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Nota. Good night de nuestra ovejita para que disfruten la lectura :3
Lay y Chanyeol se sorprendieron gratamente cuando llegaron a Vada. En las calles había muchísima gente, pero sobre todo chicas de su edad.
Lay señalo una plaza a su derecha.
―¡Estaciónate ahí!
―Pero no hay nadie estacionado...
―¿Y que quieres que hagamos? No hay sitio en ninguna parte.
―¡De acuerdo!
Una vez que se bajaron, Lay le dio una palmada en el hombro a su amigo
―Querido amigo, estoy seguro de que encontraras a la mujer de tus sueños.
―¡Ojala!
Dieron una vuelta de reconocimiento. Sin embargo por mucho que Chanyeol trataba de llamar la atención de las chicas, todas parecían tener ojos para Lay.
―¡Uf, no me mira ninguna!
―No es verdad, esas tres, por ejemplo, te están mirando.
―¿Donde?
Chanyeol volvio su vista, contento de haber encontrado por fin a unas chicas interesadas en el, pero solo vio a tres viejecitas sentadas delante de un portal, que lo observaban con curiosidad.
―¡Para cabron! ¿Te divierte tomarme el pelo? ¡Vaya amigo, joder!
―¡Perdona, no lo tomes así! ¡Vamos a un local a lo mejor ahí tienes mas suerte! ―replico Lay riendo.
―Yo prefiero regresar a casa.
―Quedémonos un rato mas, estoy seguro de que esta va a ser tu noche. Mira ese bar. Parece lleno de gente, entremos ahí.
―¡Uf! ¿Sabes me caes mejor cuando estas paranoico?
Lay y Chanyeol entraron y se sentaron a la barra a pedir algo. Un chico muy simpático se les acerco sonriendo y haciendo muecas inequívocas.
Lay rompió a reír de nuevo.
―Ves como has conquistado a alguien...
―¿Quieres parar? ¡Vámonos!
―¡Espera, espera un momento! ¡Esa chica te esta mirando! ¡Animo acércate a ella!
Lay señalo a una chica sentada a una mesita del fondo del local y empujo a su amigo hacia allí.
―No creo que sea buena idea. No creo que a los que están con ella les guste. Ya me estan mirando mal. ¡Vámonos!
―¡Todavía no hemos pedido nada! ―protesto Lay, pero advirtiendo que su amigo estaba muy contrariado, acepto―De acuerdo como quieras, vámonos.
Cuando regresaron al coche de Chanyeol se encontro con una desagradable sorpresa, una papeleta debajo del limpiaparabrisas.
―¡Maldición, una multa por haberse estacionado mal!
―Pero si aquí no hay ningún letrero.
Lay miro alrededor y tuvo que desdecirse enseguida. Por que si había un letrero, semiculto por las ramas de un árbol de la acera. Por eso ninguno de los dos lo había visto desde el coche.
―¡Esto explica que no había estacionado nadie! ¿Por qué tengo que hacerte caso siempre? ¿Y ahora que hago? Me gaste todo el dinero que tenia en el coche... ¡No es justo!
En ese momento paso a su lado el grupito que habían visto antes en el local, entre los que estaba la chica que miraba a Chanyeol.
―Fíjate quien esta aquí... Tu Julieta que sigue sin quitarte el ojo de encima. ―dijo Lay para quitar la tensión del asunto.
―¡Si, y se marcha con esos! ¡Genial!
Chanyeol y Lay subieron al coche.
―¡Anda, no seas así! A lo mejor la volvemos a ver, no te habras enamorado ya...
―¿Como voy a enamorarme si ni siquiera la conozco?
―¿Y eso que tiene que ver? Yo tampoco conocía a Sehun cuando me enamore de el. ¡A si son los flechazos, guapo!
Chanyeol arranco el auto y se encamino a casa.
―¿Sigues enamorado de el?
Lay guardo silencio unos instantes
―Por desgracia, si.
―Pero, ¡si ya te ha rechazado dos veces! Además, te dijo con toda claridad que no quiere tener una relación contigo. ―Chanyeol no comprendía la testarudez de su amigo.
―Lo se, pero no puedo evitarlo. No consigo olvidarlo. Por otra parte estoy seguro de que le gusto, pese a que no quiere abandonarse a los sentimientos, y no me explico porque. Es como si algo lo bloqueara.
―¿Que?
―Ojala lo supiera... En las ultimas semanas no he podido hablar con el.
―¿Porque no lo invitas a la fiesta de la escuela?
―¿La fiesta de la escuela? ¿De que hablas? No se nada de ella.
―¿En que mundo vives? Falta poco para que acabe el curso, y la escuela esta organizando una fiesta, que siempre se hace en una discoteca. Y vendrán otras escuelas.
―Ah si, ya caigo. La celebran todos los años, pero nunca hemos ido, ¿verdad?
―Así es, solo que he oído decir que este año, como alquilar una discoteca sale demasiado caro, probablemente se haga en la villa privada de uno de los representantes de la escuela.
―¿No me digas? Una especie de fiesta de fin de curso, en definitiva.
―Si... ¿De verdad que no sabias nada? Falta todavía mas de un mes, pero en clase no se habla de otra cosa. En estos días habrá que elegir el tema de la fiesta.
―Últimamente tengo la cabeza en otras cosas. Además, dudo que Sehun acepte.
―¿Porque dices eso? ¿Tu mismo no has dicho que si no lo intentas no lo puedes saber?
―Créeme que con el las cosas son muy diferentes. Esta haciendo todo lo posible por evitarme, aunque no lo entiendo el motivo, y estoy seguro de que nunca iría conmigo.
―Si tu lo dice...pero yo creo que tendrías que ponerlo de espaldas contra la pared y obligarlo a decirte la verdad. Tienes derecho a saber porque no quiere estar contigo. De todas formas te queda tiempo para reflexionar, la fiesta se celebrara unos días antes de los exámenes.
―Ya lo veremos. Es muy pronto para volver a casa, ¿Por qué no vamos a otro sitio?
―¿A donde?
―Vamos a tomar a una cerveza al bar de siempre. seguramente habrá un conocido.
Chanyeol asintió y cambio de rumbo. En el bar al que solían ir encontraban muchos amigos, y entre cervezas y risas les dieron las tres de la mañana.
―¡Mierda! ―exclamo Lay mirando el reloj. ―Mañana hay clase, vámonos a casa, es tardísimo.
―Si, es mejor me esta dando sueño...
Tras despedirse, los dos muchachos se marcharon. Cuando Lay entro a casa, como siempre camino a oscuras por el pasillo. No podía imaginarse que su padre había puesto una silla delante de la puerta de su habitación de modo que, por el ruido que haría al tropezarse, pudiera saber a que hora había vuelto.
Todo, en efecto, se ocurrió como esta previsto. Lay tuvo que aguantar un fuerte golpe, cuando por fin se acostó ya eran mas de las cuatro. Puso el despertador y, haciendo un calculo rápido se dio cuenta que iba a dormir a penas unas horas.
Antes de cerrar los ojos oyó la sirena de una ambulancia, que rasgaba impetuosa el silencio de la noche. A penas le presto atención, por esas zonas se oían muchas sirenas. Lo que no podía imaginarse a quien estaba siendo llevado al hospital en ese momento.
N/A
¡Nueva portada!
Por un tiempo mientras hago una mejor jaaj
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