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En la oscuridad profunda de la noche, volví en mí y, al abrir los ojos y centrar mi atención en el entorno, comprendí que me hallaba en la habitación de Kaname. La disposición de los objetos que me rodeaban y el estilo de la decoración eran tan familiares que no me dejaban lugar a dudas sobre dónde me encontraba. La tenue luz apenas iluminaba el espacio, y cada sombra que danzaba en las paredes evocaba recuerdos de instantes que había compartido en ese mismo lugar.

— (Maldición... De todos los lugares, ¿tenían que dejarme en la habitación de ese bastardo?) -Pensé molesta mientras me sentaba-

Sentía una irritante resequedad en la garganta, un síntoma que reconocía perfectamente como un efecto secundario del uso excesivo de mis habilidades sobrenaturales. A pesar de haber ingerido el brebaje que generalmente limita mis poderes y me deja en un estado de vulnerabilidad, los efectos de mi reciente descontrol eran evidentes. Mi cuerpo se sentía debilitado, y la necesidad de recuperar fuerzas se hacía urgente. Sabía que requería sangre animal o, en su defecto, tabletas que imitan la composición de la sangre, para poder sobrellevar mi delicada y inestable situación física. Era imperativo encontrar una solución pronto, ya que mi bienestar dependía de ello.

Desde la ventana de mi habitación, pude escuchar los ecos de risas y melodías festivas que llenaban el aire, señalando que afuera se celebraba una alegre fiesta. De repente, un recuerdo vino a mi mente: ese día era el cumpleaños de Ichijo Takuma, uno de los leales seguidores y amigos más cercanos de Kaname. Con ese pensamiento, me levanté con determinación y comencé a buscar mis zapatos que estaban dispersos alrededor de la habitación.

Mientras me movía, algo llamó mi atención. En la cama, había un espectacular conjunto de ropa. Su diseño era elegante y me pareció perfecto para la ocasión. No pude resistir la tentación de probármelo, así que con cuidado lo deslicé sobre mi piel. Al colocarme frente al espejo, sentí una mezcla de asombro y felicidad al ver mi reflejo. El vestido me hacía sentir especial, casi como si estuviera hecho a medida para mí.

Después de dedicar un momento a peinarme con esmero, acomodando mis cabellos con delicadeza, deposité mis pies en un par de zapatos que complementaban maravillosamente el conjunto. Con todo listo y sintiéndome lista para lo que estaba por venir, salí de la habitación del sangre pura, lista para unirme a la celebración y compartir este momento tan significativo.

Al salir del aula, me percaté de que numerosos estudiantes de la clase nocturna me observaban con atención. Aunque mi rostro conservaba una expresión tranquila y serena, no pude evitar notar cómo la mayoría de ellos murmuraban entre sí, lanzando miradas furtivas en mi dirección. Algunos de ellos me miraban con un evidente asombro y admiración, lo que despertó en mí una mezcla de curiosidad y sorpresa ante la atención que estaba recibiendo.

— (Esto es incómodo... Parece que soy la presa de estos lunáticos.) -Pensé incómoda, pero me mantuve tranquila y me presenté ante Ichijo, quien parecía sorprendido.

— Oh, Chieko-chan... Parece que has despertado y te has preparado para la ocasión. -Sonrió alegremente y me saludó-

— Sí, no sabía que era tu cumpleaños... Si lo hubiera sabido, habría preparado un obsequio. -Sonreí apenada-

— No te preocupes. -Sonrió alegremente- Estás hermosa hoy.

— Gracias... Lo encontré encima de la cama y supuse que Kaname lo dejó para esta ocasión.

— Chieko nee-chan. -Senri se aproximó y saludó animado, aunque mantenía una expresión neutral- ¿Estás mejor? -Preguntó-

— Sí... Pero, ¿Qué sucedió con Ichuru? -Pregunté con seriedad-

— Él está bien, Chieko nee-chan. -Contestó Senri-

De repente, sentí la llegada de dos presencias familiares y, llena de emoción, orienté mi mirada hacia Yuuki y Zero. Ambos estaban acompañados por Aidou Hanabusa y Akatsuki Kain, quienes son los leales aliados de Kaname Kuran. La cercanía de estos amigos me llenó de una mezcla de alegría y expectativa, mientras observaba cómo se acercaban, resaltando su conexión y camaradería en ese momento.
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Una vez que Ichuru logró estabilizarse y fue llevado a la enfermería para recuperarse, Zero y Yuuki decidieron dirigirse hacia las habitaciones de la luna con el propósito de encontrar a Chieko y averiguar por qué Ichijo y Senri habían atacado al nivel E. Mientras se desplazaban hacia la residencia, fueron sorprendidos por un ataque repentino de Hanabusa Aidou y Akatsuki Kain. Ante esta amenaza, Zero y Yuuki desenvainaron sus armas diseñadas específicamente para combatir vampiros, preparándose para defenderse en caso de que la situación lo requiriese.

— ¿Están aquí para darnos la bienvenida... vampiro? -Preguntó Zero, amenazante-

— Eso es correcto... Ichijo me lo pidió, de lo contrario no habría venido. -Contestó el rubio-

— No siempre esperen lo peor de nuestra especie. Vuelvan a ser delegados. -Dijo Akatsuki, levantando las manos en señal de rendición-

— Bien... -Respondió Yuuki, mirando a Zero para que bajara el arma, y él accedió-

Cuando finalmente guardaron sus armas, se dirigieron hacia la fiesta, un evento lleno de vida y alegría que los esperaba. Al llegar, fueron recibidos por Ichijo, quien con una amplia sonrisa les dio una cálida y alegre bienvenida. Mientras tanto, Zero comenzó a buscar con la mirada a Chieko entre la multitud. Después de unos momentos, la encontró rápidamente; sus ojos esmeralda brillaban con intensidad y se posaban directamente sobre él y sobre Yuuki, lo que hizo que su corazón latiera con más fuerza.

— ¡Yuuki! ¡Zero! -Sonrió y saludó-

— ¡...! -Zero se quedó mirándola, sorprendido por su vestimenta, pero su expresión seria volvió a la normalidad-

— ¡Wow, Chieko-chan, estás hermosa! -Sonrió alegremente Yuuki-

— Gracias. -Respondí alegremente y me acerqué a ambos- ¿Vinieron a buscarme?

— Sí, pero también vinimos para averiguar la razón detrás de la intervención de la clase nocturna por lo ocurrido durante la tarde.

— Es verdad. -Yuuki se puso seria- No puedo pretender que nada sucedió, dejar la escuela es contra las reglas. No se compara con esto... Sobre ese vampiro...

— Está bien, pregunta. -Respondió Ichijo sin problemas- Todos aquí saben sobre eso.

— ¿Quieres decir que vampiros peligrosos rondando por las calles no son comunes? También Ichijo-sempai fue allí específicamente a matarlo. -Lo miró seriamente- ¿Qué era exactamente ese vampiro?

— Ese era un vampiro "ex-humano" muy bajo. -Respondió Aidou Hanabusa-

— ¡Aidou! -Se quejó Ichijo- Yuuki, en la sociedad de vampiros, aquellos en lo más alto son llamados "sangre pura" y un número de vampiros son llamados "nobles", mientras los niveles E no son tomados en cuenta en la pirámide de poder.

— Para ponerlo de forma correcta, es la clase final. Hablando de eso, Kiryuu, tú también deberías saber sobre esto, siendo un miembro de una familia de cazadores. -Dijo Akatsuki-

— Somos completamente diferentes a los vampiros que una vez fueron humanos. -Parecía indignado Aidou- No nos metan en el mismo saco, por favor.

— Sí, tengo conocimiento respecto a eso. -Respondió Zero-

— ¡No tienes que decirlo así, Aidou-sempai! -Se molestó Yuuki- ¡Convertirse en vampiros no fue decisión de los niveles E!

— (Parece que todo se está repitiendo como en el manga.) -Pensé con seriedad-

— Precisamente por eso tenemos que controlarlos. -Dijo tranquilamente Ichijo- Antes de que su sed de sangre les fuerce a empezar a atacar al azar...

— Fui yo quien dio la orden. -Dijo Kaname con seriedad-

De manera súbita, el noble linaje de sangre pura apareció, acompañado de su fiel guardiana personal.

— ¡Kaname-sempai! -Habló Yuuki-

— Ichijo y Shiki fueron a cazarlo por mi orden. -Habló con seriedad Kaname-

— ¿Fuiste tú, Kaname? -Parecía sorprendida Yuuki-

— Yuuki, para venir a un lugar así de peligroso, como te dijo Ichijo... -Observó a la castaña-

— Quería venir a ver personalmente... -Contesto Yuuki

— ¿Personalmente, eh? -Suspiró, cansado- Vengan aquí, Yuuki, Kiryuu-kun y Chieko.

Kaname se acomodó en el sillón de borde, una posición que le permitía observar a su alrededor con detenimiento. Sus ojos se posaron en Chieko, quien destacaba entre los demás. Se dio cuenta de que llevaba puesto el vestido blanco que él mismo había adquirido para esta ocasión tan especial. Un suave destello de alegría iluminó su rostro al verla, mientras una sonrisa cálida se dibujaba en sus labios. En ese momento, Yuuki y Zero, acompañados de Chieko, se acercaban, y él sintió cómo la atmósfera se cargaba de expectación y emoción.

— Chieko, siéntate a mi lado. -Ordenó con una sonrisa divertida, disimulando estar tranquilo-

Esto dejó a Yuuki en un estado de confusión y asombro, ya que no esperaba esa situación. Por otro lado, la petición realizada por el Kuran provocó en Zero una gran irritación, alimentando su enfado hasta el punto de que sentía un fuerte deseo de acabar con la vida de Kaname. La tensión en el ambiente era palpable, con la incomprensión de Yuuki y la furia de Zero chocando entre sí, intensificando aún más la complejidad de sus emociones.
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Me quedé asombrada ante la propuesta de Kaname, quien me invitó a que me sentara a su lado. Lo miré con una expresión seria en mi rostro, completamente tomada por la sorpresa, y tras reflexionar un momento, decidí negar con la cabeza.

— No quiero. -Rechacé su propuesta-

— Chieko. -Su mirada severa me asustó un poco-

— No me sentaré a su lado. -Dije con firmeza- Tampoco puedes obligarme, Kaname Kuran.

— ¿Estás esperando que te cargue como princesa y te siente a mi lado? -Me observó con seriedad y algo de molestia-

Esto me tomó completamente desprevenida y, sintiendo una profunda vergüenza, decidí sentarme a su lado, consciente de lo que estaba a punto de suceder. Pude sentir su mano posarse suavemente sobre mi hombro, acercándome hacia él de manera delicada pero firme.

— El lugar más seguro es a mi lado. -Me observó con calidez- ¿Descansaste bien?

— Sí... No debí usar mis poderes de manera descuidada, pero perdí el control. -Contesté, avergonzada, y observé a Zero con cierta culpa- Si hubiera llegado más temprano, habría podido evitar que Ichuru resultara herido.

— No debes culparte por lo sucedido. -Dijo Zero con tranquilidad, observando a Yuuki-

— Él decidió protegerme y, como prefecta, debí ser capaz de defenderme sin usar a nadie como escudo. -Dijo Yuuki, apenada-

— Los vampiros ex-humanos... nunca debieron ser creados. Pero hace mucho tiempo, cuando la batalla entre vampiros y cazadores estaba en su punto más feroz, algunos vampiros querían convertir a los humanos en su propia especie para incrementar su capacidad de batalla. -Suspiró Kaname y acarició mi cabeza- Sin embargo, los vampiros nobles son quienes se encargaron de tomar la responsabilidad de controlar lo que queda de esos vampiros...

Zero se colocó frente a nosotros y, para mi sorpresa, noté que estaba visiblemente molesto. Su expresión facial y el tono de su voz reflejaban una irritación que no había visto en él antes. Al mirar a su alrededor, me di cuenta de que Kaname estaba soltando comentarios provocativos hacia Zero, lo que parecía intensificar aún más su enfado. La tensión en el ambiente era palpable, y me pregunté qué había sucedido para que Zero reaccionara de esa manera.

— Cazar vampiros es la función de los cazadores de vampiros -Habló Zero-

— Kaname... -Sostuve su mano y lo miré con seriedad- Si pretendes usarme para provocar a Zero, estás equivocado y no lo permitiré.

— Me pregunto... ¿Por qué no mataste al nivel E antes que nosotros? -Kaname hizo caso omiso a mis palabras y sostuvo mi mano con cuidado, lo que causó sorpresa en Zero-

— ¡Kaname Kuran! -Aparté su mano y lo miré molesta- ¡Te estás sobrepasando!

— Solo tengo curiosidad. -Se mantuvo tranquilo-

Suspiré profundamente, intentando encontrar la calma dentro de mí mientras me preparaba para ponerme de pie. Sin embargo, la mano de Kaname se posó firmemente sobre mi cintura, impidiendo que pudiera alejarme de él. Avergonzada por la situación y el contacto inesperado, levanté la mirada y lo observé a los ojos, sintiendo cómo el rubor se extendía por mis mejillas.

— Por cualquier cosa, Kiryuu-kun, ¿Simpatizaste con él? -Preguntó finalmente Kaname, lo que causó la ira de Zero-

Me sentía realmente irritada por la situación, así que tomé la decisión de abofetear a Kaname a causa de su descaro. Este acto impulsivo logró detener a Zero, quien estaba a punto de desenfundar su arma. Al mismo tiempo, noté que Seiren, la guardiana de Kaname, levantó su mano y la apuntó directamente hacia mi cuello, donde se encontraba una arteria principal. Su gesto era amenazante y dejaba en claro que no dudaría en actuar si la situación lo requería.

— Eres atrevido por sugerir eso a un respetado cazador. -Lo miré molesta- Zero no será humano, pero es un cazador reputado y no permitiré que mancilles el apellido Kiryuu... Recuerda que sus padres fueron quienes me criaron con amor, sin importar si era de la raza que detestaban. -Lágrimas bajaron de mis ojos-

Me sentía profundamente irritada conmigo misma, incapaz de manejar mis emociones que parecían desbordarse sin control. A mi alrededor, noté cómo Kaname se acariciaba la mejilla roja con tranquilidad, como si todo a su alrededor no le afectara en lo más mínimo. Su mirada se dirigía a Seiren, quien, con una actitud amenazadora, tenía su mano firmemente posada contra mi cuello, generando una tensión palpable en el ambiente.

— Seiren, ¡Ya! -La miró con seriedad- El que habló descuidadamente soy yo. -Me observó-

— Esta es la última vez que permito que me lastimes, Kaname Kuran... La próxima vez, te mataré con mis propias manos, como tú lo hiciste sin dudar con mi padre... -Me reincorporé y me sequé las lágrimas- Yuuki, Zero... ¡Vámonos!

Tomé la mano de Zero con firmeza y, acompañados por Yuuki, decidimos abandonar la fiesta. Antes de salir, me acerqué a Ichijo para pedirle disculpas por la escena que había causado; le expliqué que no era mi intención arruinar su celebración y le deseé sinceramente que tuviera un feliz cumpleaños. Luego, los tres nos dirigimos hacia la salida, dejando atrás el bullicio y la celebración.

[En la residencia del director. . .]

Mientras nos dirigíamos a casa, Zero permaneció a mi lado, envolviéndome suavemente con su chaqueta para protegerme del frío que comenzaba a calar. Sus manos estaban ocupadas secando mis lágrimas, brindándome un consuelo que realmente necesitaba en ese momento. Con un susurro de gratitud, le agradecí por su amabilidad mientras cruzábamos la puerta de nuestro hogar.

Al entrar, nuestros ojos se encontraron con la figura de otro cazador que estaba conversando animadamente con el director. A medida que nos acercábamos, nos dimos cuenta de que era Yagari Toga, nuestro maestro. Su presencia en la casa generó una mezcla de inquietud y alivio en mí, ya que siempre había sido una figura importante en nuestra formación.

— ¡Yagari-sensei! -Alegre, me quité la chaqueta de Zero y se la entregué antes de salir corriendo hacia el mayor y abrazarlo.

— ¡Oh! Parece que mi alumna estrella se emocionó de ver a este anciano. -Sonrió y me abrazó de vuelta con fuerza-

— ¡Sensei! -Sonrió suavemente Zero-

— Qué bueno que se hayan reencontrado. -Kaien se alegró por vernos bien-

— Ni lo digas. -Me separé del abrazo y observé a Yagari- ¿Qué haces aquí? Hace meses que no sabemos de ti desde la misión que te dieron fuera de Japón. -Indagué, curiosa-

— Bueno, después de completar la misión, decidí volver porque Kaien Cross me lo pidió, ya que sucedió el incidente ese. -Suspiró Yagari y observó a Zero- ¿Cómo has estado con tu control de sangre?

— Bueno, sobre eso... -Suspiró y se rascó la nuca- Sabes que no soy un nivel E, pero ocho años estuve sin consumir nada y tuve un pequeño descontrol con Chieko.

— Sí, no debe preocuparse... No atacó a ningún humano. -Sonreí, apenada- Como sabes, no soy humana... Y bueno, Zero comenzó a consumir pastillas y, hasta ahora, no ha tenido problemas para ingerirlas.

— Es verdad, lo he visto tomarlas sin expulsarlas. -Habló Yuuki-

— ¿Dónde está Ichuru? -Preguntó Yagari-

— Él... acabó herido por proteger a Yuuki... -Suspiré-

— Su estado es bueno... Pero su salud le juega en contra y la pérdida de sangre a causa de su herida fue controlada. -Informó Zero, con cierta afectación por el estado de su querido gemelo menor-

— ¿En serio? -Yagari se mostró afectado- ¿Hanako y Katashi saben sobre el incidente? -Miró a Kaien con precaución-

— Están en camino. -Respondió Kaien con seriedad-

— Lamento que tengan que pasar por esto... -Suspiró, frustrado, y acarició mi cabeza y la de Zero-

Tras haber mantenido una conversación en la que compartimos todos los acontecimientos del día, Yagari optó por permanecer en silencio, prestando atención a nuestras palabras hasta que finalizamos la narración. Una vez que terminamos, él decidió retirarse para descansar, despidiéndose de nosotros con un aire de desánimo producto de lo sucedido con Ichiru. Yo, por mi parte, me dirigí a mi habitación, me acosté en la cama y me sumí en un sueño profundo y reparador.

┈̫̫━̫̫┈̫̫━̫̫┈̫̫━̫̫┈̫̫━̫̫┈̫̫━̫̫┈̫̫━̫̫┈̫̫━̫̫┈̫̫ ¡Cᴏɴᴛɪɴᴜᴀʀᴀ́! ⩶
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