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Taehyung se fue con Yoon Gi a hablar a solas con él, en la noche anterior, un tiempo después de que entraran al club y HoSeok se había enojado con ella, pero se había enojado tanto que se fue, dejándola con sus amigos, sin despedirse. Esto hizo que ella se enojara con él y es por eso que tuvieron discutiendo por teléfono toda la mañana pero luego de la hora del medio día se habían arreglado y ahora no dejaban de enviarse mensajes realmente empalagosos. 

HoSeok creía que no era el momento más indicado para hablar por mensajes de textos con su novia de esa manera pero le estaba dando igual, porque prefería eso a que discutieran, aunque él estaba con Seokjin, después de un muy largo tiempo sin ver a su amigo. 

— HoSeok te he notado un tanto distraído últimamente. — Seokjin, dibujo una mueca sobre sus labios y de éste modo, de alguna forma, demostraba su preocupación. Él no lo había visto desde hace un tiempo y no sabía si el estaba distraído pero tenía que decir algo para que su amigo le prestara atención.

HoSeok había estado últimamente más distraído y torpe que lo que lo recordaba, es más, se acababa se chocar contra una pared de vidrio pensando que era la puerta solo por estar mirando su celular. Él sabía que su amigo tenía novia pero tampoco era para que estuviera tan ido por ella o por cualquier otra cosa o persona.

El azabache con una tonta sonrisa en su boca, levantó la mirada de su celular a la cara del castaño. — ¿Qué decías? — Seokjin bufó irritado por la actitud de HoSeok y volvió a repetirle lo que ya le había dicho. — Ah, es que estoy enamorado de mi novia, Taehyung, es perfecta. Lo único que no me gusta mucho de ella es que tiene la nuez de Adán muy grande. — HoSeok hizo un gesto demostrando que le disgustaba, haciendo una mueca ligera con sus labios.

El de ojos cafés frunció el ceño y ladeó un poco la cabeza. — HoSeok, las chicas no tienen nuez de Adán.

HoSeok rió. —-Deja de bromear, Jin—-Murmuró y sin más, volvió su atención al móvil.

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ACLARACIÓN: las mujeres si tienen nuez de Adán pero no es tan evidente como la de los hombres.