↠ 02 | ×
—No entiendo por que aún no te has enamorado Jeno— murmulló observando como Jeno destapaba una botella de Coca-Cola y la espuma comenzaba a salir por accidente manchándole toda la ropa.
—Precisamente por eso— señale el como Jeno, se había resbalado por el líquido de la bebida y había dejado caer la bandeja de comida al piso.
—Talvez sea un poco torpe pero es lindo e inteligente y no lo digo por que sea el tonto de mí hermano.
No podía negar aquello, Jeno era alguien guapo e inteligente, a la vez tenía protagonismo su estupidez y a la vez, era un idiota que se interesaba en el más mínimo detalle y en cada puro segundo en mí y sabía más de mi persona que yo mismo. Era una persona atractiva y encantadora, pero, eso tenía nada que ver en cuanto a sentimientos, podía ser que él en se tiempo me había llegado a interesar físicamente, un simple gusto y no de una manera más atrayente, nada más fuerte, sino más bien, por su apariencia e inteligencia.
Que bien, si la última no era algo físico, era algo atrayente— claro, depende de la persona— como si fuese un potente imán, que te gustaba llegar a debatir sobre temas que la mayoría de los chicos de dieciséis años no le prestaban atención o simplemente era demasiado monótono como para prestar la atención en ello.
Pero para muchas chicas y chicos el atractivo físico era lo más importante, era lo que le definía y no le prestaban atención a su conocimiento, libro tras libro leía, Jaemin inclusive una vez en confianza me había confesado que llegó a tener un tipo de crush por Jeno, pero de Jaemin eso era bastante común y conocido entre los más allegados.
Ese chico tenía un leve enamoramiento por cada chico lindo que llegase a conocer, todo hasta que las hormonas se le alteraran más que nunca y conoció a un universitario, tres años mayor y ya mayor de edad, al inicio nuestros padres explicaron que no estaban muy convencidos, pues, una relación con un muchacho mayor de edad podría ocasionar problemas y dañar la moral de ambas partes, Jaemin apenas tenía dieciséis años, Jaemin comenzó a ser caprichoso y dijo que no le importaba la moral, era algo que nadie tenía y aparentaban.
Nuestros padres comenzaron a pensar que Jaehyun, un muchacho de diecinueve años y mayor de edad, se llegaba a la conclusión de que, él, como ser humano y desde luego experimentado en cuanto a temas sexuales, sin importar su decencia, su cuerpo reaccionaria por las necesidades básicas, físicas y un jovencito como Jaemin aún no podía dárselas, su cuerpo no estaba preparado y su edad no era la adecuada.
—Lo es.
Le había admitido sinceramente, la sonrisa de su rostro vaciló y levantó una ceja en modo de burla, me eché para atrás y entonces la puerta rechino avisando que alguien estaba entrando, mi compañero de habitación, mi primo, el novio de Jungwoo, apareció con un cuchillo en manos para seguidamente, comenzar a cortar la carne en tiras.
—Oh... Mi futuro esposo— los ojos del moreno brillaron y sus pupilas se dilataron, recordé al instante lo insistente que se comportaba Donghyuck cuando Yukhei aparecía en algún lugar, Hyuck tenía un enamoramiento por mi primo y se ofrecía a atenderle y hacerle cualquier cosa que le pudiese como favor, tal y como una sirvienta con sus patrones.
En varías ocasiones utilicé el material de conociendo que había adquirido sobre el tema como una amenaza constante, aun así todos en la casa sabían sobre su gusto, inclusive su hermano, todos tenían conocimiento sobre mis amenazas diciendo que le informaría a Yukhei que él estaba perdidamente enamorado de él.
Pero Donghyuck se asustaba cuando lo mencionaba y entonces ahí era momento cuando podía utilizarle como esclavo personal y hacerle que le limase las uñas de los pies, no obstante, yo no estaba siendo el único cruel.
Ambos, cada que una oportunidad aparecía Donghyuck me chantajeaba para que tuviera el mismo sufrimiento.
De eso se basaba muestra relación de amistad, mientras más cruel éramos con el otros, más amor y cariño estabas demostrando, esos habían sido los mejores momentos de nuestra extraña amistad, pero, cuando el otro estaba en una situación difícil, que a nuestra edad se basaban en peleas de nuestros padres, haber reprobado un excelente o alguna materia, incluyendo enamoramiento de veinticuatro horas, nos fundimos en un gran abrazo y llorábamos junto, aún están presentes en mi memoria aquellos recuerdos de mi adolescencia y juventud.
—Dirás, el futuro esposo de Jungwoo— recalqué, dejándole ver cómo Jungwoo salía corriendo tras él, hizo un pucherito y miró con detenimiento a la pareja.
—Necesito amor en mi vida— bufó, tomando de su jugo.
—No creo que necesites por el momento más que el amor de tus padres y mío, por supuesto, aún somos jóvenes, deja que todo llegué a su tiempo.
—¡Pero yo quiero un novio, envidio a aquellos infames que tengan un novio que les trate bien!— suspiró y en desquite llamó a Jeno para meterle un pequeño golpe en el hombro. La víctima llevó una mano a su hombro y plasmó en su cara una expresión de dolor.
—Renjun, algún día tú y yo iremos a un lugar así— Señaló la pantalla de su laptop y la imagen de un jardín con tulipanes apareció en la pantalla, tulipanes, esas eran mis flores favoritas.
A pasar que son simples flores y no tienen expresión alguna, decían tantas cosas, su nombre era lindo y su significado aún más, recuerdo aquel relato que alguna vez escuché de la boca de mi madre, me hizo suspirar ante linda historia que seguí leyendo y leyendo hasta que cada uno de sus bellos párrafos de la historia lograran quedarse plasmados en mi memoria, no obstante, aquello resultó haber sido una historia muy fantasiosa, algo que nunca fue real, ni llegaría a serlo.
En cambio, único que tenía de consuelo era un chico con bonita sonrisa que se comportaba de lo más dulce a pesar, de ser yo, quien se encargaba de patearle cuando no soportaba su melosidad.
—Ese será el día en el que te deje perdido en ese lugar.
—¿Por qué nunca eres romántico?— muy probablemente esa era la segunda pregunta que más me repetía constantemente, la primera siempre llevaba la palabra novio de por medio.
—No veo la necesidad de serlo— despegué entonces la mirada y m centre en mi teléfono, tratando de cortar la conversación, y como si no conociese lo molesto que resultaba ser Jeno con el asunto, había vuelto a hablar.
—Quiero que seas mi novio— a continuación, había tomado una de mis manos y dejado un beso en el dorso de ella.
—Y yo quiero que dejes de molestar— bruscamente aparté mi mano y Jeno rió por la acción, él sabía muy bien que aquello me ponía nervioso, mi piel erizada no podía llegar a ocultar o disimular eso.
—Solo si me dejas besarte.
—¿Quieres que te tire por la ventana?— amenacé evitando que una pequeña sonrisa se escapase de mis labios y delatase que esas conversaciones que tanto habíamos tenido en realidad tenían cierto efecto en mí, lograba alegrarme y eso fue algo que en esos momentos no entendía, ni tenía idea de como pasaba.
—Lo puedes hacer si me das un beso— volvió a insistir con un puchero.
—¿Por qué tengo que darte un beso yo?.
—Por que eres el amor de mi vida— recuerdo perfectamente como rodaba los ojos cuando soltaba esas palabras.
—Y tu la decepción de la mía.
—Eres cruel
—Lo sé
—Te odio— mintió mientras acariciaba mi cabello.
—No lo haces— le recordé recostándome en su hombro.
—¡Mierda!
—Cuida tu vocabulario Lee— Reprendí dándole un manotazo en la boca.
—¿Por qué tengo que cuidar mi vocabulario cuando tú nunca cuidas el tuyo?— quejó sobando sus labios.
—Por que yo soy yo y tú eres tú.
—Entonces, ¿Vas a dejar que te bese y te tomé por la cintura?— Preguntó pasando sus manos detrás de mi espalda con la intención de bajar hasta mis caderas.
—De ninguna manera— subí sus mano para que entendiese y suspiró apartándose de mí.
—¿Eso es un sí?.
—No, eso es un vete de mi habitación o te saco a patadas.
—Está bien, pero bajale al gas.
Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top