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A la tarde del día siguiente, Chieko se despertó, sintiéndose revitalizada y llena de nueva energía. Con determinación, se dirigió hacia el estante donde guardaba sus medicinas. Tomó un frasco que contenía un líquido misterioso y, tras un breve momento de duda, lo abrió y se lo consumió de un trago. Al instante, una transformación comenzó a suceder en su interior; la sensación que la envolvía la hizo sentirse como si se convirtiera en un vampiro noble, con una elegancia y fortaleza que le eran ajenas.

Se vistió con su uniforme de la clase nocturna y, al momento de ajustarlo a su cuerpo, notó que, a pesar de que su cuello no presentaba las marcas de la mordida de Zero, aún experimentaba esa extraña sensación de inquietud y un escalofrío recorrió su espalda. En ese instante, comprendió que Zero necesitaba alimentarse de vez en cuando para poder mantener el control sobre sí mismo. Aunque sabia que no se transformaría en un nivel E, sabía que necesitaba sangre de manera periódica para poder sobrevivir en medio de los humanos. Esta realidad lo mantenía en un estado constante de alerta y le recordaba la delicada línea que ambos debían atravesar en su convivencia.

De manera inesperada, la joven fue sacada de su ensimismamiento al percibir el sonido de alguien que tocaba la puerta de su habitación. Al girar su cabeza en dirección al ruido, pudo reconocer la voz de los gemelos Ichuru y Zero, quienes llamaban con una mezcla de impaciencia y curiosidad.

- ¡Imouto-chan~! ¡Hemos venido a buscarte! -Dijo Ichiru con alegría-

- Ah, sí... ¡Ya salgo! -Respondió Chieko en voz alta mientras se preparaba para marcharse-

Recogió cuidadosamente sus efectos personales y, con un suave movimiento, giró el pomo de la puerta de la habitación. Al abrirla, se encontró con Zero e Ichuru, quienes estaban esperándola en el umbral. Los miró con atención y curiosidad, intentando descifrar lo que estaban pensando en ese momento.

- Chieko, el director quiere hablar con nosotros tres sobre lo sucedido ayer y mi transferencia a la clase nocturna. -Dijo Zero, molesto como de costumbre-

- ¡Oh, vamos, Zero-ni-sama! -Protestó Ichuru- ¿Siempre tienes que ser tan negativo y amargado contra los vampiros?

- Odio a todos los vampiros excepto a Chieko... -Respondió Zero con seriedad, mirando hacia otro lado-

- Chicos, dejen de pelear. -Los reprendió Chieko con seriedad- Dios mío, son mayores que yo como para andar discutiendo...

Se encaminaron hacia la oficina del director Kaien. Al llegar, quedaron boquiabiertos al observar la inusual alegría del director, quien con gran entusiasmo les presentó el uniforme masculino de la clase nocturna que iba a ser destinado a Zero. Con una amplia sonrisa en el rostro, Kaien les mostró cada detalle del uniforme, asegurándose de resaltar su diseño y cómo se adaptaría a Zero, lo que incrementó aún más la sorpresa y curiosidad de sus visitantes.

- ¡Llegaron justo a tiempo! ¡Este es el nuevo uniforme para Kiryuu! -Exclamó Kaien con entusiasmo-

- Se veria genia puesto en Zero ni-sama! -Le sigio animado Ichuru-

Zero reaccionó de manera abrupta y, en un instante, le propinó un cachetazo en la mejilla a Kaien. Este último quedó atónito ante lo sucedido, llevando de inmediato una mano a su rostro mientras su expresión reflejaba dolor. Con un gesto lastimero, miró a Zero, tratando de comprender la razón de aquel ataque. Ante esta situación, la menor se interpuso y, en un acto de firmeza, tomó a Kien de la oreja, forzándolo a inclinarse en una especie de reverencia. Su intención era que se disculpara con el director por la bofetada que había recibido de parte del cazador. Todo el ambiente se tornó tenso mientras Kien trataba de mantener el equilibrio entre el dolor físico y la humillación que le estaba ocasionando la situación.

- ¡No vuelvas a levantarle la mano al director Kaien! -Lo miro molesta y lo regaño la castaña- ¿Entendiste?

- ¡¡Auch!! ¡Entendí! ¡Sueltame! -Se quejo adolorido-

- Imouto-chan, por favor... Suelta a Zero ni-sama. -Se mostró preocupado Ichuru-

- Se ven muy energéticos los hermanos. -Sonrio suavemente-

- Los he llamado aquí para solucionar este tema, ya que no debe pasar lo mismo que la ultima vez. -Sonrio suavemente-

- Lo sucedido ayer fue un accidente, la sed de Zero se descontroló porque hace años no bebió nada de sangre. -Explico la castaña menor- No lo traslade a la clase nocturna, ya que ponerlo hay ocasionaría una matanza.

- La única vez que bebió sangre fue para evitar convertirse en un nivel E hace 8 años atrás. -Explico Ichuru- Además, debe tener en consideración el odio que tiene mi hermano por los vampiros.

- Mmm... Si es así... No solo considerando la objeción de Ichuru y Chieko, y Kiryuu es nesesario aún como guardian... Bien pero hay una condición.
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ㅤㅤㅤ் Narra Chieko '
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Me quedé mirando con atención mientras el director abría su cajón y de él extraía una pulsera que se asemejaba mucho a la que le había entregado a Yuuki para monitorear el estado de Zero en el manga. Al notar aquel objeto familiar, mi rostro adoptó una expresión grave, reflejando la preocupación que me invadía ante la situación.

- Como Chieko-chan está en la clase nocturna, debes ser tú, Ichuru-kun, quien lleve la pulsera. -Dijo el director, entregándosela a Ichiru-

- ¡Me niego a someter a Zero a esta técnica! -Me interpuse frente a Zero e Ichiru- Kaien, sé que quieres estar seguro respecto al control de Zero con su sed, pero debes entender que no es un nivel E, y no dejaré que utilices una técnica para someterlo como si fuera una cosa que deba ser domada.

- Imouto-chan, el director Kaien también se preocupa por Zero y sería algo seguro para que él se quede. Tampoco me gusta la idea, pero si quieres que se quede en la clase diurna, solo debes permitir esto. -Parecía preocupado Ichuru-

- Chieko, estaré bien. -Dijo Zero con serenidad, sosteniendo mi mano para hacerme ceder-

- Eres importante para mí y no dejaré que te traten mal por ser un vampiro. -Le dije a Kaien con seriedad- Me niego. Me haré responsable si Zero tiene una crisis, así que por favor, solo dale las tabletas para que pueda suprimir su ansiedad.

- Bien. De ahora en adelante hay algo que debo hacer. -Dijo el director, dejando de estar serio y exponiendo su cuello- Si en verdad quieres sangre, no te preocupes, eres bienvenido a tomar la mía.

Esto dejó a los estudiantes atónitos por unos momentos. Sin pensarlo dos veces, Zero propinó un golpe contundente en la cabeza del director, haciéndolo caer al suelo de manera abrupta. Los otros dos estudiantes, sorprendidos y en estado de shock, no hicieron ningún intento de intervenir.

- Director Kaien, mejor dele las tabletas y deje de actuar de manera extraña. -Dijo Ichuru, apenado-

- ¡Vámonos! -Exclamó Zero, enojado, tomando mi mano y sacándome de mi estado de shock, asenti en silencio-

Antes de marcharse, Kaien consiguió atraer la atención de Zero e Ichuru. Se acercó a ellos de la manera más adecuada, ya que tenía el deseo de conversar en privado con cada uno de ellos. Al darme cuenta de lo que estaba sucediendo, consideré que lo más sensato era dirigirme a mis clases para no quedarme rezagado en mis estudios.

Al llegar a la zona de los departamentos de los estudiantes de la clase nocturna, me acerqué al anciano que se encargaba de abrir las puertas, a quien saludé con entusiasmo. Para hacer su jornada un poco más amena, le ofrecí unas deliciosas manzanas dulces, con la esperanza de que le proporcionaran un pequeño alivio a su estómago mientras cumplía con su horario de trabajo.

Al pasar las puertas y entrar a los dormitorios, me encontré con Yuuki hablando con Aidou Hanabusa. Intervine justo cuando Kaname abofeteaba al vampiro.

- Yuuki-chan... -Llamé con suavidad y dirigí una mirada amenazante al rubio- ¿Qué pretendes hacer?

Observé que Aidou se quedó completamente inmóvil, su cuerpo tenso y la mirada fija, mientras tragaba en seco, como si estuviera tratando de procesar lo que veía. Era evidente que había notado la sorprendente similitud que existía entre mí y Kaname, lo que probablemente le generaba una mezcla de confusión y asombro.

- ¿Qué pasa? ¿El ratón te comió la lengua? -Mis ojos se estrecharon y se volvieron rojos mientras me acercaba y colocaba a Yuuki detrás de mí-

- Yo... -Aidou se quedó en silencio al percibir la presencia de Kaname-

- Yuuki-chan, regresa a los dormitorios de la clase diurna, debes comenzar tu rondín. -Le dije, mirándola de reojo. Ella asintió y se marchó-

Dejé escapar un suspiro de cansancio, sintiendo cómo la fatiga me envolvía. En ese momento, mis ojos se posaron en Kaname, quien hacía su entrada de manera imponente. Aidou, visiblemente inquieto, intentó justificar sus acciones, pero la reacción de Kaname fue inmediata: le propinó una fuerte bofetada. Con una determinación innegable, le ordenó que se fuera. Aidou, sin poder hacer más, asintió con la cabeza y se alejó, dejando atrás la tensión que había llenado el ambiente.
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Había sido testigo de toda la discusión que se había llevado a cabo y, sintiéndome agotado por la tensión en el ambiente, tomé la decisión de intervenir. No podía quedarme de brazos cruzados, especialmente porque Chieko se había puesto en medio de Yuuki y Aidou, intentando poner fin a su enfrentamiento.

Cuando finalmente me quedé a solas con Chieko, una mezcla de emociones invadió mi pecho al fijar mi mirada en ella. Sentí una extraña inquietud al ver su expresión, así que, movido por un impulso protector, acaricié suavemente su mejilla. En ese instante, noté el contraste entre la calidez de su piel y la frialdad de mis manos, lo que hizo que Chieko se sonrojara visiblemente, creando un momento de intimidad entre nosotros que no pasó desapercibido.

- Eres cálida... -Sonreí suavemente-

Chieko frunció el ceño y, con un movimiento brusco, apartó mi mano, lo cual me llenó de tristeza por la manera en que me estaba tratando. Sentí un nudo en el estómago ante su rechazo. Miré la hora y me di cuenta de que ya era el momento de prepararme para las clases, así que, ante esa realidad, mi expresión se tornó seria y decidida. Era un recordatorio de que no podía dejar que su actitud me afectara más de lo que ya lo había hecho.

- A partir de ahora, no vengas sola, ¿De acuerdo? -La miré directamente- Por favor, ven con Kiryuu... Es lo que él te debe...

- ¿Es lo que me debe? ¿A qué te refieres, Kuran-sama? -Sus ojos esmeralda brillaron en la oscuridad mientras me miraba de manera amenazante- ¡Pensé que había dejado claro que mis asuntos con Zero no te involucran, así que deja de meterlo en problemas! No creas que no sé sobre tu insistencia en transferirlo a la clase nocturna contra su voluntad. -Suspiré y miré hacia otro lado, apretando mis manos-

- ¿Sabes al menos por qué he presionado tanto por su transferencia?

La miré con un aire de desánimo y, sintiendo una conexión intensa, acaricié suavemente su mejilla. Me acerqué a ella con cierta precaución, sintiendo que estaba cruzando una línea delicada. Mis dedos rozaron su cuello, disfrutando de la calidez de su piel, mientras observaba atentamente su reacción ante mi gesto. Fue entonces cuando noté que sus ojos se llenaron de sorpresa, reflejando una mezcla de emociones que me dejaron intrigado.

- Chieko, no puedo aceptar que la chica que más he apreciado haya sido mordida por otro. -La observé serio-

- ¿Eh? -Sus mejillas tomaron un color rojo- Y-Ya deja de decir tonterías... -Apartó mi mano y me observó con ojos llenos de conflicto-

- Sé que te cuesta perdonarme por lo sucedido hace años, pero quiero que sepas que eres muy preciada para mí. -Dije con honestidad-

- No se supone que me digas estas cosas a mí... -Susurró por lo bajo y no conseguí escucharla-

- ¿Qué dijiste? -Pregunté curioso-

- No es importante, será mejor que te prepares porque pronto tendremos clases... -Hizo una reverencia- Iré a ver a mi medio hermano Senri...

- Chieko... -La llamé y noté que se detenía sin mirarme- Espero que algún día sinceramente me perdones.

- Me pregunto, ¿Cómo podrías sentir cariño por la hija del hombre que tanto aborreces? -Me observó con tristeza- Te dejaré pensarlo...

Pude ver cómo se alejaba por los amplios y largos pasillos de la residencia, hasta que poco a poco su figura se desvaneció de mi campo de visión. Un suspiro de desánimo escapó de mis labios y, con frustración, pasé mi mano por el cabello, sintiendo la pesadez en mi pecho. Mientras me dirigía hacia mi habitación, me encontré con Akatsuki. Decidí detenerme un momento y mantener una breve conversación con él, aunque mis pensamientos aún estaban ocupados por el reciente adiós. Al finalizar la charla, me despedí con un gesto amistoso y continué mi camino. Al entrar a mi habitación, comencé a prepararme para las clases que me esperaban, pero no pude evitar sentir un profundo dolor que se aferraba en mi corazón.

┈̫̫━̫̫┈̫̫━̫̫┈̫̫━̫̫┈̫̫━̫̫┈̫̫━̫̫┈̫̫━̫̫┈̫̫━̫̫┈̫̫ ¡Cᴏɴᴛɪɴᴜᴀʀᴀ́! ⩶
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- Buenas. . . 💐

Espero que les guste este capítulo y me digan que opinan 🤭, también espero ver sus estrellitas y estaré atenta a sus comentarios.

Gracias.