• VIII •

Título: Comprando juntos.

Personajes: Hayato Gokudera, Krista Günther (Oc)

Shipp: Hayato x Krista.

Advertencia: Tal vez leve OOC de algún personaje.

Tipo de escrito: Drabble.

Cantidad de palabras: 359.

Aquella mañana de sábado, la alemana despertó por el sonido de una notificación en su móvil. Pasaban unos minutos de las ocho, lo marcaba el reloj sobre su mesa de noche.

Observó la pantalla, notando el nuevo mensaje cuyo destinatario era su pareja. Abrió el mismo y una leve sonrisa adornó su rostro somnoliento.

Se alistó rápidamente, bebió un poco de café junto a su padre y madrastra para luego salir de su hogar cargando un pequeño bolso.

Ambos llegaron al mismo tiempo al parque, riendo por la puntualidad mutua para así tomar rumbo al supermercado. Durante el camino conversaron un poco, llegando a su destino, donde el chico tomó uno de los carros del exterior.

Recorrieron varios pasillos mientras ella observaba cómo él iba cargando lo que necesitaría. Incluso le ayudó a su pareja a escoger ciertas cosas debido a su indecisión.

Por instantes, Krista lo veía con detenimiento, sintiendo una profunda admiración hacia él. Imaginaba que no era fácil estar en un lugar lejano al hogar natal, sin nadie que pudiera acompañarte a ese tipo de cosas, simples y sencillas.

Ya en la fila para el pago, notó como él había tomado una cajetilla de cigarillos. Aquello era algo que no compartía con él, no le agradaba que tuviera ese gusto.

Cuando Hayato se percató, iba a dejar la cajetilla en su sitio, más ella negó levemente.

—No debes hacerlo porque no me guste —dijo viéndolo a los ojos—. Debes hacerlo porque realmente lo quieres dejar y no solo por complacerme —pausó un instante—. Sé que fumas en ocasiones, el aroma y el sabor te delatan a veces —expresó señalando sus labios.

Él se sonrojó levemente, sintiéndose algo tonto al creer que ella no se percataría de ese detalle. Krista simplemente lo observó un instante antes de avanzar y esperar a que pagara todo. A pesar de sus negativas, lo ayudó a cargar un par de bolsas.

Ella no se había dado cuenta, pero al final Hayato sí dejó de lado aquella cajetilla en el carro del supermercado. No lo hizo por vergüenza a lo sucedido, más bien fue un pequeño primer paso para dejar aquel vicio.

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