α к α н ι т σ н α by Blossom Komatsu
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En invierno, mi corazón se congeló.

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Naruto no tenía palabras de consuelo, nadie en realidad, y es que yo sola me he buscado la respuesta.

El rechazo de Sasuke, no fue el único, tampoco creo que el último, sin embargo las palabras de Ino resonaban en mí.

- Sakura, cuando piensas en Sasuke, qué sientes?

Y cerré los ojos, buscando el sentimiento tan intenso que creí que Sasuke provocaba.

Dolor, "eres una molestia".
Tristeza, "no encuentro razones para enamorarme de ella, ni razones para enamorarse de mí".
Vergüenza, "sólo sabes rogar y llorar, eres ridícula".
Y mucha, mucha frustración, "nada en ella me gusta".

"Es tan débil"

No sólo Sasuke pensaba eso, nadie replicó sus ideas, y entendí que, ante los ojos del mundo, yo era patética.

Yo era un asco, y mi presencia provocaba vergüenza ajena.

Porqué no hablamos de la alegría de conocernos?
Sé que Sasuke no la tiene.

Gracias a ello, descubrí que era un amor débil.

No era amor, era odio. Y aunque yo era incapaz de odiar a Sasuke sin importar qué, sentí que el "amor" se marchitó, quebró y deshizo.

En menos de un mes, mi corazón quedó despedazado.

Así, llegó el invierno.

La nieve caía junto al festival Rinne, las luces del parque me confundieron, giré en mi lugar varias veces buscando a Naruto y Sai, y finalmente, hallé dos figuras.

Una alta, negra, casi nocturna.

La otra suave, oscura, angelical.

Bajo el brillo de los fuegos artificiales, y una enorme luna invernal, Sasuke tomaba de la mano a Hinata.

Sus ojos espejados reflejaban todo el amor de Sasuke por ella.
Y sin más, retrocedí.

No lloré por celos o tristeza, lloré por mí, por mi propia pena.

Porque intenté obligar a un corazón enamorado a amarme.

Me sentí sucia. Me sentí cruel.

Me sentí egoísta.