『018』
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Taehyung se encontraba sentado en la cama mirando el álbum de fotos en donde eran su esposo, Yeontan y él. Más bien era una línea de tiempo con estilo de fotografías. Nunca se imaginó que estos recuerdos valen oro, en donde puede visualizar cada detalle los acontecimientos más importantes de sus vidas. Desde las fotos de la boda, su luna de miel en Paris comiendo los mejores platillos e incluso fueron a la Torre Eiffel, también su viaje de vacaciones a Londres que realizaron hace meses tomándose fotos mutuamente. Finalmente, añadiendo más la bienvenida de su nueva mascota; Yeontan, cuidando como su propio bebé. Todavía faltaban más sucesos, metas, miles de experiencias que recorrer juntos. Sabía muy bien que llegar al matrimonio es una faceta de la vida en donde aprendes a convivir con la persona que escogiste y la indicada para ti.
En cierta parte, muy dentro de su corazón hay algo que anhela Taehyung a lo que su esposo evita el tema con explicaciones no coherentes ni mucho menos convencían según él. La razón es: Deseaba tener hijos a pesar de ser bastante jóvenes, tener un hijo es una gran responsabilidad; educarlos, enseñarles modales, su alimentación, etcétera. Todo un ajetreo. Le fascinaban los niños y sin duda alguna tener uno con HoSeok sería lo más esplendido y hermoso en este mundo, con el fin de formar una familia completa de alegría donde su futura nuevo y cálido hogar grande. Prefiere especialmente una niña entre sus brazos, debido que al ser ambos varones una damita en la casa sería espectacular, le gustaría vestirla de varias formas y conocer sus gustos. Seria por supuesto la princesa de sus corazones.
Sin embargo, no se debía hacer tantas ilusiones, ya tenía en cuenta de lo incómodo que se comportaba HoSeok respecto a tener hijos. Anteriormente decía que al tener niños en el hogar le consumirían mucho tiempo y no habría espacio para los dos, uno necesita respirar no ser sofocado en su propia casa sin preocupaciones. Varias veces platicaron del tema y lamentablemente Taehyung salía perdiendo por el motivo a que Hoseok se le paraba filosofando y buscando las desventajas de no traer un hijo al cual convivir con ellos. En su postura de opinión Taehyung no se rendiría tan fácilmente, es netamente tozudo.
En fin, los niños para HoSeok son como unos duendecillos que van para de aquí para allá y estar constantemente velando su seguridad y bienestar. Como usualmente es entre parejas, había discusiones fuertes referente a eso, era un tema muy frágil de tocar como se lo había mencionado.
― ¿Estas listo, mi amor? ―se oyó la voz cálida de su esposo abriendo cautelosamente la puerta de la habitación entrando como intruso.
―Sí, amor ―levantó la cabeza para dirigirse al contrario antes de soltar el aire de sus pulmones.
―Entonces ya nos vamos ―se aproximó y poso su mano al hombro de Taehyung brindándole confianza.
―Sí, pero tengo mucho, me siento realmente inseguro―dijo apenado con esa voz suave―. Hemos vivido aquí bastantes cosas nosotros dos en esta pequeña casa―sujetó la mano de HoSeok y empezó a acariciarlo―, me da melancolía dejar esta casa atrás e irnos a la grande. No se si pueda adaptarme.
―Créame, yo también me siento de la misma forma, estas cuatro paredes son testigos de los sucesos que nos pasó ambos. Asimismo, Taehyung no le temas a los cambios, vamos a ir a nuestra casa soñada, un lugar tranquilo sin que la ciudad nos interrumpiera. No te vas a arrepentir, estarás conmigo pase lo que pase.
―Tienes razón ―sostuvo su mano de HoSeok situando en sus labios con el fin de besarlo―. Es momento de comenzar otro ambiente diferente a lo que estamos acostumbrados, los dos y Yeontan.
―Me alegra escucho eso de ti ―rápidamente beso la cabellera de su esposo―, alistare las cosas de nuestro cachorro, tu procúrate que cosa nos olvidamos, ¿de acuerdo?
―Si, esta bien. Te amo ―vio como su esposo se alejaba.
―También te amo ―se detuvo en la parte esbozando una sonrisa―, te esperamos afuera.
Hoy día era la mudanza, ir a su nuevo hogar para comenzar una vida juntos como se debió hacer desde un principio. HoSeok tenía bastantes sorpresas para su hermoso esposo; Taehyung.
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Fueron dos eternas horas rumbo a la casa de sus sueños. Con un bonito área verde y a lado los árboles grandes y robustos situado en un agradable clima maravilloso. No había tanto de qué decir, toda la casa era hermosa con un gran acabado, es prácticamente como se lo habían imaginado.
―Y... ¿Te gusta? ―cuestionó HoSeok dirigiendo su mirada a su esposo.
―Me encanta ―respondió absorto examinando el lugar, no se podía creer de la bella vista llevaba cargando consigo a Yeontan.
―Entonces, desempaquemos todo ―dicho y hecho realizaron todo.
Primero se tenía por empezar en abrir las cajas, en sacar las cosas uno por uno, no era tanto lo que traían, sin embargo, con el pasar del tiempo ya obtendrán más cosas.
Toda la tarde se la pasaron en poner los muebles a los lugares respectivos. Se hallaban agotados yendo de un lugar para otro lado ya que solo acompañado de los hombres de la mudanza y pues Yeontan correteando y jugando con sus juguetes.
Ambos esposos decidieron dejar de lado todo el equipamiento. Ya era casi de noche y no habían almorzado nada.
―No tengo ganas de cocinar ―dijo Taehyung― ¿Y si mejor compramos afuera?
―Bueno tienes razón. Mañana seguimos con esto ―contesto leve.
―No te sobre esfuerces, son pequeñas cosas, lo hacemos con calma para mañana―entono una voz adorable y comprensivo, no deseaba que HoSeok tuviera algún malestar muscular. Su esposo era un adicto a la limpieza y el orden.
―De acuerdo, tu ganas―resoplo―Entonces será para mañana.
Y sin más que añadir Taehyung se emocionó.
Por fin pudieron ir, se fueron donde su auto a encontrar un restaurante de comida rápida. Con el pasar de los minutos, Taehyung junto con su esposo por fin hallaron lo que es el restaurante bueno no es que resulte tan difícil encontrarlo sólo tenían que recorrer algunos kilómetros.
Entraron y eligieron la mesa para poder comer, hicieron su pedido de las comidas que cada uno gusta.
Justamente escuchó la risa de una niña, volteó inmediatamente la cabeza para ver de dónde provenía, era un infante junto con sus padres al parecer ellos habían terminado de comer, al rato vio que ya se estaban retirando del local. Había capturado su atención en como esa pareja de padres tenían sujetadas de las manos a la niña pequeña de cabello corto. La envidia se apodero de él, a fracción de segundos su estado de ánimo se decayó un poco. Esa familia se veía bien derrochando felicidad.
―Aquí tienen su pedido ―se presento una muchacha con la comida, dejo frente a la mesa y se fue a atender a otros clientes.
El ambiente se tornó silencioso para ambos.
― ¿Pasa algo? ―cuestionó confuso HoSeok― ¿Por qué tan pensativo, amor?
―Yo... ―tenía en la punta de la lengua su incomodidad― Nada.
―No, no, no ―nego varias veces―. No vengas con eso, dímelo, no tienes porqué ocultarlo, ¿Somos esposos, verdad? ―sintió la mano contraria del otro brindándole confianza y tal vez suelte su mano por decir aquello.
― ¿Viste a la niña? Es muy bonita, ¿Sabes? ―contestó despacito.
―Si, ¿Eso qué tiene que ver? ― aún no se daba cuenta de la indirecta que le dio.
―Pues, hacían una bonita familia.
―Oh, por supuesto ―asintió.
―HoSeok ―hizo una pausa― ¿Sigues con la idea de no tener hijos? ―lo dijo con un tono avergonzado, un poco tímido de haber tocada este asunto nuevamente. Sabía que iban a chocar brechas entre ambos. De un momento a otro, ya no estaba la mano de esposo se encontraba comiendo las papitas fritas como si no hubiera pasado nada.
Era obvio el comportamiento de él.
―Ese tema creo que ya lo hemos dejado claro, ¿cierto? ―sonó monótono.
―Sí, pero... ―HoSeok hizo una señal de pausa.
―Tenemos a Yeontan, él es único quién nos da alegría. ¿No te sientes feliz al respecto?
―Si me siento feliz estando con él. Pero otra cosa es tener una mascota a quién queremos mucho ―gruñó un poco Taehyung― Y lo otro es tener nuestros propios hijos a quien cuidar. Tenemos trabajos estables, una nueva casa y la suficiente madurez, ¿por qué no tener un hijo en un momento apropiado como este?
―Sabes cual es mi respuesta ―sus ojos se conectaron al rubio mirándole penetrante―. No hay necesidad de discutir, déjame comer tranquilo, deberías de hacer lo mismo ―odiaba Taehyung que HoSeok use esa voz como si estuviese mandando, como si él tuviera el derecho de mandar o mantener la calma notando su racionalidad, mas no es así. Sabía que HoSeok era un hombre paciente y comprensivo, no obstante, cuando algo le saca de sus casillas se transformaba en otro y lo peor de todo si él se enoja al mismo tiempo que él habría bastantes problemas que chocaran sus fuertes temperamentos.
Tenía que controlarse. Pero no pudo, hizo a un lado la comida con brusquedad no importándole nada, solamente se cruzo de brazos mirando a otro lado.
―Bien ―suspiro cansado―. Entonces no comas, tampoco es como si me importase tu comportamiento repentino. Eso de ti no voy a aceptarlo.
―Imbecil. ―Susurró con tanta rabia. Echaba en sus ojos fuego y frunciendo el ceño.
― ¿Y vas a seguir? ―se ofuscó HoSeok.
―No me hables ―esquivo su mirada.
La tolerancia debería de buscarla ahora en estos instantes. Se encontraba agotado física y mental HoSeok, tampoco tenía la suficiente paciencia como para explicarle cuidadosamente a su esposo luego de estar en el ajetreo de la mudanza. No era recomendable que los dos estén molestos antes de no convivir en su nueva casa. Son adultos y están casados, ya no estaban para discusiones de parejas recién iniciando su romance.
―Amor ―lo llamo cariñosamente―, escúchame primero ―manifestó aún más calmado ―. Discúlpame lo que te dije. Yo si quiero tener hijos contigo ―miro como Taehyung relajo sus expresiones dejándole dubitativo―. Me encantaría tenerlos, verte todos los días jugando con ellos de igual manera yo, viendo como juegan contigo o también verlos como regresan a la casa después de su escuela, sin embargo...
Allí viene la tremenda razón, tenía conocimiento que su hermoso esposo es un amante de los niños, se derretía de ternura por ellos. Esa obsesión de experimentar ser padre por primera lo mantenía ansioso, no deseaba esfumar sus ilusiones.
Por otra perspectiva, Taehyung recordó las palabras hace años atrás, antes de casarse con HoSeok, también le propuso lo mismo solo que en esa ocasión HoSeok respondió de una forma nefasta, es decir era hacerle capaz de llorar con sus palabras hirientes.
{ No me gustan los niños, y ni pienso tenerlos más adelante. Estamos solos dos y es mejor todavía, ¿Tú crees que serás un buen padre? ¡Estamos jóvenes aún, no quiero malograr mi vida con un mocoso. }
Esa era la gran barrera al formalizar una relación con HoSeok debido a que se imaginaba esa discrepancia en algún futuro. Soñaba y sueña Taehyung en formar una familia con el amor de su vida, es lo único que pide y anhela en su corazón. Actualmente son adultos manteniendo la cabeza fría y cavilar detenidamente los asuntos con responsabilidad.
Siguió continuando: ―Quiero tener mi espacio, me gusta ser independiente al igual que a ti. En especial compartir tiempo juntos, disfrutar y consumir más nuestro matrimonio. Agregando que, nuestros trabajos nos impiden obtener más horas e incluso nos falta tiempo, ahora imagínate, ¿Cómo sería a lado de un niño o una niña? ―Pensó. ― Es una mayor responsabilidad, ya te comenté varias veces acerca de eso. Por el momento estamos bien, sin preocuparnos de nada. Dentro de unos años podamos tener uno por ahora no es el tiempo adecuado.
―Como te dije anteriormente ¡Tenemos la economía suficiente, tenemos un espacio para cuidarlo!
― ¿Y el tiempo? Ese niño necesitara de nosotros en cada momento, seria cruel de nuestra parte no cumplir con sus necesidades.
―Mi mamá se encargará de cuidarlo cuando estemos ocupados, ella estaría encantadísima. El resto del tiempo será para nosotros, hay muchas alternativas, trata de no cerrarte con el tema ―suplico, la expresión de su rostro mostraba aflicción. No aguantaba verlo de esa manera.
―Lo que tú quieres es un bebé, no un niño, Taehyung. Eso cambia el rumbo de la historia.
―Contigo es hablar con la pared ―se quejó, volvió a su misma posición. Tratando de ignorar a HoSeok.
―Hemos venido a comer aquí con tranquilidad, Taehyung. Es nuestro primer día aquí y nos encontramos discutiendo, dando muchas vueltas al asunto. Es mejor que te tranquilices, piensa un poco mejor las cosas, ¿vale? esfúmate esa idea de la cabeza. Debemos de entendernos mucho mejor aún, respetar la opinión de nosotros, pero al ponerte así es evidente que no podremos llegar a un acuer- ―sus palabras murieron en su garganta pues se estrujó su corazón al presenciar las lágrimas silenciosas de los ojos de esposo, lo miraba desde el perfil fijando su vista en la ventana cruzado de brazos, con su mano libre se limpiaba los rastros.
<< Soy el peor esposo del mundo, debería hacerlo feliz no hacerlo llorar. >>
Pensó HoSeok al quedarse inmóvil pero no por mucho. Se levanto de su asiento acercándose donde el sitio de Taehyung.
―Amor... ―zarandeó su hombro con suavidad―Muy pronto vamos a tener niños, por ahora hay que tomarnos con calma, nos quedan muchos años para disfrutar, cuando nos casamos nunca me negué que no quisiera tener hijo, siempre te comuniqué que esa etapa fuera cuando seamos mayores y tengamos estabilidad.
Taehyung suspiro pesadamente. No pudo resistir más y envolvió con sus brazos el cuerpo de su esposo aferrándose. Quizás HoSeok tendría razón, todo a su tiempo, no hay que apurarse. Los dos deben de ponerse de acuerdo, no solo uno. No quería crear otro conflicto más.
Esta vez quisieran empezar con el pie derecho y que la relación fluya a su curso. Ambos se aman demasiado, eso es lo que importaba en este presente y futuro.
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Es tan común lo que se da en una pareja, no en todas solo en algunas se da este tipo de dificultades. Bueno éste capitulo esta lleno de enseñanza. Hasta la próxima, ya estamos en la recta final del fanfic, después haré un fanfic sobre la misma temática. Díganme ustedes, ¿Cuál es el autónimo de Matrimonio? La respuesta que ustedes tienen de eso se trata el fanfic siguiente. Gracias por leer.
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