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Se encontraba en la cama durmiendo, pero su sueño era tan pesado que aún permanecía en su posición de niño dormilón.

El único quién no dormía fue HoSeok, eran las 08:30 AM y no despertaba su esposo, se aburrió de tanto esperar pero bueno tiene que admitir que ver a Taehyung contemplar su más perfecto rostro, las hebras que le cubrían sus ojitos cerrados. Ya sabía antes HoSeok sin embargo por otra parte se siente orgulloso de tener a un espléndido compañero de vida, de tener un esposo tan atractivo hasta en cada defecto que lo viese se sentía atacado por la belleza que contenía.

Es ahora o nunca, con delicadeza se metió en la cama, se escabullo debajo de las sábanas, hinco de sus dedos a la cintura de Taehyung, finalmente se abalanzó con todo su peso al cuerpo contrario, de éste produjo un gran gruñido, pero prevalecía inmune.

―Hey, despiértate, ya hice el desayuno ―golpeó su espalda―. No quiero comer solo, mi amor ―beso su cabeza del otro―. Taeeee, despierta ―saca las sábanas rápido.

―No me toca trabajar hoy... ―hablo con voz ronca con los ojos cerrados― Hoy día es sábado, tengo mi derecho en dormir ―jaloneo la sabana y se cubrió por completo.

Hoseok se puso encima de Taehyung pegándole en el hombro, se removía en él, más bien su posición era como si quisiera aprovecharse.

―No me molestes así, no te aproveches de mi situación ―Se sobresalto de un de repente Taehyung.

―Claro que no ―negó Hoseok―. Solo me abalance ante a ti.

―Es que sentí algo sobre mí y pensé que era... ―musito muy bajito.

― ¡¿Qué?! ―exclamó sorprendido sin poder dar crédito a lo que haya escuchada.

―Nadaaaa... ―canturreó como niño Taehyung, olvidando aquel momento embarazoso ―Hyung, ¡Ahoraaaa si vamos a desayunar! ¿Despertaste a nuestro bebé? ―automáticamente se levantó de la cama.

―Sí, Yeontan esta despierto, pero ya sabes... no es de comer solo ―se paró de la cama―, lo mal acostumbraste mal dándole su comida en su boca.

―Creí que ya lo superó ―se oyó desde lejos la voz del castaño entrando al retrete.

― ¿Qué estás haciendo ahorita? ¡Ya es hora de comer, no tenemos tiempo para eso! ―se ofuscaba Hoseok, frunciendo su ceño y moviendo su pie insistentemente sobre el suelo.

― ¡Me estoy lavando la cara! ―grito Taehyung enojado por su repentina desesperación de su esposo ―Creo que hallare una pelota de trapo para así silenciarte ―y siguió lavándose su cara con el jabón en sus manos, se masajeaba con delicadeza por todo el área.

Enseguida se escucha pasos aproximándose.

― ¿Te has enojado? ―cuestionó el mayor. Taehyung alzo la cabeza fijando sus ojos en el espejo del baño y por casualidad vio el reflejo de su esposo con rostro sereno y al presenciar Hoseok así se ve como niño de cinco años medio regañado.

Hizo una mueca y volteó medio cuerpo

― ¡Siiii, me enoje de lo desesperante que eres!

―Dime tú, ¿cuántas veces antes de ser contraer matrimonio hemos discutido por cosas tontas? ― esa voz tan sensual, era para que Taehyung accediera con facilidad.

Se topo con Taehyung, y sus rostros estaban tan de cerca, pues era con la intención de que Hoseok agarrará la cintura de su esposo.

―No lo sé... más de quinientas veces ―dijo con voz trémula.

― ¿Te mencioné de lo lindo que te enojas Taehyung? O también, ¿de qué ayer te ves igual se hermoso? Mejor no... ¿qué cada día te vuelves precioso? No me importa como luzcas esta mañana, en verdad, lo único que quiero tocar de ti son tus labios, pero huiste de mí.

―HoSeok... por favor, deja de manipular mi mente.

Aspiro el aroma desde su cuello: ―Hueles muy bien... no sé porque te quieres bien si ya eres perfecto así. 

Se rasco la nuca con nerviosismo acompañado de una mueca. ― No me he bañado un día entero HoSeok, ¿Por qué dices que yo huelo bien?

―Tu sonrisa es quién me deslumbra más.

―Lalalalalala―se tapó con las manos en ambas orejas haciendo ese ruido tan infantil― ¡No te escucho, lalalalalala ―se fue del lugar haciendo ese ruido.

―No puede se que aún te ruborizas cuando te digo cosas bonitas mientras ya somos esposos ―salió de sus labios una risa muy angelical por parte de Hoseok, tanto así que latió su corazón como loco de Taehyung.

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―Aver... ¡Abre la boquitaaaa! ―extendió la cuchara frente a la boca de su esposo, de un momento a otro ahora se sentía feliz dandole de comer.

Hoseok amaba este momento, tiene que disfrutar cada preciado instante con su, puesto que, de lunes a viernes casi no se frecuentaban después de jornada, por el motivo de estar en sus centros laborales. Los fines de semanas eran los indicados para mostrarse afectuosos.

HoSeok abrió la boca mirando a Taehyung todo sonriente y formandose en sus ojos una media luna, si...su esposo es precioso.

Y así se la pasaron en el desayuno dándose de comer uno al otro, a pesar de tener horarios diferentes siempre prevalecía la confianza, comunicación y respeto en ellos. Espera que esto sea para siempre.

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