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―Papa, ¿me pasas el agua, por favor? ―pidió Sehun―Papa, ¿me oyes?―insistió, esta vez en voz alta y tono firme.
Dongwook salió de su ensimismamiento.
―Perdona, cariño, ¿que dijiste?
Joo Young advirtió que en la cena de esa noche su marido estaba bastante pensativo y confirmo que algo iba mal. Desde hace días sospechaba que le estaba ocultando algo y suponía que pronto se lo revelaría. Al menos eso esperaba.
―¡Te pedí que me pases el agua! ¡Uf, papa, ultimamente estas muy despistado!
Sehun era todavia mas lindo cuando ponía esa cara de enfadado que le hacia retroceder en el tiempo, a la época en que tenía rabietas de niño mimado.
El hombre tomó la botella de cristal verde y sonriendo se la tendió al chico.
―Papa, creo que para que te perdone me tendrias que comprar un caballo. Hace meses que me lo prometiste. ¿Cuando me lo piensas comprar, cuando sea viejo?
Dongwook sonrio y tras pensar un rato, sin dejar de sonreír respondió:
―Te prometo que tendrás tu caballo en cuanto nos hayamos mudado.
Llevaba todo el dia tratando de encontrar las palabras idóneas para comunicar a su familia la noticia de la mudanza, y ahora se las habia puesto en bandeja, se sentía enormemente aliviado. Lo único importante en ese momento era no adelantarse y lograr ser convincente.
Tras oír aquello madre e hijo dejaron de comer y pusieron los tenedores sobre los platos. Joo Young bajo el volumen de la televisión y con voz de sorpresa le pidió a su marido:
―¿Podrías repetir lo que dijiste?
Con serenidad, como si fuese la cosa mas natural del mundo Dongwook respondió:
―Dije que le compare el caballo a Sehun despues de que nos hayamos mudado.
La incredulidad y mil interrogantes invadieron el aire durante unos minutos.
―¿Que nos hayamos mudado? ¿A donde? ¿Y cuando?
―Dejen que me explique―Dongwook se limpió la boca con la servilleta y puso una expresión seria y firme.―Desgraciadamente, en el banco hemos tenido problemas serios y han tenido recortes de personal y...
―¿Quieres decir que te despidieron? ¿Por eso últimamente estas tan raro? ―lo interrumpe su mujer, estrechando una mano entre las suyas, preocupada―¿Que vamos a hacer ahora?
―No,no... tranquilizate por suerte solo me van a trasladar. Y ademas...
―¿Trasladarte? Pero ¿puede saberse a dónde?―volvió a interrumpirlo la mujer, cada vez mas inquieta.
―A Italia―Dongwook empezaba a ponerse nervioso.
―¿A Italia? ¿Tan lejos?
Pasado el estupor inicial, Sehun empezó a preocuparse seriamente.
―Pero... ¿porque precisamente a Italia papa?... ¿que voy a hacer con la escuela?
―Yo resuelvo lo de tu escuela, descuida. Pero hay algo mas...―Dongwook vaciló unos segundos, aunque luego zanjó de sopetón el punto que mas le preocupaba: ―¡Nos tenemos que marchar lo antes posible!
A el tampoco le resultaba fácil esta situacion, y aunque trataba de aparentar calma y tranquilidad, la verdad es que estaba muerto de miedo, lleno de dudas e indecisiones. Y no cabía duda de que la actitud hostil de que su mujer y hijo le demostraban que no facilitaba las cosas.
―¿Y cuando seria "lo antes posible"?
Ahora tambien Joo Young empezaba alterarse.
―Dentro de dos días
Tras esas palabras, Sehun rompió a llorar y entre lágrimas le gritó a su padre:
―Papa, ¿dos dias? ¡Eso es imposible! ¡No quiero! Mis amigos...Mi vida...¿Que sera de mi?
―¡Lo siento pero ya esta decidido!.
Con los dedos de la mano derecha, Dongwook rebusco en el bolsillo de la camisa, extrajo una cajetilla de Marlboro rojo, encendido, y luego con tono grave y pausado le dijo a su hijo:
―En Italia harás nuevos amigos, tendrás una nueva vida.
―Pero, papá... ―trato de replicar el chico.
―¡No hay peros que valgan señorito! ¡Es asi, y punto! No podemos hacer otra cosa ¡Háganse a la idea!―lo interrumpió inmediatamente su padre.
Sehun se fue llorando a su habitacion para llamar por telefono a sus amigos mas intimos y contarles la noticia, mientras Joo Young enfadada, le pidió a su marido que la acompañara al dormitorio.
―No deberias ser tan duro con el. ¿Has tratado de ponerte en su lugar? Justo ahora, que pese a todo habia conseguido tener amigos y una vida... Además, podías evitar hablar cuando estamos sentados en la mesa, nos estropeaste la cena a todos. ¿Esa es la manera de dar semejante noticia? No es propio de ti Ya no te reconozco.
Mientras su mujer lo regañaba, Dongwook mantenía la cabeza gacha, incapaz de soportar la dura mirada de Joo Young, tratando de distraerse para no oír esas palabras que lo herian y que aumentaban su sentimiento de culpa. Si hubiese sabido la verdad, jamás le habría hablado de esa manera, pero desde luego no podía confesarsela. No podía sino permanecer en silencio.
―Lo siento... No sabia como decirselo.
La dejo ahi y salio de la habitacion, por el miedo a estallar. Una vez sola, Joo Young se sentó en el borde de la cama para reflexionar. ¿Que iba a hacer de ellos? ¿Cómo podían dejarlo todo e irse a a vivir a otro pais, asi de un dia para otro? ¿Como iba a dejar Sehun sus amistades, su vida. a esa edad ya de por si era tan complicada? A saber cuanto tiempo iban a tardar en situarse, en hacer nuevos amigos. A saber cuanto iban a sufrir. No tenían ni un momento para despedirse. Solo habia que reaccionar, y de prisa, pero con la calma necesaria para mantener a la familia unida, colaborar para que la partida fuera menos dolorosa posible. Por lo demás, de nada valía enfadarse con Dongwook. Tuvo remordimientos por la reprimenda que le habia echado. Al fin y al cabo, él no era el responsable de esa decisión e indudablemente no era feliz. Se prometió que le ofrecería disculpas y que le diría todo por su apoyo. Nunca habia dejado de amarlo y no queria incumplir la promesa conyugal: estar al lado de su marido en las buenas y en las malas. Pero antes habia algo mas importante que hacer, algo que tenía prioridad sobre todo lo demás.
Se levantó de la cama , salió del dormitorio y caminó pocos pasos, que resonaron en el silencio de la casa. Llamó a la puerta de la habitacion de Sehun, aunque no recibio respuesta. Bajo el pestillo y cuando entro lo encontró llorando, tumbado en la cama: le estaba contando por telefono a una amiga que odiaba a su padre y su trabajo.
Necesito mucho tiempo para conseguir calmarlo, y al final Sehun dejó de llorar, pero no hubo forma de aplacar la ira que sentía contra su padre. A pesar de todo, no era capaz de reprocharselo.
Cuando por fin el chico se quedó dormido , bajo a hablar con su marido. Dongwook estaba sentado en el sillón leyendo el periódico, pero detrás de esa máscara de aparente calma y tranquilidad lo atenazaba la angustia.
Tras recoger la cocina, Joo Young decidió darse un baño caliente para aclararse un poco las ideas. Luego fue al dormitorio, eligió un camisón y fue a ver a su marido. Vaciló unos segundos en la entrada del salón, sin saber muy bien qué hacer, qué decir y cómo actuar, tremendamente cansada por todo lo que habia ocurrido aquel dia. Se pregunto si no era preferible dejar la conversación para el dia siguiente, pero enseguida se dijo que no seria justa.
―¿Te importa explicarmelo mejor? ―empezó mientras se sentaba en el brazo del sillón al lado de su marido, con las piernas cruzadas y la espalda contra la pared, y le pasaba un brazo detrás de los hombros y le acariciaba suavemente la cabeza.
―¿Qué es lo que quieres saber en concreto?―Dongwook se quitó los lentes y dejó el periódico sobre las rodillas, mas por tomarse su tiempo que por otra cosa.
No era fácil fingir tranquilidad, su mujer lo conocia demasiado bien. Eran novios desde muy jovenes y habian crecido juntos: nadie en el mundo sabia leer sus pensamientos mejor que Joo Young. Siempre habia sido un libro abierto para ella, pero esta vez no, esta vez no se lo podía permitir.
―¿Porque tan de repente? Y dentro de dos días... ¿No hay manera de retrasar la partida?
―No, lo siento. No se puede, de verdad, si se pudiera ya lo habría hecho. Lo cierto es que estaba en el aire desde hace días, pero hasta hoy me lo confirmaron. ¡Lo siento!
Dongwook trato de justificarse, confiado para sus adentros en la que conversación no pasara de ahi.
―Pero... ¿donde vamos a vivir? ¿Como vamos a hacer para encontrar casa en dos días?
Joo Young estaba cada vez mas confundida y perpleja, pero de nuevo dulce y cariñosa como siempre.
―Ya pensé en eso. El presidente del banco, el señor ha sido muy amable y solícito y nos ha ofrecido una villa de su propiedad en la Toscana ¡Mira me dio una foto de la casa!
Tras decir eso, Dongwook busco en el bolsillo de los pantalones, sacó la foto y se la dio a su mujer.
La mujer tomo la foto y comenzo a girarla entre las manos. Estaba vieja y desteñida, y habia que echarle mucha imaginación para poder apreciar el aspecto de la casa.
―Me dijo que se encuentra en un pueblecito que se llama... Ciacina, Cicina... ahora no me acuerdo bien ¡Espera, si no me equivoco esta escrito en el reverso!
Joo Young le dio la vuelta a la foto intrigada.
―Cecina! ¡Aquí dice Cecina!
―¡Eso es, Cecina! El presidente del banco me dijo que queda a poca distancia de Livorno. Tendrás que estar contenta, por fin se cumple tu deseo: una casa lejos del caos de la ciudad. ¿No es eso lo que me has pedido siempre? Al principio podremos vivir ahí y despues ya se vera.
Joo Young se sintió un poco confusa por la afirmación de su marido. Habían discutido muchas veces sobre ese tema, pues el preferiría una casa en pleno centro, con todas las comodidades de la ciudad, mientras que ella queria vivir en un sitio mas tranquilo y reservado, apartado del tráfico y del caos urbano. Y al final Dongwook siempre se salía con la suya.
―Pero asi, solo en dos días, ¿como voy a organizar la mudanza, el viaje?
―Descuida, yo me encargare de todo.
Dongwook acaricio dulcemente la mano de su esposa, confiando en haberla tranquilizado. La mujer aun no estaba plenamente convencida, pero al observar el aspecto cansado y afligido de su marido, decidió no insistir. Sonriendo, le devolvió la foto de la villa y le dio un beso suave en la frente para animarlo.
―De acuerdo confío en ti
Despues, bajando la cabeza y poniendo expresión triste, prosiguió:
―Siento mucho haberme enojado antes contigo. Pero es que, verás, esta noticia, dada asi tan de repente, me tomo de sorpresa y tuve una reacción desmedida. Yo...
Dongwook le puso un dedo en los labios y con una mirada cómplice le susurro:
―Chissst... ¡No hace falta que te disculpes! Descuida, lo comprendo perfectamente.
Joo Young lo abrazó con fuerza y lo beso apasionadamente, como no lo hacia desde hacia tiempo. Luego exclamo:
―Ok, ahora vámonos a la cama, ya es muy tarde y tu no me pareces precisamente en forma. Nos esperan dias dificiles y no quiero que te canses demasiado. Sabes que luego me preocupas...― a continuación se levanto, apago la luz que habia a lado del sillon del marido y lo invitó a subir con ella.
Pero Dongwook hizo un gesto negativo con la cabeza y sonriendo le dijo que iba a quedarse todavia unos minutos mas. Prometió que no tardaría en subir al dormitorio. Entonces Joo Young lo beso en los labios para desearle las buenas noches y subió las escaleras, envuelta en una bata de seda rosa, los cabellos sueltos, la cara sin maquillaje y el perfume delicado de un gel de almizcle blanco.
Por fin solo, Dongwook lanzó un suspiro. A oscuras , dejándose guiar por la luz tenue de la luna, que entrando por las cortinas semiabiertas, teñía de plata en el suelo, salió de la habitacion, dejo atras las escaleras y se dirigió a su pequeño despacho, ubicado al lado de la cocina. Encendió la luz, fue hasta un pequeño armario empotrado debajo de la ventana, buscó en su interior durante unos minutos y al final sacó una carpeta azul un poco desgastada, llena de hojas y con las esquinas ligeramente ajadas, de tanto abrirla y cerrarla. Se agacho al lado del armario y pasó suavemente la mano por las letras escritas en la tapa con rotulador negro "Sehun"
Suspiro y luego abrió la carpeta. Repaso las hojas y las leyó varias veces. Ahí dentro estaba todo el historial clínico de su hijo: los resultados de las distintas pruebas, los informes médicos y todas las hipótesis, siempre equivocadas. Han consultado en el intento de dar un nombre a la enfermedad del chico, pero nadie ha sido capaz de ofrecer un diagnóstico exacto. Les habian repetido una y otra vez que no habia nada que hacer, que no habia cura ni manera de averiguar lo que tenía, como una sentencia irrevocable dictada por un juez.
Sus padres, pues, habian procurado ofrecer una vida lo mas normal, serena y feliz posible, luchando para que no sufriera la enfermedad, impidiendo que se cansara demasiado y que se expusiera a emociones excesivas que podrían resultar fatales.
Afortunadamente, Sehun nunca habia necesitado ser hospitalizada, dado que la sintomatología se limitaba a esporádicas crisis que sus padres habian aprendido a afrontar: desmayos, ataques de pánico o dificultades respiratorias.
Se sentó al escritorio, con una copa de Bailey's. Poso la mirada en las hojas pero la mente no lo dejaba leer. Cobro forma delante de sus ojos un momento que queria olvidar como fuera. Recordó el miedo y el desconsuelo que habian pasado en la primera crisis: la ambulancia, que no llegaba, la carrera al hospital, el pánico de perder a su hijo, aún tan pequeño, los médicos, que no daban respuestas.
Pero las crisis, que al principio habian sido esporádicos momentos de terror , se habian vuelto mas frecuentes, y el último examen daba al chico solo unos meses de vida.
Precisamente por eso habia acudido al doctor Kwak Tae Gun para encontrar un fallo, un error, una esperanza. Pero nada de eso se habia producido. La única certeza que habia obtenido era la que el corazón de su hijo era demasiado débil y que pronto, por un motivo que nadie era capaz de descubrir, por una enfermedad que nadie sabia explicarse y al a que nadie sabia poner nombre, dejaría de latir.
Dongwook recogió los papeles. Intentando no dejarse vencer por el desconsuelo guardo la carpeta dentro del armario en el mismo sitio de donde la habia sacado. Trato de recomponer tanto sus pensamientos como su alma. Tenía que haber una manera de salir de aquella pesadilla. Se levantó, extrajo del bolsillo otro papel, el del último informe médico el que condenaba a muerte a su hijo, y en vez de guardarlo en la carpeta lo escondió entre los documentos de trabajo, tras lo cual apagó la luz y salio de la habitacion.
Caminando a oscuras, tratando de no hacer ruido, empezó a pensar en todo lo que tenía que hacer al siguiente dia para organizar la mudanza. Miró a su alrededor, procurando grabar en su memoria los recuerdos de aquella casa, que a pesar de todo habia servido de marco a una etapa muy importante de su vida.
Se arrepintió, solo durante un instante, de haberle mentido a su mujer, de haberle contado que ese dia habia estado en una cita de trabajo y no en la consulta del doctor Kwak Tae Gun, pero por otra parte sabia perfectamente que Joo Young no habría podido soportar semejante carga, tamaño dolor. El tendría que sobrellevarla solo mientras pudiera.
Una vez en la cama, antes de dormirse, evaluó de nuevo la situacion y se pregunto por un momento si estaba bien mentirle tambien a su hijo, no contarle la verdad sobre su estado de salud y hacerle creer que solo estaba muy débil en un sentido emocional, que no podía soportar demasiado estrés. Siempre le habian dicho que ese era el único problema, su fragilidad y que no eran preocupantes los desmayos que sufria ocasionalmente. Ahora sin embargo, se preguntaba si no habría sido mejor contarle que en realidad nadie sabia que enfermedad tenia y que le quedaban pocos meses de vida. En definitiva, hacerla partícipe de la verdad.
Alejo inmediatamente esos pensamientos. Ningún padre , se dijo revelaría semejante verdad a su hijo. Además, estaba seguro de que su hijo se le pasaría el odio que le tenía. Por el contrario, si hubiese llegado a conocer la verdad, jamas habria podido dejar de odiar la vida. Como le habia pasado a el.
N/A
Holaaa! He vuelto con un nuevo capítulo. Dos capítulos mas y aparecerá Yixing con todo y sus problemas y ademas iniciaremos con ahora si lo bueno.
Sehun, ¿porque no te quieres mudar a Italia? Allá te espera el amor de tu vida 7u7
Les dejo una foto de la mama de Sehun.
Lee Joo Young
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