Un noviazgo efímero, el primer paso esencial hacia la felicidad.
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Tel Aviv, Israel.:

Mes de Abril de un nuevo año  comienza extasiante, después de todo hoy lo volvería a ver. Esperando con ansias su llegada lo espera en el aeropuerto de Tel Aviv, con la obvia presencia de su hijo que insistió en acompañarla para recibir al buen amigo que resultaba ser el americano. Después de todo le debe respeto por todo lo que hace por ellos, su ayuda tanto moral como económica son bien recibidos para fortalecer las ciudades que conforman Israel, siendo Tel Aviv la más beneficiada. Convirtiéndose en una maravilla gracias al crecimiento económico y tecnológico que tiene.

Las ansias la mortifican conforme el nerviosismo se hace presente. Camina de un lado para otro vistiendo un atuendo casi formal. Una falda tubo que tapa sus rodillas seguido de una camisa blanca con mangas acampanadas y ceñido un poco de las muñecas, con aquel dije que le había regalado su pareja y con un peinado de moño con una flor rosa en el lado derecho.

Ahí lo vio y sintió como su sonrisa crecía en su rostro conforme los latidos de su corazón se aceleraban al máximo. Era una alegría sin igual, corrió a su dirección evitando a toda costa tropezarse debido a que llevaba unos zapatos de tacón negros.

—América!!. —vocifero alegre en pleno aeropuerto, haciendo un ademán que llamaba la atención del mencionado.

Todos la observaban pero nadie decía nada, algunos murmuraban pero luego se hacían de la vista gorda. Un abrazo simbólico y cálido.

Él la tenia entre sus brazos y giro con ella dos veces sobre su mismo lugar, sus sonrisas eran idénticas porque el motivo es la felicidad del reencuentro. Sus miradas se conectan un instante antes de cerrarse para disfrutar el momento como si no existiese uno. Deseando besarse con lujuria como nunca antes lo habían hecho.

Justo en ese preciso instante, justo cuando sus rostros están tan próximos a sus labios se detienen ante el carraspeo que genero Tel Aviv.

—Bienvenido seas nuevamente a Israel!.—extendio su mano esperando la ajena, su saludo fraternal fue aceptado de manera enérgica por su visitante.

—Thanks.—agradecio dándole un fuerte abrazo.

Con aquella acción evito que pudiese ver lo sonrojado que se hallaba, avergonzado por lo que iba a hacer, por todo lo que en su mente transitaba de manera lujuriosa.

Nuevamente usando gafas oscuras para evitar que pudiesen ver sus ojos que demuestran el brillo especial existente en la mirada fémina que adora. Queriendo dejar de estar ocultando algo que es hermoso y que no tiene nada de malo. Pero, solo formalizar su relación con su familia seria el mayor honor que efectuaría para así dejar de estar a escondidas de ellos.

—Tengo un magnifico lugar que mostrarte América. —se lo llevo del brazo con la misma alegría que posee Israel.

Ella solo sonrió divertida, el extremo colorado de sus mejillas lo hicieron sonreír enternecido. Aun cuando ella camina a su lado mientras hace oídos sordos a lo que el joven le dice, decide tomar una acción arriesgada pero que valía la pena. Un agarre entre su mano y la de ella, sus dedos se entrelazaron de forma tímida, buscando no separarse aun cuando cada dedo de las mismas tiemblan del miedo y la adrenalina. Después de todo era algo natural en una pareja que recién empieza, aun viviendo en la vergüenza de la clandestinidad cuando lo que hacen no es nada de otro mundo ni es algo malo.

Un viaje no muy largo, en silencio y observando por el rabillo de sus ojos a la fémina que se distrae por la ventana. Un cruce de miradas tímidas que se disipan con rapidez por el miedo del que puedan a decir. Un miedo que no tenia la  validez de verlo cuando lo que hacen no es nada malo.

Parque Yarkon, 15:25pm.:

Al fin llegaban a aquel lugar espectacular, un pedazo de tierra viva y reconfortante en la tierra. Siendo mayor parte de la tierra árida existía vida en algunas escasas partes. Aquel parque era como el particular Central Park para el americano.

—El parque tiene un complejo de seis amplios jardines, cada uno con una temática diferente.—manifesto con orgullo extendiendo sus brazos y dando un giro en su sitio de manera divertida.—Ven, te enseñare cada uno para que conozcas un poco de Tel Aviv.

En silencio asintió, contando en su acción aquella mano que jamás querría soltar porque se sentía complementado con la presencia de quien procedia el agarre.

Una caminata en silencio, deleitando su mirada con cada aspecto del parque, aun siendo en sus tierras no había tenido conocimiento alguno del mismo, puesto que siempre paso parte de su vida en guerras con sus vecinos.

—Este es el jardín de las rocas.—señaló un determinado espacio donde existían una variedad de rocas.—son rocas y plantas traídas de todos los rincones de Israel!.

América saco del bolsillo de su pantalón jean su teléfono y le saco una fotografía, no sin antes sacar por "accidente" a la fémina que pasaba observando aquel jardín. Se vía hermosa aun distraída y maravillada por lo que veía.

—Este es el jardín de los soldados caídos, se levanto en honor a los militares israelíes que dieron su vida por defender la libertad e indecencia de Israel.

Mientras sigue al joven bicolor se detiene al observar que la fémina se quedo atrás, estando en frente de aquel jardín, frente a aquellos monumentos de granitos que tiene plasmados los nombres de los óbitos valerosos. Arrodillándose deja en el monumento del medio la flor rosa que decoró su cabeza hace un instante. Suspirando con una frágil sonrisa deja aquella flor sobre el césped verde del lugar. Elevando una oración breve conforme retoma una postura erguida. Nuevamente se miran, el se saco las gafas para observarla mejor, cruzaron miradas, apoyándola con solo dedicarle su mirada sin poder siquiera acariciar su rostro de una manera dulce y tierna para devolverle la felicidad.

El paso entre ambos es apresurado, evitando a toda costa acercarse para no caer en el deseo de estar juntos.

—Este es el jardín Tropical.—camino hasta acercarse al lago del lugar.—como ves es un paso d e palmeras que te conducen a este tranquilo lago.

Habían algunas aves por el lugar, emitiendo sus trinidos mientras que algunos insectos como ser las mariposas revoloteaban alegres por el lugar al igual que las libélulas.

En el camino hacia otro rincón el tomo una sencilla flor del jardín, acercándose de forma disimulada se la puso al costado izquierdo de su cabeza.

—you look beautiful my love.—murmuró cerca a su oído, dándole un cumplido que la hizo sonrojarse nuevamente.

—Este es el jardín de los cactus, alberga un total de 55000 cactus de todo el planeta! ¿¡No es genial!?.

—it is wonderful!

Siguieron caminando y para Tel Aviv sus constantes retrasos eran muy sospechosos, de hecho el se había dado cuenta de un extraño acercamiento entre su madre y su amigo. Miradas que parecen cómplices, sonrisas tímidas y divertidas, risas y mas risas divertidas pero silenciosas y manifestadas en sus labios y en el colorado de sus mejillas.

Solo se hacia el desentendido por que tenia la necesidad de saber más sobre su raro actuar en este día.

—Este es el jardín de las víctimas del terror, un homenaje a las víctimas del terrorismo...

Siguieron caminando sin decir nada, más solo el recuerdo es lo que queda en la mente femenina de aquellas épocas tan siniestras marcadas de sangre y dolor. Un sentimiento que comparte conjuntamente con su hijo cuyo animo a decaído considerablemente al recordar aquellos episodios de su vida.

—Y este es el Jardín Recortado, es más. —con sus manos dio una señal y un par de hombres salieron de los árboles. —volaremos estos cometas como si fuéramos niños, un momento de relax ante tanta caminata y el ajetreo de la vida cotidiana!.

Cada uno tenia un cometa diferente, corriendo para elevarlo al cielo se sentaron en el césped observando como volaban en la bóveda celeste. Las sonrisas no faltaron al igual que las risas risueñas conforme algunas se entrelazaban con otras o simplemente salían volando por los aires por falta de atención al objeto que tenian entre sus manos.

【17:45pm】

Recostados sobre el césped observando detenidamente el cielo, viendo el ocaso con asombro y sintiendo nostalgia por el día transcurrido, deseando que días así se repitieran de vez en cuando.

Tel Aviv se levanto del césped con una idea maravillosa.

—Siganme, tengo una ultima sorpresa para terminar este día de la mejor forma!.—exclamo alegre, ayudando a su madre a levantarse del suelo como todo un caballero.

Un pequeño recorrido en globo, tan solo elevarse por los cielos como si tuvieran alas era lo ultimo que harían aquel día. Pese a que siempre había viajado en avión no estaba muy acostumbrada a estar a una gran altura. Le aterraba la sola idea de verse aun más arriba del suelo que conoce.

—Ven madre, no tengas miedo.—extendio su mano.—sube madre, yo protegeré de ti.

Temerosa tomo su mano mientras que la otra era tomada por el americano.

—No temas, sube...estarás a salvo en nuestra compañía.—con su mano libre removió divertido los cabellos del joven que simplemente lo miro rodando los ojos divertido.

Con una sonrisa temerosa subió al globo, abrazando con fuerza a su hijo de un momento para otro llego a los brazos del americano, quien con toda la tranquilidad del mundo se aferraba a su abrazo, acariciando su espalda con delicadeza mientras apoyaba delicadamente su mentón so de su cabeza observando el paisaje desde las alturas, maravillándose por lo grande y extenso que era el parque y por lo cercano que se hallaba a la ciudad donde sus rascacielos resaltan con magnanimidad.

Aprovechando el momento para estar cerca de ella, abrazarla y sentir el perfume de su piel como también la suavidad de la misma, sentir la fragilidad de su cuerpo entre sus manos como también escuchar el hermoso latir de su corazón y los murmuros casi inaudibles que le declara aprovechando el momento de ataraxia. Olvidándose de sus temores, olvidándose de todo y pensando que solo se hallan a si mismos disfrutando de su momento antes de que se acabe el día.

Los meses se can restando para hacer oficial su relación demostrando una sorpresa que nadie hubiese esperado.

Algo que sería parte del desenlace de sus vidas, y en especial de una.

Una historia con un inusual final.

Fin del 2016.