𝟐𝟎| 𝐌𝐞𝐦𝐨𝐫𝐢𝐞𝐬 𝐨𝐟 𝐁𝐥𝐨𝐨𝐝
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En la mañana, el matrimonio Kiryuu, compuesto por Katashi y Hanako, arribó a la academia con una preocupación palpable en sus rostros. Habían recibido una carta de Kaien en la que se les comunicaba de manera concisa y preocupante lo ocurrido con Ichuru. La situación les había generado un gran desasosiego, ya que la noticia no ofrecía muchos detalles, pero sí era lo suficientemente alarmante como para inquietar a sus padres.
Por otro lado, Kaname también había conversado con Haruka para ponerla al tanto de los incidentes ocurridos en la fiesta, así como de los problemas relacionados con los niveles E. Al recibir esta información, Haruka no dudó en ponerse en marcha hacia la academia. Su deseo de ayudar en lo que fuera necesario la motivó a ir, además de la oportunidad de ver a su querida sobrina. Ambas familias estaban movidas por la angustia y la necesidad de actuar ante la situación que se había desatado.
— Kaname, ¿De verdad la provocaste? -Lo miró con seriedad- Sabes que el Clan Kiryuu la crío, no deberías faltarles el respeto a ningún miembro de esa familia, incluso si tienes un problema personal con Zero... Espero que no vuelva a pasar.
— Lo sé... -Respondió Kaname, desanimado y serio- Sé que me equivoqué y debo disculparme, no volverá a suceder, Oto-san.
— Recuerda que estamos en proceso de reubicarla en nuestra familia y no quiero que haya inconvenientes que la hagan cambiar de idea y negarse a la adopción. -Lo miró con seriedad- Iré a verla y tú reflexiona sobre tus acciones.
Cuando Haruka se despidió y se marchó, su hijo quedó solo en la habitación. Su mente estaba llena de remordimientos y pesar por los acontecimientos ocurridos el día anterior, que habían dejado una profunda huella en su corazón.
[En la residencia de Kaien. . .]
Chieko se encontraba sumida en un profundo sueño, ya que esa misma noche tenía programada una clase nocturna. Continuaría descansando plácidamente si no fuera por el extraño sentido de que alguien estaba cerca. Lentamente, comenzó a despertar y, sintiéndose fatigada, dirigió su mirada hacia la puerta de su habitación, que se abría con suavidad. Al mirar con más atención, pudo ver a su tío asomándose por el umbral, una expresión de profunda preocupación grabada en su rostro.
Con un ligero movimiento, Chieko se frotó los ojos, intentando despejar la neblina del sueño que aún la envolvía. Se sentó en la cama, con el corazón latiendo un poco más rápido, tratando de convencerse de que no estaba atrapada en un sueño. Su mente finalmente se aclaró y, al confirmar que efectivamente era su tío quien le hacía visita, adoptó una actitud seria, consciente de la inquietante expresión que él llevaba.
— Oji-san, ¿Qué haces aquí? -Preguntó con confusión-
— Me he enterado de lo sucedido con Ichuru. -La miró con preocupación y se sentó a su lado- ¿Cómo te sientes?
— No, no me encuentro bien... Estoy preocupada por Ichuru y, como te habrás enterado, discutí con Kaname... -Suspiró al recordar lo sucedido-
— Me imagino el difícil momento que estás pasando con Ichuru. -Sonrió apenado y acarició su cabeza- Sobre Kaname, me enteré... Lamento que te haya hecho pasar un mal rato.
— Creo que debí controlar mejor mis emociones y confrontarlo en privado. -Suspiró- Creo que actué de manera inapropiada e impulsiva... Pero cuando se meten con la familia Kiryuu, me molesta y pierdo el control.
— No te preocupes, princesa, eres joven y estás pasando por cosas que a tu edad quería evitar que sucedieran, pero no pude protegerte mejor...
— Ojisan... -Lo miró triste- Yo...
— Está bien, tocaremos el tema cuando estés lista... Por ahora trata de mejorar, ¿sí? -Suspiró- Por cierto, ¿Cómo te has manejado con tu sed de sangre? -Preguntó, serio-
— Pues me estaba alimentando de animales, hasta que probé la sangre de Zero. -Dijo avergonzada- Creo que desde entonces no he podido beber nada.
— Debió ser difícil para ti. -Suspiró y se cortó la muñeca para que pudiera beber-
Chieko experimentó una intensa afectación al percibir el penetrante olor a sangre que emanaba de su familiar. La irresistible sed de alimento se apoderó de ella, llevándola a actuar por impulso. Sin dudarlo, dejó al descubierto sus afilados colmillos y se lanzó con decisión hacia la muñeca de Haruka, hundiéndolos directamente en su carne.
En el instante en que bebió de su propia sangre, una oleada de recuerdos del pasado inundó su mente. Pudo revivir aquellos momentos de su infancia, cuando creció al lado de su tío y de sus medios hermanos, disfrutando de una vida que parecía plena y feliz. Sin embargo, también fue capaz de ver cómo todo se desmoronó a su alrededor: recordó la devastación provocada por su padre Rido, un suceso que marcó su vida. Los recuerdos de la muerte de sus abuelos aparecieron vívidos, arropados por el profundo dolor que les había sobrevenido a causa de las acciones de Rido.
Entre sus visiones, se entrelazaron las del romance entre su tío y su madre, Juuri, una historia de amor que había florecido en medio del caos que los rodeaba. Vio también el trágico incidente relacionado con Kaname, un evento que dejó una huella imborrable en su corazón y que fue responsable de gran parte de su sufrimiento.
A medida que estos recuerdos se agolpaban en su mente, tuvo la oportunidad de rememorar también esos momentos de ternura y felicidad que había compartido con Haruka en su infancia, cuando ella todavía era un bebé. Recordó con tristeza el instante de su separación, lleno de dolor y desgarro. En medio de esos pensamientos, sus ojos comenzaron a humedecerse, y las lágrimas brotaron, sin poder contenerse ante la intensidad de las emociones que la invadían.
— Chieko, ¿Qué pasó? -Se preocupó-
— Pude ver todo. -Me limpié la boca y lo miré con lágrimas en mis ojos- Sufriste mucho, Ojisan...
— ¿Viste mis recuerdos, no? -Sonrió con tristeza y secó mis lágrimas- No te preocupes... Creo que sinceramente, de todo lo malo que me pudo pasar, la vida me regaló a cada uno de ustedes, y son cosas que nunca cambiaría. -Observó a su sobrina- Quizás no seas biológicamente mía, pero siempre fuiste como una hija más para mí. -Suspiró- Además, eres lo último que tengo de Juuri... No puedo permitirme bajar la guardia y dejar que algo malo te pase.
— Ojisan... ¿Hasta cuándo deberé ocultar que soy una sangre pura? -Lo miré curiosa-
— Bueno, no es algo completamente seguro... Pero sería bueno que te escondas hasta que decida presentarte en sociedad. Como sabrás, Kaname tiene planes que está llevando a cabo para poner a salvo tanto a Yuuki como a ti.
— Ya veo... -Suspiré- Supongo que deberé vivir oculta como lo he hecho, pero ¿No crees que el consejo sospechará una vez que tengas mi custodia de nuevo y me restablezca como Kuran?
— No sospecharán porque todo se hará en secreto. -Contestó Haruka- Al menos eso acordé con Hanako y Katashi.
— Ya veo... Bueno, seguiré durmiendo o no tendré energías para las clases. -Sonreí suavemente y bostecé, cansada-
Una vez que Chieko volvió a acomodarse en su cama, Haruka se acercó con ternura, la arropó cuidadosamente para asegurarse de que estuviera cómoda y cálida. Luego, se inclinó suavemente y le dio un beso en la frente, un gesto lleno de afecto y cuidado. Tras este dulce momento de despedida, Haruka se retiró de la habitación, cerrando la puerta tras de sí con delicadeza mientras continuaba su recorrido por el hogar.
[Unas horas más tarde. . .]
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ㅤㅤㅤ் Narra Chieko '
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Al despertar, me incorporo cuidadosamente y empiezo a buscar mi uniforme de la clase nocturna. Después de vestirme por completo, salgo de mi habitación y me dirijo hacia la salida de los dormitorios de Luna. Desde allí, a lo lejos, puedo observar cómo las estudiantes del turno diurno se agrupan en un gran número. Al notar la escena, una ligera molestia me invade, y sin poder evitarlo, suspiro con resignación.
— (Vaya manera de amontonar al club de fans.) -Suspiro y unas ideas se me viene a la cabeza- ¡Jovencitas de la clase diurna si no hacen una fila para dejar pasar a la clase nocturna me aseguraré de expulsarlas de la academia! -Grite con fuerza-
De repente todas dejaron de aplastar a Yuuki y comenzaron a hacer fila con sumo silenció, ya que sabía que temian ser expulsadas y ellas sabían sobre mi cercanía con Kaien Cross, el Director.
— (Esto es genial! Hicieron caso y yo que pensaba que no iba a funcionar.) -Me mantengo seria- ¡Muy bien! ¡Espero que a partir de ahora todas ustedes se formen de esta manera o me aseguraré de hablar con el director Cross! ¿Quedó encendido? -Las miro a todas con severidad-
Todas respondieron al unísono, temerosas ante mis advertencias. Sonreí suavemente mientras observaba cómo se abrían las puertas. Kaname, acompañado por su séquito, salió al salón y, para mi sorpresa, se mostraron extrañamente asombrados por el ambiente de orden y tranquilidad que reinaba entre las fans. Normalmente, estas chicas solían agolparse de manera frenética a su alrededor, pero en ese momento, mantenían una calma que resultaba desconcertante.
El encuentro con Kaname fue realmente incómodo. No podía evitar desviar la mirada mientras él pasaba a mi lado; una sensación de incomodidad me invadía. Fue entonces cuando decidí acercarme a Senri, mi medio hermano, como una manera de encontrar consuelo.
Cuando finalmente llegamos al aula, me senté junto a él, sintiendo una mezcla de alivio y tensión en el aire. Fue en ese momento cuando noté la presencia de Yagari, quien proyectaba un aura de autoridad y preocupación. Con cierta inquietud, observé cómo abría la puerta del aula y se presentaba, rompiendo el silencio con su voz firme.
— Yagari-sensei... -Susurro y me sorprendo que haya quedado como profesor en la clase nocturna igual-
— Desde ahora enseñaré Ética. -Dejo el libro en el escritorio- Soy Yagari Toga y empezaré a trabajar con ustedes, vampiros.
La atmósfera en el aula se volvió tensa y cargada de preocupación mientras los estudiantes observaban con atención cómo se iban a desarrollar los acontecimientos. Todos los rostros reflejaban inquietud y anticipación, y el silencio se apoderó del espacio, evidenciando la seriedad de la situación. Cada uno de ellos mantenía la mirada fija, como si esperaran que algo importante ocurriera en cualquier momento.
— Yagari... El cazador de vampiros #1 que apareció en las noticias tenía ese nombre... -Habla Ruka-
— Así que, este es el hombre que tuvo una misión fuera de Japón. -Dijo Aidou-
— Relájese todos... Por ahora, soy un excelente profesor que tiene una licencia para maestro. -Sonrio con burla y se percató de mi presencia, quedándose sorprendido por unos segundos antes de regresar a la naturalidad-
— Desde ahora, ¿Va a estar espiando a la clase nocturna? O, ¿Tienes un objetivo entre nosotros Yagari-sensei?
— Gusto en conocerte, Kuran Kaname-kun. -Lo desafia- Desgraciadamente, la lista de ejecución está en blanco. -Lo observa directamente- Si la lectura me aburre y si te quedas dormido, piensa que te podría agregar a esa lista.
— ¡¿Que le estás diciendo a Kaname-sama?! -Ruka se mostraría molesta-
— Ruka, cálmate. -Hablo serio Akatsuki-
— (Estaria mejor si pudiera comer palomitas.) -Pense emocionada y observe el espectáculo en silencio-
— Tendré mucho cuidado, profesor. -Cerro su libro y lo observo-
[Después de clases. . .]
Yagari había impartido una clase fascinante, pero, a pesar del contenido interesante, aún persistía una tensión incómoda en el ambiente. Intenté concentrarme en tomar notas en mi cuaderno, tratando de ignorar la sensación inquietante que me rodeaba. Sin embargo, en el momento en que el profesor se disponía a marcharse, un cuchillo salió disparado en su dirección. Sin pensarlo, utilicé mi telequinesis para desviar el cuchillo, logrando que su trayectoria cambiara y se incrustara en la pared de madera. Mis ojos brillaban con un tono rojo intenso, y aunque la situación era alarmante, me esforzaba por mantener la calma y controlar mis emociones.
— Vaya bienvenida... -Me observó- Gracias por intervenir, mi estudiante estrella. -Sonrio orgulloso-
— No hay de que... -Me reincorporó y me pongo a su lado, mis ojos regresan a su estado normal- Solo lo diré una vez... No traten de volver a cometer un desliz como este o conocerán de lo que soy capaz... Seré vampiro pero fui entrenada por este cazador de aquí para exterminar a idiotas como ustedes. -Los miro con seriedad-
— Chieko... -Sonrio y acaricio mi cabeza- No hace falta que me protejas, sabes que puedo hacerlo solo.
— Tks... Cómo digas viejo. -Me burló y le saco la lengua- Vamos que Zero debe estar esperándonos para comer. -Sostengo su brazo y nos vamos-
Era plenamente consciente de que la mirada de Kaname se fijaba en mí, pero opté por no prestar atención a su escrutinio. En mi interior, comenzaba a elaborar un plan detallado para disculparme por mi comportamiento inadecuado en la fiesta de cumpleaños de Ichijo. Sabía que sería fundamental encontrar el momento propicio para hablar sobre lo sucedido y poder expresarle mis verdaderos sentimientos. La idea de afrontar esa conversación me llenaba de una mezcla de nerviosismo y determinación, ya que era crucial que pudiera explicarle lo que realmente había sentido en aquel momento.
[En la residencia de Kaien. . .]
Cuando finalmente llegué al lugar, me encontré con el director Kaien, quien estaba teniendo una conversación amena con mis padres adoptivos, Hanako y Katashi. En ese momento, una oleada de emociones invadió mi corazón, colmándolo de alegría y expectación. Sin pensarlo siquiera, me dejé llevar por mis impulsos y corrí hacia ellos con toda la energía que podía reunir.
A medida que me acercaba, una sonrisa radiante empezó a iluminar mi rostro, reflejando la felicidad que sentía al reencontrarme con ellos. Sin embargo, la fuerza de esos sentimientos fue tan abrumadora que me conmovió profundamente. Fue entonces cuando, sin poder contenerme, las lágrimas comenzaron a brotar de mis ojos, deslizándose suavemente por mis mejillas mientras mi alma se inundaba de gratitud y emoción por el cálido encuentro.
— Nuestra pequeña estrellita, ¿Cómo estás? -Pregunta Hanako con dulzura-
— Has crecido muy rápido. -Dice Katashi, serio, aunque sus ojos reflejan la alegría de verme-
— ¿Han podido ver a Ichuru? -Me seco las lágrimas y los miro con curiosidad-
— Sí, aún no despierta, pero está en mejores condiciones. -Responde Hanako con una sonrisa de alivio-
— Me alegra escuchar eso. -Digo, sintiendo un peso menos en mi corazón-
— Chieko, hemos estado tan preocupados por ti y por Ichuru. -Dice Hanako, tomando mis manos entre las suyas- Pero verte aquí, sana y salva, nos da esperanza.
— ... -Katashi asiente, su expresión se suaviza un poco más- Sabemos que has pasado por mucho, pero eres fuerte. Siempre lo has sido.
— Gracias, Oka-san, Oto-san. -Respondo, sintiendo una calidez en mi pecho- No sé qué haría sin ustedes.
— Y nosotros sin ti, pequeña estrellita. -Responde Hanako, acariciando mi mejilla- Ahora, cuéntanos, ¿Cómo has estado? ¿Qué ha pasado desde la última vez que nos vimos?
— He estado bien, mamá, papá. -Comienzo, tomando aire- Pero ha habido algunos momentos difíciles. En el cumpleaños de Ichijou Tukama, Kaname le faltó el respeto a Zero. No pude contenerme y lo abofeteé.
Hanako y Katashi se miran con una expresión de inquietud en sus rostros, sus ojos reflejando la tensión del momento. A pesar de la preocupación que sienten, el silencio prevalece entre ellos, como si estuvieran esperando a que alguien más hable y brinde claridad sobre la situación que les angustia. La atmósfera que los rodea es densa, y ambos permanecen en un estado de expectación, sin atreverse a romper el silencio que los envuelve.
— Kaname provocó a Zero de una manera que no pude tolerar. -Explico, sintiendo la tensión en mi voz- Sé que no fue la mejor manera de manejarlo, pero no podía quedarme callada.
— Hiciste lo que creíste correcto en ese momento. -Dice Katashi, su voz firme pero comprensiva- A veces, las emociones nos superan.
— Lo importante es que estás aquí con nosotros ahora. -Añade Hanako, apretando mis manos con cariño- Y que podemos enfrentar cualquier cosa juntos.
— Gracias por entender. -Respondo, sintiendo una mezcla de alivio y gratitud- Prometo que haré lo posible por manejar mejor mis emociones en el futuro.
— Sabemos que lo harás, Chieko. -Dice Katashi, sonriendo- Siempre has sido fuerte y valiente.
— Y siempre estaremos aquí para apoyarte. -Concluye Hanako, besando mi frente- Ahora, vamos a disfrutar de este momento juntos.
Luego de tener una profunda conversación con mis padres adoptivos, sentí una creciente urgencia por comunicarme con Zero. Era evidente que él también estaba atravesando una etapa complicada y no podía evitar preocuparme por su bienestar. Con el corazón latiendo aceleradamente, recorrí los pasillos del dormitorio, sintiendo cada paso como un eco de mis pensamientos. Después de lo que pareció una eternidad, finalmente alcancé la puerta de su habitación. Con cuidado y delicadeza, decidí tocar suavemente la madera, esperando que mi gesto fuera suficiente para que supiera que estaba ahí, dispuesta a escucharle y a ofrecerle mi apoyo.
— Zero, ¿Puedo pasar? -Pregunté, mi voz temblando un poco-
Se produjo un breve instante de total silencio, como si el tiempo se hubiera detenido, antes de que finalmente pudiera oír la respuesta que estaba esperando de su boca.
— Adelante. -Dijo, su voz baja y cansada-
Abrí la puerta con cautela y, al entrar, lo vi sentado en el borde de su cama, con la mirada perdida en el exterior, contemplando el paisaje que se extendía más allá de la ventana. La tenue luz de la luna se filtraba a través del cristal, bañando su rostro en un suave resplandor plateado que acentuaba la melancolía reflejada en sus ojos. Sentí un deseo irrefrenable de acercarme, así que avancé despacio, con el corazón pesado, y tomé asiento a su lado, compartiendo ese momento de silenciosa tristeza y complicidad.
— Zero, ¿Cómo te sientes? -Le pregunté, intentando captar su mirada-
Él soltó un suspiro profundo, como si hubiera estado acumulando emociones en su interior durante mucho tiempo, y finalmente dirigió su mirada hacia mí.
— He estado mejor. -Respondió, su voz apenas un susurro- Pero estoy preocupado por Ichuru.
Asentí con la cabeza, reconociendo y comprendiendo la inquietud que mostraba en su rostro.
— Lo sé, yo también. Pero Hanako y Katashi dijeron que está en mejores condiciones. Tenemos que tener esperanza.
Zero asintió con la cabeza, pero a pesar de este gesto, su rostro mantenía una expresión oscura y cargada de pesar. La melancolía en sus ojos y la tensión en su frente revelaban que, en su interior, aún luchaba con pensamientos difíciles. Su semblante, aunque aceptaba la situación, no lograba ocultar la tristeza que lo envolvía.
— Gracias por venir, Chieko. A veces, siento que estoy solo en esto.
Agarre su mano con delicadeza, entrelazando mis dedos con los suyos y apretándola suavemente, como si quisiera transmitirle todo mi cariño y apoyo a través de ese gesto.
— Nunca estás solo, Zero. Estoy aquí para ti, siempre. Y sé que Ichuru también lo estaría si pudiera.
Él me dirigió la mirada, y en sus ojos pude observar una profunda expresión de gratitud que iluminaba su rostro.
— Gracias, Chieko... Significa mucho para mí. -Habló Zero-
Luego de haber tenido una profunda conversación con Zero, experimenté una revitalizante sensación de esperanza y una firme determinación que brotaba dentro de mí. Me dirigí de vuelta hacia el salón principal, donde ya se encontraban reunidos el director Kaien, Yagari, Hanako, Katashi y Yuuki. El ambiente que me rodeaba era cálido y acogedor, impregnado del delicioso aroma de la comida recién preparada que flotaba en el aire, creando un ambiente que invitaba a la camaradería y la tranquilidad. Al entrar, me sentí rodeado de una energía positiva que hacía que mis pensamientos se despejaran y mi ánimo se elevara.
—¡Chieko! -Exclamó Yuuki al verme entrar, su rostro iluminado por una sonrisa- ¡Ven, siéntate con nosotros!
Me acerqué a la mesa, donde todos estaban sentados, y tomé un lugar entre Hanako y Katashi. El director Kaien había preparado una variedad de platos tradicionales japoneses, cada uno más tentador que el anterior. Había:
• Sushi: Delicadas piezas de arroz adobado con vinagre, cubiertas con pescado fresco como salmón y atún.
• Tempura: Verduras y mariscos rebozados y fritos hasta quedar crujientes.
• Sashimi: Finas rodajas de pescado crudo, servidas con wasabi y salsa de soja.
• Takoyaki: Bolitas de masa rellenas de pulpo, cubiertas con salsa takoyaki y mayonesa.
• Onigiri: Triángulos de arroz rellenos de salmón y envueltos en alga nori.
• Miso Shiru: Sopa de miso con tofu, algas y cebolla verde.
• Karaage: Pollo marinado y frito, crujiente por fuera y jugoso por dentro.
• Gyoza: Empanadillas rellenas de carne y verduras, doradas a la perfección.
— Espero que tengas hambre, Chieko. -Dijo el director Kaien con una sonrisa- He preparado algunas de tus comidas favoritas.
— ¡Gracias, director! -Respondí, sintiendo una calidez en mi corazón- Todo se ve increíble.
Mientras nos disponíamos a disfrutar de la comida, la conversación se desarrollaba de manera natural y amena. Hanako y Katashi, mostrando un genuino interés, me hicieron varias preguntas sobre mis experiencias recientes; no dudé en compartir con ellos los encuentros que había tenido y los desafíos que había enfrentado. Yagari, en su habitual rol de protector, se unió a la charla con su voz serena, ofreciéndome palabras llenas de sabiduría y apoyo, lo que me brindó una gran sensación de seguridad y ánimo en ese momento.
— Recuerda, Chieko. -Dijo Yagari, su voz firme pero amable- Siempre debes confiar en tu fuerza interior. Has demostrado ser increíblemente valiente.
— Gracias, Yagari-Sensei. -Respondí, sintiendo una mezcla de gratitud y determinación- Haré todo lo posible por seguir adelante.
Yuuki, quien se encontraba sentada a mi lado, me ofreció un delicado y reconfortante apretón en la mano. Su toque era suave, transmitiéndome una sensación de calidez y apoyo en ese momento.
— Estamos todos aquí para ti, Chieko. No estás sola. -Sonrio amable-
La comida que preparó el director Kaien era tan exquisita como en cada ocasión anterior. Cada bocado que probé estaba repleto de sabores intensos y de un esmerado cariño que hacía que la experiencia fuera aún más especial. No pude evitar sentir una profunda gratitud por contar con una familia tan increíble y solidaria a mi lado. Mientras compartíamos risas y evocábamos recuerdos entrañables, me di cuenta de que, a pesar de los obstáculos que he enfrentado, había logrado esquivar el destino cruel que parecía esperarme. La calidez del momento y la conexión con las personas que amaba me llenaron de esperanza y felicidad.
┈̫̫━̫̫┈̫̫━̫̫┈̫̫━̫̫┈̫̫━̫̫┈̫̫━̫̫┈̫̫━̫̫┈̫̫━̫̫┈̫̫ ¡Cᴏɴᴛɪɴᴜᴀʀᴀ́! ⩶
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— Buenas. . . 💐
Espero que les guste este capítulo, estaré atenta a sus estrellitas y sus comentarios, les agradezco siempre por sus estrellitas en el anterior capítulo y les mando un saludo 🫂.
Gracias 😊
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