25.


Cada pasó que daba era un poco de presión en ella, todas las miradas posadas en su persona era totalmente incómodo a su parecer. Trató de simplemente ignorar las miradas agenas y siguió en su camino.

Para muchas personas ella estaba muerta, bueno después de su desaparición de 7 meses ya la habían tomado como muerta así que volverla a ver entre las calles de la concurrida Konoha era algo increíble e extraordinario.

Ya era tanto el bullicio que había a su alrededor y saltó entré los tejados rápidamente desapareciendo de la vista de la multitud. Al estar lo suficientemente lejos soltó un suspiro, su mirada su fijo en cierto lugar y inconscientemente se acercó a el. Al llegar una pequeña sonrisa se formó en sus labios, pasó su mano por aquel polvoriento asiento y sin más se sentó allí bajo la sombra que le proporcionaba esas pequeñas losas.

Aquella brisa tan suave y tranquila la hizo cerrar sus ojos rubi, aquel lugar le traía recuerdos de su niñez junto a cierto chico. Aquella sonrisa que el le regalaba, esas peleas infantiles, esos momentos en las que el la defendió. Simplemente esos recuerdos eran muy valiosos para ella...sin duda alguna siempre le tuvo un cariño hacia aquel azabache de cabellos largos.

Por otro lado el chico de pendientes subía aquellos escalones con pereza mientras bostezaba con sus ojos cerrados, al llegar al final de los escalones abrió sus ojos los cuales estos se abrieron de más ante lo que miraba. Una corta cabellera de color plata bailaba con la fresca brisa mientras que sus rubis estaban fijos en el azulado cielo. La reconocería en cualquier lugar.

Sin siquiera saberlo su cuerpo comenzó a acercarse a ella y justo cuando estaba detrás la abrazo con fuerza, deseando que nunca más se fuera de su lado. Ninguno de los dos decía nada y solo de quedaron en silencio guardando esta pequeña escena en su corazón. La Senju tomó las manos del azabache suavemente mientras dejaba descansando su cabeza en el pecho del Nara. Simplemente era un momento en donde las palabras no eran necesarias.

•|🌻|•

— Es bueno tenerte de regreso — ella solamente asintió  — Veo que sigues igual que siempre, sin responder ante nada — soltó un pequeño chasquido mientras ella lo miraba

— Eres un idiota, Shikamaru — respondió mientras fruncia levemente su ceño

— Oh mira, ya habló — sonrió para luego tocar su entre ceja — Deja de hacer eso, desde hace cinco años que adoptaste fruncir tu ceño

— ¿En serio? No me había fijado cuando comencé a hacerlo...— soltó un poco sorprendida por lo que dijo el  contrario — Supongo que tienes mejor memoria de la que imaginaba Shikavago...

Aunque esa quizás era la respuesta más obvia el chico se avergonzó ante la suposición de la albina, no era que tuviera buena memoria, sino que siempre la observó y notó muchas otras cosas en ella que quizás no muchos lo sepan. Sabe cuales fueron sus primeras cicatrices, las expresiones que hacé, sabe cómo hacerla hablar, sabe las cosas que le gustan y disgustan. Era algo vergonzoso decírselo así que simplemente se quedó un momento en silencio observandola, todo su cuerpo estaba cubierto por vendas, desde sus piernas a su cuello. El estaba acostumbrado a verla con camisas de manga larga aunque hubiera calor pues sabía que no le agradaban mucho sus propias marcas.

— Yumiko...¿por qué estas vendada? Normalmente usas camisas de manga larga

— Simplemente es para ocultar a mis compañeras de vida. Veo que notaste lo de las mangas

— Si, aunque estuvieramos en completó verano nunca faltaba tus mangas largas o uno de tus brazos vendados...pero ahora que te veo de esta manera me surgen muchas dudas. Se que puede sonar fastidioso pero...en realidad quisiera saber la razón

Los ojos de la mayor se cerraron para  inhalar el mayor aire que le cabiera en sus pulmones para luego sacarlo. Comenzó a quizás poco a poco cada vendaje, denjando descubierto su cuello, brazos y piernas. Todo estaba lleno de cicatrices y su brazo izquierdo envuelto en marcas azules.

— En los meses que estuve bajo la merced de la serpiente no tuve una estancia feliz como puedes ver — le mostró su brazo izquierdo — Quería información sobre ésto

— Ya veo...tienes nuevas cicatrices, todo por tu relación con las lagartijas

— Exacto. Aunque antes tuviera algunas cuantas regadas en mis brazos no me daba importancia pero ahora...las cosas son diferentes — lo último lo susurro pero este si lo logró escuchar

— ¿Qué tiene? Antes no te preocupabas en tu apariencia pero ahora estas completamente cambiada

— Pensé que como eras inteligente lo entenderías...— dijo molesta mirando de reojo al azabache — Para mi esto no es más que una clara evidencia de debilidad, si hubiera sido más fuerte quizás hubiera podido escapar de esos cuatro y no caer en manos de él. Soy débil, ingenua e estúpida y estas cicatrices son la clara evidencia

— ¿En serio? Eso creés, no eres más que una boba

— ¡¿Qué quieres decir Shikamaru?! —se levantó bruscamente de su lugar tomándolo de los bordes de su camiseta — ¡Simplemente mirame, estas marcas son símbolos de mi debilidad!

— ¡Sabes que no es así! — tomó su mano en el cuello de él — Eres la más fuerte de nuestra generación. La mejor de los 12 novatos y la única mujer en ser chunin. — hizo que la mano de ella se apartara de sus prendas para después tomar sus manos con fuerza — Eres la más fuerte y lo has demostrado más de una vez...te mantuviste en pie después de la muerte de tu familia. Te pusiste bajo el clan de tu abuelo tomando la carga de ser igual a el. Te volviste la más fuerte de nuestra generación superando a aquel que todos llamaban prodigio bajo tus propias fuerzas. Despertaste el sharingan. Eres una maestra del suiton. Has peleado con ninjas que son de un rango mayor al tuyo llegando a igualarlos o incluso venciendolos. Eres de las pocas personas que tiene una conexión de vida con aquellas lagartijas. Te volviste chunin y estoy seguro que si los exámenes hubieran ido con normalidad tu hubieras sido la única en convertirte en uno. ¿Aun así piensas que unas simples cicatrices te dicen que eres débil? Si es así estas completamente equivocada.

Los ojos de ella estaban completamente cristalizados y ante la pregunta final del chico ninguna palabra pudo salir de sus labios. Apretó las manos del contrario que tenían sujetas las suyas y simplemente las lágrimas bajaron por sus mejillas. Y apesar de ser un poco más alta que él, ocultó su rostro en el hombro de el empapandolo por completo, lo único que podía hacer el contrario era dejar que se desahogara sobre él mientras acariciaba suavemente su cabeza dejando su otra mano entrelazada con la de ella.

•|🌻|•

— Así que te irás...

— Si, quiero aprender más jutsus. Verlos por mi misma. Volveré en unos dos o tres años dependiendo de mi progreso

— Entonces volverás mucho más fuerte que ahora...te deseó el mejor de los viajes pequeña albina

— ¿Pequeña albina? — pregunto algo ofendida — Por si no recuerdas soy mayor que tú y más alta

— Por ahora, cuando vuelvas de seguro ya no serás tan alta — respondió divertido

— Veras que si, hagamos una apuesta. Si soy igual de alta que tú o incluso más alta serás mi sacó de boxeo para mis entrenamientos — sonrió cínicamente

— Me parece un buen trató

— ¿Qué quieres de premio su ganas, vago? — lo miro a los ojos fijamente esperando su respuesta

El azabache simplemente no soltaba ninguna palabra por un par de segundos haciendo que la Senju se extrañara pero sin previó la mano del contrario acariciaba su mejilla con total dulzura mirándola un poco avergonzado.

— Shikama—

— Te quiero a ti — dijo interrumpiendola

Los orbes rojizos de la chica se abrieron más de lo normal ente la respuesta del chico, solo en cuestión de segundos sus mejillas estaban al igual que sus ojos.

— ¿Acaso es esto una broma? — pregunto avergonzada aún teniendo sobre su mejilla la mano del azabache pero por alguna extraña razón no podía quitar la mano de su rostro

— No lo es, te quiero a ti de premio. Si ganó quiero que seas mi novia Yumiko. Me gustas desde hace años

Aquella respuesta nunca la espero, en realidad nunca espero que el chico vago con el cual miraba las nubes de niña se le declarará. Aquel chico que le tenía especial cariño. Las palabras no salían de sus labios, siempre que se le declaraban su rechazo era inmediato...pero no podía, simplemente las palabras se quedaron atrapadas.

— Se qué te gusta Neji...lo he notado pero...cuando simplemente desapareciste estaba arrepentido de nunca haberte dicho lo que siento por ti. Así que si llegabas a volver a la aldea estaba vez no dudaría en decirle apesar de que se tú rechazo es más que obvió — la mano que se encontraba en la mejilla de ella se apartó — Solamente quería decírtelo, puedes olvidarte de mi absurda declaración o recordarla para burlarte de mí. Aún así quiero que sigamos siendo amigos como hasta ahora — le brindó una cálida sonrisa — Por ciento, ¿cuando iniciaras tu entrenamiento?

— E-En dos semanas si continuó bien con mi recuperación...— murmullo débilmente

— Entonces quiero que disfrutemos esas dos semanas juntos, Senju Yumiko

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Y hasta aquí el penúltimo capítulo de esta linda historia U,w,U

¿Les pareció linda la declaración del Shikavago?
Bueno no soy muy buena respecto al romance así que no se si lo hice tan linda como quizás a muchas les gustara.

¿Les gusta el cambió de look de nuestra albina? A mí si, me gusta como se le ve el cabello corto.
(La imagen es un redibujo, solo lo adapte para que encajara con la descripción de Yumiko, los créditos quedan reservados para su autor)

Y bueno...creo que ya no tengo nada más que decir, espero que les gustara el capítulo y sin más

¡Sayonara! ❤🌻

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