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Ambos muchachos sí que sabían cómo aprovechar su tiempo juntos y divertirse.

A pesar de estar en tiempos de guerra, cosa que toda la población del Infierno conocía, los clubs, discotecas, incluso prostíbulos, seguían abiertos.

Había que tomarse un descanso de vez en vez.

Y allí estaban esos dos enamorados.

Bailando en medio de la pista, justo en el lugar donde se conocieron.

-La música humana, verdaderamente es la mejor para todo tipo de momento-ronrroneó JungKook en el oído de YangMi.

-Tienes toda la razón-asintió, recostando su cabeza en el hombro de su chico.

Bailaban tal y como aquel día, sin embargo, ya se habían aburrido.

Era lógico que lo hicieran pues, después de unas cuatro horas bailando, estaban agotados, además del hecho de que el encargado de la música sólo sabía reproducir puras baladas.

Eso les convenía, claro está. Estaban muy metidos en su burbuja, susurrándose palabras de amor, y disfrutando la presencia el uno del otro.

Pero no debían olvidar que estaban en un lugar público, y no podían levantar sospechas.

-Vámonos, YangMi-le dijo en voz alta, separándose de ella y extendiéndole su mano-. Tenemos asuntos pendientes en casa-le guiñó un ojo.

-Te refieres a la comida ¿cierto?-se burló.

-También-asintió-. Tengo hambre doble-sonrió coqueto.

Ella soltó una risilla y aceptó la mano de su novio.

Ambos se estaban quedando en la residencia Jeon, pues querían estar juntos todo el tiempo que pudieran, y para decidirse en qué residencia plantar sus maletas, jugaron piedra-papel-tijera, y se hospederían en casa de quien ganara.

Y por supuesto, no será necesario decir quién fue el ganador.

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-¿Qué deseas comer?...Aunque pienso que sea algo ligero, ya que casi son las diez de la noche-murmuró YangMi, una vez hubieron llegado a casa.

-Te quiero comer a ti-murmuró, acercándose peligrosamente a su novia, para robarle un apasionado beso

-Lo harás sólo si me dejas comer a mí, que yo sí tengo hambre de verdadera comida-se alejó, meneando sus caderas hasta la cocina-comedor, que por cierto, estaba completamente a la vista de cualquiera que se encontrara en la sala.

-Eres mala, Park YangMi-entrecerró sus ojos, yendo tras su novia-. Está bien, comamos algo de comida real-soltó una risilla.

-Me haré un sándwich ¿Quieres uno tú también?-preguntó, volteando a verlo, ya que él se hayaba recostado a una de las sillas, y ella le daba la espalda.

-¿Por qué volteas?-se quejó e hizo puchero-. Estaba teniendo una hermosa vista de tu hermoso trasero.

YangMi soltó una risilla, y se colgó del cuello de JungKook, y de inmediato, este rodeó su cintura con sus brazos.

-No te quejes. Tendrás la oportunidad de verlo todo el tiempo-rió-. En serio, pareces un niño mimado...A veces creo que EunJi se excedió a la hora de mimarte.

-Que no te oiga diciendo eso, o te prohíbe hasta verme-advierte divertido.

-No le dirás que dije eso ¿cierto?-hizo puchero.

-¡Claro que no!¡Lo pormeto!¡Palabra de Jeon!

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Por otro lado, en el Cielo, una familia incompleta se encontraba reunida, todos sentados a la mesa, celebrando.

¿Qué celebraban?

El compromiso de SunMi y NamJoon.

-¡Ah! Realmente, aún no me puedo creer que mi madre se vaya a casar-chilló JiMin, más que contento, abrazando a su madre, y agitando el hombro de NamJoon, ya que no llegaba por completo a él.

-¡Tenemos que organizar la boda!-animó SoYeon, dando una palmada.

-¡Sí!-apoyó EunJi-. Pero creo que deberíamos celebrarla en el Infierno-murmuró.

-¡Claro que sí!-exclamó NamJoon-¡JungKook y YangMi no pueden perderse este evento por nada del mundo!

-¡Apoyo a mi cuñado!-sonrió TaeHyung.

-Por supuesto que allí será-sonrió SunMi-. No me puedo casar sin que mi otra hija no esté presente...menos mi futuro yerno.

El resto de los presentes, casi se ahoga al escuchar aquello.

-¿¡Qué has dicho!?-preguntaron al unísono.

Y SunMi se encontraba dispuesta a responderles, mas el timbre de la casa sonó, provocando que el ceño de la familia se frunciera.

-¿Esperan a alguien?-preguntó NamJoon.

-No recuerdo, pero estoy seguro que no he invitado a nadie-dijo TaeHyung.

-Yo voy-dijo SunMi, levantándose de la silla.

-Voy contigo-la siguió NamJoon.

La casa, antes llena de risas y exclamaciones, ahora se hallaba en total silencio. Todo gracias a la inesperada, y aún desconocida, visita.

Al abrir la puerta, las mandíbulas de NamJoon y SunMi casi cayeron al suelo.

¡No podían creer que aquellas tres máximas figuras estuvieran frente a ellos!

-Antes que nada, no queremos que nos traten con formalidades-advirtió YoonGi.

-Vinimos a notificarles algo que seguro les llenará el corazón de alegría-continuó SeokJin.

-Sólo somos HoSeok-se señaló-, YoonGi y SeokJin-señaló a sus compañeros-, y queremos que nos hablen de "tú".

NamJoon y SunMi se miraron entre sí, impactados, pero aún así, los hicieron pasar.

-¿Por qué tardan tanto, chicos?¿Quién er...?

Las palabras de EunJi quedaron en el aire al divisar las figuras de HoSeok, SeokJin y YoonGi frente a ellas.

Sus ojos se abrieron tanto como le era posible, al igual que su boca, y luego se conectaron con los de YoonGi, a lo que éste le sonrió.


-Me alegra conocer a las madres de JungKook y YangMi-dice, dirigiendo su vista de la una, a la otra.

-Para nosotros también es un honor-dijeron HoSeok y SeokJin al unísono, riendo después de ello.

-¿Qué hicieron esos niños ahora?-pregunta EunJi preocupada, acercándose a YoonGi.

-Primero que nada...te hablaré de "tú" porque quiero que así lo hagas con nosotros-EunJi asintió-. Y segundo...No, ni JungKook, ni YangMi están en aprietos. No han hecho nada malo ¿verdad?-miró a sus acompañantes, y estos soltaron una risilla, a modo de afirmación.

-Vinimos aquí para hacerle un comunicado a toda la familia-habló HoSeok.

-Estábamos cenando, así que estábamos en el comedor, si gustan pasar...-ofreció EunJi.

-Sí, y tampoco hay problema en que se queden a cenar-dijo SunMi-. Después de todo, la conversación es sobre JungKook y YangMi.

Los tres invitados asintieron, siendo guiados por EunJi al comedor, mas SeokJin detuvo su andar para voltearse en dirección a NamJoon y SunMi, quienes iban detrás.

-Por cierto, permítanme desearles mis más sinceras felicitaciones por su compromiso-sonrió enternecido-. Espero que duren milenios, y si no, déjenlo en mis manos, que yo lo resuelvo todo-les guiñó un ojo.

La pareja quedó perpleja.

-Gracias señ...

-SeokJin, por favor-interrumpió a NamJoon-. Soy su amigo, así que llámenme SeokJin. Olviden que soy Cupido, y que mis otros compañeros son Dios y Lucifer-pidió nuevamente.

La pareja asintió sonriente. Después de todo, aquella situación les recordó a JiMin, quien siempre decía: No importa de quién se trate, un amigo es un amigo, y negarse a tener uno debe considerarse un pecado, y de los grandes.

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Increíblemente, la cena había continuado como desde un inicio: entre risas, exclamaciones, y sobre todo, alegría. Y cuando se dio por terminada, los presentes aún se mantenían sentados en ella, conversando y compartiendo.

YoonGi, HoSeok y SeokJin se asombraron de la felicidad con que la familia los hubo recibido, luego de tener que advertirles acerca de sus deseos de mantener cero formalidades, pero de esas aclaraciones no bastaron más que dos o tres.

-No me equivocaba al decidir venir aquí-le comentaba YoonGi a EunJi, ya que se encontraba sentado a un lado de ella.

EunJi volteó a verlo, y sus ojos coincidieron nuevamente.

-Es extraño lo que diré, pero...Tienes unos lindos ojos-elogió EunJi-¡Oh! Y te ves tierno sonrojado-sonrió.

La verdad es que, en cierto punto, YoonGi, mostrándose sonrojado, le hacía recordar a JungKook, cosa que YoonGi pudo percibir.

-Gracias, pero supongo que a JungKook le quedan mejor estas cosas...Ya sabes...él es un niño, y yo estoy hecho todo un vejestorio.

-No digas eso-negó con la cabeza-. Luces muy bien para tener tantos siglos encima-soltó una risilla, inmediatamente que la de YoonGi invadió sus oídos.

-¡Yah!¡YoonGi!¿Quieres que te fleche de una vez?-se burló SeokJin, soltando una risa que contagió a todos en la mesa, incluido el de azulados cabellos.

-Tienes permiso se hacerlo cuando la guerra acabe-le contestó calmando sus risas.

-¿Guerra?-preguntó SunMi.

-Los vampiros-soltó HoSeok-. Se han rebelado y amenazan con atacar en cualquier momento.

-Y por eso estamos ayudando a YoonGi con la preparación de la guerra-continúa SeokJin.

-¿Mi hermanita y el tonto de su novio van a estar ahí?-pregunta JiMin.

-Así es, muchacho-asiente YoonGi.

-¿Y si...?

-No creo que nada malo pase-afirma SoYeon, interrumpiendo a JiMin-. No pensemos en negativo, por favor. Por ahora, concentrémonos en la boda de SunMi, y en lo que este trío de locos vino a decir.

-Odio admitirlo, pero la niña tiene razón-dijo YoonGi-. Y con lo de llamar locos a estos dos-señaló a sus amigos-, también.

-¡Oye!¡Que te ha llamado loco a ti también!-reclamó HoSeok.

-Ya, en serio, acaben de soltar de una vez a lo que han venido desde un inicio. Estamos ansiosos-interrumpió TaeHyung.

-¡Cierto!-palmeó SeokJin.

-Es que queremos que vayan al Infierno con nosotros-informó HoSeok.

-¿¡Qué!?-exclamó la familia.

-Es que queremos que vean algo que, definitivamente, les va a gustar-afirmó YoonGi-¡Hasta yo me he puesto contento!

-¿No nos pueden dar siquiera una pista?-habló JiMin-...Chiquitita ¿eh? No tiene por qué ser tan grande, o la sorpresa completa, a menos que ustedes quieran, claro, y eso sería...

-Es sobre JungKook y YangMi-interrumpió SeokJin-. Y ya no se puede decir más nada. Así que, jovencito, te toca esperar hasta mañana-le guiñó un ojo.

-Bueno...supongo que...hasta mañana será ¿no?-habló EunJi, volteando a ver a YoonGi.

-El momento llega cuando menos te lo esperes. Ya verás la linda sorpresa que te llevarás mañana-la animó y dio una suave caricia sobre su cabello.

SoYeon y SeokJin, quienes miraban la escena enternecidos, se miraron el uno al otro, aprovechando la cercanía de sus asientos.

-No los vayas a flechar ¿eh? Quiero mantener un poco más de tiempo a mi madre conmigo...y bueno, a mi futuro padrastro también-soltó una risilla.

-La ley de amor en el Infierno será eliminada después de la guerra-le susurró a la pelinegra, quien se mostró asombrada-. Pero no digas nada ¿eh? Es información confidencial-la señaló de forma acusadora.

-¡Lo prometo!¡Palabra de Jeon!

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