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Los rayos de Sol comenzaban a entrar a través de las ventanas del cuarto que una vez SoYeon y JungKook compartieron, molestado al susodicho y su novia, quienes dormían abrazados y desnudos bajo las sábanas.

Para poder cumplir con sus planes, noctrunos y pasionales, tuvieron que unir ambas camas, y en cierto punto, encontrarse en el hueco entre ambas no era del agrado de la espalda de JungKook, menos cuando una de las camas comenzaba a alejarse de la otra.

-Grr-gruñó al sentir su cuerpo caer, poco a poco-. Hazme...un lado-pidió, aún con los ojos cerrados, a su novia.

Pero YangMi ni se inmutó.

Y JungKook se dejó caer nuevamente en los brazos del sueño, hasta que...

¡Pum!

-¡JungKook!-se sobresaltó YangMi, sentándose de un tirón sobre el colchón al haber escuchado aquel golpe provocado por la caída del chico.

-Aquí...-murmuró aún somnoliento, alzando pesadamente su brazo.

YangMi asomó un poco la cabeza, y al verlo tirado en el suelo, buscando acomodo en sus brazos para seguir durmiendo, explotó en carcajadas, y el sueño que antes no la dejaba abrir bien sus ojos, se esfumó rápidamente.

-¡Levántate, Jeon!-ordenó, colocándose de pie, rodeando la cama, y jalando a su novio por los pies.

-Hace...tiempo que...no me lla...mas así-murmuró haciendo puchero, sin embargo, no se tomó la molestia de levantarse.

-Te llamo así cada vez que te maldigo-rió.

-Y cada vez que hacemos el amor-añadió él, dándose media vuelta, rascándose los ojos para espabilarse.

Ambos estaban desnudos, pero la diferencia entre ellos, era que JungKook se encontraban envuelto bajo las sábanas, y YangMi, estaba frente a él sin nada que la cubriera.

-Porque maldigo el momento en que me hechizaste-se acerca a gatas a su novio, y se recuesta a su lado sobre las sábanas.

-Es como aquella vez que te estabas masturbando y pensando en mí...bueno, una de las tantas veces-agregó, sacándole una risotada a YangMi-, y recuerdo que siempre decías cosas como: maldito Jeon, puto Jeon...

-Exacto. Te maldigo por ni saber qué diablos hiciste conmigo para que me volviera tan loca por ti.

-Entonces ya somos dos con duda, cariño-le guiñó un ojo, mientras acariciaba su espalda.

Luego de aquello, no se dijo nada más.

Simplemente quedaron en silencio, ella haciendo figuras invisibles sobre el pecho de su chico, y él, acariciando su espalda.

El único sonido capaz de hacerlos salir de su burbuja, fue el de sus estómagos.

Mirándose entre sí con una graciosa mueca, estallaron en carcajadas.

-Venga, vamos a preparar el desayuno-animó la muchacha, sentándose en el suelo.

-Me gustaría ducharme primero-comentó JungKook-¿Te gustaría unirte?-alzó una ceja, y sonrió coqueto.

YangMi soltó una carcajada y asintió.

-Pero más vale que sea rápido ¿eh? Que tengo mucha hambre.

-¿Pero qué dices?-exclamó-¡Si ahorraremos tiempo, y agua!

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Terminaron de ducharse, se vistieron con ropas sencillas, ya que se quedarían todo el día en casa, y finalmente, se dirigieron a la cocina.

YangMi iba delante, y no esperó que JungKook la alcanzara, la volteara y la alzara, dando varias vueltas con ella.

Las risas y grititos de ambos los hizo adentrarse en su burbuja, tanto así, que no sintieron la puerta abrirse, ni ser cerrada tampoco.

-¡Agh!¿Qué has hecho para que te ame tanto, Park YangMi?-murmuró él, bajándola y abrazándola por la cintura.

-¿Qué has hecho tú para que te ame tanto, Jeon JungKook?-le devolvió la pregunta.

Y se besaron...y luego...

-¡Ahhh!¡No me lo creo!¡Ahhh!

El grito de TaeHyung rompió la invisible burbuja en la que se encontraban sumergidos.

Aún sin atreverse a mirar hacia atrás, se miraron a los ojos y tragaron saliva.

-¡Vamos, hija!¡Voltea!¡Tu madre ha venido a verte!¿y no das la cara?

Entonces YangMi fue quien dio el primer paso, alejándose de los brazos de su novio para encarar a su madre.

¡Oh! Pero vaya sorpresa que se llevó al ver, no solo a su familia, ni la de JungKook, ni a TaeHyung, ni aquel extraño, para ella, de plateados cabellos, sino también a HoSeok, SeokJin y...YoonGi.

El de azulados cabellos identificó el miedo en la mirada de ambos muchachos, ya que JungKook recién se volteaba, y sonrió ampliamente.

JungKook acercó a YangMi, pasando su brazo por encima de sus hombros. La expresión de YoonGi podía ser interpretada de diversas formas, pero él no sabía exactamente cómo.

-Tranquilos, muchachos ¿Acaso pensaban que no lo sabíamos?-señaló a sus compañeros, risueño-. SeokJin los examinó de pies a cabeza y detectó su amor así de fácil, y me sorprendió que no se dieran cuenta de que es Cupido

Los ojos de YangMi y JungKook se agrandaron como platos.

-Además, ya yo los había visto besarse-agregó-¡Juro que fue por accidente!-se apresuró a decir-. Tampoco es que me guste andar por ahí viendo como otros andan teniendo sexo, pero simplemente...

-Sí, YoonGi, ya sabemos que fue una casualidad-lo calló TaeHyung.

La sala quedó en silencio, ni JungKook ni YangMi sabían que hacer.

-Y por si no sabían, en mi trabajo me llaman Dios-agregó HoSeok, a lo que los muchachos volvieron a abrir enormemente sus ojos-. Y lastimosamente fui yo quien aplicó la ley para prohibir el amor en el Infierno-sonrió apenado-. Pero después de la guerra será anulada-sonrió, ésta vez, con alegría.

-Eso significa que pueden vivir su amor sin problemas-explicó SeokJin-. Nadie morirá, y a menos que quieran ser flechados, yo no tomaré cartas en el asunto.

La joven pareja de enamorados sonrieron finalmente.

¡Sentían un gran alivio dentro de sus corazones!

-¡Ay!¡Ya vengan aquí, niños!¡Los hemos extrañado!

EunJi fue quien avanzó hasta su hijo y lo abrazó con fuerza, sorprendiendo a YangMi, ya que hizo lo mismo con ella.

-¡No saben cuánto me alegra que estén enamorados!-sonrió enternecida, colocando ambas palmas de sus manos sobre sus mejillas.

-¡Y a nosotros!-saltó SoYeon, corriendo a aferrarse a los brazos de su adorado hermano, soltándose luego para abrazar a YangMi-¡Ah!¡Tenemos mucho que chismear, cuñada!

Ante aquello, YangMi soltó una leve risilla, sin embargo, JungKook dejó escapar una sonora carcajada.

-¡Yah!¡Yo también quiero mi abrazo, mocoso!-habló TaeHyung, rodeando el cuello de su sobrino, envolviéndolo en un cariñoso abrazo.

-¡Eres una mentirosa, YangYang!-reclamó JiMin, aunque se mantuviera abrazándo a su hermana-. Me dijiste que este ser no era tu novio-señaló a JungKook, quien fingió sentirse ofendido, provocando diversión en el rostro del de regordetas mejillas.

-¡Yah! No me culpes-se defendió-. No éramos novios en ese tiempo.

-¡Pero tuviste tiempo para decirnos!¡Aunque sea por las nubes!-volvió a reclamar.

-En realidad.. apenas llevamos unos días de noviazgo-confesó JungKook, rascándose la nuca, algo nervioso, luego de que su tío lo codeara, mostrándole una pícara mueca.

-¡Oh! Con que un amor de libros ¿eh?-codeó SoYeon a su hermano, quien frunció su ceño-. Ya sabes, sexo, besos, cariñitos por todos lados, pero aún no son novios-se encogió de hombros.

-¡Ya dejen esas cosas! Y tú, Park YangMi, ven a abrazar a tu madre-la señaló de forma acusadora-¡Que no te parí para que me dejaras de lado por un novio!

-¡No digas eso, má'!-hizo puchero, y corrió a abrazarla-¡Además, no me reclames!¡Tú tienes novio y no me avisaste tampoco!

-Touché-rió SunMi

-Es un gusto conocerte, YangMi, yo soy...

-Kim NamJoon-sonrió al susodicho, alejándose de su madre para abrazarlo a él, dejándolo impactado-. Gracias por querer incondicionalmente a mi madre...No me creía que la hubieses esperado todo el tiempo como decían las cartas, pero ahora que sé que es cierto, no me queda más que agradecer.

-¡Sí!-chilló JiMin, uniéndose al abrazo-¿Viste YangYang?¡Al fin vamos a tener un papá!-saltó emocionado, provocando la risa de todos los presentes, incluidos HoSeok, YoonGi y SeokJin, quienes ya se encontraban abrazando a JungKook, mientras YangMi estaba con su familia, ahora completa.

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-¡No me dijiste nada de tu compromiso, má'!-regañó.

-Es que fue hace poco-se excusó.

Todos juntos estaban sentados en el salón, SoYeon, JiMin, TaeHyung y HoSeok en el suelo, y en los sofás estaban, NamJoon y SunMi, sentados uno al lado del otro, JungKook y YangMi, ella sentada sobre el regazo del otro, SeokJin, y a un lado de él, YoonGi y EunJi.

Habían decidido ponerse al día entre ellos, y llevaban horas en ello, pero el estómago de ciertos jovencitos no paraba de gruñir.

Era lógico que sucediera. No habían desayunado.

-No sé ustedes, pero nosotros tenemos mucha hambre-dijo YangMi, sonriendo con algo de vergüenza, cuando sintió su estómago sonar y JungKook la apoyó, asintiendo con la cabeza.

-¡Oh! Entonces vamos a preparar algo para almorzar todos, que ya casi es mediodía-animó SunMi, jalando la mano de su hija, ayudándola a levantarse del regazo de su novio, y también arrastró a su amiga con ella-. Tienes prohibida la entrada a la cocina, Kim NamJoon-señaló.

El de plateados cabellos rió y asintió.

-¿Por qué dijo eso?-preguntó HoSeok.

-La última vez que entré en la cocina, rompí tres platos y dos vasos, y como si fuera poco, estaba hirviendo agua y cuando fui a sacar el pollo quemado del horno, la derramé sin querer sobre él.

Los presentes en el salón quedaron impactados.

-Sí...mejor no te acerques a la cocina-asintió YoonGi.

-¿Y cuándo sucedió eso? No recuerdo que hayas cocinado nunca en casa-murmuró TaeHyung.

-Eso pasó hace diecinueve años-respondió risueño-. SunMi y yo vivimos un corto romance en aquel tiempo, y hubo días en los que se quedaba en mi casa.

-Ya, vale, no más detalles por favor-pidió JungKook, provocando la risa de todos.

¡Qué bella esa familia!

No sólo volvían a juntarse, sino que también aumentaban en número, pues HoSeok, YoonGi y SeokJin, ya comenzaban a formar parte de ella.

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