🌼❄3❄️🌼

Un poco de cada uno
◆━━━━━━━▣✦▣━━━━━━━━◆

Ambos caminan por el famoso Central Park, el silencio que los acompaña es algo incomodo pero necesario ya que no hay temas que puedan romper aquel silencio.

La ve por el rabillo del ojo,ve como mira con asombro cada parte del parque,como una sonrisa se forma en su rostro cual una niña fuese.

Surge una idea en su cabeza que tal vez brindaría cierta información útil para saber un poco mas de la persona a la cual debe proteger.

-Israel?.-llamó captando su atención, deteniendo su caminar para dialogar con ella.

-Si?.-respondio intrigada copiando su acción.

La suave brisa congelada hace que los rizos sueltos que existen debajo y fuera del gorro de lana que usa ondeen ligeramente al compás de la brisa haciéndola lucir hermosa con aquella inigualable sonrisa.

-Vamos a sentarnos en aquellas bancas.-señaló a unas cercanas al lago congelado donde algunos patinaban.

Israel asintio con la cabeza ligeramente mientras que América la escoltaba hasta aquellas bancas. Sentados admiraban como las personas disfrutaban del invierno, como se divertían patinando sobre el agua congelada de aquel lago,un paisaje totalmente blanco y puro,las copas de los arboles que vestían de coloridos colores en primavera y exuberantes colores cálidos en verano estaban totalmente secos,no había rastro alguno de sus tiernas hojas verdes mas solo nieve sobre sus ramas.

-Israel...¿puedo hacerte algunas preguntas?.-su voz mostraba nerviosismo mientras que sus hermosos ojos azules mantenían su atención en la diversión ajena.

-Claro! ¿Que quieres preguntarme?.-

Desvío la mirada,había entusiasmo en el rostro femenino que tenia frente suyo mirándolo fijamente con aquellos ojos extraños pero hermosos sumergiéndose en todas las preguntas que su mente formula pero que muy pocas verían la luz.

-Quisiera saber un poco mas de ti...¿Quien fue tu padre?. -atinó a decir entre tantas otras que habían circulado por su cabeza.

Vio un semblante triste aparecer en el rostro de Israel,observaba como la sonrisa que adornaba aquel angelical rostro se borraba dando lugar a una linea que se curvea ligeramente para darle un aspecto triste,su mirada se desvía de la suya para luego después de un efímero instante regrese a conectar con la suya.

-Lo cierto es...no conocí a mi padre en realidad...-afirmó con nostalgia mientras volvía a desviar la mirada hacia el frente.

Fue tal vez su pregunta la causante del sufrimiento interno que sentía y vivía Israel,estaba algo incomodo por la situación que el mismo había provocado.

-Lo siento yo...-

-No te preocupes...lo cierto y concreto es que no conocí a mi padre tal cual era pero si conozco su nombre.-interrumpió mientras sacaba a la vista un collar que mas que ello parecía un rosario bastante retocado.

América se le quedo observando en silencio como aquella joya u objeto era sostenido con delicadeza y cuidado por las suaves manos de la hebrea,veía en su mirar nostalgia y una sonrisa que demuestra que ella extrañaba a su padre.

El no lo hacia,mas no es por todo lo que le hizo,simplemente tarde se dio cuenta de que aquel a quien llamaba padre hace un buen tiempo y que le había enseñado con estricta atención todo lo que sabe había sido el causante de la muerte de su verdadero padre.

Otra historia que contar...

-Aquel rosario es muy especial para ti ¿verdad?.-comentó,su voz era delicada debido a que la vio derramar unas cuantas lágrimas.

-Siempre quise conocerlo en persona...mas solo me quedan testimonios de quien fue en vida por parte de Palestina.-habia dolor en su voz,había tristeza al solo mencionar aquellas palabras,anhelo sobre todo de haber siquiera podido conocer a su progenitor,sus lágrimas son fiel testimonio de ello.

América se acerca,acerca sus manos al rostro ajeno sosteniéndolo con delicadeza recibiendo una mirada de asombro por la hebrea quien esta anonadada,nadie nunca se había tomado la molestia de consolarla cuando sufría,era raro sentir otras manos tocar sus rostro cuando solo una vez un hombre lo hizo y le daño la vida de una manera atroz. Puso sus pulgares sobre los pómulos de la hebrea acariciando su suave piel tersa como si fuera terciopelo,tan suave como el pétalo de una rosa recién cortada,angelical con su mirada cuyos ojos cristalizados por sus lágrimas le dan un toque sublime,observa atento el movimiento de sus labios los cuales tiemblan con ligereza,labios finos y de tonalidad rosa pálido.

-Tranquila, no debes lamentar no haberlo conocido,puede que el te este cuidando y que tal vez en tus sueños logres conocerlo,ver como era tal cual te lo comentó Palestina.-afirmó mientras sus palabras consolaban a la judía,sonaba descabellado pero que mas daba,solo quería verla feliz y no triste como ahora.

Limpiaba sus lágrimas con suavidad,observando el color de sus distintos ojos,manteniendo una atención fija en lo que aquellos orbes reflejaban. Por mas que el mundo lo catalogaba de metiche y aprovechado e incluso egocéntrico se miraba a si mismo en ojos ajenos contemplando que por mas que aquella palabras hirientes fueran directas a su persona jamas lo debilitarían,se veía imponente,pero a la vez débil.

-Todá América. -agradecio por su atención y consuelo brindado.

-No tienes porque agradecer Israel,siempre estaré para apoyarte.-habló con sinceridad sosteniéndola de las manos y mirándola fijamente a los ojos.

Cuando sus ojos se posaron en sus manos sintió nerviosismo al ver que la sostenía de las manos en una agarre que sólo los enamorados protagonizaban,mas ellos solo eran amigos que recién se conocían.

-Por cierto América ¿Quien es tu padre?.-preguntó mientras guardada aquel rosario dentro del bolsillo de su abrigo.

-Inglaterra...-dijo cortante evitando a toda costa hablar de el.-por cierto...¿Cómo se llamaba tu padre?.

-....-suspiro con nostalgia.-Mi amado padre se llamaba Reino...Reino de Jerusalén.

América estaba anonadado con la información, pensaba que Israel había nacido aquel día en que fue presentada ante las naciones,pensaba o mas bien pasaba por su cabeza que ella había nacido hace algunas décadas atrás pero nunca imagino que fueran milenios o centurias de diferencia entre ambos. Ella había sido la descendencia que el generoso y confiable además de solidario y gentil de Reino de Jerusalén, lo que significaba que ella había vivido con creces la guerra.

Tenia dudas de si alguna vez sufrió en carne propia el antisemitismo de la Segunda Guerra Mundial, por el momento tenia demasiado con lo que ya sabia ahora.

-Me dices que eres una princesa!?.-pregunto incrédulo en el plan de juego para sacarle una sonrisa.

-Realmente no...no lo soy.-respondió con simpleza encogiendo los hombros.

-Señorita es hora de regresar a casa.-mencionó cortes mientras tomaba una postura erguida lejos de la banca y le ofrecía su mano para ayudarla.

Ella aceptó sin dudar,le había agarrado confianza en tan poco tiempo,era un tipo carismático y que se veía a leguas que poseía un buen sentido del humor,los hermosos ojos azules como el reflejo del corazón del mar eran una belleza en el rostro masculino de alguien tan gentil y amable como lo era América, no había conocido hasta el momento a un hombre semejante a el a excepción de Reino de Egipto.

Oh...aquel Reino que la traia loca de amor, fue por el en cierta parte por lo cual ella había insistido en ser libre mas aun se pregunta el por que él la había mirado de aquella forma como si le tuviera lástima, odio,como si la mirara con indiferencia y repugnancia.

¿Por que aquel hombre que a escondidas la citaba y le hablaba bonito ahora la trataba tan fríamente?.

Aun con aquellas dudas que aquejan su mente camina en compañía de su buen amigo americano encaminados a la gran mansión a la cual América llama una humilde casa.

Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top