🪷 𝕸𝖚𝖏𝖊𝖗 🪷
Abrió los ojos lentamente sintiéndose mejor. Al parecer había pasado el resto del día durmiendo de lo mal que se encontraba. Su teléfono sonaba una y otra vez. Se levantó y contestó.
—Привет? (¿Hola?)
—Вау, должно быть, это была сумасшедшая ночь. Извините за беспокойство, я перезвоню позже. (Vaya, debio ser una noche alocada. Lamento molestar, llamaré después) —colgaron la llamada.
Rusia se pregunto por qué diablos su presidente le había colgado de aquella manera tan brusca. No le dio más vueltas al asunto, tallo sus ojos y se levantó para ir al baño. Se paró frente al retrete y cuando bajo la mirada para orinar un par de senos bloqueaban su mirada.
—Это... Это новое (Esto... Esto es nuevo) —los tocó con sus manos—. я, должно быть, сплю (Debo estar soñando)
Pellizco su brazo, dolor. Se dio una bofetada, dolor. Esto no podía ser real. Se quitó su suéter viendo un par de delicados brazos reemplazar sus fuertes brazos. Un par de piernas curveadas reemplazaban las suyas. Corrió hacia el espejo del baño encontrándose con el lindo rostro de una chica rubia con sus ojos celestes, piel blanca algo rosada y su misma cicatriz en el ojo derecho.
Dio un fuerte grito y huyó hacia su el pasillo del hotel. Ahí encontró al estadounidense justo cerrando la puerta de su cuarto. Se miraron con sorpresa. Rusia esperaba cualquier insulto o burla de parte del contrario, hasta que se dio cuenta de que lo miraba embobado de pies a cabeza.
—Что?! (¡¿Qué?!)
—N-Nothing... I just... (N-Nada... Yo solo...) —se detuvo un segundo—. Are you wearing men's underwear? (¿Estas usando ropa interior de hombre?)
Rusia bajo la mirada encontrándose de vuelta con aquel cuerpo de mujer. Dándose cuenta que llevaba únicamente sus boxers. Tapo sus pechos con su brazo y su rostro se puso muy colorado.
—перестань так на меня смотреть извращенец! (¡Deja de mirarme así, pervertido!) —exclamo molesto.
—I'm sorry! I didn't wanted to make you uncomfortable (¡Lo siento! No quería hacerte sentir incómoda) —intento mantener su mirada en los ojos del ruso—. Can I take you back into your room? (¿Puedo llevarte de vuelta a tu habitación?)
—Нет! Я знаю, как вернуться один (¡No! Yo sé cómo volver solo) —camino de vuelta abriendo la puerta.
—Yes, of course you know. I'm curious, what made you scream and run away like that? (Si, claro que sabes. Tengo curiosidad, ¿qué te hizo gritar y correr así?)
—э... мышка (Uh... Un ratón) —cerro la puerta a sus espaldas—. Дерьмо, дерьмо, дерьмо (Mierda, mierda, mierda)
Rápidamente se vistió de la manera más apropiada que pudo. Intento cubrir sus pechos lo más que pudo, usando uno de sus suéteres más holgados. Los pantalones le quedaban largos, pero se ajustaban a sus caderas. Intento vestirse lo mejor posible para no llamar tanto la atención. Tenía que buscar a sus hermanos, o por lo menos a Bielorrusia.
Salió a la calle de manera apresurada, caminando entre las calles se perdió. No sabía dónde estaba ni cómo volver a su habitación. Pronto se dio cuenta de que fue estúpido salir así, hubiera sido más inteligente mandarle un mensaje a su hermana desde su recámara. Pero ya era tarde, no tenía ni idea de a dónde ir, ni a quien pedirle ayuda pues no todos hablaban inglés.
Caminó hacia un callejón sintiéndose desolado. Sintió como lo empujaban contra una pared, lo que le hizo sentir el fuerte golpe en su espalda. Cuando alzó la mirada se dio cuenta que tenía frente a él a un hombre de mediana edad, que apretaba sus muñecas con fuerza contra la pared.
—Vaya, vaya, ¿qué tenemos aquí? Justo como me gustan, rubias, altas, de cabello largo y grandes atributos. Si sabes a lo que me refiero —solto una carcajada, que más que risa parecía que se estaba desinflando.
Rusia le dio una patada en la ingle, logrando que lo soltaran. Trato de correr a la salida, pero cayó, pues aquel hombre le había sujetado del tobillo. Fue arrastrado de vuelta más adentro del callejón. Esta vez el hombre coloco una navaja en el cuello de Rusia y sujetaba sus muñecas con una sola mano. Por más que forcejeaba le era imposible escapar, no tenía la fuerza que tendría si fuera un hombre. Quiso gritar pero su agresor apretó con más fuerzas la navaja contra su cuello.
—Te lo advierto, bonita, lo haces y aquí termina tu viaje por este país. Solo coopera conmigo, ¿quieres? Yo sé lo que les gusta a las viejas —acerco su rostro para oler el cabello del ruso.
Se sentía amenazado, nunca en su vida se había sentido más débil que en aquel momento. Sintió como amarraban sus manos con fuerza contra una reja. El terror más puro se apoderó de él cuando sintió una de las manos del sujeto acariciando su entrepierna. Soltó un chillido y volvió a sentir la fría navaja del hombre sobre su cuello.
—No sabes cuánto tiempo llevo esperando algo como esto. Es que es imposible controlarme con alguien como tú —estaba a punto de besar sus labios cuando escucho a alguien más detrás de él.
—¡Sueltala, pendejo! —por una vez en su vida, Rusia alegro de escuchar aquella voz.
—¿O qué? ¿Por qué carajos debería parar de...? —cuando el hombre dio media vuelta se encontró con su propia nación frente a frente.
México extendió sus grandes alas de águila viéndose lo más amenazante posible. El hombre titubeó un poco, antes de ponerse firme y esconder su navaja.
—Tranquilizate, hermano, ella es mi novia... ¡Tatiana! No sabes cómo nos gusta jugar así en la calle, jeje —volteo a ver amenazante al ruso—. ¿No es así, cariño?
—Dime, Tatiana, ¿este hombre te está molestando?
Cuando vio que el hombre apretó la navaja en su puño supo que aquello no iba a salir nada bien. Trago saliva y volteo a ver al mexicano con ojos temerosos, no sabía que le había preguntado, pero realmente quería que lo sacará de aquella situación.
El hombre trato de atacar a México, quién detuvo el puño del contrario con sus dos manos. Aprovecho para darle una patada en el costado del abdomen causando que el contrario caiga adolorido al suelo. México pateo la navaja lejos antes de que el hombre se levantará y ambos comenzarán una pelea a puño limpio.
Rusia solo miraba impactado lo que ocurría, intentando librar sus manos de aquella atadura que ya lastimaba sus muñecas. De pronto vio al hombre tumbar a México al suelo para salir huyendo del callejón.
—¡Agarrenlo y encuerenlo, cabrones! —grito dispuesto a perseguirlo.
—Ждать (Espera) —Rusia llamo su atención.
—¡Oh! Lo lamento —México tomo la navaja y comenzó a cortar las cuerdas de las muñecas de Rusia—. ¿Te encuentras...?
No paso ni un segundo para que Rusia se abalanzara sobre el mexicano, abrazándolo y llorando en su hombro. De haber sido hombre jamás hubiera hecho eso, simplemente le hubiera agradecido a México y se hubiera retirado sin más.
—Tranquila, ya pasó. Shh... Estás bien ahora —sentia como acariciaba su cabello con delicadeza intentando ayudarle a calmarse—. Lamento mucho lo que pasó.
—я просто хочу пойти домой (Solo quiero volver a casa) —sollozo Rusia.
Una vez paso un tiempo para que Rusia logrará calmar su llanto, rompieron el abrazo. México lo vio con una sonrisa cálida y tomo su mano con delicadeza.
—Ten cuidado por dónde caminas, es peligroso. Siempre ve acompañada, ¿de acuerdo? —Rusia asentía a todo lo que le decía sin entender una palabra—. No pareces de por aquí. Shall I take you back to your hotel? (¿Te llevo de vuelta a tu hotel?)
Rusia negó con la cabeza varias veces. Si México se daba cuenta de en qué habitación se hospedaba rápidamente se daría cuenta de que era él. México lo vio confundido, ahora no sabía dónde debía dejar al ruso.
—Maybe... I can take you to my house if you're good with it (Quizás... Puedo llevarte a mi casa si estás de acuerdo con ello)
—But we've just met (Pero si acabamos de conocernos) —Rusia seco sus lágrimas respirando entrecortadamente.
—Que importa. You can stay there (Puedes quedarte ahí) —Mexico apretó un poco su mano—. Of course, if you want to (Claro, si así lo deseas)
Rusia asintió. México le sonrió nuevamente y lo condujo fuera del callejón. Iban algo silenciosos, lo que desespero rápidamente al mexicano.
—So... What's your name? (Así que... ¿Cuál es tu nombre?)
—I'm Ru- (Soy Ru-) —fingio una tos—. I mean... I'm Anastasia (Quise decir... Soy Anastasia)
—Pretty name, I'm México (Bonito nombre, yo soy México)
Mientras lo conocía mejor se daba cuenta de que aquella idea que tenía de los latinos no estaba más alejada de la realidad. En realidad México si era un país maduro, considerado y que se preocupaba por otros. No era un tonto, simplemente así era su personalidad. Rusia se culpaba a si mismo por haber pensado de manera errónea sobre quién lo estaba acompañando.
Llegaron a una casa de la época porfiriana, elegante, bien cuidada, con un amplio jardín verde lleno de plantas altas y tropicales. Habían unas cuantas gallinas y un perro chihuahua paseándose por el jardín. Rusia estaba maravillado.
—Hogar dulce hogar. No es mucho, pero espero te sientas más que bienvenida en tu casa —Mexico abrió el cancel—. Las damas primero.
—Thanks (Gracias) —una vez piso el césped del mexicano, el diminuto perro corrió ladrando hacia él.
—¡Paco! ¡No! ¡Perro malo, perro malo! —Mexico corrió hacia el animal cargándolo entre sus brazos.
—W-What is that? (¿Q-Que es eso?) —Rusia señaló a Paco.
—Have you never seen a dog in your life? (¿Acaso nunca has visto a un perro en tu vida?) —dijo acariciando al chihuahua—. Ten, cargalo.
México puso a Paco en los brazos del ruso. El perro al principio le gruño, pero luego de que Rusia acariciara un poco su pelaje, este se calmo y se dejó cargar en paz.
—Le agradas, jeje. Come with me (Ven conmigo) —tomo su brazo y la llevo a su casa.
Cuando entraron, Rusia no podía creer lo que sus ojos veían. Todos los latinos estaban hospedados en la casa del mexicano. Unos jugaban videojuegos, otros cocinaban, otros se estaban persiguiendo. Era un desastre.
—Ah, cierto. Olvidaba decirte que está semana se quedarán mis hermanos en mi casa.
—Che, ¿quién es está mina? —Argentina se acercó a su hermano y tomo la mano de Rusia para besarla—. Encantado, señorita, soy Argentina.
—No te entiende, pendejo, es extranjera —le dio un manazo a Argentina.
—¡Oye, pelotudo! ¡Eso no era necesario!
Mientras ambos se peleaban, se acercaron Chile y Colombia, hermanas de México. Se presentaron ante Rusia mientras lo miraban asombradas.
—Joder, un poco de paz en esta casa, por favor —España surgió de la nada—. ¡Nueva España! ¿Que te he dicho de hospedar a más gente en esta casa?
—Jefe, si no le gusta salgase usted. Un poco de caballerosidad, por favor.
Había demasiado ruido y aquello molestaba un poco a Rusia. México al notar esto llevó Rusia al segundo piso y lo condujo a otra habitación.
—This is my room. You can stay here with me (Este es mi cuarto, puedes quedarte aquí conmigo) —se retracto de sus palabras cuando sintió la mirada asesina de Rusia—. Sorry, you can stay here. I can sleep in the restroom (Lo lamento, tu puedes quedarte aquí. Yo dormire en la sala)
—Why are you so kind with me? All I have done is ask you favors (¿Por qué eres tan amable conmigo? Todo lo que he echo es pedirte favores)
—I like you (Me agradas) —Rusia se sorprendio—. You're my friend now and I know you have been through a nightmare today (Eres mi amiga ahora y se que has estado en una pesadilla el día de hoy)
—Wow, thank you (Wow, gracias) —Rusia le regaló una leve sonrisa.
—Sabia que sabías sonreír. Keep smiling, you look beautiful (Sigue sonriendo, te ves hermosa) —le dio un beso en la mejilla como despedida—. I'll leave you so you can get comfortable. My house is your house (Te dejo para que te pongas cómoda. Mi casa es tu casa)
Acto seguido, salió de la habitación. Las mejillas de Rusia se pusieron rosadas. Nunca nadie había sido tan amable con él ni se había atrevido a besarle la mejilla. ¿Pero en qué estaba pensando? México era un hombre, igual que... Bueno, todo ese asunto rompía su mente. Estaba tan confundido.
Miro la habitación. Tenía una cama grande, muebles echos a mano y cuadros coloridos de paisajes mexicanos. A diferencia de su habitación de hotel, aquí se sentía fuera de lugar. La habitación prácticamente gritaba México.
De pronto se dio cuenta de que tenía ganas de orinar, así que se dirigió al baño de la habitación. No sabía qué debía hacer exactamente. Rusia no era ajeno a como lucía desnudo el cuerpo de una mujer, así que no se sorprendió cuando vio lo que había debajo de sus pantalones. Lo que nunca le enseñaron era como iban al baño las chicas. Pensó que sería simple.
Abrió las piernas y rápidamente se asustó al darse cuenta de que ellas no van al baño de pie. Vio con horror como su única ropa interior y sus únicos pantalones se empapaban. Se maldijo una y otra vez por lo bajo. Ahora debía bañarse.
—¿Esta todo bien ahí adentro? —Rusia pego un brinco—. Soy Chile, la hermana de México.
—Yes, I know. Everything is ok (Si, lo sé. Todo está bien) —miro nuevamente sus pantalones—. Actually no. Can you bring me new clothes? (De echo no. ¿Puedes traerme ropa nueva?)
—I see, I'll be right back (Ya veo, vuelvo enseguida)
Chile tardó más de lo que Rusia pensaba. Aprovecho para ducharse y tirar su ropa en una bolsa a la basura. Tocaron la puerta y envolvió su cintura con una toalla para abrir la puerta.
—Uh... Ay, Dios. Tapate bien, alguien puede verte —Chile se metió al baño con Rusia.
—What the fuck? (¿Qué carajos?) —Chile le acomodo la toalla para que también cubriera su pecho.
—Mucho mejor. ¿Por qué huele a orina?
—I... (Yo...)
—Did you had an accident? (¿Tuviste un accidente?) —Chile comenzó a preocuparse—. Debí traerte algo más. No sabía que tenías incontinencia, lo lamento.
—No! I don't have... That (¡No! No tengo... Eso)
Chile le entrego la ropa. Era un lindo vestido blanco y ropa interior femenina. Fue gracias a las etiquetas que el euroasiatico se dio cuenta que era recién comprada.
—You didn't have to (No tenías que hacerlo)
—But I did it (Pero lo hice) —le sonrió—. Además, no tenemos a alguien tan alta que te preste la ropa.
—Thank you (Gracias)
Chile salió del baño permitiéndole a Rusia cambiarse. Apenas iba en la ropa interior cuando vio el sostén. Lo analizo varias veces, no tenía idea de qué demonios debía hacer con esa prenda, o como se ponía. Le tomo algo de tiempo entender como debía colocarlo correctamente. A decir verdad, le causaba desesperación tener algo en el pecho.
Cuando termino de vestirse, se miró en el espejo de cuerpo completo. Ese vestido si que resaltaba su figura. Se veía muy bien. Intento arreglar su cabello pero lo único que hizo fue un desastre, así que se lo dejo suelto.
Se sentía listo para ir a comer, tenía mucha hambre y estaba cansado.
Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top