━( ⸙ Es mi destino
Aun así, quiero luchar •●

El invierno fue dejando la ciudad permitiendo que el sol acariciara a las personas, de esa forma la ropa abrigada dejó de ser la prenda principal de todos.

Seokjin estaba feliz, cada vez que había clima cálido las personas se motivaban a comprar flores, eran momentos en los que todo iba bien en su tienda.

El clima no era lo único que había cambiado, el aspecto de Jungkook también, hacia días que Seokjin se sorprendió al ver al chico pasar frente a su tienda luciendo su cabello negro con mechones azules en las puntas.

Como un apasionado por las flores, no podía evitar pensar en dalias azules cuando veía a Jungkook, por lo que las acabó agregando al inventario y usándolo como parte de su exposición de flores en las vitrinas.

Aquel detalle no pasó desapercibido para Jungkook, al notar que habían unas flores con un tono parecido al de sus mechas se acercó a la vitrina señalando el pequeño ramo de flores y luego su cabello, ese gesto le pareció bastante adorable a Seokjin, no pudo evitar sonreír.

Aún no había tenido la valentía para escribirle a Jungkook o hablarle cuando aveces este se tomaba unos minutos para ver las flores a través del vidrio. Había entendido que de alguna forma prefería admirarlo desde lejos como si de una obra de arte se tratara.

Durante un lluvioso día mientras limpiaba la tienda vio a Jungkook correr en su dirección.

―Buenas ―saludó alargando la ultima sílaba ―. Esta vez necesito flores para regalar.

― ¿Cuál es la ocasión?

―Cumpleaños ―Jungkook contestó mientras arreglaba su cabello húmedo ―. Le gustan las flores blancas.

―Hortensias blancas ―Seokjin apareció con un adorable y hermoso ramo de flores blancas entre sus manos ―. Paz y gracia, eso representa.

―Me encantan, son hermosa, me las llevo ―sentenció.

Seokjin asintió y como siempre recibió el pago y registró todo para luego entregarle la factura al chico.

―Ten ―Seokjin sacó un paraguas de su bolso y se lo ofreció al chico ―. No deberías llegar mojado a la fiesta.

―Gracias, te lo traeré luego ―Jungkook lo tomó y salió rápidamente del local llendo se por donde había llegado.

Seokjin lo observó mientras veía a los lados antes de cruzar, le pareció gracioso ya que el semaforo estaba en rojo, ningún carro venia, o eso creía él.

El ensordecedor sonido de las llantas frenar contra en asfalto, llegó hasta los oídos de Seokjin, entendió que un vehículo se acercaba cuando vio a Jungkook quedar paralizado en el medio del cruce peatonal.

La ubicación de la floristería había condenado a su dueño a ser expectador de varios accidentes en aquel cruce donde tanto personas como autos transitaban.

Aún así nada lo habría preparado para ver al lindo chico de mechas azules elevarse en el aire para luego caer estrepitosamente en el suelo.

Las hermosas flores que Jungkook sostenía unos segundos antes rodaron en suelo siendo salpicadas por las gotas de lluvia que caía furiosamente.

El tiempo parecía haber sido detenido.

Thighs~