27
La tarde paso rápidamente. Lay e Sehun estudiaron con alegría, haciendo de vez en cuando una pausa para descansar un poco y charlar como buenos amigos.
—¡Uf, ya no puedo mas! ¡Paremos por favor!—rogo Lay a eso de las siete de la tarde, realmente exhausto.
—Ok, yo también estoy cansado. Creo que hoy hemos estudiado bastante.
—¡Menos mal! Necesito estirar las piernas. Voy un momento al baño, ¿ok?
—De acuerdo, segunda puerta a la derecha. Te acuerdas, ¿no?
—Si, si claro...
Al quedarse solo el menor empezó a recoger la mesa. Guardo los bolígrafos en los estuches, cerro los libros y los cuadernos y los coloco en dos pilas, una con los suyos y otra con los de Lay. Luego tomo la agenda escolar de Lay y empezó a hojearla, como si quisiera descubrir algo de el. Estaba llena de frases escritas de forma casi incomprensible y de borrones, incluso había una pagina arrancada. Esas hojas habían sido probablemente utilizadas para hacer bolitas de papel que lanzar a los compañeros. Aquí y allá había garabatos y dibujos, intentos desesperados de escapar del aburrimiento de las clases. Abrió una pagina al azar, todavía intacta, y en una esquina dibujo un pequeño corazón con un bolígrafo rojo: a lado escribió su nombre. Tras lo cual la cerro y la guardo en la mochila de Lay.
En ese preciso instante Lay entro a la habitación y , atraído por los ruidos de la calle se acerco a la ventana.
—¿Qué son esos disparos?
—¡No son disparos, son fuegos artificiales! —Sehun también se acerco a la ventana.
Lay le rodo los hombros con un brazo y lo atrajo hacia si.
—¿Y eso?
Sehun habría querido alejarse y huir, pero no tuvo fuerzas para hacerlo. Se abandono a su abrazo, que esperaba no terminara nunca. Estaban ahí ambos, sentían el aroma de sus cuerpos, se rozaban la piel, se buscaban, se deseaban. Si aquellos cohetes hubiesen dejado de estallar, se habrían oído los latidos acelerados de sus corazones. ¡Era mas fuerte que el, era tan hermoso cuando lo estrechaba! Tratando de disfrutar de aquel breve instante de dicha, cerro los ojos.
—Estamos cerca de Vada. Allí en estos días se celebra la fiesta en honor del santo patrón. Habrá un montón de gente.
—¡Mira, llevas poco tiempo aquí y ya lo sabes y yo no!
Lay estaba emocionado como un niño y lo estrecho con mas fuerza. Sehun se derretía entre sus brazos, asintió, pero luego dejaron de sonar los cohetes, para evitar bochorno de la situación le propuso salir.
—Demos un paseo por el jardín, necesito tomar un poco de aire.
Sehun ya había salido de la habitación, pero Lay lo detuvo.
—¡Espera un segundo! ¡Recojo la mochila, así luego vuelvo a casa directamente! —dijo mientras empezaba a empacar sus cosas
—De acuerdo como quieras
Cuando estuvieron en el jardín, Sehun lo agarro de la manga y echo a correr.
—¡Ven, tengo que enseñarte algo!
Recorrieron unos metros y se detuvieron delante de la valla de los caballos.
—¿No son una maravilla? Me los regalo mi padre hace una semana.—dijo Sehun sonriendo.
—¡Caray, que regalo! —exclamo Lay un poco azorado.
¡Sin duda, si algún día conseguía que se enamorarse de el, jamás podría hacerle regalos tan caros!
—¿Sabes montar a caballo? —pregunto Sehun a la vez que abria la cerca.
—¡No!
Lay lo siguió al interior de la cerca manteniendo distancia, un poco atemorizado por los dos animales.
—¡Intenta montar el otro! —exclamo el, ya montado.
—Ni hablar
—¿Por qué no? ¡Vamos es fácil, cobarde!
—Que no, no quiero desnucarme
—Pues sube conmigo a este, así te enseño —le propuso Sehun.
Sin pensarlo dos veces, Lay monto enseguida en el caballo.
—¡Podías dejar que terminara la frase! —bromeo el menor, asombrado de la velocidad con la que Lay había montado.
Enseñándole los movimientos, le impartió una breve clase.
—¿Has comprendido?—pregunto al final
—Creo que si
—¡Estupendo! ¡Entonces monta el otro, así damos una vuelta!
—De acuerdo como quieras. Contigo no se puede discutir.
Lay estaba un poco decepcionado, porque el contacto de aproximación había durado demasiado poco . Con mil dificultades consiguió llevar el caballo a las calles de alrededor, en las que por suerte había poco trafico , y juntos llegaron a un parque de juegos infantiles cercano. Entonces pudo lanzar un suspiro de alivio.
—Desmontemos, tengo ganas de pasear un rato.—dijo Sehun
Tras atar las riendas a un poste, caminaron entre toboganes y carruseles, que a esta hora estaban desiertos, luego se sentaron en el columpio uno al lado de otro, balanceándose ligeramente.
—¿Puedo hacerte una pregunta personal? —soltó de pronto Lay para romper el silencio.
—¿Qué quieres saber?
—¿Alguna vez has tenido novio?
—¿Por qué lo preguntas?
—Ya sabes porque...
—¡No lo se!
—Solo por curiosidad...
—¡Ya, por curiosidad! Bueno si, salía con un chico antes de venir a Italia. ¿Y tu?
—He salido con alguna chica, pero todas han sido historias cortas. No he estado con una chica o chico con la que quiera tener una relación seria. ¿Por qué se acabo tu historia?
—¡Se acabo por que el era un cabrán!
—¿Te hizo sufrir?
—Bastante
—¡Pues tenderé que ir a Corea para partirle la cara!
—¡No creo que merezca la pena! Además con esos brazos tan flacos, dudo que pudieras derrotarlo! ¡Es mas, acabarías noqueado en el primer golpe!
Lay guardo silencio unos instantes , luego bajo del columpio y paro el balanceo.
—Yo nunca podría hacerte daño, lo sabes, ¿verdad?
Sehun no respondió y volvió la cabeza hacia otro lado. Que destino tan cruel, ahora tenia el amor, pero no la esperanza de soñar con el y vivir con el. Dulcemente, Lay le acaricio la barbilla obligándolo a mirarlo a los ojos.
—¡Eres muy importante para mi! Yo nunca haría nada que te pudiera herir... Sehun yo...
Sin terminar la frase, cerro los ojos y se acerco a los labios de el. No hubo huidas ni movimientos bruscos. Parecía que por fin Sehun se había rendido a la necesidad de sentirse por una vez, un poco mas cercano, pero justo cuando iba a rozarle la boca, le dio un empujón que lo tiro al suelo. Sin darle tiempo de levantarse siquiera, salto del columpio y mientras desataba los caballos del poste, le grito entre lagrimas.
—¿Por qué siempre tienes que estropearlo todo, Yixing, porque?¿Cuando vas a entrarte de que nosotros nunca podrá haber nada? ¡Nunca! ¡Métetelo en la cabeza!
—¡Espera!—grito estirando la mano hacia el menor, pero ya era demasiado tarde.
Sehun al galope del caballo blanco, ya estaba lejos y por añadidura, también el caballo negro había partido al galope detrás del menor, dejándolo en el suelo. Mas tarde mientras recogía la bici, dirigió una mirada triste hacia la villa que se elevaba la majestuosa a lo lejos de la vereda. Sin poder encontrar una explicación a la conducta Sehun, suspiro y giro su bici listo para marcharse. ¡Pensar que había prometido no hacerlo enojar! Esta vez, sin embargo el había sido por lo menos claro. Había dicho que nunca podría ver nada entre ellos, de modo que tenia que olvidarlo.
Analizando las cosas, las causas de sus historias cortas había sido siempre el sexo. ¡Y pensar que con Junmyeon había sido justo al revés. Se había enfadado con el porque lo había rechazado justo en lo mejor. Pero, ¿Por qué había sido tan imbécil?
¿E Sehun entonces? Con el ni siquiera había hablado jamás del tema. ¿Es que era tan pudoroso que se escandalizaba por un beso? ¡Imposible! ¡Le había confesado que había salido con un chico y seguramente lo había besado y quizá no solo hasta eso!
No soporto la idea. No podía imaginarse a su Sehun en brazos de otro, le hacia demasiado a su corazón.
N/A
¡Otro capitulo mas! Espero y les guste.
Por otro lado estoy por de nuevo entrar a la universidad así que esta historia estará de nuevo sin actualizar por un tiempo o bueno depende de la universidad. Sean pacientes por favor espero y no la dejen o bueno es decisión de ustedes :3
¡Preguntas!
¿Creen que pronto nuestra ovejita se canse de ser rechazado?
¿Se han desesperado por la actitud de Sehunnie?
¿Creen que Lay podrá olvidarlo?
¿Ya han sacado conclusiones del final?
Hace tiempo navegaba por la internet y descubrí que este libro tiene segunda parte creo no lo se fue hace tiempo jaja
Me disculpo por los errores.
Ya urge una cambiada de portada
Si es posible cuando termine la historia hare unos extras pero no es asegurado pero en fin. ¡Buenas noches, días o tardes!
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