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°Salida de Amigos°
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Era una hermosa mañana con una brisa gélida abre los ojos del cielo gris para admirarlos con su mundana existencia eterna.

América despertaba con desgano, saliendo de su espaciosa habitación tan solitaria y lúgubre que solía guardar sus secretos como una caja negra cuyo candado de oro que es su corazón esta cerrado y la llave misma yace extraviada.

Es lo mismos que sucede con el corazón de Israel, aquella muchacha que se enamoró de alguien del que no debía hacerlo, no escucho y sufrió bastante. Sufrió por sus errores y las marcas en su cuerpo son muestra de ello, muestra de que aveces el mundo no es un jardín de hermosas rosas fragantes mas al contrario algunas poseen aromas engañosos que poco a pico se van convirtiendo en pestilencia que condena tu alama al sufrimiento mas tétrico en vida.

Sus pasos son ligeros, da del mismo modo suaves bostezos que apenas se escuchan mientras va bajando en dirección a la habitación de huéspedes donde la hebrea estaba hospedada.

Toma la perilla entre sus manos y le da una ligera vuelta evitando a toda costa generar mucho ruido que de algún modo lograse perturbar la tranquilidad de su invitada.

Cuando se adentro sus pasos se hicieron más ligeros evitando a toda costa generar mucho ruido, pudo verla descansando con tranquilidad y paz, su rostro emanaba una paz espectral muy envidiable, poseía largas pestañas azules que cubrían sus ojos, sus labios se notaban aun mas rosáceos que nunca y las muñecas de sus manos mostraban cicatrices que provocaban en el un sentimiento de curiosidad.

Paso con delicadeza sus dedos largos por las mejillas de la hebra sintiendo su suave piel entre sus yemas, era tan suave como el pétalo de una rosa y a la vez como el de una pluma. Su mirada se pierde en sus facciones faciales tan finas, tan delicadas como el de una escultura de cristal, ve como de a poco sus ojos se abren con delicadeza parpadeando varias veces.

-America?.-pregunta incrédula y soñolienta mientras toma una postura semi erguida permaneciendo aun en la cama.

América retiro rápidamente su mano, estaba nerviosos y sonrojado, veía por el rabillo del ojo como despertaba angelicalmente, sus cabellos lucían mas alborotados que nunca casi pareciendo una planta rozadora del desierto.

-good morning Israel.-emitió feliz, una sonrisa que cubre su nerviosismo evidente es todo lo que puede regalarle a la hebra este instante.

Si bien Israel recién despertaba apenas entendía lo básico por lo que simplemente sonrió, estando distraída como siempre pensando en mil y una cosas no logro escuchar su saludo. Rápidamente empieza a frotarse los ojos con suavidad para estar aun mas despierta y consciente.

-Boker tov América!(buen día América).-saludo abrazándolo algo que tomo por sorpresa al americano.

Fue sorpresivo para América semejante abrazo que lo tomo desprevenido, era como convivir con una niña hermosa que demostraba su inocencia con cada acto simple.

-Como amaneciste?.-preguntó acomodándose entre los brazos frágiles de Israel.

-Muy bien!.-respondio con alegría a medida que iba acabando el abrazo alejando sus brazos del cuerpo ajeno.

-Te parece si vamos a desayunar?.-sugirió mientras se enderezaba y ofrecía su mano para ayudarla.

-Vamos entonces.-comentó tomando su mano.

El desayuno fue algo de entremes mientras que América planeaba otra cosa para conocerla más a fondo, saber con exactitud a quien estaba dispuesto a proteger a ciegas con capa y espada. Israel era algo enigmática, quería saber si se trataba de la misma persona que yace en los escritos de la biblia o simplemente era más allá de una descendiente de un Reino-estado cruzado.

Ambos sonreían mientras degustaban del desayuno, ambos se miraban de vez en cuando mientras tomaban sus jugos o comían uno que otro panecillo.

Ya eran las 09:00 am, ambos listos y vestidos salían a dar un paseo, una propuesta que ella acepto debido a que quería conocer más el lugar en donde se estaba refugiando mientras las tensiones se vieran más latentes que nunca.

Era un día nevado y aun asi los rayos del sol brindaban mucho calor a su cuerpo femenino que estaba cubierto de abrigos que la mantenían fuera del alcance del frígido clima ante el cual ella aun no estaba acostumbrada.

-A donde vamos América?.-pregunto curiosa mientras le seguía el paso.

-Vamos a divertirnos te parece?.-sugirio tomando su mano y corriendo por el lugar hasta llegar a uno especial.

Un lago congelado, el mismo que divisaron cuando ella se perdió ante sus ojos, el mismo lugar donde personas disfrutan patinar con tranquilidad sobre el agua congelada.

-Tomalo como una salida de amigos.-comentó mientras la guiaba hasta el lago.

Ella tenía miedo de caerse, veía como otros caminaban con tranquilidad y uno que otro realizaba movimientos tan extraños y a la vez magníficos que la mantenían asombrada con semejante escenario.

América patinaba con sus zapatos sobre la nieve, bailaba al son de la brisa, sus cabellos que son una detonación entre rojo y blanco y raramente en azul se alborotaban con el viento frígido que acaricia su rostro dejando un beso gélido que le provoca un rubor necesario para mantener a temperatura su cuerpo.

-Come, take my hand and don't be afraid, okay?.-le extendió la mano, su voz demostraba seguridad puesto que veía en los ojos ajenos el temor.

Fue ahí que solo algunas palabras retomaron la forma del monstruo que la marco, si bien estaba sonriendo ante el americano mientras que se disponía a tomar la mano ajena, los traumas le hacen distorsionar la realidad llevándola al mismo infierno que vivió en carne propia.

Todo se distorsiona, todo vuelve a ser una tremenda oscuridad donde un haz de luz blanquecina casi cegante ilumina a un hombre de piel rojiza vestido de negro que en primera instancia se comporto con ella de forma benevolente y que luego se convirtió en el demonio encarnado.

Sus pupilas se dilatan y el horror se plasma en su mirada provocando en América una mueca de confusión y preocupación.

-'abaq beyda eaniy min fadlik (Alejate de mi por favor).-sus labios temblorosos por el horror pronuncian con débil fuerza aquellas palabras que parecen ser una súplica.

Se aleja espantada por lo que sus traumas proyectan ante sus ojos, América preocupado se acerca a medida que ella va retrocediendo, una retrospectiva en su memoria hacen ver al americano como el hombre que la torturo y masacro en vida, que la torturo aún estando consciente deleitándose con su sufrimiento y con sus lamentos.

-Israel, calmate por favor.-trataba de calmarla entre sus brazos mientras ella golpeaba con sus puños su torso.

Sus lágrimas se ahogaban en el cuerpo ajeno que la mantenía prisionera entre sus brazos, aquel abrazo que no demuestra maldad alguna ni ningún otro propósito mal intencionado, era distinto a cualquier otro, era uno que demostraba seguridad, uno que mostraba amabilidad en su tacto.

-Calm down...shhh...take a deep breath and calm down please.-su voz demostraba ternura intentando calmar el alma atormentada de su protegida.

Como de un momento a otro aquella salida de amigos se había convertido en una pesadilla.

Pasaron así durante cadí media hora abrazados, él no la iba a soltar hasta que se calmara, hasta que ella este tranquila y deje de romper en llanto entre sus brazos. Claramente estaba atormentada por un fantasma en su memoria, en su mente. Encadenada a un tormento del cual nadie se había atrevido a sacarla.

-America eres tu?.-preguntó entre sollozos mientras con sus ojos enrojecidos lo miraba fijamente buscando respuesta alguna.

-Si, soy yo Israel.-respondió con dulzura, limpiando con sus pulgares las lágrimas que salían de sus hermosos ojos y resbalaban por sus mejillas haciendo un recorrido salido dejando huellas en su paso.

Él la veía como una amiga, casi como una hermana que sufría en silencio algún trauma suscitado en su pasado, había algo que la atormentaba hasta el punto en que simples hechos la hacían volver a revivir lo ocurrido.

Él se encargaría de solucionar aquel trauma para liberarla de aquel tomento en la que ella se ve sumida.

Una salida de amigos que revelaba un secreto escondido, que ocultaba hechos suscitados que atormentaban a la hebrea.

Una salida de amigos, eso era todo.

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