21 "Deseo"
Sanha despertó, era de madrugada y hacía demasiado calor, necesitaba ir por agua y así lo hizo, caminó a la cocina y se sirvió un vaso con agua, regresó a la habitación y encontró a Eunwoo removiéndose incómodo, al acercarse a su novio se le secó la garganta.
El mayor traía puesta una camisa negra de seda, era tanto el calor que el sudor recorría cada parte a la vista del cuerpo del pelinegro, Dios, pero qué vista...
Traía desabrochados los primeros 3 botones, dejando ver un poco de su tersa piel, lucía un poco brillosa por el sudor y Sanha estaba siendo un poco tentado.
Eunwoo giró su rostro hacia un lado y dejó ambas manos a los lados de su cabeza, las venas de su cuello se marcaron un poco más... maldición pensó Sanha...
—¿Por qué hasta dormido tienes que ser tan provocativo? —Habló más para sí mismo que para su novio dormido.
No pudo resistir y pasó su lengua sobre el labio inferior, esa vista lo estaba poniendo mal, mejor dicho... demasiado bien y su amiguito de abajo no lo dejaba mentir.
Bien, llevaba demasiado sin tener relaciones, quizá solamente era eso... ese pensamiento cambió al instante de ver la boca del mayor, acababa de separar un poco sus labios, ¿Cómo podía verse tan sensual dormido?
Sanha se acercó, subió a la cama de rodillas y gateó hasta llegar al cuerpo contrario, se subió sobre él y empezó a desabotonar la camisa, faltaban otros tres botones para estar completamente abierta y necesitaba de esa vista.
Una vez abierta, pasó delicadamente sus manos por el pecho del pelinegro, la adrenalina estaba en todo su sistema.
Se pegó más al cuerpo sudoroso de Eunwoo y colocó sus labios sobre el cuello, dio un leve mordisco que hizo removerse al mayor, una sonrisa apareció en él pues ya empezaba a despertar su novio.
Siguió repartiendo besos en su cuello y acariciando con sus manos desde el pecho hasta el abdomen.
Eunwoo sentía un ligero cosquilleo en su cuerpo, y éste empezó a reaccionar... abrió lentamente sus ojos y se encontró con la imagen más caliente jamás vista por sus ojos.
Sanha estaba sobre él, su mirada reflejaba un brillo candente, el brillo del deseo. Una punzada sintió en su entrepierna y el menor también la sintió debajo de él.
—S-Sanha. —Susurró roncó el pelinegro.
—Estás tan precioso. —Sanha continuó acariciándolo, pero esta vez empezó a hacer pequeños movimientos sobre el miembro contario, quería sentirlo otra vez.
—¡Mmm! —Suspiró—. Dios, jamás me habían despertado de este modo... podría acostumbrarme. —Su voz era más seductora de lo normal y el menor amaba cuando lo escuchaba así.
—Eunwoo... ¿podemos hacerlo? ¿Po-podemos tener relaciones?
—Se llama "Hacer el amor". —Recalcó.
El mayor no respondió más que eso, colocó firmemente sus manos sobre las caderas contrarias y empezó a moverlo sobre él, sacándole jadeos, agitando su respiración...
Sanha mordía su labio inferior, estaba sintiéndose demasiado bien, deseaba completamente a Eunwoo, cada parte de él.
Sus labios fueron atrapados en un beso necesitado del mayor, respondió al instante ese contacto, él también necesitaba sentir esos labios, se sentían tan bien, eran delicados, suaves y expertos.
Los movimientos de ambos cuerpos continuaron, despertando los dos miembros en el proceso, las pieles se erizaron...
—Creo que... tu camisa me sigue estorbando. —Susurró en medio de un beso el mayor.
—Toda nuestra ropa estorba ahora...
En serio ¿Qué tenía esa voz que le encantaba tanto? El mayor tenía la voz más hermosa del universo y le agradaba pensar en que él era el único que podía escucharla cuando estaba en ese estado... excitado, deseoso, enamorado.
De esa manera, Eunwoo se levantó un poco para poder sacar su camisa y su pantalón de dormir, Sanha estaba solamente en boxer, pero también fue retirado dejando a la vista su miembro perfectamente erguido.
El menor fue sorprendido cuando la mano tomó con firmeza su pene, empezó a masturbarlo y tuvo que sostenerse de los hombros de Eunwoo, ya que estaba a horcajadas en él. Impulsó un poco su cuerpo hacia atrás, abrió su boca y tomó una bocanada grande de aire, su pelinegro lo estaba haciendo ver estrellitas del placer.
Eunwoo repartió besos sobre el pecho de Sanha mientras seguía masturbándolo con su mano, debajo de sus labios podía sentir la piel erizada de Sanha... placentero.
Las manos del menor se aferraron un poco más a los hombros contrarios, empezó a sentir las palpitaciones del miembro del mayor debajo de él y Dios... lo necesitaba, mordió con fuerza su labio nuevamente y un gemido agudo salió de sus hermosos labios.
—¿Qué pasa Sannie? —Ronroneó Eunwoo sobre su cuello—. Me gusta cuando gimes así...
Eso terminó provocando más a Sanha, escuchar hablar de esa manera a su novio lo descolocaba, amaba que lo hiciera porque, aunque le causaba un poco de vergüenza... realmente lo excitaba demasiado.
De esa manera continuó moviéndose, quería despertar más el miembro del mayor y que fuera él quien le pidiera más.
Los labios de Sanha estaban secándose por los constantes gemidos y jadeos que salían de su boca, por más que relamía sus labios, volvían a secarse, hasta que por fin Eunwoo se acercó, pasó la punta de su lengua por la línea que dividía el labio inferior del superior de su novio, causándole un cosquilleo que lo hizo abrirlos un poco, ahí el beso que deseaba el pelinegro se dio...
Se abrió paso entre los labios contrarios con ayuda de su lengua experta y empezó a recorrer la boca contraria.
Eunwoo estaba intentando contenerse, pero los movimientos que Sanha estaba haciendo sobre su miembro, sus gemidos y jadeos constantes... simplemente lo estaban haciendo perder la cordura...
—S-sigue moviéndote Sannie. —Se separó de sus labios y aferró sus manos en las caderas del menor.
Pasó sus manos por los glúteos contrarios, tersos y firmes, perfectos, los apretó un poco sacando un fuerte y largo suspiro de Sanha ante ello... Uno de sus dedos se abrió paso entre ellos para llegar a la entrada del menor.
Sanha se tensó al inicio, aún no se acostumbraba a eso, relajó su cuerpo y empezó a sentir el placer de ser tocado de esa manera, él siempre había sido el que había hecho el trabajo al momento de tener sexo, jamás tenía la atención contraria y el hecho de que Eunwoo estuviera siendo tan atento con él, lo hacía debilitarse y desear más de eso.
El dedo del pelinegro acarició con cuidado el área, abrió un poco la entrada con su índice, pero solo un poco porque no había puesto un lubricante aún y eso podía llegar a ser muy molesto para su amado.
Sanha lo detuvo y sus miradas se encontraron... por un segundo el mayor pensó que definitivamente Sanha ya no quería hacerlo, pero el mirar sus ojos había descartado esa idea... ojalá pudiera ver siempre ese brillo, era la primera vez que lo veía tan intenso, era ideal en el menor...
De pronto, tomó la mano de Eunwoo y la pasó, primero por su pecho, después por su cuello y rostro y finalmente las puntas de los dedos aterrizaron sobre sus labios... el pelinegro no perdió detalle de cada detalle trazado por Sanha... y ahí fue cuando la respiración del mayor se fue...
Metió dos dedos en su boca y empezó a chupar, sacaba y metía nuevamente, sin quitar su sensual vista de Eunwoo, a quién se le estaba haciendo agua la boca al ver aquello... Dios, Sanha era su paraíso.
Otra palpitación proveniente del miembro del pelinegro y una sonrisa ladina apareció en el menor, sacó los dedos de Eunwoo de su boca y lo guio hasta la parte en donde debían estar ahora, en su entrada.
Unieron sus labios en un beso, y en ese momento el índice se abrió paso en la entrada de Sanha, justo en ese momento su labio inferior fue tomado por los labios del menor con un poco de fuerza.
Su mano libre se aferró a la cintura contraria, y continuó adentrándose en su novio... pronto agregó el dedo medio y esto provocó un escalofrío caliente por todo el cuerpo de Sanha... esas manos lo volvían loco y más deseoso.
—¿Te sigue doliendo? —Preguntó Eunwoo en medio del beso, al verlo apretar sus ojos y quijada.
—U-un poco. —Jadeó—. Pero continúa, es la única forma de que deje de doler.
—¿Eres masoquista o algo así?
—Hmm... no diría exactamente que un masoquista, pero me gusta sentir cada movimiento que haces con mi cuerpo, me gusta sentirte y aunque pueda resultar un poco doloroso al inicio. —Los dedos de Eunwoo se adentraron más en Sanha sacándole un gemido—. ¡Ah!
—¿Qué decías, precioso? —Eunwoo sabía perfectamente que acababa de excitarlo más y eso subía su orgullo de hombre.
—A-aunque puede resultar un poco doloroso al inicio, mi...mi cuerpo se acostumbra y acepta el tuyo por completo, siendo la mejor sensación que podría tener. —Sentía que sus piernas temblaban con la intrusión de los dedos contarios.
Los gemidos de Sanha se hicieron más fuertes y sus jadeos más rápidos y agudos... Al sacar sus dedos, Eunwoo se dio cuenta de que ya estaba listo. Sacó un poco del lubricante que tenía en la mesita de noche a lado de la cama y lo colocó sobre su miembro perfectamente preparado.
La mirada de su novio le indicó que lo hiciera. Sanha se levantó solo un poco del cuerpo de Eunwoo y le indicó dónde colocar su miembro, el movimiento fue de ambos, el menor empezó a bajar sobre el pene de su hyung y éste lo ayudaba sosteniéndolo de las caderas, también haciéndolo bajar lentamente.
Eunwoo empezó a sentirse atrapado entre las paredes estrechas de Sanha y definitivamente, era demasiado placentero, no se cansaría de eso. Un ronco gemido salió del mayor cuando toda su longitud estuvo dentro del menor.
Se quedaron quietos un momento, hasta que Sanha tomó la iniciativa, empezó a subir y bajar, en un inicio de forma extremadamente lenta, adaptándose al tamaño de su novio, después Eunwoo siguió con los movimientos en sincronía, un poco mas rápidos.
—Te amo, te amo, te amo... —Dijo entre jadeos el menor.
—Y yo te amo a ti. —Respondió tras un suspiro lleno de regocijo.
—Me gustas mucho.
—Y tú me fascinas pequeño Beagle.
Sanha comprendió la referencia de "Beagle" a lo que simplemente rio de forma tierna y besó nuevamente a su novio con amor.
Las embestidas continuaron, pero en esta ocasión, Eunwoo puso a Sanha debajo de él. Se miraron fijamente y otro beso estalló, pero fue diferente a los demás besos... y como si de una corriente eléctrica se tratara sus cuerpos vibraron, el orgasmo los alcanzó.
El pelinegro dio dos embestidas más y salió lentamente del cuerpo tembloroso de Sanha. No esperó y se reincorporó a su lado, Sanha se giró y colocó la cabeza en su pecho, acariciaba con la yema de los dedos su abdomen marcado y varios suspiros salían.
—Antes... no habría podido hacer esto y mucho menos disfrutarlo de esta manera. —Dijo más tranquilo, con su voz ronca por tanto gemir.
—¿Por la condición de tu corazón? —Acomodó sus cabellos sudorosos y despeinados.
—Sí. —Suspiró—. Me alegra poder disfrutar de este placer contigo. —Y se pegó más a su cuerpo.
—Soy afortunado. —Sonrió orgulloso.
—¿Por qué?
—Por tenerte conmigo.
Lo adoraba, lo amaba, aunque fuera un chico, eso no importaba en absoluto, él lo había hecho sentir como nadie, y aunque no fue instantáneo, había sido de la forma más intensa, inesperada y bonita.
Deseaba poder estar mucho tiempo a su lado, si se podía toda la vida sería mucho mejor, esperaba ser así de afortunado como para que la vida le permitiera tenerlo por siempre con él, ese era su mayor deseo.
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Volví~
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