En el salón de clases todo iba normal, a excepción que la profesora fue llamada a una junta de último minuto, así que como los buenos alumnos que somos nos salimos a la cafetería escolar a comprar unas cuantas golosinas.

-¿Para que crees que tu padre allá citado a todos los profesores a una junta?- cuestione a Raptor, quién se encontraba dándole un mordisco a su dona.

-Yo que se- alzó y bajo los hombros de forma desinteresada para ahora sí concluir a morder su dona.

-¡Pues porque eres hijo del director!- exclamé tan fuerte que todos voltearon a verme.

Nunca les a pasado que quisieran que la tierra los tragara por alguna estupidez que hicieron, pues yo sí y es la más feo que me pudo pasar.

-Tranquilízate amigo, todos te están mirando feo- dijo el reptil.

-Lo siento creo que está vez si me alteré mucho- dije apenado rascando me la nuca, para después tranquilizarme y tomar el chocolate que era de Raptor, quitarle la envoltura e introducirlo a mi boca.

-¡Hey ese era mi chocolate!- reclamó Raptor viendo cómo saboreaba su rico chocolate.

-Tu lo has dicho amigo, era, del verbo pasado- comenté y acto seguido me reí.

El suspiro vencido y río conmigo. El timbre de la escuela sonó indicando el cambio de horario o mejor dicho el inicio de receso para esta ocasión.

Ambos nos paramos de nuestros asientos y nos dirigimos al salón, ya que ahí se encontraba nuestra comida.

Durante el camino nos encontramos con Trollino, uno de los alumnos más listos de la escuela y nuestro compañero de locuras. Aunque en su mayoría dejámos eso de lado puesto que su hermano es uno de los profesores más exigentes de el colegio y si lo ve haciendo travesuras de seguro lo castiga por todo un año. Según los rumores este hombre es todo un malote, mejor tener cuidado con el.

-Hola Trolli- lo saludé con emoción.

-¡Flex! ¡Raptor! Amigos tiempo sin verlos, ¿Cómo han estado?- preguntó mientras nos recibía con un abrazo.

Un gran abrazo de oso.

Trollino es uno de nuestros mejores amigos, bueno al menos mío, nos conocimos un 30 de febrero, a no verdad. A él lo conozco un año antes de conocer a Raptor, pues el iba conmigo al preescolar.

Parece como si fuera ayer cuando le empeze a hablar al niño que casi no socializa (por miedo a lo que su hermano diga),el siempre se sentaba hasta el rincón y no hablaba dura te la clase, fue hasta un día lluvioso cuando le hable, y eso porque mi "amigo" Musi no había ido ese día y no me quedo más remedio que dirigirle la palabra. De ahí nos empezamos a hacer amigos y bueno Musi ahora se junta con Acenix (un tipo que siempre me callo mal porque quería quitarme a Musi, bueno lo logro).

Tiempo después de hablarle me hice amigo de Raptor, le dejé de hablar a Musi y como Trollino y yo siempre hemos estado en la misma clase nunca nos separamos, así podemos hacer locuras con Raptor.

-Me da gusto verlos, saben hoy en mi casa va a ver una fiesta- hablo trolli- y quería invitarlos, son mis mejores amigos y me gustaría que vallan a festejar mi noveno cumpleaños- confeso dejándonos de abrazar para así poder responderle.

-¿Qué dicen?- preguntó de nuevo esperando una respuesta por parte nuestra.

-Me parece bien, ¿A qué hora va a ser tu fiesta?- pregunté.

-Pues como mi hermano me dijo que no muy tarde pues supongo que a las cinco de la tarde- contestó.

-Bien, ahí estaremos- le sonrió Raptor a Trollino, lo cual el le regreso el mismo gesto. No se porque pero me hizo sentir me enojado.

-Raptor- lame la atención de mi amigo- ¿Ya vamos a comer?- pregunté haciendo un puchero.

-Si, nos vemos Trolli- se despidió moviendo la mano.

-Adiós amigo, cuenta con nosotros para tu fiesta- lo abracé en forma de despedida y me fuí con Raptor.

Ir a una fiesta con mis dos mejores amigos, ¿Qué mal podría salir?