a la policía y limpiaron la escena del crimen, los cuerpos de los chicos fueron lavados y acostados como si solo estuvieran durmiendo.

Ambas familias tenían la intención de celebrar un funeral con urgencia, porque no podían soportar la sensación de perder a sus seres queridos.

– Déjame hacer esto...

Dijo el padre de Tae Yung con voz ronca.

Cerca estaba su hija con los ojos hinchados y enrojecidos.

La madre no pudo soportar el dolor y perdió el conocimiento, por lo que no estaba allí.

Pidió el funeral de los dos muchachos.

Dejar que sean enterrados juntos, en el mismo ataúd cercano.

Las lágrimas continuaron fluyendo continuamente, mientras el padre hablaba.

Separó a su hijo de su amante, y no valió la pena.

Ahora, al menos, quería hacer algo por los dos, aunque ya era demasiado tarde.

Ambas familias tenían el corazón roto y nadie se opuso a tal idea.

Antes de trasladar sus cuerpos al ataúd para colocarlo cerca, el padre de Tae Yung continuó tocando la cara de su hijo más allá del amor.

Luego se inclinó y besó a su hijo por última vez.

Su hijo...

El que había deseado por tanto tiempo.

Un niño especial que ahora parecía que solo estaba durmiendo.

– No pude convertirme en un buen padre.

El hombre tomó un hilo rojo y lo ató cuidadosamente al dedo de su hijo.

– Pero tu padre te amaba, te amaba tanto.

Cuando se aseguró de que el hilo estuviera bien apretado, extendió el otro extremo al segundo joven.

Los ojos del hombre miraron al chico quien amaba su hijo.

Sofocó un sollozo y asintió con la cabeza al otro hombre, luego levantó una mano fría, atando el otro extremo del hilo.

– El hilo rojo los devolverá a los dos.

Dijo lentamente, con voz débil.

– No pueden estar juntos en esta vida, pero el padre suplica, para que vuelvan a encontrarse de nuevo en la próxima.

Tal vez el hombre no hizo mucho, pero hizo todo lo posible.

– Padre te deja el cuidado de Tae Yung a ti, Joong Guk. Cuida a Yunggie... Así como también el corazón de su padre...

– Padre... Padre...

Tae Hyung sintió como si hubiera retornado, y no quedaran más lágrimas.

Si la sangre pudiera haber estado fluyendo en su lugar, entonces ciertamente se habría drenado de sus ojos ahora.

El corazón de Tae Yung derramó lágrimas mientras el hombre frente a él lo abrazaba y lo sostenía en sus brazos.

JungKook sintió que el hombre dentro de él estaba arrasando, culpándose a sí mismo por ello.

Lo acusa de darse por vencido, lastimado y haber traído a todos un profundo sentimiento de arrepentimiento.

Su pecado los trajo de regreso, obligándolos a recordar todo y sufrir.

El suicidio no podría ser la decisión correcta.

Es solo un escape egoísta...

Jae Hyun se secó las lágrimas.

Al enterarse de que Joong Guk estaba muerto, Jung Woo estaba tan enojado con su padre que no quería volver a verlo.

Lloró incontrolablemente en su habitación durante varios largos meses.

Al final, fue a estudiar a América hasta que conoció a la madre de Tae Hyung allí.

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– Jae Hyun hyung, ¡tuve un hijo!

El día en que su hermano menor, que ya había partido hace mucho tiempo, lo llamó, el policía tuvo que pedir unas vacaciones para que todos pudieran ir juntos a ver a su familia.

– Tan dulce.

Hyun tocó la mejilla de un bebé acostado pacíficamente en una cuna.

La boca del bebé se abrió ligeramente mientras continuaba durmiendo.

Se veía guapo y amable.

– Hyung, llamé a mi hijo... Tae Hyung.

Woo frotó suavemente la pequeña mano del bebé.

– Tae Hyung, significa "valor". Él puede resistir cualquier cosa.

El tío se inclinó y sonrió cuando vio que el niño movía sus labios, tratando de sonreír cuando escuchó su nombre.

– Hola... ¿Eres Tae Hyung?

– Joong Guk hyung, ¿me oyes? Tuviste un sobrino a quien le diste un nombre...
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Jung Woo nunca volvió con su padre, incluso después de graduarse en Estados Unidos.

Por lo tanto, no sabía cuán triste estaba su padre por lo que había sucedido.

Dijo que era su castigo por lo que había hecho en el pasado, por la sangre que había sido derramada ante sus ojos.

Incluso cuando resultó que Jung Woo estaba gravemente enfermo, todavía no le dijo una sola palabra a su familia.

Después de caer en coma, Woo nunca descubrió que, después de la muerte de Joong Guk, su padre decidió abandonar el negocio y limpiarse cumpliendo esta promesa.

– Joong Guk hyung... Después del funeral, seguimos en contacto con la familia de Tae Yung hasta que el
padre Yung enfermó gravemente y murió. Mi padre prometió que él se encargaría de todo lo relacionado con hyung: desde asuntos familiares hasta este condominio.

» Ayudó a Yeji, la única hermana de Tae Yung, que vivía sola, dándole toda la tierra. Tiene derecho a ser dueña de este edificio. El último grupo de personas se mudará a finales de este mes. Mi padre trató de terminar lo más rápido posible, mientras que él podía actuar de forma independiente.

– No te enfades con tu padre, hyung. No te enfades con el padre, con Tae Yung. Tus padres lloraron mucho.

Yeun abrazó el chico con fuerza en sus brazos.

Se miraron el uno al otro, y de repente las palabras de Luang Poe fueron recordadas mientras ambos mostraban respeto al monje en Año Nuevo.

Estas palabras claramente estallan en la conciencia.

El perdón es muy importante, en lo adelante.

– Hyung lo siente.

JungKook tomó la mano de su amado entre las suyas y comenzó a besarlas sin interrupción.

– Perdón por no haber sido lo suficientemente fuerte.

– Hyung lo siente, eso hizo que todos sufrieran.

Dijo Koo.

Se inclinó y besó la frente húmeda de Tae, susurrándole al oído:

– Fui estúpido y egoísta. Pero hyung los ama a todos: Padre, madre, hermanos, hermanas... Y Tae Yung, te amo mucho Tae Tae.

Yeun se inclinó y tocó la frente de su menor con su frente, continuando en un tono suave.

– Lo siento, mi niño. No quiero ver cómo sufres y te enojas más.

El joven miró confundido a su amado.

Se acarició la cara puntiaguda, tocando la cicatriz en la sien con un corazón que se hundía.

Tae Yung temblaba, los sentimientos dentro eran confusos.

Miró al hombre al lado de la puerta.

Miró al anciano, cuyo rostro estaba lleno de lágrimas, y a la madre, que seguía llorando, temiendo que su hijo la dejara.

Una vez cometió un error.

No lo repitas de nuevo.

Yung estaba acostumbrado a creer que era fuerte, pero en realidad no era así en absoluto.

Estaba tan débil que su ira dominaba sus propios pensamientos.

Amaba mucho, pero estaba muy enojado.

Muy decepcionado, pero sentía mucho dolor.

Joong Guk aceptó su acto.

Se arrepintió y aceptó las consecuencias.

Todo estaba bien con él, mientras que Tae Yung resistió obstinadamente los malos recuerdos, incapaz de aceptar la verdad.

Todo lo que hizo fue huir, culpando a su amado por todo.

– Lo siento...

El niño estalló en llanto.

– Lo siento...

Sus brazos se envolvieron alrededor de los anchos hombros de Koo.

El chico se presionó contra su pecho y dejó que las lágrimas volvieran a derramarse.

– Amo a hyung...

– Amo a Joong Guk hyung, mucho... Te amo.

– Te amo.

El amor los quemó hasta tal punto que casi los cegaron.

A veces, caminando por un cierto camino, tenemos que enfrentar el dolor.

– Te extraño mucho...

El joven sacudió la cabeza.

– Hyung... Hyung... También te extraño.

Por primera vez después de la muerte, después de treinta años de separación, llegó el día en que realmente se encontraron de nuevo.

El hilo rojo permitió que los amantes no correspondidos se volvieran a encontrar...