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ㅤㅤㅤ் Narradora '
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Kaname informó a su padre sobre la situación que estaba ocurriendo y, al mismo tiempo, se encargó de cuidar de la niña más pequeña, que todavía mostraba signos de debilidad. En ese momento, cuando Haruka llegó al lugar, Chieko se mostró un tanto nerviosa y parecía preparada para contestar cualquier pregunta que él pudiera plantear.

— No parece que tenga otra opción. -Dijo Chieko con firmeza-

— ¿Qué opción? -Replicó él, con un tono serio- ¿A qué te refieres?

— Devolveré sus memorias. -Respondió, manteniéndose seria- No habrá manera de justificar mi origen.

— No estoy entendiendo. -Dijo Kaname, claramente confundido-

— Muy pronto comprenderás todo.

La joven comenzó a abrir las puertas de los recuerdos que cada uno de ellos había guardado en su interior. En el instante en que comprendieron que la niña a la que habían estado brindando su cuidado y protección no era otra que Chieko, una ola de profunda tristeza se apoderó de sus corazones. Este descubrimiento los llenó de melancolía, ya que las memorias que habían compartido con ella se entrelazaban con la dolorosa realidad de su ausencia y el tiempo perdido. Cada uno sintió cómo esa revelación resonaba en su ser, evocando una mezcla de emociones que abarcaban desde la nostalgia hasta la angustia, haciendo que su conexión con Chieko se tornara aún más significativa y desgarradora.

— ¿Estos recuerdos? -Preguntó Kaname, mientras se secaba algunas lágrimas y mostraba una seriedad palpable frente a la más pequeña-

— ¿Por qué borraste nuestras memorias? -Inquirió Haruka, con una evidente expresión de molestia en su rostro-

— Era imprescindible eliminar mi existencia por completo. -Hizo un suspiro profundo y entrecortado- Además, ustedes asesinaron a mi padre y no me dejaron marcharme con él cuando tuve la oportunidad de hacerlo. Aquel momento representaba la posibilidad de encontrar un poco de felicidad, al menos una vez en mi vida… -Volvió a suspirar, con el eco de su dolor resonando en el aire- Si realmente me hubiera ido, al menos Juuri estaría viva y Yuuki nunca tendría que afrontar la agonía de crecer sin una madre…

— Lo siento… -Dijo Kaname, mientras su tristeza se hacía evidente en su rostro-

— No… -Respondió con firmeza- No te disculpes, no es culpa de nadie… -Inspiró profundamente, tratando de contener las emociones que amenazaban con desbordarse-

— Entonces, por favor, permítenos arreglar las cosas. No me gustaría que volvieras a desaparecer.

— No quiero establecer ningún tipo de lazo con ustedes... Solo anhelo tranquilidad, y si ustedes se involucran en mi vida, eso no lo conseguiré. -Los miró con seriedad-

— Recuerda que rompiste una promesa. -Dijo Kaname, levantando una ceja-

— Oh, Kaname... -Se rascó la nuca con un gesto de incomodidad y asintió con un suspiro, como si estuviera reconsiderando su postura-

Haruka decidió alejarse para resolver el inconveniente que había surgido, dejando a los dos muchachos a solas en la escena. Puedo percibir la forma en que él sujeta con suavidad mi barbilla, orientando la mirada de la más joven hacia Kaname. Él, por su parte, se mostraba tranquilo y sereno, mientras se aseguraba de que todo estuviera en orden con ella, transmitiéndole una sensación de calma y seguridad en medio de la situación.

— Chieko... Recuerda que has roto tu promesa. -Dice Kaname, manteniendo un semblante serio-

— Está bien... pagaré por esa promesa rota. -Suspira- ¿Qué es lo que pedirás?

— No te atrevas a separarte de mi lado de nuevo. -Dijo con firmeza, sin dejar espacio para dudas- Por ahora, mantén esta identidad de vampiro noble; de lo contrario, el consejo podría aprovecharse de ti y controlarte.

— Lo sé. -Respondió ella con un suspiro, su voz reflejando una mezcla de resignación y entendimiento- Técnicamente, aún soy menor de edad, pero no soy tonta y estoy al tanto de la situación con el consejo de ancianos. -Suspiró de nuevo, como si las palabras le pesaran-

— Siempre supe que eras especial. -Respondió él, sonriendo con ternura mientras acariciaba suavemente su mejilla- Además, es fundamental que evites que se alimenten de ti otra vez.

— Estás pidiendo demasiado, Kaname... -Su rostro se mantenía serio, sin mostrar signos de relajación en la expresión- No siempre ocurren situaciones como estas, pero no permitiré que te involucres en los asuntos que tengo con Zero, ¿Queda claro?

— De acuerdo, pero deberíamos hablar con tus padres adoptivos para discutir este tema en profundidad.

— Les informaré. -Soltó un suspiro pesado, como si llevara una gran carga en sus hombros-

Se oyó el sonido de alguien golpeando la puerta antes de entrar en la enfermería. Los jóvenes que estaban allí reconocieron de inmediato al director, quien estaba acompañado por Haruka. Con un gesto amistoso, los saludaron y comenzaron a conversar con Kaname. Después de un rato, Kaname se despidió de ellos y salió de la enfermería. Su objetivo era tranquilizar a los estudiantes de la clase nocturna, quienes se encontraban nerviosos debido al olor a sangre proveniente de un vampiro puro que había estado presente.

Por otro lado, Haruka y el director se quedaron al lado de la joven, por lo que ella se vio en la necesidad de revelarle a Kaien la verdad sobre su origen. Con un tono serio y preocupado, le pidió que mantuviera en secreto esta información hasta que tuvieran la oportunidad de encontrar una solución al complicado asunto que enfrentaban.

— Eso aclara muchas cosas que me resultaban extrañas acerca de ti. -Soltó un suspiro profundo- Ya sospechaba que podrías tener algún vínculo con la familia Kuran, especialmente cuando observé tus rasgos. Aun así, me sigue sorprendiendo el hecho de que tus ojos sean de un color diferente al de ellos.

— Así es. -Respiró hondo y soltó un suspiro- Mis ojos son únicos en la familia. -Respondió tranquilamente-

— Esperamos que puedas protegerla mientras esté aquí. -Dijo con seriedad- Ese fue el último deseo que me dejó Juuri…

— Juuri... -Se ríe con una melancólica tristeza en su voz- Esa mujer no tiene ninguna relación conmigo.

— Chieko... -Haruka lo observó triste-

— No es mi madre... -Deja escapar un suspiro pesado- Puede que haya sido ella quien me dio la vida, pero desde el principio la he aborrecido y nunca se preocupó por mí. -Intento contener la ira que surge en mi interior-

— ¿Acaso ella es... -El director se detuvo, interrumpido por la voz de la menor-

— Soy el resultado de una violación perpetrada por mi padre, Rido. -Declaró con una sorprendente calma, como si estuviera hablando de algo trivial- Mi padre no es mejor, pero esa mujer puso haber hecho la vida mas fácil al dejarme con una familia que supiera cuidarme.

— Chieko, ¿Cómo puedes saber eso...? -Preguntó Haruka con asombro y preocupación-

— El hecho de que intentara evitar mi presencia me hizo entender que me odiaba. -Respondió ella con un suspiro profundo- A pesar de todo, no la culpo. -Su expresión se tornó seria- Si yo estuviera en su lugar, creo que habría optado por abortar... Al menos hubiera sido mejor que dejarme olvidada y permitir mi maltrato. -Sus ojos se estrechan con dolor-

— ¡Chieko! -Le reprendió su tío, claramente impactado por la dureza de sus palabras-

— Al final, lo mejor será que me retire a descansar. -Hablo Chieko sin ganas de seguir la charla incómoda-

— Sería lo más acertado. -Dijo el director- Me comunicaré con tus padres adoptivos para que vengan a hablar sobre esto.

— Está bien. -Se levantó de la silla y realizó una reverencia- Nos vemos.

Los adultos respondieron a su saludo con una suave inclinación de cabeza, mostrando un gesto de cortesía. Chieko, tras este breve intercambio, se alejó, dirigiéndose hacia su habitación. Una vez que llegó, cerró la puerta con cuidado, asegurando su privacidad. Se despojó de las prendas del día, cambiándose por su cómodo pijama, que le brindaba una sensación de calidez y descanso. Después de vestirse, se acomodó suavemente en la cama, dejando que el suave roce de las sábanas la envolviera. Con el paso de los minutos, el cansancio comenzó a instalarse en su cuerpo, arrastrándola lentamente hacia un profundo y reparador sueño.

[Al día siguiente. . .]
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ㅤㅤㅤ் Narra Chieko '
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Al despertar ese día y prepararme para las clases, salí de mi habitación con un leve sentimiento de nerviosismo. A medida que avanzaba por el pasillo, me encontré con Yuuki, quien, con una expresión seria en su rostro, me informó que mis padres estaban esperándome en la oficina del director.

Una mezcla de inquietud y curiosidad se apoderó de mí, así que comencé a caminar hacia allí, sintiendo cómo mi corazón latía más rápido con cada paso. Al llegar a la puerta, la abrí lentamente y, al cruzar el umbral, me encontré con la vista de mis padres, que me aguardaban con una mezcla de sonrisas y miradas expectantes.

Sin poder contener la emoción que me invadía, corrí hacia ellos con alegría desbordante y, en un instante, los envolví en un cálido abrazo. El olor familiar de mi madre me reconfortó de inmediato, y al sentir su abrazo apretado, una sensación de seguridad me envolvió. Ella, con ternura, me besó suavemente en la frente, un gesto que siempre me ha hecho sentir amado y protegido. La felicidad de ese encuentro quedó grabada en mi corazón, mientras disfrutaba de ese momento tan especial en compañía de mis seres queridos.

— ¿Estás bien, pequeña? -Preguntó Hanako con preocupación-

— Sí, estoy bien. -Respondí sonriendo, tratando de tranquilizarlos- Solo ocurrió un pequeño percance con Zero, eso es todo.

— Lo sabemos. -Respondió Katashi-

— Supongo que están al tanto de lo que ha pasado con mi familia. -Digo con algo de desánimo-

— Sí, pensé que habían asesinado a tu padre.

— Así es, pero solo temporalmente lo hicieron. -Suspiró profundamente- Es una historia larga.

— Por favor, Hanako y Katashi, permitan que volvamos a adoptar a mi sobrina. -Intervino Haruka-

— ¿Quieres regresar con tu familia, Chieko-chan? -Pregunte, dirigiendo mi mirada hacia la más pequeña del grupo. Ella se quedó en silencio unos instantes, como si estuviera evaluando la pregunta antes de dar una respuesta-

— Sí, quiero volver, pero eso no quiere decir que los perdone. -Contesto con determinación, mirando a mis padres adoptivos con una severidad que no dejaba lugar a dudas-

Los dos esposos se intercambiaron miradas, claramente sorprendidos por la firmeza de mi declaración, pero mantuvieron la calma.

— Entendemos. -Contestaron al unísono, tratando de mostrar que respetaban su decisión-

En ese instante preciso, Zero e Ichuru hicieron su aparición en la oficina. La atmósfera se tornó ligeramente tensa al momento de su entrada, como si un aire de anticipación envolviera el lugar. Zero, sin perder tiempo, se dirigió a todos con una expresión seria en el rostro, y rápidamente planteó la preocupación que había estado consumiendo su mente, dejando claro que era un asunto urgente que requería atención inmediata.

— ¿Por qué no los perdonarías? -Preguntó con auténtica curiosidad reflejada en su expresión-

— Oh... -Suspiró, dejando escapar un pesado aliento- No es nada, solo es un asunto que necesito resolver con ellos.

— Zero, Ichuru, no sean entrometidos. -Su padre los miro con una severidad que no admitía objeciones.

— Katashi... -Su esposa lo miró con una profunda tristeza en sus ojos, reflejando su preocupación por la situación-

Una vez que traté el tema en cuestión, volví a estar bajo la órbita de la supervisión de mi tío. Él me formuló una solicitud muy clara: debía asegurarme de permanecer más cerca de Kaname, y a su vez, él se comprometería a visitarme con frecuencia. Sin embargo, había un aspecto fundamental que no podía pasar por alto: era absolutamente esencial que me presentara como una persona de sangre pura, ya que estaba a punto de retomar el apellido Kuran. Ante esta decisión tan significativa, no tuve más remedio que aceptar, pues las consecuencias de oponerme a ella eran demasiado graves para ser ignoradas.

— Tendrás que convertirte en una sangre pura nuevamente. -Soltó un suspiro profundo-

— Imouto-chan… -Dijo Ichuru mirándola con preocupación-

— No te preocupes por mí, estoy acostumbrada a cargar con responsabilidades y ser una sangre pura no es tan complicado.

— Necesitas ser fuerte, la corte vampírica no te reconocerá si no te comportas como una de ellos. -Habló Haruka con seriedad- Debes conocer realmente el arte de ser una princesa sangre pura.

— Entonces tendré que buscar un tutor. -Se frustró al suspirar- No es que me moleste, pero tendré que comportarme de acuerdo a la etiqueta que se espera.

— No te preocupes, estaré aquí para ofrecerte mi consejo. -Dijo Kaname con una sonrisa amable en su rostro-

— Gracias. -Le respondí, sintiendo un alivio en mi corazón-

— También estaremos a tu lado para apoyarte. -Intervino Zero, mientras tomaba mi mano entre las suyas, transmitiéndome una sensación reconfortante-

— Gracias a todos. -Les expresé, con gratitud reflejada en mi mirada-

En ese instante, justo cuando Kanako y Kitaro estaban a punto de irse, se acercaron hacia mí. Sin previo aviso, me rodearon con sus brazos en un abrazo cálido y reconfortante. Esa acción me hizo sentir profundamente apreciada y querida, como si el afecto que me transmitían llenara de alegría mi corazón.

— Cuídate, pequeña. -Dijo Katashi, sus palabras llenas de preocupación y afecto-

— Gracias por haber sido nuestra hija durante todos estos años. -Sonrió entre lágrimas Hanako-

— Les agradezco por cuidarme a pesar de saber que era su enemigo. -Sonrió contenta mientras secaba las lágrimas de su madre adoptiva-

— Nos vemos, Chieko. -Sonrio triste-

Observé cómo su silueta se iba desdibujando ante mis ojos, y una sensación de melancolía se apoderó de mí, como un peso que oprimía mi corazón. La tristeza me invadió, pero afortunadamente, mis amigos estaban a mi lado para ofrecerme su apoyo y levantarme el ánimo. Zero, Ichuru y Kaname se quedaron conmigo, acompañándome hasta el aula. Antes de continuar, decidí tomar mi medicamento y esperar unos momentos a que comenzara a hacer efecto. Una vez que sentí que estaba preparado, me dirigí hacia mi objetivo con determinación.

Cuando entramos al aula, me di cuenta de que todos los estudiantes me estaban mirando con una expresión de asombro en sus rostros. A pesar de esa atención inesperada, conseguí mantener la calma y mostrar una expresión seria en mi cara. Con un ligero gesto, saludé a mis hermanos con la mano en señal de despedida y me dirigí a un asiento que estaba junto a Kaname, donde me instalé.

Las clases se desarrollaron con total normalidad, como si fuese un día cualquiera. Sin embargo, al momento de salir del aula, me percaté de que algunos compañeros murmuraban a mis espaldas, comentando sobre mí. A pesar de la curiosidad que esto despertó en mí, opté por hacer caso omiso a sus palabras. Me levanté tranquilamente de mi asiento y, al volver la mirada hacia Kaname, realicé una inclinación de cabeza en señal de respeto, como es costumbre en nuestra cultura.

— Me iré primero. -Dije sin más, sintiéndome un poco indispuesta-

— Descansa bien. -Me respondió amablemente-

— Igualmente. -Le dije antes de marcharme-

Al concluir mis clases, me encaminé hacia mi ruta habitual. A lo largo del trayecto, me encontré con Zero, Yuuki e Ichuru, lo que dio pie a una amena conversación entre nosotros sobre diversos temas. Aunque este intercambio me proporcionó un respiro creativo y me permitió distraerme un poco del estrés acumulado, a medida que avanzaba el día, comenzaba a sentir el peso del cansancio que se acumulaba sobre mis hombros.

Finalmente, cuando la jornada llegó a su fin, regresé a mi habitación con una sensación de verdadera fatiga. Sin pensarlo dos veces, me dejé caer sobre la cama, anhelando un momento de paz y la oportunidad de reponer energías tras una  noche tan agotadora.

┈̫̫━̫̫┈̫̫━̫̫┈̫̫━̫̫┈̫̫━̫̫┈̫̫━̫̫┈̫̫━̫̫┈̫̫━̫̫┈̫̫ ¡Cᴏɴᴛɪɴᴜᴀʀᴀ́! ⩶
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— Buenas. . . 💐

En el capítulo 16, Chieko se reencuentra con sus padres adoptivos y acuerdan que vuelva a la familia Kuran, aunque sin perdonar completamente a su familia biológica. Acepta presentarse como una sangre pura y retomar el apellido Kuran. Tras una emotiva despedida con sus padres adoptivos, Chieko asiste a clases y mantiene la calma ante los murmullos de sus compañeros. Finalmente, regresa a su habitación agotada y se prepara para descansar.

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Gracias por su atención.