⫷[ O5 ]⫸
—. . .— Se quedó en silencio, maldiciendo en lo que se acababa de meter.
"Genial."
No esperaría hasta que su compañero de cama despertara, claro que no. '¿Qué clase de estúpido ser?'
"Vamos, será una buena idea. Confía en mi."
Sentía angustia, sentía orgullo y podría decirse que sentía decepción. Y el problema era ese: Sentir.
Sentía una maraña de emociones incontrolables que comenzaban a afectarlo. 'Se supone que no debes sentir... Se supone que no debo sentir...'
"¿Qué te hace creer eso?"
La curiosidad echa todo a perder. Era mil veces peor que tener una resaca, porque había estado consiente de sus actos, pero no lo suficiente como para detenerse a tiempo.
¿Era normal? ¿Lo que acababa de hacer era normal? ¿Él si quiera era normal?
"Presentimiento, intuición, llámalo lo que quieras."
Gritar era poco para liberar todo lo que mantenía aprisionado. 'Todos tienen razón, no debes sentir, eres un peligro andante.' Gritar era lo que no podía hacer.
Ni gritar, ni llorar, ni correr, ni expresar nada, absolutamente nada. Debía ser una hoja en blanco, una pila de arcilla; lista para ser moldeada cuando sea necesitada.
"No puedo decir que confío... Solo hazme olvidar mis tormentos, ¿Quieres?"
Y por una mierda que debió haberse dejado llevar, no hacía nada más que empeorar todo.
—Llegas tar- —
—Como si me importara. Solo habla, que no tengo tiempo ni cabeza como para lidiar con más problemas.— Sentenció cortante, dando a entender que no respondería a ninguna pregunta, por más mínima que fuera.
"Se dice que el tiempo lo cura todo..."
No se detuvo. A pesar de que su conciencia pidiera a súplicas que no vaya, que por favor pare, hizo caso omiso.
Había aprendido a apagar y prender sus pensamientos cuando le fuera conveniente, dejando a sus instintos tomar el control por el tiempo que necesitaran.
Había aprendido bastante (si es que podemos llamarlo así) y, aún no tenía respuesta a sus preguntas: Unos puntos suspensivos llenaban el vacío.
Se convirtió en alguien dependiente, algo que detestaba pero ahora deseaba con desespero. Prácticamente había condenado su vida, solo para hallar desgracia.
"Sal de mi cabeza, deja de estar en mis pensamientos."
Él tampoco se lo dejaba fácil. Le había robado la atención con solo un segundo, ¿Qué clase de brujería hacía con él?
—Hey.— Se sobresaltó. —Oye, oye, no tenía la intención de asustar.— Una risa corrió por los labios de aquel maldito que lo había llevado a un callejón sin salida.
No dirigió mirada alguna. —Vete.— No tenía porqué dar explicaciones, aunque a veces sentía que las debía.
Pudo notar como las orbes grisáceas realizaban una vuelta por el globo ocular. —Atardecer, no llegues tarde porque no te esperaré.— ¿Quién se creía para darle órdenes a un Dios?
Para su desgracia... Ahí estaba, con sus palmas entrelazadas al ensortijado cabello del contrario. Ido, completamente ido en las explosiones que causaban los más mínimos roces con su cuerpo.
"Te odio... Déjame en paz."
El "cómo" y el "por qué" nunca fueron relevantes, nunca lo serían tampoco.
"Te odio..."
¿Cuántas veces había quedado con aquel desconocido? ¿Cuántas veces había quedado desarmado en sus manos?
"Te... Odio..."
¿Cuántas veces había repetido su nombre en su cabeza que se perdía en él? ¿Cuántas veces había olvidado que era un Dios por estar con él?
"Te... ¿Odio?"
¿Cuántas veces había dudado? ¿Cuántas veces había pensado en un 'quizá'? ¿Cuántas veces su mente revoloteaba como mariposa entre posibilidades?
"Te..."
Gruñó. Gruñó por pensar en todo como si fuera una bomba de tiempo, como si un encuentro de ese calibre pudiera afectarlo en magnitudes que ni si quiera había planteado.
" . . . "
Magnitudes que hacían que replantease que estaba sucediendo y que podría suceder, magnitudes que le hacían olvidar el riesgo de coger con un mortal.
—Mierda...—
"No puedo odiarte."
Se suponía que solo sería una noche.
"No puedo detestarte."
Se suponía que todo estaría bajo control.
"No puedo dejar de pensarte."
¡Se suponía que nada de esto pasaría!
"Me siento tan vacío sin ti."
¡Se suponía que su rebeldía pararía en algún punto!
"No puedo alejarte de mi..."
Ese momento parecía no llegar nunca.
"Te maldigo..."
Ese momento parecía estar al fondo de un pasillo sin final.
"Me haces tanto daño..."
Recordaba constantemente como un acto tan insensato como lo era acostarse con alguien para liberar todo el peso extra que tenía lo había traído a donde estaba ahora, justo ahora.
"No puedo empujarte de mi lado."
Su estabilidad dependía de un mortal, un mísero mortal que de repente era más que eso.
"Creo que ya no puedo hacerlo..."
Al borde del abismo solo le quedaba retroceder o saltar.
"Creo que te mantendré cerca..."
Ya era muy tarde para la primera.
"Creo que te mantendré muy cerca..."
Y ya tenía un pie en el vacío como para no saltar.
"Creo que... Te necesito."
Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top