RECOMPENSA


Decir que no sabia que había pasado con Jackson, sería estúpido de parte de Yoongi, claro que lo sabía, lo supo desde el misma noche en que llegó a esa casa, era muy entrada la noche cuando sintió el característico olor de la sangre llegando hasta sus fosas nasales, se giró y vio luz en el baño, un poco alarmado se levantó, hasta que recordó que el cuarto donde estaba era el de Taehyung, era obvio que esperaba dormir ahí con él, pero entregarse a un desconocido no estaba en sus planes y eso pensaba decirle.

Se puso de pie y entró al baño, el mafioso estaba de espaldas a él, limpiando su cuerpo, el vidrio era opaco así que no lograba apreciar a la perfección su anatomía, pero aún podía recordar el abdomen bien definido, los brazos fuertes y tonificados, estaba por demás decir que era guapo y demasiado atractivo, tragó saliva al sentir su boca seca de pronto. Quiso darse la vuelta pero algo llamó su atención, en el cesto de ropa estaba por supuesto la que llevaba cuando salió de la habitación, era toda negra, pero aún así lograba ver las manchas que la habían ensuciado, sus manos temblaban un poco cuando tomó la camisa y comprobó horrorizado que era sangre.

Tiro la prensa de nuevo al cesto y salió del baño, cuido de no hacer ruido al cerrar la puerta y volvió a la cama, sus dedos manchados de carmín, le dieron la respuesta a la pregunta que rondaba en su cabeza desde que el mafioso le dijo que se considerará libre. Había matado a Jackson. Por un segundo espero sentir dolor, miedo, pero ninguna de esas emociones llegó, por el contrario se sintió aliviado, feliz hasta cierto punto, por fin era libre, ya no debía vivir con miedo.

El sonido de la puerta del baño abriéndose lo puso en alerta, cerró lo ojos y fingió dormir, no estaba listo para enfrentarse al mafioso, lo escucho abrir el armario y pasado un tiempo lo sintió pararse a su lado, espero a que se acostará, resignado a que durmiera ahí con él, cuando sintió el tibio aliento de su boca cerca de su oído, y se puso rígido.

—No es necesario fingir, se que no duermes, pero tranquilo, te dije que no te iba a forzar a nada, el día que duermas conmigo será porque tú así lo quieres —le susurró al oído, le dejo un beso en la mejilla y después lo escuchó salir.

Abrió los ojos, miró a la puerta y suspiró, una pequeña sonrisa se dibujó en sus labios y volvió a cerrar los ojos, esa fue la primera noche que durmió tranquilo y en paz. A la mañana siguiente desayuno con el mafioso como si nada hubiera pasado. Le pidió que lo dejara ir a su casa y este solo se limitó a decirle que esa era ahora su casa, pero que podía ir por sus cosas.

Llegar a la casa que había compartido con Jackson fue extraño, nunca la había considerado su hogar, era fría y lúgubre, era como si las paredes y muebles de ese lugar estuvieran impregnados con la esencia de su dueño. Era curioso como aunque sabía que Taehyung era un mafioso, un asesino despiadado, sentía que podía estar seguro a su lado, y como aunque cuando conoció a Jackson, este aparentaba ser bueno jamás se sintió de esa manera.

Sin perder más tiempo empacó todas sus cosas, y llamó a su padre para informarle que Jackson se había ido sin decir nada, que ya podía estar en paz, y prometió pronto ir a verlos a Daegu, se encargó de quemar toda su ropa y pertenencias para que pareciera que se había ido. Después cerró la puerta, para terminar por completo con esa pesadilla.

Fue a su clínica con la intención de abrir y grande fue su sorpresa al encontrarla destruida, agradecía no haber tenido ningún animal a su cuidado, estaba seguro de que ese había sido Jackson, suspiro y se dispuso a levantar todo, estaba terminando de limpiar cuando Taehyung llegó.

—Te diría que cerras este lugar, pero se que eso no lo aceptarás, ¿cierto?

—Así es, está clínica es lo único que me hace feliz. Tal vez no es la más grande o la más moderna, y mucho menos la más popular, pero es mía.

—Yo podría ayudarte también con eso.

—Gracias, pero no, no quiero deberte más, ya suficiente es con lo que hiciste.

—No hice nada, solo saque la basura, además ya te lo dije, te quiero para mí, y no iba a dejar que ese imbécil volviera a tocarte.

—¿Y si yo no quiero? —dijo de pronto con voz firme y mirando fijamente al mafioso.

Taehyung lo miró un momento, antes de acercarse más a él y tomarlo por la cintura pegándolo a su cuerpo, por puro instinto Yoongi apoyó sus manos sobre su pecho.

—Me encargaré de que cambies de opinión, también te lo dije kotik, jamás te forzaría, pero eso no significa que aceptaría un no por respuesta.

Yoongi se perdió en el reflejo de sus ojos negros, podía ver claramente la sinceridad de sus palabras y se dió el lujo de creerle, bien  podía decirle que estar con él era el pago por lo que hizo y hubiera aceptado pagarlo, pero se sentía mejor saber que por lo menos tenía la opcion de hacerlas cosas a su tiempo.

No sabía si podía enamorarse, pero sabía que si podía intentarlo. Quiso eso mismo lo vio Taehyung, porque se inclinó hacia él y juntó sus labios, su boca se abrió para él, disfrutando de la intromisión de su lengua, explorando su cavidad, no era un beso suave, ni tierno, pero sí cargado de pasión, deseó. Cuando el aire les hizo falta se separaron y Taehyung sonrió.

—Te ves precioso, sonrojado Kotik.

—Deja de decirme así, ni siquiera sé que significa —se quejó avergonzado.

—Gatito, eso es lo que pareces, un hermoso y lindo gatito, que me salvó la vida.

Yoongi no pudo evitar sonreír al escucharlo, nunca nadie le había dicho algo tan bonito, y le gusto saber que Taehyung fuera quien le dijera así.
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La nieve caía incansable afuera, Yoongi la contemplaba desde la ventana, esperando por ver llegar el auto de Taehyung, habían pasado ya dos meses desde que habían comenzado esa extraña relación.

En esos dos meses había aprendido a conocerlo, lo había visto gritar furioso cuando no cumplían sus órdenes, moler a golpes a un tipo que quiso pasarse de listo y también aunque eso lo había hecho a escondidas, lo había visto matar a un hombre una noche en que lo vio llegar y caminar al sótano al que le había prohibido bajar.

Todo eso podría aterrar a cualquiera, pero no a él, no, cuando también disfrutaba del lado tierno y bueno de ese hombre, no podía tenerle miedo cuando lo llamaba kotik mientras le robaba un beso o una caricia, cuando con paciencia había aguantado no tocarlo, sabía que lo deseaba porqué siempre se lo decía, pero le estaba dando su tiempo y eso lo agradecía.

Sonrió cuando vio llegar el vehículo, y lo vio bajar de él, salió de la habitación para bajar a recibirlo, pero nada más bajar supo que algo no estaba bien, su traje siempre inmaculado tenía manchas de suciedad y sus nudillos estaban rojos, y su labio ligeramente abierto.

—¿Que paso? —pregunto preocupado.

—Trabajo, solo eso —contesto con simpleza mientras se servía un vaso de whisky que vacío casi al instante.

Esa era otra cosa que tenía, no le gustaba hablar con él sobre su trabajo como el le decía, cuando Yoongi le había reclamado eso, el le dijo que no quería mezclar su vida privada con lo que hacía y tampoco quería ponerlo en riesgo a él conociendo cosas que no debía y entendió.

—Vamos debes darte una ducha y después limpiare esa herida.

—No es nada kotik.

—No estoy pidiendo tu permiso, ve y haz lo que te digo.

Taehyung sonrió de medio lado, y lo tomó por la cintura atrayéndolo a él, le dió un fogoso beso y lo soltó después de morder su labio inferior.

—Tú eres el único que se atreve a mandarme y me encanta.

Yoongi sonrió y se alejó de él, ambos subieron a la habitación que desde hace un par de semanas él había aceptado compartir. Taehyung tomó una toalla y entró al baño, Yoongi comenzó a ponerse nervioso. Estaba seguro de lo que haría, pero no podía evitar sentir algo de temor.

Varios minutos después el mafioso salió, la toalla envuelta en su cadera, y los nervios de Yoongi se evaporaron, siendo sustituidos por la excitación, verlo ahí de pie con la piel levemente mojada por la ducha, su cabello siempre pulcramente peinado, cayendo en ondas desordenadas y húmedas sobre su cara lo hacía verse mejor que cualquier modelo de revista.

—Tae ven aquí —lo llamó escuchando su voz más ronca de lo normal.

El mafioso obedeció y caminó hasta la cama donde el estaba.

—¿Qué pasa kotik?

—Pasa que estoy listo, te deseo Taehyung, quiero que me hagas el amor —nada más decir esas palabras, la mirada del mafioso cambió.

Sus pupilas se dilataron y la sonrisa que le dió fue más que perfecta, lo tomó por los hombros y lo hizo pararse.

—¿Estás seguro?

—Sí.

No hubo necesidad de más, los finos labios de Taehyung reclamaron los suyos, lo besó hasta que el aire le hizo falta, después comenzó a besar su cuello, mientras desabotonaba la camisa de su pijama, y le arrancó un jadeo cuando sus dedos acariciaron sus pezones.

Yoongi abrió la toalla que lo cubría y dejó que cayera al suelo, y tragó saliva al ver su miembro, era grande, demasiado, las venas marcadas en toda la extensión, la cabeza roja y brillante por el presemen. Nunca antes había tenido un miembro en su boca, pero quería probarlo, saber si sabía tan bien como se veía.

Se alejó un poco de Taehyung que protestó al sentir que lo alejaba y con una sorpresa placentera lo vio ponerse de rodillas y tomar su erección entre sus manos, acariciándolo y como un colegial casi lo hace correrse al sentir sus labios abriéndose para recibirlo en su boca, sintió un poco de sus dientes rozar pero no le importo. Su gatito le estaba dando la mejor mamada de su vida, tomó su cabello entre su mano y lo ayudó moviendo su cabeza de arriba hacia abajo para controlar la felación.

Yoongi trataba de tragar lo más que podía de la polla de Taehyung, pero no conseguía devorar un poco menos de la mitad antes de sentir arcadas cuando su cabeza tocaba su garganta. Era enorme, no sabía cómo iba a soportar que eso entrara en él.

—Ahh gatito, para o me voy a correr en tu boca y no quiero eso, primero quiero llenar tu culo con mi semen.

Con cuidado lo ayudo a pararse y toda delicadeza se fue, terminó de quitar su ropa, dejándolo tan desnudo como él, luego lo puso de espaldas y lo tumbó sobre el colchón, besos, y acarició cada rincón de su espalda, dejó un par de mordidas sobre su blanca piel y después lo hizo gritar cuando hundió su rostro entre sus nalgas, lamiendo y hundiendo su lengua para prepararlo.

Yoongi gemía y jadeaba convertido en un desastre, la lengua había sido sustituida por tres de sus dedos, que entraban y salían de él, mientras sus caderas se elevaban buscando más placer. Cuando sentía que ya no podía más, Taehyung sacó sus dedos y lo giró.

—Quiero ver tu rostro cuando entre en ti kotik.

Lo besó nuevamente, antes de sacar un condón de la mesita de noche y colocarlo, abrió sus piernas y las elevó sobre sus hombros, alineó su miembro y comenzó a hundirlo, Yoongi cerró los ojos por pura inercia y sus labios se abrieron dejando escapar un gemido de dolor, sentía el grueso miembro expandir sus paredes mientras se abría paso para entrar cada vez más profundo, sentía que se iba a romper.

—Aaahhh… no puedo… aaahhh demasiado grande —se quejó entre gemidos.

—Falta poco precioso —dicho esto Taehyung dió un último empuje y terminó por meter todo su miembro dentro suyo.

Espero un momento a qué el dolor remitiera, antes de comenzar a moverse, primero con calma y después mas rápido, sus caderas empujaban con fuerza, el sonido de sus pieles chocando y los gemidos placenteros de Yoongi eran el mejor estimulante que podía existir.

Cambio de posición apoyando las piernas de su gatito sobre su abdomen haciendo más profunda la penetración, disfrutaba ver como su polla se perdía dentro de ese caliente agujero. Yoongi no podía más, se sentía al borde de un abismo de placer.

Y se lanzó gustoso, gimió profundamente, y apretó su esfínter como acto reflejo anunciando su aorgasmo cuando Taehyung golpeó directo en su próstata, su semilla salió disparada manchando su pecho y barbilla, Taehyung se inclinó y de la forma más lasciva que hubiera visto nunca lamió su pecho.

Las penetraciones aumentaron de velocidad, Yoongi se sentía sobre estimulado, cuando Taehyung apretó con fuerza sus caderas y entre gemidos guturales liberó su semilla en su interior antes de dejarse caer sobre él, le dió un beso antes de salir y acomodarse a su lado.

—Te quiero kotik.

—Yo también Tae.

Esa noche ambos se amaron, sin control, Taehyung sabía que jamás dejaría ir a su gatito y Yoongi estaba seguro de nunca querer irse.

Fin.




Y así llegamos al final de esta historia, espero que les haya gustado, para ser mi primer Taegi creo que me quedo bien, gracias a la chica de Tik tok que me dió la idea para esta historia y también a mi Yoonginista consentida neko_azucarado por darme la idea de Jackson malo jejeje te quiero gato.

Nos leemos en la próxima bellezas...
            Besitos 😘😘😘

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