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Multimedia: Taemin ; I think it's love.
Lay se removía en la cama incapaz de dar un sentido a la noche. Se sentía muy culpable con Sehun, sin motivo aparente. Tenia ganas de llorar. Volvía a ver a Valeria moviéndose de arriba abajo encima de el, desnuda, salvaje, hermosa, desinhibida. Se sentía mal porque le había gustado. Tenia ganas de perderse de nuevo dentro de ella, pero no podía. Sentía que era sencillamente un maldito. Sin embargo, no había traicionado a nadie, aparente a si mismo. Quizá ni siquiera a si mismo, en vista de la situación. Podía vivir libremente su vida sin el rostro de Sehun permanentemente grabado. Pero entonces, ¿Por qué ese sentimiento de culpa?
Era incapaz de dejar pensar en ello y se quería morir. Valeria encima de el echando la cabeza hacia atras, en su cabalgada de amor . Ella suspiraba y sonreía, y el la atraía hacia si por los hombros para sentirla mas suya, para penetrarla mas, para besarle los pechos desnudos, ardientes, que se mecían al ritmo de su placer. Y luego apartarse un instante, para detenerse y besarla mas, mientras ella deseosa de conocer su sabor, lo mordisqueaba, lo lamia, lo besaba con ansia, hambrienta de el.
A continuación, de nuevo dentro del otro, en aquella loca carrera de pasión enredándose los jeans, aferrándose a sus nalgas, al tiempo que ella empujaba la pelvis hacia el, hasta que alcanzo el clímax feliz, se apartaba, mientras el teñía de blanco unos granos de arena sobre las rocas, justo al lado de ella.
Después de vestirse, en silencio, abochornados, sin saber que pensar el uno del otro. Y despedirse con un beso leve en los labios, cuyo sabor no recordaba. Un beso que lo unía a algo a lo que no quería estar unido. O tal vez si.
Se levanto de la cama, sin saber que hace, con aquella culpa que lo oprimía quitándole el sueño y el apetito. El pecado debía ser confesado. Quizá solo así conseguiría sentirse libre; solo si el le decía que lo perdonaba, si el lo comprendía. podría borrarlo.
Y de nuevo, después de mucho tiempo, marco aquel numero que nunca había olvidado.
―¿Diga?
―Buenos días, señor Dongwook, soy Lay.
―Hola, Lay, ¿Qué tal? Hace mucho tiempo que no vienes por aquí.
―Bueno, es que he estado un poco ocupado...¿Sehun esta en casa?
―Lo siento, pero salió con su madre.
―Entiendo. Entonces , llamare en otro momento. Adiós, y perdone las molestias.
―¡No es ninguna molestia, hombre! ¡Hasta pronto!
Lay colgó y saco el celular a lo mejor tenia suerte e Sehun le respondía. Le sorprendió ver parpadeando en la pantalla el icono del sobre. Y se quedo boquiabierto cuando leyó el SMS de Valeria. "Solo quería decirte que esta noche contigo fue maravillosa. Me encantaría volver a verte...quizá no me creas, pero te puedo asegurar que no soy ese tipo de chicas. No es propio de mi hacer el amor con un chico al que acabo de conocer, pero tu tienes algo especial. Espero verte pronto. Llámame Valeria"
La noche anterior estaba tan borracho que ni siquiera recuerda que hubieran intercambiado números de teléfono. Ahora tendrá que llamarla, o por lo menos responderle al SMS, pero, ¿para que? Apago el celular y se metió de nuevo debajo de las sabanas. Ya era mediodía, pero no tenia ganas de ver a nadie, ni comer. Tenia una resaca tremenda y se sentía espantosamente confundido.
Luego se le ocurrió una idea.
"Sera la prueba definitiva ―se dijo―.Este es el ultimo intento. ¡Si me sale mal, me entregare en cuerpo y alma a Valeria y apartare para siempre de Sehun de mi vida!" Se vistió a toda prisa y salió de la casa.
―¿Me quieres decir porque me pediste que le contara una mentira a Lay?
―No tenia ganas de hablar con el.
―¿Porque eres tan terco? ¿Cuándo comprenderás que tu forma de comportarte es injusta? ¡Quizá crees que así el sufre menos, pero te equivocas! Si realmente sientes algo por el, debes decirle la verdad y explicarle el motivo de tu continuo rechazo.
Dongwook no solía meterse en las cosas de su hijo, pero esta vez el asunto era demasiado importante.
―¡Valeria me ha dicho lo mismo, pero yo no quiero! Ustedes no tienden, no pueden entender como me siento...―Sehun se rompió a llorar y se encerró en su habitación.
Cuando por fin estuvo solo empezó a pensar en Lay, en todos los momentos que habían pasado juntos, en como lo hacia sentirse bien y en la manera en la que se habían dejado la ultima vez, pero sobre todo en lo frio que había estado con el.
Cada recuerdo era una punzada en el corazón. ¡Cuánto le habría gustado tenerlo a su lado, en esos días difíciles!. ¡Cuánto le habría gustado hablar, desahogarse, sincerarse con el. Y desde que había sabido con lo de Junmyeon... Que amable había sido con el, debía de querer mucho a Lay. Junmyeon había ido a la casa para contarle lo ocurrido en la fiesta. Le dijo que era un chico afortunado: solo un tonto rechazaría a Lay. Haría bien en no dejarlo escapar. Al sentirse acusado, Sehun se vio obligado a contarle toda la verdad, y a partir de ese momento se hicieron buenos amigos.
Y Junmyeon también estuvo a su lado en esos momentos tan difíciles, sobre todo desde que Valeria empezó a trabajar en la playa y se veían menos. Pero, ¿que podía hacer, llamar a Lay y decirle que lo quería? ¿Y si el, lo había olvidado o se había enamorado de otra persona? Probablemente lo había tomado de loco, dado de su falta de coherencia.
¿Que era lo mejor que podía hacer? ¿Quién podía saberlo? Sehun se arrodillo delante de la cama y con las manos juntas y los dedos entrelazados comenzó a hablar en silencio con Dios, para pedirle un poco de consuelo, una señal, algo que le indicara que era lo mejor que podía hacer, el camino correcto. Estaba con abatido en sus oraciones que no reparo en que alguien llamara a la puerta. Cuando oyó que la abrían se volvió de golpe.
No daba crédito a sus ojos. ¿Acaso era aquella la señal que esperaba? ¿Esa era la forma en que El atendía su plegaria? Como saberlo, lo único que sentía era que el corazón le estallaba de dicha. Se arrojo literalmente a sus brazos.
―¡Lay, amor mío, te extrañaba tanto! ―le dijo sollozando.
Lay se quedo de piedra al oír aquellas palabras, paralizado, embelesado, incapaz de distinguir el sueño de la realidad.
Sehun, Sehun, Sehun. Todos esos meses lo único que había tenido en la cabeza era aquel nombre. Nada mas que ese nombre. ¿Y ahora el, estaba allí, delante de el, llorando entre sus brazos, diciéndole que lo había extrañado. ¡El que lo había apartado, el que había jugado a ese juego cruel, acababa de llamarlo, "amor mío"!
―¿Sehun? ―susurro.―¿Eres tu?
―¡Claro que soy yo! ¿Quién voy a ser?
―¿Me repites lo que acabas de decir?
Lay estaba como en trence, solo era consciente de la respiración y del dulce perfume de la piel debajo de el. Sehun bajo la cabeza y sin hablar se acurruco entre sus brazos, haciéndose pequeño e indefenso, con la única necesidad de ser mimado y amado.
―¿Porque viniste?―pregunto en un hilo de voz.
―Quería invitarte a la fiesta de fin de curso ―explico el sintiéndose tonto pero a la vez tremendamente feliz.
―Contigo me iría hasta el fin del mundo
Sehun se había puesto colorado, había vuelto a ser su Sehun, el que tanto le gustaba, tímido, hermoso, frágil. Su Sehun.
―Sehun, pero...¿a que debo este cambio tan de repente? ¿que paso? Todos estos meses, y ahora... No comprendo. ¿Me quieres dar una explicación? ¡Tienes que darme una buena explicación; si no me volveré loco.
El menor le puso un dedo en la boca.
―Ahora no, por favor. Te lo explicare todo mañana por la noche, en la fiesta, pero ahora no. Ahora solo abrázame.
Lay no entendía nada, pero obedeció, Para el tampoco había nada mas hermoso que tener al menor en sus brazos; no quería estropear el momento con preguntas inútiles, sobre todo porque ahora, por primera vez, la boca de Sehun buscaba la suya, discreto pasando primero por su cuello, la barbilla, las mejillas, un breve beso cada vez, para luego posarse dulcemente en sus labios. Ahora saboreaba la autentica felicidad, aquel extraño chico que, en ese preciso instante llamaba a la puerta para poder entrar; mientras sus lenguas, ebrias de amor, se buscaban y se entrelazaban, descubrió por primera vez que significa formar una unidad.
También a el, en ese momento, se le revelo aquel gran misterio que llamaban amor.
N/A
¡Dos capítulos en uno! Alguien por fin se armo de valor, ¿no creen? luego de que esto le faltan como cinco capítulos por terminar (es un aproximado jsjs)
Prepárense para los acontecimientos siguientes por favor. A mi también me va a doler escribirlo.
Espero y lo disfruten, hasta luego.
Esta no es una historia mía, es una adaptación. Todos los derechos al autor.
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