La noche estrellada y la luna llena, una melodia suave, dulce y tersa cuál miel llegó a sus oídos. Rápidamente el miedo hizo presencia; e ahí, escondida tras unos arbustos llegaba un dilema ¿estaba haciendo bien en a ver ido tan de noche? Y, si, extrañaba a sandy, no lo podía negar pero, aun así ¿el riesgo valía la pena? Y mucho más allá de eso, la razón de su miedo era aquella melodía, acaso ¿estaba alguien más allí?

Al final, embelezada, casi hipnotizada, por ese sonido se abrió paso entre los  arbustos y, simplemente una sonrisa aparecio.

Camino sin producir ruido alguno, intentando pasar desapercibida, observando maravillada como este hacía un sonido tan bonito desde sus labios. Sandy solo se dio cuenta de la presencia ajena cuando se sentó a su lado, e ahí su anhelo.

–hola, ¿como est- –Fue lo único que pudo decir ya que, al terminar esas palabras, un dedo de la joven toco sus labios, solamente con la intención de que callara. La cual acato.

–¿que hacer sandy con sus labios antes? –preguntó ingenua para apartar su dedo de la boca del contrario y que esté le pudiera dar una respuesta.

–¿hablas de cuando te pregunté cómo estabas? –ser ingenuo es una cosa, pero sandy talvez no entraba en esa categoría. Nita negó con su cabeza a modo de respuesta, sandy lo pensó con más detenimiento y, de pronto se le prendió el foco–¡oh, ya!, ¿Hablas de cuando estaba silbando?

La chica asintió con fuerza y el otro simplemente sonrió, ya extrañaba las preguntas de la contraria y como sus ojos se iluminaban cuál estrellas cuando descubría algo nuevo.

–¿como sandy hacer eso?, ¿Ser cosas de adivinos? –una fuerte risa de parte del de ojeras se escucho después de su pregunta. En verdad que extrañaba todo eso.

–no nita, silbar no es algo de "adivinos", se utiliza para llamar la atención de alguien o para cantar canciones –respondió después de que terminará de reírse, aunque aún así perduraba una sonrisa.

–sandy enseñar a nita a silbar –y, en vez de sonar como una pregunta o petición, sono más cómo una orden.

–está bien. –dijo con una sonrisa y después se sentó bien – solo tienes que hacer una "o" con los labios y soplar.

–así. – dijo para literalmente formar una "o" y soplar, sólo logrando sacar aire y saliva.

Una sonrisa ladina apareció en los labios contrarios y, es que, el hecho de volver a estar ahí le hacia realmente feliz, todo eso, junto a ver como nita intentaba silbar y no lo lograba.

–no nita, lo haces mal, déjame ayudarte. –dijo en una pequeña risa que finalmente sacó.

Se atrevio a cortar la distancia que los separaba, tomando a nita de sus mejillas con delicadeza y, podía jurar, que su piel era más suave que la seda. ¿que estaba pensando? Ni el lo sabía, sólo se estaba dejando llevar; pudo ver sus labios, lucían tan suaves y rosados aún con la oscuridad de la noche. Tan rápido como había empezado aquello, terminó cuando pudo sentir ambas respiraciones mezclarse, no podía hacer eso, aún no.

Nita lo observó con intriga, expectante y confundida por lo que acababa de suceder, genial otra pregunta sin respuesta.

Sandy solo tosio falsamente mientras se alejaba, tratando de cierta manera cubrir su error.

–déjame ayudarte. –volvió a decir para agarrar otra vez las mejillas contrarias, ahora desde una distancia más segura, para que sus labios se pusieran bien –a ver, vuelve a intentar.

Y sin más lo hizo, soplo y no salió saliva, sino el intento de una melodia.

–!Nita silbar!, ¡Nita hacer sonido con boca! –expresó con gran emoción la ozesna mientras se señalaba a sí misma – ¡nita agradecer a sandy!

–¿hu?, Claro no hay problema –dijo un tanto desconcertado, aún seguía pensando en lo que estuvo apunto de hacer y en cierta forma se arrepentía de no haberlo hecho. –despues de todo no es gran cos-

Y sin esperarlo, un abrazo se le fue dado, interrumpiendo otra vez sus palabras.

– ¡gracias!, ¡Gracias!, ¡Gracias! –seguía diciendo la chica mientras lo apretaba más fuerte.

Sandy no dijo nada, solo disfruto la muestra de afecto. No todos los días tenías un abrazo de nita.

–y, ¿sandy enseñar canción a nita? –preguntó para después romper aquel abrazo; mirándolo otra vez con sus grandes ojos, que de cierta forma lo ponían nervioso, aún que no los podía ver del todo bien.

–claro, pero va a ser algo difícil.

–entonces nita venir las veces necesarias –expresó con una gigantesca sonrisa.

–eso... Me gustaría. –ambos se miraron sonrientes y, sin notarlo por la oscuridad, sus caras compartían el mismo color rojo.

Y sin más la noche paso entre pláticas triviales y uno que otro juego de atrapadas. Otra vez todo volvía a la normalidad.

O casi.

Saben tengo esto hecho desde el 22 de enero y apenas, después de un mes, me digno a subirlo xd

Es que apenas ahorita me parece este capítulo aceptable, además de no se porque rayos puse la explicación de como silbar si yo no se :'c

Siento que le falto un poquito de sentimiento pero pos creo que ta bien por ahora.

Gracias por leer uwu