Dicen que el sistema de recompensas es mejor para entrenar a las mascotas, lo mismo aplica para Hate y el sistema de castigo, lo cual tampoco era un problema a realizar, después de todo, el dolor era algo que funcionaba como un analgésico.

El de ojos rojos siempre tuvo esa costumbre de golpearse cuando no hacía algo bien, de autolesionarse, de estamparse solo contra la pared o dar golpes hasta sentir que raspa sus huesos, todo era bien recibido.

Pues el dolor físico es más fácil de manejar que el emocional.

Hate estaba mal, y no me refiero a algo como sus sentimientos, sino más bien a la cabeza, algo estaba muy mal y Nightmare planeaba sacar provecho al máximo de el, lo cual no sonaba para nada como una mala oportunidad. 

Quizás el día donde tenga una recompensa llegó muy pronto.

...

Hate estaba aquella noche solo en su habitación, encerrado. No tenía ganas de una compañía, solo era otra noche entre el y sus pensamientos, incluso la presencia de Nightmare a esas horas en su cuarto era realmente imposible de que suceda. 

Pero sucede.

El de aspecto humeante no tiene tiempo de levantarse de la cama o siquiera girarse cuando siente como los tentáculos de Nightmare lo fuerzan contra la cama, realmente útiles cuando piensas que deseas hacer muchas cosas al mismo tiempo... Como atar a tu seguidor fiel.

—¿Nightmare?...—Nunca vio a su jefe como alguien lascivo, era dominante, fuerte, tenebroso, pero nunca lujurioso.

—Hiciste un buen trabajo hoy.—Hizo saber, más no fue una felicitación, y aún así, Hate se sintió agradecido.—Estuve pensando que cosa sería un buen premio para mi querida mascota.—

No era una sorpresa para Hate el escuchar a Nightmare decir eso, sabía lo poco amable o sensible de su jefe, ser llamado su juguete era el mejor cumplido que podía tener de la persona que le hizo creer que era realmente útil. 

Podría soportarlo.

—¿Y?...—Pregunta el de ojos rojos.

—Me di cuenta de cómo me miras y reaccionas.—Dice con voz firme.—¿De verdad eres tan desagradable? Disfrutando ser maltratado de esa manera, añorando que te mande a la mierda... Vaya que eres asqueroso.—

—No es...-—Quiere explicarse, dar una excusa, pero es interrumpido.

—Te daré lo que quieres, oh, pero no cómo tu lo quieres.—

No pasa mucho tiempo para cuando la ropa es rota sin preguntar, los tentáculos sujetándole con fuerza de sus extremidades, mientras que con otro par libre rompe su ropa, dejándole totalmente expuesto y vulnerable... Y, además, con una notable erección.

—Qué miserable.—Dice para luego reír vagamente.—Eres una sucia puta que esperaba tanto esto, no puedo creer que este tipo de cosas te calienten.—

Hate estaba demasiado avergonzado para hablar, escuchando aquellas palabras fuertes que poco le importaba que fuera para hacerlo sentir mal, porque no podía evitar calentarse por la idea de ser maltratado de esta manera por Nightmare.

Aunque no era abuso ya que lo deseaba a pesar de todo, ¿Cierto?

—Nightmare...—Salió de su boca suavemente, como un jadeo.

—Cállate.—Ordena. No planeaba ensuciarse las manos, era asqueroso y poco agradable para el negativo, así que sus tentáculos se estaban encargando de cada cosa que debía hacer para poder hacer disfrutar a esta pequeña basura de mierda.

Debía hacerle creer que era importante... Que era especial.

—Más vale que no abras esa boca en toda la noche... Odio lo ruidoso.—Dice casi en un gruñido mientras sus tentáculos se encargaban del trabajo de pasearse, tocar y ensuciar.

Lo iba a destrozar tal cual como lo deseaba.