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Valeria                         

















Esa mañana, le costo mas levantarse de la cama. 


―¿Pero, que hora es?―se pregunto Lay en voz alta cuando sus sueños fueron interrupidos por le sonido del despertador. 

Alargo la mano para apagarlo y se volvió hacia el otro lado. Sin embargo, el despertador seguía sonando. Lay apretó de nuevo el botón, pero el pitido no lo dejaba en paz. Entonces se incorporo para dar una ojeada y se dio cuenta de lo que sonaba en realidad era su celular. 


―¿Donde diablos lo metí? ―se pregunto al tiempo que rebuscaba en todas partes. 


Al fin lo encontró dentro del bolsillo de los jeans que llevaba la noche anterior. Respondió sin mirar quien llamaba. Era Chanyeol, que lo invitaba a ir a estudiar a la playa con otros compañeros de escuela. 


―Que fastidio, las clases terminaron ayer, ¿y ya me hablas de estudiar? 


―Tal vez ya lo olvidaste que dentro de dos semanas tenemos los exámenes finales. 


―Y a mi que mas me da, si de todas formas no los voy a aprobar. 


―¡Deja de ser pesimista! Te permiten presentarte, ¿no? ¿Acaso no es el momento de jugárselo todo? Paso a buscarte dentro de media hora.―Chanyeol colgó el teléfono. 


De pie en medio de la habitación con el teléfono en la mano, Lay pensó en la posibilidad de llamar a su amigo para decirle que no iba a ir. ¿Qué sentido tenia estudiar si estaba seguro de que no iba a aprobar los examenes? Dejaban que se presentara por compasion, lo sabia perfectamente, aunque no lo aceptaba de buen grado. 


Abrió el celular y selecciono la ultima llamada recibida. Iba a apretar la tecla verde, pero cambio de opinión. Al fin y al cabo, ya estaba despierto, ¿y que iba hacer en casa? Era preferible salir, a lo mejor conocía a una chica guapa. 

Menos de una hora después, Lay y Chanyeol llegaron a la playa. 


―Uf... aquí siempre es complicado estacionarse. ―resoplo Chanyeol mirando a su alrededor mientras buscaba un sitio. 


Lay señalo un lugar a su derecha. 


―¿Porque no te estacionas ahí?


―¡Oye, hazme un favor! A partir de ahora elijo yo donde estacionarme, ¿de acuerdo? ¡No quiero que me pongan otra multa por tu culpa! 


―Haz lo que te parezca. 


Chanyeol vio un lugar libre mas adelante. 


―¡Aquí esta muy bien! 


Pasados unos minutos, los dos muchachos se unieron a sus compañeros. Todos estaban sentados en el quiosco bajo una gran sombrilla de paja, con los libros abiertos, empuñando latas de bebidas heladas. Al verlos llegar los saludaron desde lejos pero la atención de Chanyeol se vio atraída por un grupo de chicas que jugaban voleibol en la arena. 


―¿Porque no vamos allí?―pregunto señalándolas. 


Lay se volvió hacia donde había dicho Chanyeol, pero no tuvo tiempo de ver el balón que venia contra el y que le dio en plena cara. El golpe lo tiro al suelo, y se quedo inmóvil, frotándose la cara mientras imprecaba en sus adentros. Cuando por fin se hubo recuperado, se encontró delante una hermosa chica pelirroja que llevaba puestos solo un bikini y una faldita vaquera con pliegues. 


―¿Te lastime?―le estaba preguntando sinceramente preocupada.―Lo siento muchísimo , no lo hice a propósito... ―trato de justificarse. 


―Tranquilízate, es un hueso duro, no le paso nada. ―intervino Chanyeol sin darle tiempo de responder. 


Lay se toco la frente fingiendo que sentía dolor. 


―La verdad es que me duele un poco aqui...


La chica froto delicadamente en ese punto y luego pregunto. 


―¿Mejor? Un poco de hielo, vendrá bien. ¿Quieres que vaya a buscarlo? 


Encantado con las atenciones de la despampánate pelirroja. Lay, decidio aprovecharse de la situación, olvidándose de Sehun. 


―Puede que sea mejor que me hagas respiración boca a boca, porque creo que trague mucha agua...


―Pero, ¡si ni siquiera entraste en el agua! 


―Ah, perdóname, creía que me había ahogado... 


Chanyeol intuyendo las intenciones de su amigo, busco una excusa para dejarlos solos, pero se le adelanto Lay, quien una vez puesto de pie,  pensó hacerle el mismo favor a su compañero y se alejo con un pretexto. 

Un poco cortado, Chanyeol se presento a la chica, pero para variar inmediatamente cayo en la cuenta de que estaba interesa en Lay y no en el. En efecto, se disculpo enseguida diciendo que no podía perder mas tiempo y que tenia que irse para seguir jugando con sus amigas. 

Cuando fue al quiosco, Lay le pregunto: 


―¿Y bien, ¿Cómo acabo? 


―La verdad es que ni siquiera empezó... me dejo plantado en cuanto te marchaste. Creo que le interesas tu. 


―¿Que dices? Seguramente la esperaban para que acabara el partido...


―¡Si, claro como no!


En ese preciso instante Lay reparo en que la chica le estaba haciendo señas para que se acercara desde la plaza adelante del quiosco. 


―Me parece que tienes razón. ―se levanto y fue hacia ella. Cuando estuvieron cerca ella se presento: 


―Ni siquiera me has dicho como te llamas. Yo soy Valeria, encantada. 


―Discúlpame, tienes razón, yo soy Lay. 


Se estrecharon la mano; luego Valeria le tendió unas cartulinas de colores. 


―Pensé que darte esto para que me perdones. 


―¿Que es? ―pregunto Lay recibiendo las cartulinas. 


―Dos invitaciones para la fiesta de esta noche, aqui en el paseo maritimo. Tu y tu amigo pueden entrar con ellas gratis. O si prefieres traer a tu novia. 


―¡No tengo novia! 


―Ahora perdóname, pero me tengo que ir.―dijo Valeria sonriendo complacida. 


―Espera un momento...


―¿Que pasa? 


―¿Tu vas a ir? 


Ella hizo un gesto afirmativo y volvió a su partido en la playa. 


Al quedarse solo, Lay también volvió a sentarse con sus compañeros. 


Mientras los otros repasaban historia, filosofía, el y Chanyeol no conseguían apartar los ojos de los cuerpos semi desnudos de aquellas esplendidas chicas que jugaban en la arena, lanzándose para atrapar el balón y saltando para hacer un remate. 


―¿Sabes que ninguno de nosotros entiende como demonios conseguiste recuperar las asignaturas en pocos días? Todos estábamos convencidos de que no ibas a poder presentarte a los exámenes finales. ―dijo un compañero de Lay. 


―Trucos del oficio. No olvidare nunca el día que la profe de matemáticas analítica me mando que fuera al despacho del director. En un momento dado, cuando estábamos en el pasillo, me miro directamente a los ojos y me dijo que si quería aprobar tenia que hacer algo para mecérmelo. Acabe entonces dentro del viejo almacén. 


Ella puso un dedo en mis labios, dándome a entender que guardara silencio. Luego apoyo un pie en una silla y por la abertura de la falda aprecio la pierna velada con una media negra, sumida en la penumbra. "¡Enséñame lo que sabes hacer Lay!", me susurro atrayéndome hacia ella por el cuello de la camisa, completamente dueña de mis labios y de mi boca. Mientras tanto me desabotonaba la camisa y me bajaba el cierre del pantalón. "Pero profe..." trate de sosegarme echándome hacia atrás, incrédulo, asustado, pero al mismo tiempo terriblemente excitado....


Chanyeol se quedo unos segundos perplejo , con la boca abierta. Luego empezó a balbucir algo como: 


―Tienen que haberte dado un golpe realmente fuerte para decir semejantes pendejadas. 


―¿Cual pregunta harás,  tal respuesta harás. Otro dicho de mi padre. Preguntaron y yo respondí; no me creas si no quieres, me da igual, ¡yo se la verdad! 


Lay, por supuesto que sabia la verdad, a aquella escena no se parecía ni por  asomo. Pero en el fondo, si tenia que contar una mentira, daba lo mismo exagerar. Nunca habría contado la verdad, porque era demasiado humillante. 


¿Qué habría dicho Chanyeol si hubiera sabido lo bajo que había caído?¿Si lo hubiera visto con ojos hinchados a la profesora que le diera otra oportunidad, inventándose una historia lacrimógena llena de problemas: la falta de la madre, los problemas con su padre que lo obligaba a trabajar en casa y afuera? Sin dejar de llorar, había añadido algo también sobre la abuela, el comodín que los estudiantes utilizaban siempre en los momentos en apuro. La abuela, la única persona que realmente lo quería, ahora aquejada por la enfermedad incurable de Alzheimer, y el era el único que podía cuidarla, porque era su único nieto. Entonces la profesora, molesta por la situación, pero también compadecida por aquella escena deprimente, había decidido ayudarlo, con la condición de que tomaría clases particulares. ¡Si sus amigos hubieran sabido aquello, se habrían burlado de el por el resto de su vida! 


―¿Lay? 


―¿Si? 


―¿Que te pasa? ¿Por qué tienes la expresión atontada? 


―¿Eh?


―Me parece que la profesora no solo se te metió en los calzoncillos, sino también en el cerebro amigo mío. No será que te enamoraste, ¿verdad? 


Lay miro a Chanyeol pero no respondió nada. Tras dejar de lado las fantasías sobre la belleza de la profesora y las posibles consecuencias eróticas de su insuficiente rendimiento escolar, se despabilo rápidamente y se puso de nuevo a leer las paginas dedicadas a la Segunda Guerra Mundial. 



































N/A

Saben ahora recuerdo porque me daba risa algunas partes de la historia con el personaje principal, era todo un loquito.

Por otro lado; Saben hay muchos Lay en el mundo, ¿si lo saben verdad? Todos tenemos un gemelo en este mundo jsjs 

En fin. Nos vemos dentro de los siguientes días o sino hasta la tercera semana de abril o no se, cuídense!

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