18




―Cariño, ¿qué tal te fue en tu primer dia de clases? ―gritó su madre desde la cocina al oír que llegaban su marido y su hijo.


Sehun fue a la cocina para responderle a su madre, y ahí le encantó encontrar a Valeria, que estaba ayudando a preparar la comida.


―¿Que haces aqui? ―le pregunto, y le dio un beso en la mejilla; enseguida fue a besar tambien a su madre.


―Vine para saber como te fue en el instituto, pero todavia no habias llegado y me invitaron a comer. Mi hermano se fue al trabajo, asi que estaba sola. Tu madre ha sido muy amable.


―¡No sabes cuanto me alegro! ¡Tengo un montón de cosas que contarte! ¡Mmm, que olor tan rico! ¿Qué hay de comer?


―Es una sorpresa, una receta de Valeria. Ve a lavarte las manos, que la comida esta casi lista.


―¡Voy enseguida! ―respondió Sehun mientras corría por el pasillo.


Pocos minutos despues regreso, feliz con aquel ambiente familiar y acogedor.


―Mama, ¿como te sientes en una casa tan grande?―le pregunto. ―No habrá sido fácil colocarlo todo...


―Ha sido complicado, pero al final, gracias tambien a la ayuda del personal que el Señor Malton puso a nuestra disposición, me las he arreglado rápido. Ya casi termino. ¿Y a ti como te ha ido? Cuéntanos algo de la escuela.


―Pues nada, todo bien. La escuela es estupenda, el director es muy amable y los programas son mas o menos iguales que los que tenía, y los compañeros son simpáticos...


―¿Ya has hecho algún amigo? ―pregunto Valeria intentando que no oyera la señora Oh.


―Bueno si, con un tipo raro. Se llama Lay, creó. Pero no me parece muy serio. Tiene pinta de ser un fanfarrón rompecorazones, que solo piensa en una sola cosa.―murmuró Sehun.


―¡No creo que te convenga!


―¡Dejenlo ya, siempre hablando de chicos!―los regañó,amablemente la madre―.¡Vamos, hagan un favor de llevar los platos a la mesa.


Una vez que terminaron de comer, los dos jóvenes ayudaron a quitar la mesa y a recoger, y luego se encerraron en la habitacion de Sehun para charlar con un poco de tranquilidad.


―Bueno, ¿que me decias del tal Lay?


―¿Lay? Ah si mi compañero de clase. En fin es lindo, no puedo negarlo, muy lindo... pero me dio la impresión de que ya estaba intentando ligar conmigo. ¡Y ni siquiera me conoce! Imaginate como es. ―recordando la mañana, Sehun rio con ganas y encendió el equipo de música.


―¡Deja que yo te presente a un chico simpatico, un chico perfecto para ti! ―le dijo sonriendo Valeria.


―¡No ,gracias, de momento no tengo ganas! He terminado con el amor, no quiero oír hablar de chicos durante al menos un año. Es mas considerate afortunada de que te brinde mi amistad...


―¡Que dices! ¿A dónde han ido a parar todo el entusiasmo y el romanticismo de ayer? Me preocupas.


―Mira dónde, ahí―Sehun señaló la papelera con las paginas arrancadas de su diario.―¡Ahí dentro , con todo lo que tiene que ver con ese idiota! ¡Y con mi querido amigo Baekhyun! Tu tenias razon, suscribió las palabras: ¡todos los chicos son unos cabrones!


―Pero, ¿que te paso para cambiar de opinión tan de repente? ¿Y quien es Baekhyun?


―Olvidalo, mira...


―No, vamos, cuéntame..¿Cómo vamos hacernos amigos si no me cuentas lo que te pasa?


―¿Quieres saber lo que paso? Nada en especial. Sencillamente, ayer llame a Baekhyun, o sea , mi ex mejor amigo, y me dijo que desde hacia meses se acostaba con mi chico. Eso es lo que pasó.


―¡Que asco! ¿Y te lo cuenta ahora?


Sehun asintió.


―¿Y el?


―¿El? Ya no existe, esta muerto y enterrado.


―¡Me lo imagino! De todas formas, no me referia a eso. ¿Como se justificó?


―No ha dicho una palabra, ni siquiera se ha atrevido hablar conmigo


―¡Que cabron! ¡Y el que desgraciado!


―Mira, ya me da igual, no quiero ni pensar en ello. Es un capítulo cerrado; a partir de hoy, doy vuelta a la página.


―¡Estupendo! Lo siento un montón y creeme que te entiendo; es muy difícil de digerir, lo se perfectamente.


Se abrazaron con fuerza, buscando y ofreciendo apoyo. Sehun derramó lágrimas y su amiga guardó silencio, dándole tiempo para desahogarse. Luego cuando hubo calma, Valeria penso que era mejor cambiar de tema.


―Se que no tiene nada que ver, pero hablas muy bien el italiano, ¿y eso?


―Muy sencillo, ademas de que mi familia y yo tenemos nacionalidad italiana, mi padre ha insistido siempre en que lo habláramos en casa y en que yo lo estudiará en el colegio. Está convencido de la importancia de no olvidar los orígenes de la familia.


―¡Entiendo! Aunque el acento extranjero se nota mucho, creo que pronto se te pegara el toscano. ¡Será divertido oirte hablar con la ce aspirada! ¿Piensan quedarse mucho tiempo en Italia?


―Sinceramente, no tengo ni idea, todo depende de mi padre y de su trabajo. Pero te dire una cosa, no me gustaría regresar a Corea, al menos para romperles la cara algunos.


―Deja de hablar de ellos, solo te haces daño.


―¿Y qué quieres que haga? Es mas fuerte que yo, no puedo evitarlo.―Sehun se encogió de hombros.


―Te comprendo... solo el tiempo puede curar ciertas heridas. Se que es una frase hecha, pero me temo que es la verdad.


―Pues espero que este año termine rápido, porque ha empezado realmente mal.


―Ahora tampoco exageres, no hace falta tanto tiempo. Verás que cuando acabes la universidad toda esta historia no será mas que un recuerdo lejano.


―Ojala tengas razon.


―Se me ocurre una idea genial...¿Sabes cual es la mejor terapia para olvidar?


Sehun sacudió la cabeza.


―¡Salir de compras! ¿Que dices? ¡Vamonos al centro a recorrer tiendas, veras como te olvidas de todos tus disgustos!


―¡Siiii!―Sehun se puso a dar saltos por la habitacion―¡Que idea tan fantástica, es lo que necesito! ¡Voy ahora mismo a buscar a mi padre para pedirle la tarjeta de crédito!


Tras decir eso corrió escaleras abajo, seguida por Valeria quien encantada de haber conseguido levantarle la moral a su nuevo amigo. 

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